SeokJin está escéptico hacia Yoongi, el vecino lindo “¿Pero si te guiño el ojo?”
“Sí,” Jimin chilla, “yo lo vi.”
SeokJin resopla una risa. No deberían estar hablando durante clases, pero el salón está tan lleno y esta clase en sí es tan aburrida, que la mayoría de los estudiantes están desparramados alrededor durmiendo o texteando mientras el maestro pretende no estar consciente de ello. “¿Y estabas trabajando? osea ¿el bebé estaba contigo?”
“Humm” Jimin dice en acuerdo. Jugueteando con una hoja de papel.
“Pero ¿no será que pensó que era tu hijo?”
Jimin mueve los hombros, “parecía haberlo reconocido, me preguntó si estaba trabajando para su vecino, así que quizás sabe que es su hijo.”
“O talvez a pesar de ello le pareció sexy.” SeokJin bromea.
Jimin resopla una risa. “Eres un pendejo.”
“Bueno, es verdad Jiminnie” SeokJin le da un codazo en un lado, “sabes que algunos alfas buscan eso.”
“Yo no dije que fuera un alfa,” Jimin levanta una ceja. Yoongi era un poco más alto que Jimin, pero eso no era muy difícil de sobrepasar. No era la altura lo que lo delató sin embargo. Era más bien la manera en que miraba a Jimin, su desenvoltura, la forma en que se sostenía a sí mismo, típico alfa. Y pues es cierto, talvez el hecho de que Jimin lucía como un centro comercial de bebés hizo que Yoongi fuera un poco más… coqueto. SeokJin tenía razón después de todo, había alfas que se sentían atraídos a omegas que cargaban bebés a todos lados, o que eran dulces con los niños. Tenía que ser biológico.
SeokJin le da una sonrisa provocativa. “Tu boca dice no pero tus ojos dicen sí.”
Jimin se queja. “Nunca debí de haberte dicho nada, olvida lo que te dije.”
SeokJin se ríe para sí mismo, sacudiendo su cabeza. “Cuidado Jimin, sabes que los niños ricos de ese tipo son peligrosos.”
Jimin pronuncia ‘humm’ en respuesta.
.
El auto de Taehyung ya está esperando por Jimin cuando sus clases terminan.
“¿pero qué mierda?” SeokJin sisea a un lado de él, echándole una mirada al auto oscuro estacionado en la curva. “Jimin ¿estás seguro de que- como sea, no importa, ni siquiera voy a preguntar.”
Jimin sólo mueve los hombros no logrando lucir decepcionado ante el prospecto de aventones gratis. SeokJin le dice que lo verá en casa y Jimin camina a ritmo tranquilo hacia el auto. Para su sorpresa Taehyung ya está en el asiento trasero, Kyung en el portabebés a su lado.
“Jiminnie hola,” Taehyung lo saluda animadamente. “¿Cómo estuvo tu clase?”
“Uh, bien.” Aunque no lo estuvo. Está clase siempre apestaba.
El auto se pone en marcha y Jimin saluda a Kyung quien suelta el mordedor para sonreírle.
“Namjoon no pudo venir con nosotros hoy. Está resolviendo unos asuntos para la agencia en su oficina.” Taehyung explica, “no creo que estuviera muy entusiasmado de venir con nosotros tampoco,” Taehyung da una risa seca, “siempre se pone medio malhumorado cuando-” agita su mano alrededor, sonando como si deseara no haber dicho nada en primer lugar. “Como sea, Kook estará de vuelta está noche, así que te llevaremos a tu casa después de la cita con el doctor. Kook debe estarse muriendo por pasar tiempo con Kyungie después de tanto,” Taehyung presume, inclinándose para preguntarle a su hijo si extraño a su padre.
El viaje es bastante corto y el doctor atiende a Kyung inmediatamente. Ahora Jimin entiende porque le pidio que viniera con él. No es la mejor sensación en el mundo darse cuenta de que Jimin sabe más acerca de Kyung, sus hábitos, sus comidas, su salud, que Taehyung. En un punto el doctor se rinde por completo en dirigir las preguntas hacia Taehyung y sutilmente empieza a dirigir su mirada hacia Jimin cada vez que mira en el archivo de Kyung.
“¿Le ha dado fiebres?” el doctor pregunta a Jimin. Taehyung se sienta en silencio a un lado de él, Jimin está arrullando al bebé, intentando evitar que agarre algo del escritorio del doctor.
“Sí, uva vez, hace pocos días.”
“¿Le dio fiebre?” Taehyung se voltea hacia Jimin.
“Sí. Te dije.” Jimin frunce las cejas. Lo recuerda. Aunque Taehyung había estado en su teléfono y solamente había asentido con la cabeza y murmurado algo.
El doctor mira desde Jimin hasta Taehyung, pero como Taehyung parece haber perdido credibilidad, voltea hacia Jimin una vez más “¿Cuánto tiempo duro? ¿Tomaste su temperatura?”
“Sí,” Jimin asiente, mirando a Taehyung, quien hace un mohín hacia Kyung y posa una mano sobre la frente de su hijo. “No fue muy alta, pero le di un baño frio y le cambie la ropa, después de eso la fiebre paso.”
El doctor asiente. “Muy bien. No es inusual para ellos tener fiebre cuando los dientes empiezan a salir.” Tranquiliza a un sobre alarmado Taehyung “¿Ha estado comiendo bien?”
“Le damos fórmula cada vez que tiene hambre, lo cual es la mayor parte del tiempo.”
El doctor asiente con un pequeño fruncimiento de ceño “¿No pudo producir leche durante el embarazo?” le pregunta a Taehyung.
“Oh, si,pero,” Taehyung se mueve inconfortablemente en su silla, ruborizado en la parte alta de sus mejillas, “lo destete bastante pronto.”
‘Humm’, el doctor pronuncia pensativamente.
“Me estaba preguntando si podemos presentarle comida sólida.” Jimin pregunta moviendo los hombros. Taehyung le echa una mirada confundida. “Ha empezado a rechazar la leche y se pone curioso cada vez que comemos algo diferente y ahora que sus dientes están saliendo, necesitará usarlos, talvez sólo frutita o puré de patatas para empezar.”
“Oh, claro,” el doctor concuerda. “Esa es una buena idea.” Y después eso es todo.
Taehyung está en silencio en el camino al apartamento de Jimin, acariciando la cabecita de Kyung, el bebé felizmente saboreando su mordedor.
Jimin se pregunta si hizo lo correcto al hablar con él doctor. Pero por otro lado no había manera de no haberlo hecho. Taehyung sabe que Jimin cuida bien de Kyung y que es normal que Jimin tenga más información de él, puesto que pasa la mayor parte del tiempo con el niñero porque Taehyung está trabajando. No es la primera vez que esto ha pasado: Jimin se da cuenta de que juega el papel de la madre del niño mucho mejor que las verdaderas madres, pero es la primera vez que a alguien parece importarle.
Jimin quiere disculparse aunque no sabe porque quiere hacerlo, Taehyung le paga por hacer esto, por cuidar de su bebé. Pero al mismo tiempo se siente como si estuviera robando algo de él. Los preciosos momentos que solamente los padres deberían compartir con sus hijos. Abre su boca para decir algo pero se sorprende cuando la mano de Taehyung le da un apretón a la suya.
El auto se ha alentado hasta detenerse en el edificio de Jimin y Taehyung sonríe de una manera brillante hacia él, “Tengo mucha suerte de tenerte Jimin, de verdad, muchas gracias.”
Jimin navega entre sorpresa y gratitud pero aprieta la mano de Taehyung de vuelta y retribuye la sonrisa. “Bueno, sólo hago mi trabajo.”
Taehyung ríe, “Claro,” le guiña el ojo. “Te veo mañana Jimin.”
Jimin se baja del auto y agita la mano hacia Taehyung, quien extiende su mano y cabeza afuera de la ventanilla para soplarle un beso, Jimin ríe debajo de su respiración, sintiéndose como un perdedor por haber pensado que Taehyung estaba molesto con él. ¿Cómo podría? Si Taehyung es el ser más dulce del planeta.
.
Sería una mentira de parte Jimin si dijera que no estaba ansioso por encontrarse a Yoongi, el vecino lindo, de nuevo. Pero parece ser que la suerte no está de su lado. Se ha estado preguntando si debería preguntarle a Taehyung o a Namjoon por algo de información sin hacerlo sonar como si estuviera muy interesado, lo cual era un poco difícil puesto que Jimin estaba muy interesado. Sin mencionar que sería un poco no-profesional mostrar interés en el vecino de Taehyung cuando debería estar, bueno, solamente trabajando.
Jimin está pensando en todo eso cuando su teléfono resuena con una notificación, se inclina contra la pared del elevador después de presionar el botón de hasta arriba y abre la notificación. Es un email de Namjoon con los detalles del viaje a Tokio. Aparentemente, Taehyung se estará quedando por tres días en un costoso cuarto de hotel y Namjoon había reservado la habitación continua para Jimin. Además necesitara su número de pasaporte y algunas otras cosas importantes para reservar el vuelo.
Jimin ingresa el código del pent-house y está tecleando una respuesta para Namjoon mientras camina hacia más adelante, cuando se sobresalta. Se escucha una áspera voz masculina que viene desde la sala de estar. Una voz que no ha escuchado antes. Jimin pausa congelado y recuerda que Jungkook regreso de su viaje ayer, lo cual quiere decir que ahora está en casa. Intenta suprimir su urgencia de huir. No sabe si Taehyung le ha mencionado su existencia a Jungkook o no y se siente avergonzado por andar en el maldito pent-house de Jungkook como si el lugar le perteneciera.
Pero Jimin no tiene oportunidad de decidir eso porque la voz se hace más fuerte y más cercana hasta que un hombre en traje camina fuera de la sala de estar. Está hablando por teléfono y ve firmemente hacia adelante alarmándose ante la presencia de Jimin. Pero este hombre no luce como el Jungkook que Jimin ha visto en la Tv. Se ve más gentil y después de un ligero momento de consideración le presta a Jimin un saludo y una breve sonrisa antes de continuar con su conversación. Pasa a lo largo de Jimin hacia el elevador y su voz va distanciándose mientras él se aleja.
Jimin deja salir un respiro que no sabía estaba conteniendo, sacudiendo la cabeza y haciendo su camino hacia la sala.
Normalmente Taehyung ya estaba ahí con Kyung cuando Jimin llegaba, pero hoy hay un hombre alto, vistiendo todo de negro, de pie cerca de la ventana que va desde el piso hasta el techo y Jimin casi se caga en los pantalones cuando lo ve, el hombre lo divisa casi tan rápido y okay, este es el verdadero Jungkook.
Frunce las cejas hacia Jimin y da una incierta mirada a los alrededores, como si no entendiera que podría estar haciendo este extraño en su casa. Levanta una ceja cuando Jimin no dice nada “Uh, ¿tú quién eres?”
“So-soy Jimin,” Jimin dice, muy inteligentemente. Namjoon le había dicho, lo que se siente hace como una vida, que Jimin debía intentar no parecer demasiado abrumado cuando conociera a Jungkook. En ese tiempo Jimin no sabía que podría haber querido decir posiblemente. Pero ahora cree que tiene una buena sospecha. No es que Jungkook intente lucir como si dominara todo el maldito universo, no en pants y una camiseta sin mangas. Una mano guardada en el bolsillo y la otra casualmente sosteniendo su teléfono. Pero por lo que sea que haga, sí parece interpretar bien el papel.
Sin mencionar que es casi imposible no mostrar ninguna reacción cuando vez un rostro que es tan grabado. Es como encontrarte un rostro familiar en la calle y no retraerse al reconocerlo. Como conocer a Santa Claus. Sabes que nunca lo vas a conocer porque es una leyenda y después repentinamente, ahí está.
Jungkook pacientemente está esperando que Jimin elabore más su respuesta, pero cuando parece que el diminuto rubio no va a decir nada más, da un corto suspiro. “¿Hoseok te dejo pasar?” pregunta, aun con el ceño fruncido. Pero luego algo mágico sucede: Jimin es salvado de tener que explicarse a sí mismo.
“¡Jiminnie!
Jimin nunca antes había estado más aliviado de escuchar la voz de Taehyung. El omega viene desde su habitación, Kyung en sus brazos. El bebé chilla de emoción ante la vista de Jimin, quien está más que feliz de tomarlos de los brazos de Taehyung.
“Querido, él es Jimin, es el nuevo niñero.” Taehyung se voltea hacia Jungkook, Jimin los mira por sobre la cabecita de Kyung.
“Oh,” Jungkook dice, inclinando ligeramente la cabeza en dirección de Jimin. “Que tal Jimin.”
Taehyung se acerca a su esposo para susurrarle algo. Jungkook suspira y hace una cara antes de murmurar algo de vuelta.
Jimin aparta la mirada. Toda esta cosa de los padres susurrando mientras Jimin aún estaba en la habitación siempre lo ponía nervioso. Kyung está inquieto en sus brazos, jalando un mechón fuera del cabello de Jimin y el niñero pasa algo de tiempo intentando convencer a Kyung de soltarlo.
“Bien,” Taehyung anuncia animadamente. “Iremos a almorzar Jimin. ¿Te gustaría venir con nosotros?”
Jimin echa un enorme vistazo a los alrededores, buscando a Namjoon. Usualmente el asistente de Taehyung siempre estaba ahí para guiar las decisiones de Jimin por sobre el hombro del modelo. Jimin nunca sabe si de verdad está obligado a acceder a todo lo que Taehyung le invite o si por educación debería declinar. Aunque Jungkook lo pone intranquilo, la sonrisa de Taehyung es tan cautivadora que Jimin termina aceptando. “Claro.”