Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El niñero por El mariachi

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Jimin está enteramente desprevenido ante la gente tomando fotografías de ellos mientras dejan el edifico, pero hace lo mejor que puede para cubrir la cara de Kyung y mantiene la mirada hacia abajo, siguiendo los tacones de Taehyung quien está frente a él. Aparentemente esto es de lo que Namjoon estaba hablando cuando hizo que Jimin firmara el contrato: gente sacando fotografías de él simplemente porque tiene a un bebé celebridad.

Jungkook y Taehyung lucen impávidos mientras caminan por la banqueta, Taehyung simplemente le presta una sonrisa alentadora a Jimin por sobre su hombro. Jimin cae en cuanta entonces que ellos deben estar acostumbrados a todo esto, lo cual es extraño porque esta es la primera vez que le pasa a Jimin, incluso aunque ya haya compartido la compañía de Taehyung públicamente antes.

Aunque pensándolo bien… Jungkook. Jungkook nunca antes había estado con ellos.

Acuden al mismo restaurante al cual Taehyung usualmente suele ir, dos cuadras lejos del pent-house. Sin embargo esta vez son guiados hacia una mesa diferente, apartados de la mayoría de clientes, en la parte trasera del restaurante.

Jimin sitúa a Kyung a lado de él, en la sillita alta, sustrayendo su babero de la pañalera. Duda que Taehyung le haya dado algo de comer aparte de la fórmula, a pesar del permiso que el doctor concedió ayer, y está emocionado de ver como resultará esto.

Taehyung le está hablando animadamente a su esposo, tomando la mano de Jungkook sobre la mesa, jugando con sus dedos mientras habla y expresa algunas cosas con sorpresa. A veces habla demasiado. Jungkook pronuncia ‘humm’ en interés en todas las pausas correctas, pero en opinión de Jimin, no parece estar escuchando verdaderamente lo que su omega está diciendo. Le presta una mirada a Jimin de vez en cuando.

De cualquier manera Jimin ordena un tazón de puré de patatas para Kyung y declina lo que sea que Taehyung intente ordenar para él puesto que ya había almorzado.

“Kookie ¿adivina a quién ya le han empezado a salir los dientes?” Taehyung pregunta en el mejor humor después de que el mesero les ha traído sus bebidas.

Jungkook levanta una ceja hacia arriba, volteándose para sonreír orgullosamente hacia Kyung. “Déjame ver,” se estira para agarrar a Kyung fuera de la sillita alta, apoyando sus pequeños pies encima de sus rodillas y sosteniendo su espina dorsal. Jungkook abre su boca e intenta que Kyung lo imite, el bebé revienta en risitas mostrando sus encías y las pequeñas puntitas blancas que empezaban a salir. Jungkook le habla de manera dulce y lo sienta en su regazo, dándole su dedo índice a Kyung para que muerda, mientras Taehyung vuelve a su charla.

Jimin observa el mantel de la mesa e intenta no estar conmovido, quizás Jungkook no era tan mal padre después de todo.

Más tarde, Kyung observa a Jimin con sus grandes y curiosos ojos mientras el niñero aproxima una cuchara de plástico en su dirección. Jimin hace sonidos y motiva a Kyung a abrir la boca y tener una probadita de las patatas pero el bebé aún se le queda viendo en perplejidad.

“Talvez realmente no quiere,” Taehyung supone mirando la escena.

“Sólo está confundido,” Jimin intenta de nuevo, esta vez untando la papa en la esquina de los labios de Kyung. Si está lo suficiente curioso lo lamerá y decidirá si le gusta. El bebé saca su lengua y prueba la papa, frunciendo la frente ligeramente antes de hacer soniditos y embadurnar el resto sobre su cara.

Todos ríen y Jungkook toma fotos mientras Jimin limpia el rostro de Kyung. “¿Te gusto?” Jimin le pregunta a Kyung, llenando otra cucharada con puré y trayéndola a su línea de visión. El bebé fija su mirada en ella, rebotando en su sillita y abriendo su boca.

Awww, mírenlo, le encantó.” Taehyung dice, Jimin termina de alimentar a Kyung con el puré de patatas y Taehyung toma fotos del bebé para postear en sus redes sociales.

Es bueno pasar un almuerzo con ellos. Taehyung se ve mucho más feliz que nunca y Jungkook no es tan imbécil como Jimin había concebido que era. Kyung está emocionado por probar algo diferente a la leche y Jimin le advierte a Taehyung que mantenga un ojo en lo que se lleva a la boca de ahora en adelante porque tienden a ponerse super curiosos.

Ya casi están dejando el restaurante y haciendo su camino de vuelta al pent-house cuando una persona se aparece por detrás de Jimin y saluda a Jungkook, quien sonríe y se estira para estrecharle la mano. Es Yoongi, Jimin se da cuenta tan pronto como voltea.

Lleva una casual chamarra de mezclilla y saluda a Taehyung antes de voltearse hacia Jimin asintiendo en su dirección. Jimin se sonroja hasta la punta de sus orejas y da una pequeña sonrisa de vuelta.

“¿Se conocen?” Taehyung pregunta, sus ojos viajan intencionadamente desde Yoongi hasta Jimin, quien está apresurándose a guardar las cosas de Kyung en la pañalera, para evitar hacer contacto visual.

“Nos encontramos en el elevador una vez.” Yoongi explica.

“Oh,” Taehyung responde sonriendo a Jimin. “Bien, nosotros ya terminamos aquí ¿verdad Kook?” Taehyung da un golpecito ligero en el hombro de Jungkook haciéndole señas con las cejas. “Creo que pondré a Kyung a tomar un siesta, así que ¿Jimin por qué no le haces algo de compañía a Yoongi mientras tanto? Estoy seguro que no le molestaría.”

“Ah,” Jimin se congela, las maquinaciones no tan sutiles de Taehyung lo hacen sonrojarse muchísimo más. “No-no sé, es que Kyung realmente no duerme a esta hora-”

Taehyung le hace un ademan de despedida tomando a Kyung de la sillita alta. “Está cansado, se dormirá en cuestión de segundos.”

“De verdad no hay-”

“Te llamo si te necesito ¿de acuerdo?” Taehyung le guiña el ojo tomando la pañalera de Jimin y empujándola hacia Jungkook para que cargue. “Diviértanse. Yoongi cuídalo por mí.” Taehyung se despide de ellos por sobre su hombro mientras sale del restaurante, Jungkook siguiéndolo con una pequeña sonrisa de suficiencia.

Yoongi está en silencio mientras los ve partir, pero luce ligeramente menos avergonzado que Jimin, mientras toma el lugar que Jungkkook ha desocupado al otro lado de la mesa. “Entonces,” empieza, echándole una mirada a Jimin mientras juguetea con una servilleta. “Creo que tengo que preguntar cómo has estado.”

Jimin mueve los hombros aun no creyendo que todo este asunto haya pasado. “Sí, es decir, las clases son un poquito aburridas pero…” mueve los hombros de nuevo.

“¿En qué te especializas?”

“Uh, Baile,” Jimin rasca la parte trasera de su cabeza, pero Yoongi silba con admiración. Sabe que no es la carrera que la gente suele aprovechar al máximo, pero a Jimin le gusta lo suficiente. Sin embargo, su madre todavía parece pensar que con el tiempo va a madurar y dejarlo.

“Eso es genial,” Yoongi dice útilmente. “La mía no es tan buena.” Rueda sus ojos con empatía. “Administración de empresas.” Elabora una vez que Jimin lo mira con curiosidad. “Sin embargo no es mi decisión, sino la de mis padres. Necesitan que me haga cargo de la compania algún día.” Sonríe ligeramente, un gesto que parece más auto despreciativo que nada.

“Wow,” Jimin realmente no sabe que decir. Sabía que gente así existía: niños ricos que eran obligados a vivir su vida de cierta manera según la insistencia de sus padres. Jimin simplemente nunca había conocido a uno. “Eso debe ser horrible.”

Yoongi ríe. “Estoy aprendiendo a sobrellevarlo.”

Jimin coloca su codo en la mesa sosteniendo su mentón en su mano e intentando desestimar la forma en que Yoongi lo mira: oscura, a fuego lento pero dulce y afectuosa, una afilada sonrisa en sus labios. Jimin se ruboriza ante la atención. “Entonces ¿qué harías si tuvieras que elegir?” pregunta, después de una breve pausa.

Yoongi descansa su espalda en el asiento, cruzando sus brazos y mirando hacia el techo pensativamente. Alrededor de ellos meseros pasan de manera difusa. “Música, yo creo.”

Jimin no puede evitar levantar sus cejas en sorpresa. Nunca hubiera visto a Yoongi como del tipo artístico. Le dice exactamente eso ante el shock exagerado de Yoongi. “¿Por qué no?”

Jimin se mueve de hombros. “La verdad es que muchos alfas no saben apreciar el arte.”

“O talvez si saben pero no se supone que hagan algo respecto a ello.” Yoongi considera, Jimin ríe. “El papel de los géneros, Jimin,” Yoongi le señala. “no le hace daño solamente a los omegas.”

“Si, pero son bastante peor para nosotros.” Jimin responde. No era su intención convertir esto en una plática política, y definitivamente no enlistar todas las razones de porque los omegas aún tenían un largo camino que recorrer antes de ser respetados en la sociedad, pero Yoongi lo toma con calma. Se le queda viendo a Jimin por debajo de sus pestañas todo el rato, sonriendo con ligera satisfacción cada vez que Jimin pausa para tomar un respiro. Jimin por su parte se siente avergonzado por haber dicho algo en primer lugar. Pero cuando termina Yoongi lo observa por un segundo muy largo antes de hablar.

“Míralo, hermoso e inteligente.” Yoongi arrastra las palabras sonriendo flojamente.

 

.

 

 

Dejan el restaurante después de lo que se siente como minutos pero que en realidad es una hora y media. Jimin intenta no pensar en esto como si fuera una primera cita, pero es difícil no pensar en ello de esa forma cuando caminan lado a lado por la banqueta con Yoongi echándole miraditas de esas de vez en cuando. Accidentalmente chocando un lado de su cuerpo contra el de Jimin. Sin mencionar la forma en que sus manos se rozan.

Jimin retira su mano tímidamente cuando Yoongi la roza de nuevo, pero el alfa la alcanza con sus dedos esta vez, tocando con la yema de sus dedos la parte interior de la muñeca de Jimin. “Hey,” dice y Jimin levanta la mirada. Yoongi disminuye el paso y hace un gesto con su cabeza hacia un lado de Jimin para que lo siga. Hay un quiosco de helados al otro lado de la calle. “Déjame invitarte a uno.”

“Oh,” Jimin suelta una risita, “no es necesario, de verdad. Debo volver a trabajar.”

“Jimin,” Yoongi murmura, posando una mano en su propio pecho en consternación, “Por favor, insisto, pasaste todo este tiempo soportando mis terribles técnicas de conversación, debes obtener un premio por tu esfuerzo.”

“No, no son terribles,” Jimin admite riendo por lo bajo. Yoongi espera hasta que deje de evadir su mirada.

“Anda,” Yoongi pronuncia lentamente. “Será muy rápido, debes probar el de coco, te prometo que es absolutamente el mejor.”

Jimin pretende estar pensándolo y Yoongi hace un puchero, guardando sus manos en los bolsillos. “De acuerdo pero sólo porque lo pediste muy amablemente.” Suspira, acompañado a Yoongi a esperar que el semáforo les señale cruzar la calle, “y porque realmente amo el helado.

 

 

.

 

 

“¿Cómo te ha gustado tu trabajo hasta ahora?” Yoongi pregunta, se han detenido en una banquita cerca del quiosco de los helados. Jimin probando el de frambuesa que Yoongi le había comprado mientras el alfa saboreaba su favorito de coco.

“Está realmente bien,” Jimin confiesa sin una onza de duda. Yoongi lo voltea a ver incrédulo. “¿qué?” se ríe por lo bajo. “Es verdad, hasta ahora me encanta. Taehyung es el más dulce y Kyung es el bebé más tranquilo del mundo.”

Yoongi sonríe. “Bien, entonces ¿eso quiere decir que te vas a quedar?” levanta una ceja hacia Jimin, aun sonriendo.

Jimin se ruboriza intentando esconderse detrás de su cono de helado. Su muslo y el de Yoongi casi se están tocando en la banca y la proximidad tiene efectos extraños en la biología de Jimin. Un momento atrás, una racha de viento había cargado la esencia de Yoongi, su aroma era de hojas de pino y algo más, algo acogedor, algo que le recordaba a Jimin las sabanas cálidas. “Si, eso creo,” Jimin sonríe. Yoongi lo observa de cerca, su mirada descendiendo hasta los labios de Jimin.

Jimin lame sus labios cohibido y aparta su mirada hacia un lado. “¿A la otra niñera no parecía gustarle el empleo?” cuestiona, Jimin siempre se preguntó. Namjoon había dicho que complicaciones desagradables alejaron a la anterior niñera, pero nunca especifico la naturaleza de estas. Jimin no podía entender como alguien podía dejar ir este trabajo.

Yoongi aparta la mirada por un segundo. “No lo sé, solamente cruce caminos con ella una vez en el elevador,” dice, volteándose hacia Jimin y sonriendo forma traviesa, “oye, tienes algo aquí,” se estira para arrastrar su dedo por la esquina del labio inferior de Jimin.

Jimin jura que puede sentir su alma saltar fuera de su cuerpo ante el contacto, pero hace su mejor esfuerzo para quedarse quieto y lucir inafectado, en lo cual debe haber fallado espectacularmente a juzgar por la manera en que Yoongi ríe por lo bajo. “Gracias,” murmura y Yoongi lame el helado desde su pulgar sin apartar la mirada de Jimin, a quien su corazón debe haberle dejado de latir. “Oh Dios,” dice con una pizca de voz y Yoongi tiene la decencia de lucir apenado.

“Disculpa, es que-” Yoongi dice antes de sacudir su cabeza. “Eres muy lindo, es decir, en serio, muy lindo.”

Jimin asiente. “Claro, gracias.”

Yoongi golpea tantito su hombro contra el de Jimin. “Perdóname si te hice sentir incómodo.”

“No te preocupes,” Jimin termina su helado. Disfruta de la atención de Yoongi, de verdad. Pero cuando se acerca demasiado Jimin se siente abrumado y no quiere ahuyentar a Yoongi pero al mismo tiempo no puede responder en el mismo nivel. “Uh ¿Cómo conoces a Taehyung?” cambia de tema.

Yoongi frunce las cejas ligeramente, lamiendo el lateral del cono de su helado y enviando temblores a la columna de Jimin ante la vista. “Conozco a Jungkook mejor de lo que conozco a su omega, de hecho. Se mudó al edificio unos pocos años atrás y nos topamos en el elevador,” le sonríe a Jimin, “la mejor manera de conocer gente nueva, honestamente.” Jimin suelta una risita. “Y simplemente nos caímos bien, es decir hablamos de música y cosas por el estilo, es un muy buen músico. Pero no lo conozco tan bien.” Hace una pausa antes de continuar. “¿Te gusta?”

Jimin casi se ahoga en su saliva. “¿A mí?” no puede negar que Jungkook es increíblemente super mega sexy, un alfa muy atractivo, pero Jimin no anda por ahí teniendo esa clase de pensamientos acerca de sus jefes. Mucho menos de la pareja de Taehyung, quien es una persona muy agradable y el omega más dulce del planeta.

Yoongi se muere de risa. Su rostro se contorsiona en una manera bellísima y sacude la cabeza un par de veces antes de voltearse hacia Jimin, de quien su rostro aún está en llamas. “Quise decir, ¿te gustaba antes de que empezaras a trabajar para él? Mi error, no me exprese muy bien a juzgar por tu reacción…” entre cierra los ojos hacia Jimin a manera de broma, chocando sus hombros de nuevo.

Jimin resopla una risa. “Cállate. Sí, osea, lo conocía, todo el mundo como que lo conoce, en serio. Su música es muy buena, pero,” mueve los hombros, “no soy un fan que moriría por él sí es eso lo que estás preguntando.”

“Genial, porque-” Yoongi continua, pero el teléfono de Jimin empieza a sonar en su bolsillo, lo pesca imaginando que es Taehyung y el pequeño Kyung que no ha de haber sido capaz de tomar una siesta.

“Un segundo, disculpa,” le dice a Yoongi. Aunque el identificador de llamadas dice que es Jin y Jimin acepta la llamada, asustado de que sea algo del apartamento.

“¿PERO QUE MIERDA?!” SeokJin explota su oído. “¿Cuándo ibas a decirme que eres el maldito niñero de un bebé celebridad? Amigo, tu foto está por todo el internet”

“¿Qué?” Jimin chilla. Yoongi lo observa con preocupación. “¿De qué estás habl-Dónde lo viste?”

“Bueno, imagina esto: estoy en mi descanso, sabes, casualmente revisando mi feed el cual podría o no podría incluir la fanpage de Jungkook y arghhh- no puedo creer que en verdad lo conoces, juro por Dios Park Jimin-”

Jimin remueve el teléfono de su oído pero no duda que Yoongi aún es capaz de escuchar los gritos de Jin. El alfa frunce las cejas y le envía una mirada interrogativa  pero una vez que divisa a Jimin rodando los ojos Yoongi resopla, terminando su helado distraídamente.

“Mira Jin ahorita no estás diciendo nada que tenga sentido y debo volver al trabajo.” Jimin reúne su dignidad para responder. La verdad es que él está tan shockeado como Jin, pero recuerda las cuidadosas palabras de Namjoon acerca de la posibilidad de ser captado por un paparazzi e intenta mantenerse racional.

“Oh Dios, te odio Park Jimin, solamente espera hasta que llegues a casa, voy a-” Jimin cuelga la llamada con un suspiro. Le echa una mirada a Yoongi, quien ahora se inclina de forma casual en la banca, una mano extendida sobre la parte trasera de esta. “Disculpa por eso,” Jimin aclara la garganta, “era simplemente mi desquiciado amigo. Aparentemente mis fotos están por todo el internet porque soy el niñero de Jungkook.”

“Mierda,” Yoongi frunce las cejas “¿estás bien?”

“Sí,” Jimin se mueve de hombros. Observa a la gente pasar casualmente por la banqueta y se pregunta si alguno de ellos ya lo reconoce. Baja su mirada. “Es decir un poquito tomado por sorpresa pero-”

Yoongi lo observa intencionadamente. “¿Hay algo que pueda hacer?”

“No, está bien,” Jimin se levanta, lanzando el resto de su cono en la basura. “Simplemente de verdad ya debo irme, supongo. Oye ¿Podrías decirle a Taehyung que me fui a mi casa? Me puede llamar si me necesita de nuevo.”

“Seguro, pero Jimin, espera,” Yoongi lo llama una vez que Jimin se ha puesto en dirección de la calle.

“Estoy bien, lo prometo,” Jimin se voltea en sus talones para decirle. “Sólo necesito un poco de tiempo para calmarme.”

Yoongi asiente lentamente. “De acuerdo pero no pienses mucho en ello. Toma,” extiende su teléfono en la dirección de Jimin sin decir palabras. Jimin desvía la mirada y no puede evitar la sangre que sube hasta su rostro.

“Uh,” dice elocuentemente, tomando el teléfono en sus manos y tecleando su número. Se lo extiende de vuelta a Yoongi con una sonrisa apenada.

“¿Podría enviarte un mensaje?” Yoongi pregunta despreocupado con un movimiento de hombros.

Jimin se ríe, “Claro.”

Yoongi asiente satisfecho, le hace señas a un taxi y ayuda a Jimin a entrar. Jimin puede sentir la manera en que Yoongi observa que el carro acelere hasta que doble la cuadra.

 

Notas finales:

un poquito de Yoonmin, el proximo capítulo tendrá un poco de drama... gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).