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El Tiempo Vuela Cuando Esperas Morir por OC-McCcool

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Notas del capitulo:

Hola amores! :D

Su autora hace su regreso triunfal con algo nuevo, se trata de un fic que me dejó horas pegada al celular por lo maravilloso que es.

Esta historia fue creada por la talentosisima y asombrosa Rose says boys love :D A quien agradezco infinitamente por permitirme traducirlo (Thanks Rose, love ya!).

Si este fic les interesa y los atrapa tanto como a mí, y son buenos con el inglés, pueden visitar su perfil en fictionpress.net donde se encuentra terminado, estoy segura que Rose estaría encantada con su visita n.n

También pueden esperar actualizaciones de mis otros proyectos dentro de los siguientes días, solamente quería empezar el año con algo nuevecito (¿Cómo que ya pasaron casi dos meses? xD)

Sin más que decir los dejo con el primer capitulo, los amo y recuerden que si dejan reviews serán los primeros en probar las nuevas y remasterizadas galletas de aire de la traductora x3

Chao! :3

PD: Este fic hace mención de algunos temas como el suicidio y las enfermedades terminales, si esos temas son sensibles para ustedes quería avisarselos desde antes bebés ;)

El tiempo vuela cuando esperas morir

I

Septiembre: Nueve Meses Para El Final

Rhett

A Rhett le dolía la nariz. Todavía estaba sangrando, aunque no tanto como antes. Se preguntaba si estaba rota. Se preguntaba también ¿Si atara un nudo al rededor de su garganta y saltara de una silla, se rompería su cuello de igual manera? ¿O simplemente se quedaría colgado ahí, lentamente asfixiándose hasta morir?

Genial, ahora esa imagen lo atormentaría el reto de su vida, lo cual no sería por mucho si él tenía la última palabra en ello.

Descartó ahorcamiento.

Ya había evaluado y eliminado la mayoría de las opciones: Pastillas (muy irónico), navajas (muy sangriento), arma (no tenía una), puto cloro (en serio, ¿Quién se suicida con cloro? malditos enfermos solamente). Había escuchado que ahogarse apesta, y no quería involucrar a nadie más, lo cual descartaba ser golpeado por un auto.

Esto dejaba solamente una opción. Su nariz dio una dolorosa punzada y él la tocó suavemente mientras trataba de pensar en dónde se hallar el edificio más grande cerca de donde se encontraba. La cerveza burbujeando su mente lo hacía difícil.

Escuchó el sonido de pasos en el porche de concreto detrás de él. Casi se le olvida en donde estaba, lo cuál era el patio trasero de Maria, completamente sólo, mientras una fiesta explotaba dentro. No volteó.

-¿Rhett?- Una voz familiar dijo -¿Oye traes cigarros?-

En lugar de levantarse, Rhett alzó el cuello y miró al tipo al revés que lo vino a molestar. Se le revolvió la cabeza, pero no iba a hacer mayor esfuerzo.

La irritante cara feliz de Jason Kerr apareció. Su sonrisa pronto se desvaneció, reemplazada por un ligero ceño fruncido.

-Mierda- Dijo Jason -Tu cara-

-¿Qué quieres, Kerr?- Rhett preguntó. Su voz más grave de lo usual, probablemente por su nariz sanguinolenta, y sus palabras todas mezcladas (¿Quequiereshkerr?) probablemente por la cerveza.

-¿Estás bien?- Jason sonaba seriamente preocupado. Rhett se preguntó por qué, apenas si se conocían, lo más que habían interactuado era durante los recesos en la escuela cuando a veces fumaban juntos detrás del edificio.

-Sí, estoy perfecto, estoy contemplando la mejor manera de suicidarme esta noche, así que si fueras tan amable de irte al demonio-

Jason no se fue al demonio. De hecho, caminó unos pasos y se sentó junto a Rhett en los escalones del porche.

-¿Qué haces?- Dijo Rhett.

En vez de responder, Jason hizo su propia pregunta. Su cara estaba sería: ceño fruncido, boca hecha una delgada línea.

-¿Por qué te vas a suicidar esta noche?-

Rhett se rió. No era un sonido placentero.

-¿Qué, no lo sabe ya toda la fiesta?- Dijo.

Jason negó con la cabeza -No-

Por alguna razón, esto hizo que Rhett se sintiera mucho peor. Tyler pudo haberle dicho a todos, pero no lo había hecho porque era Tyler, él era Tyler y ahora Rhett lo había perdido. Alejó la cabeza de donde estaba Jason.

-¿Rhett?- Dijo Jason, con preocupación de nuevo en la voz.

-¿Por qué debería decírtelo?- Preguntó Rhett, mirando con odio a una fuente de pájaros que estaba unos cuantos pasos de ahí. No había ni un solo pájaro esa noche, probablemente estaban asustados por la música ruidosa de la fiesta -Ni siquiera te conozco-

Jason se quedó callado un rato - ¿Si vas a suicidarte, que importa si me lo dices?-

-Vete al diablo, Kerr-

-Si, okay, así está es el asunto- Jason dijo. Rhett volteó a verlo. Jason se estaba recargando en una mano, los ojos bien fijados en Rhett -No me iré al diablo hasta que me lo digas. Me quedaré aquí molestándote, seré algo así como tú guardia anti-suicidio. Así que habla-

Rhett se le quedó viendo. Tras unos segundos, y mientras Jason seguía sentado ahí, Rhett trató de levantarse para irse él mismo, pero la cabeza le empezó a retumbar y cayó de vuelta al suelo.

-Cuidado- Jason ayudó a equilibrarlo -Estás borracho hasta el culo, amigo-

-¿No te vas a ir, verdad?- Rhett balbuceó.

-Nop-

Dejando salir un largo suspiro, Rhett dijo –Bien, supongo que ya no importa-

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Hace diez minutos:

Rhett se terminó otra lata de cerveza, perdió la cuenta de cuántas llevaba, pero muy dentro de sí mismo sabía que ya habían sido varias.

Es molesto estar solo en una fiesta, especialmente cuando odias las malditas fiestas. Pero el único y mejor amigo de Rhett, Tyler, estaba con sus amiguitos del futbol americano celebrando su primer juego, y su primera victoria, de la temporada.

Claro, Rhett estaba feliz por él ¿Pero encajar con el grupito de deportistas para celebrar con ellos? No realmente.

Rhett miró cómo, con un rugido, dos de los compañeros de Tyler lo levantaban en sus hombros y marchaban al rededor de la sala, gritando -¡Misioneros, Misioneros, siempre arriba!- una vieja broma en la preparatoria Marion Hill. Los Misioneros eran el equipo de la escuela.

Un recuerdo se asomó en la mente de Rhett. Él y Tyler tenían once, y Rhett acababa de pegar el estirón. Gracias a su nueva diferencia en altura, Tyler le había ordenado que lo llevara cargando en su espalda. Estaba bromeando, pero Rhett sólo encogió los hombros y lo levantó de todas formas.

Aún podía escuchar el sonido de Tyler quejándose al mismo tiempo que se reía. La sensación del peso de Tyler presionando su espalda, sus piernas enredadas en el cuello de Rhett.

Tyler también reía ahora, pero era diferente. Para empezar, su voz era más grave y su risa ya no era un chillido sino una ligera carcajada.

Y Rhett ya no era quien lo cargaba.

Antes de darse cuenta de lo que pasaba, Rhett se levantó y se tambaleaba hacía él. Abrió su camino entre la muchedumbre dando codazos sin tener ninguna clase de plan. Las personas trataban de empujarlo, pero él siguió moviéndose.

-¡Tyler!- Rhett dijo en cuanto alcanzó a su amigo y a los imbéciles que lo paseaban alrededor. Su voz apenas si se entendía. ¿Había bebido tanto así?

Tyler lo miró y su sonrisa se esfumó.

-Chicos, bájenme- Les dijo, moviéndose en los hombros de los tontos.

El de la izquierda (Mike, por lo que el poco interés de Rhett en los compañeros de Tyler le recordó) vio a Rhett y se burló.

-¡Ya llegó el señor Burns!- Mike gritó. Rhett Burns jamás había odiado tanto su nombre que como cuando ese estúpido idiota lo usó para su estúpido chistecito -¿Vienes a llevarte la fiesta, hermano?-

Rhett asumió que por "Fiesta" Mike se refería a Tyler, quién no era una fiesta sino una persona, y justo cuando Rhett abrió la boca para aclarárselo o mínimo para insultar al gorila, o quizás incluso para vomitar, Tyler interrumpió el intercambio de palabras.

-Ya en serio chicos, bájenme- Dijo, y después agregó -Sólo será un minuto-

Los idiotas rieron un poco más y bajaron a Tyler al piso. Él les sonrió, tomó a Rhett del hombro, y lo apartó, guiándolo gentilmente a través de los adolescentes festejantes.

Tyler lo llevó arriba a una habitación que estaba, por suerte, vacía.

Cuando se cerró la puerta y estaban solos, le ayudó a Rhett a recargarse en la pared.

-¿Amigo, que pasa?- Preguntó -Nunca te pones así de borracho a menos de que estés súper deprimido. ¿Estás bien?-

Rhett usualmente no era un borracho emocional. Él usualmente no era emocional para nada (al menos no por fuera) pero la manera en la que Tyler le preguntó si se encontraba bien, como si en verdad le importara en vez de sólo ser educado, llenó a Rhett de calidez y lo hizo querer llorar al mismo tiempo. Porque Tyler realmente estaba preocupado por él.

Lo que pasó después no fue exactamente un impulso del momento o algo por el estilo. Rhett había estado pensando en hacerlo por un tiempo.

Sólo que no así.

-Estoy enamorado de ti- Rhett dijo. Demasiado alto, pero nadie más los escucharía por la música.

Tyler no se movió. Miró a Rhett.

-¿Qué?- Su voz era más aguda que lo de costumbre.

Rhett respiró profundamente.

-Estoy enamorado de ti, Tyler-

Tyler seguía petrificado. Entonces su quijada se apretó un poco, sólo un ligero tic realmente.

Soltó una pequeña risa que era más bien una bufada de aire.

-No juegues con eso amigo- Dijo.

El pecho de Rhett se contrajo, pero no pudo detenerse.

-No es una puta broma. Estoy enamorado de ti- No podía detenerse.

-¡Deja de joder con eso, Rhett!- Tyler se cruzó de brazos. Siempre tuvo el hábito de hacer eso cuando estaba enojado o asustado, desde que eran niños. El verlo ahora hacía que Rhett se enfermara.

-¿Así que no te importo?- Rhett dijo, alzando la voz pero sin gritar -¿Para nada?-

-¡Por supuesto que me importas, eres mi mejor amigo!- Tyler apartó la mirada -Pero no... ¡Tengo novia, y tú lo sabes!-

Al escuchar acerca de la novia de Tyler, Rhett sintió la ira apoderándose de él.

-¡Maria ni siquiera te quiere, Ty!- Gritó.

Los ojos de Tyler regresaron de golpe a los de Rhett. Frunció el ceño.

-Voy a ignorar eso- Tyler dijo -Porque estás ebrio y obviamente perdiste la maldita cabeza-

Rhett sabía que lo que estaba haciendo era estúpido, pero simplemente continuó, como un tren sin frenos. Quizás parte de él quería hacer enojar a Tyler. Si no iba a amar a Rhett ¿Entonces por qué no odiarlo?

-¡Sólo sale contigo porque eres el quarterback!- Movió la mano en el aire -Si te echaran del equipo...Carajo, incluso si te lastimaras, ella te botaría a la...-

¡Pum! La nariz de Rhett reventó en agonía. Se echó hacia atrás, la manga de su chaqueta se atoró en un gancho en la pared y se rompió. Se sostuvo la nariz y vio a Tyler con el puño cerrado, una expresión de dolor en su rostro.

Una gota de sangre cayó junto a los pies de Rhett.

-Mierda- Tyler dijo en voz baja -Rhett, lo siento...-

Rhett no respondió, ni siquiera le dio tiempo a Tyler para que terminara. Empujó a su mejor amigo de un codazo, abrió la puerta y se marchó entre los jóvenes fiesteros. Se sentía entumecido, excepto por su nariz. Acababa de joder completamente su vida. Ya no tenía nada más por qué vivir. Nada.

Hizo su camino hasta el patio trasero y se sentó en las escaleras del porche. Ya pasado el punto de llorar, su nariz aún fluía libremente.

Y así decidió suicidarse.

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Ahora:

Jason parecía estar escuchando cómo Rhett contaba su historia (Sin tantas palabras, por supuesto)

Cuando Rhett terminó de hablar, Jason se quedó sentado en silencio por un momento, entonces se levantó, se estiró, y le mostró a Rhett una pequeña sonrisa.

-Vamos- Le dijo.

Rhett sólo lo miró.

-¿A dónde?- Preguntó.

-Voy a llevarte a casa- Jason ofreció una mano. Rhett la ignoró.

-No- Dijo Rhett.

-¿Por qué?-

Rhett hizo un ruido exasperado desde la parte trasera de su garganta.

-¿Qué no escuchaste nada de lo que dije? ¡Voy a suicidarme! Y mi mamá se está tirando a un desgraciado- La última parte de le escapó por sí sola.

Jason se encogió de hombros.

-Okay, entonces a mi casa-

En un acto de frustración juvenil, Rhett golpeó el concreto debajo de él. El dolor se disparó en su brazo.

-Oye...- Jason empezó.

-¿Por qué iría a tu casa?-

Esta vez Jason se estiró hacia él y puso a Rhett de pie, centrándolo mientras éste se tambaleaba.

- Para limpiarte, a puesto a que tú nariz arde como una perra-

-No importa- Dijo Rhett -Pronto terminará todo-

-Sólo dame el gusto- Sin esperar respuesta, Jason empezó a llevar a Rhett alrededor de la casa, hacia la puerta principal.

Honestamente, en este punto Rhett estaba tan cansado como para ya no protestar. Y la nariz sí que le dolía.

Caminaron en silencio. Tras pasar una cuadra, Jason se detuvo frente a un Honda Civic azul.

-Mi auto- Dijo -No es que te importe, pero hoy no bebí nada. Así que no seré yo quien te mate está noche-

Rhett gruñó.

Jason le abrió la puerta a Rhett y lo ayudó a meterse antes de darle la vuelta al auto para subirse él mismo.

Mientras el auto era encendido, Rhett se hundió en su asiento y volteó a ver a Jason.

-¿Por qué estás haciendo esto, Kerr?-

Jason giró los ojos.

-¿Por qué siempre me llamas por mi apellido?- Preguntó -Esto no es Harry Potter-

Rhett bufó.

-Ya quisiera-

Jason frenó en una señal de alto para voltear a ver a Rhett.

-¿Qué?- Dijo -¿Te gustaría vivir en Harry Potter?-

Rhett usualmente no le contaba estas cosas a nadie, pero su vida ya estaba acaba, así que al carajo.

-Sí- Respondió -Son los mejores libros-

Jason estaba sonriendo, y Rhett le arrojaba una débil mirada de odio.

-No te rías- Agregó Rhett.

-No me estoy riendo- Dijo Jason - Sí son los mejores libros. Estoy de acuerdo. Solía leerlos con mi hermana menor-

Rhett frunció el entrecejo.

-Pero estás evitando la pregunta- Jason dijo -¿Por qué siempre es "Kerr"?-

-Esta bien- Rhett se acomodó en su asiento -Lo siento, Jason-

-Nop- Dijo Jason -Todavía estás equivocado-

Rhett sacudió la cabeza un poco

-¿Tu nombre no es Jason?-

-No, sí lo es- Él dijo -Pero nadie me llama así. Es Jace-

-¿Jace?- Rhett repitió –Eso si que es tonto-

Jason (Perdón "Jace") sonrió burlón.

-Oh jodete, es mejor que Rhett. En serio, ¿Acaso vienes de 1930?-

-Sí te atreves a mencionar Lo Que el Viento se Llevó, los dos tendremos narices rotas-

De repente Rhett recordó que él también había preguntado algo.

Tras un momento dijo -¿Por qué haces esto...Jace?-

Jace se quedó callado por largo tiempo, ojos concentrados en el camino.

-Me gusta ayudar- Finalmente dijo.

Rhett no estaba tan seguro a qué se refería con eso, pero tenía el presentimiento de que Jace no iba a explicarse.

En un minuto, Jace se estacionó en la acera de una casa grande con un jardín bien cuidado y una puerta roja.

-¿Vives Aquí?- Preguntó Rhett.

-No, pensé que sería mejor dejarte en la casa de algún desconocido y esperar que pase lo mejor- Dijo Jace, saliendo del auto. Abrió la puerta de Rhett otra vez y lo ayudó a salir.

-¿Padres?- Dijo Rhett.

-Son como las 12:30- Dijo Jace, sonriendo un poco -Ya estarán dormidos-

Jace lo llevó a la puerta, pescó en sus bolsillos hasta encontrar una llave y la metió en la cerradura. Se abrió la puerta y ambos entraron.

Estaba oscuro, excepto por la luz de la luna entrando por las ventanas. Olía a flores; Rhett no estaba seguro de qué tipo. Y no a las falsas flores de aromatizante de ambiente, sino a las reales, sacadas de la mismísima tierra.

-Creo que tenemos un poco de hielo en la cocina- Dijo Jace, su voz más suave ahora, cercana a un susurro.

-Okay- Respondió Rhett, usando el mismo tono de voz.

Jace guío a Rhett por la oscuridad hacia un cuarto grande con una estufa y un refrigerador. La cocina.

-Puedes sentarte- Jace pausó -En el suelo supongo, o en la mesa, donde tú quieras-

Rhett inmediatamente se desparramó al piso, suspirando cuando sus manos hicieron contacto con el fresco azulejo. Una luz apareció cuando Jace abrió el congelador. Rhett miró como se arrodillaba y buscaba entre la comida.

Tras unos cuantos momentos, se levantó, sosteniendo una bolsa azul con hielo, y cerró ligeramente el congelador con el pie. Tomó una pequeña toalla de un gancho en la pared, y volteó a ver a ver a Rhett.

-No soy doctor ni nada por el estilo- Dijo, acercándose - Pero creo que el hielo ayudará con la hinchazón. Al menos ya paró el sangrado, porque no tenía idea de que hacer con eso-

Se arrodilló frente a Rhett y gentilmente puso el hielo envuelto en la toalla contra su nariz.

Rhett se estremeció por el frío, pero después el entumecimiento empezó a esparcirse por su cara. Se relajó, quitándole el hielo a Jace.

-Gracias- Dijo.

-Sí- Sonrió Jace -Ni está rota, no lo creo. Siento que estaría chueca si así fuera-

Rhett no dijo nada, sólo siguió mirando a Jace y sosteniendo el hielo en su nariz. Aún se preguntaba por qué Jace hacía esto.

-Vayamos a mi cuarto- Dijo Jace -Podemos prender las luces ahí-

Se levantó. Rhett titubeó por un momento antes de seguirlo. Se estremeció un poco, su cabeza dio vueltas por el cambio repentino, pero Jace lo estabilizó.

-Es por aquí- Dijo Jace, apuntando.

Juntos, subieron unas escaleras qué se hallaban al final de la espaciosa sala de estar. Una vez arriba, Jace puso un dedo en sus labios, diciéndole a Rhett de manera silenciosa que no haga ruido. Rhett asintió con la cabeza.

Jace lo llevó a una puerta unos cuantos pasos al fondo de un pasillo. Ya estando dentro, cerró la puerta y encendió las luces.

Su habitación era grande. Su cama estaba arrinconada debajo de su ventana, y quedaba suficiente espacio para un ropero. Incluso había una televisión en una esquina, completa con todo y un Xbox. Rhett hizo una mueca con los labios. Odiaba sentir celos.

Entonces notó los posters y bufó, aunque dolía un poco gracias a su nariz rota.

Pegados a las paredes blancas, cubriéndolas, habían imágenes de mujeres escandalosamente proporcionadas (Además de algunos hombres): Bikinis, lencería, trajes de sirvienta sexy. Toda una colección.

Rhett no estaba ni medio sorprendido. Jace tenía una reputación en la preparatoria Marion Hill.

-¿Te gusta?- preguntó Jace, subiendo y bajando las cejas hacía Rhett.

-Jodete- Dijo Rhett, pero sin malicia alguna.

-¿Que? ¿Demasiadas chicas?-

-Jodete- De nuevo dijo Rhett, en serio esta vez.

-Lo siento- Jace le dio una sonrisa a medias -Supongo que no estás acostumbrado a que la gente lo sepa. Aunque no hay nada de que avergonzarse, los chicos son ardientes-

-Para ti todo es ardiente- Respondió Rhett.

-Esa es más o menos la definición de pansexualidad, sí- Jace afirmó con la cabeza.

-¿Ser pansexual significa que debes acostarte con todo lo que se mueva?- Dijo Rhett -¿O sólo eres tú?-

Jace río -¡Sólo yo!- Entonces su cara cambió, sus cejas frunciéndose y juntando los labios.

-Por cierto- Dijo -¿Cuántas personas saben de lo tuyo? Además de mí-

Rhett miró al suelo.

-Una-

Jace abrió la boca para preguntar, antes de darse cuenta -Oh-

Porque ahora Tyler lo sabía, él sabía el secreto de Rhett. Y ese era todo el problema.

-Me voy- Rhett dijo, yendo hacia puerta.

Ninguno de los dos lo dijo en voz alta, pero ambos entendían a dónde iba.

-Pero acabas de llegar- Jace lo llamó.

-No planeaba quedarme mucho tiempo-

-¡Espera!- Dijo Jace. Se apresuró y puso una mano en la puerta, evitando que Rhett pudiera abrirla.

-¿Qué?- Preguntó Rhett.

Jace se quedó callado un rato, entonces negó con la cabeza.

-Mira- Comenzó -Realmente no te conozco y tú no me conoces, pero no voy a permitir que te suicides por una razón tan estúpida como es ser rechazado-

Rhett lo miró, enojado

-No es asunto tuyo-

-Lo hiciste mi asunto cuando me contaste tu historia- Dijo Jace -Confiaste en mí y creo que lo hiciste porque quieres ayuda-

-No quiero ayuda, quiero mis sesos en el pavimento-

De repente, Jace apuntó a la cara de Rhett.

-El hielo- Dijo

-¿Qué?-

-Sigues usando el hielo- La voz de Jace era baja pero intensa -Eso significa que quieres ayuda-

-No- Dijo Rhett despacio, como si estuviera hablando con un idiota -Eso significa que me duele la nariz-

-Exacto- Dijo Jace -Te duele, pero no te la estás arrancando ¿O sí? No quieres que se "Acabe" Sino que estás tratando de aliviarla-

Rhett se le quedó viendo.

-Es una metáfora- Dijo Jace después de un rato.

-Sé que es una metáfora-

-¿Así que estás de acuerdo conmigo?- La mano de Jace en la puerta se relajó un poco.

-¡No!- Dijo Rhett -Sólo es mi nariz. Mi nariz y yo somos dos cosas distintas-

-Sólo dame hasta el final del año escolar- Jace dijo sosteniendo las manos frente a él, a la defensiva.

-¿Para qué?-

-Dame hasta el final del año para demostrarte que vale la pena vivir la vida-

-¡Está bien!- Dijo Rhett.

Hubo una larga pausa.

-¿Qué?- Preguntó Jace.

Honestamente, Rhett estaba tan sorprendido como Jace.

-Dije que está bien. Mientras consiga callarte con esto-

Jace le sonrió, y fingió cerrar un cierre invisible en su boca.

Inmediatamente la volvió a abrir.

-Gracias Rhett. No te arrepentirás, te lo prometo-

La cabeza de Rhett le daba vueltas. ¿Acababa de decir que sí? ¿Por qué demonios?

No era porque alguna parte de él quisiera vivir, eso lo sabía bien. Volteó a ver a Jace.

Había ayudado a Rhett. ¿Era está su manera de agradecerle? ¿Accediendo a su estúpida promesa?

-¿Por qué te importa?- Preguntó Rhett.

Jace se encogió de hombros -No quiero a nadie muriendo bajo mi guardia. Me sentiría culpable- Miró dentro de su habitación -¿Necesitas un lugar para quedarte está noche? ¿Habías dicho algo acerca de tu mamá?-

Rhett soltó un quejido. Se le había olvidado.

-No quisiera ser una molest...-

-Está bien, creo que ya pasamos por esa etapa- Dijo Jace.

-Bueno- Rhett contesto. Y después agregó -Gracias-

-No hay problema. De hecho, creo que hay una bolsa de dormir en mi clóset-

Mientras Jace buscaba la bolsa de dormir, Rhett bajó el hielo (Se estaba poniendo muy frío), preguntándose en qué se había metido. Hoy era el 9 de septiembre, justamente el inicio del año escolar. Faltaban cerca de nueve meses para el final.

El final del año escolar y con suerte su vida.

¿Por qué accedió a esto?



Notas finales:

y bieeen?

¿Qué les pareciò?

Dejenme sus comentarios para ganar una ronda de galletas de aire versión 2019! :D

Besos a todos y nos vemos en el siguiente capitulo.

Chao!


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