Todos habían notado que Harry estaba un poco extraño desde el año pasado, ¿y el motivo de por qué lo notaron?. Simple, el chico no salía de la biblioteca. Al principio Hermione pensó que era bueno que su amigo se empezara a interesar por la lectura, pero después de uno días notó que Harry leía el mismo libro, en la biblioteca, fuera de ella, no importaba, el chico siempre tenía ese libro entre sus manos.
-Te lo digo Mione, Harry perdió la cabeza- le dijo Ron cuando estaban a punto de ir a clase, solo esperaban a Harry que apenas bajaba por las escaleras.
-Claro que no, solo es curiosidad....creo...- susurró una vez que Harry estuvo a su lado
-¿Qué pasa?- pregunto a sus amigos al ver que le miraban un poco extraño.
-Amigo...- Ron puso una mano sobre su hombro- sé que....perdiste la cabeza...- suspiró resignado y Harry vio a su amigo un poco extraño, para después sonreír.
-¿Te refieres al libro?- los miro y ellos asintieron- no, solo que el año pasado, cuando buscaba la forma de respirar bajo el agua, me encontré con este libro, tiene muchos tipos de hechizos raros-.
-Que bien, me había asustado- suspiró y los otros dos rieron mientras se dirigían a su clase de pociones.
La clase era compartida con Slytherin, ya no existía tanta tensión desde que El-niño-que-vivió se hizo amigo del Príncipe de las Serpientes, pero aún existía algo de rivalidad y bueno, un Slytherin siempre será un Slytherin.
Snape entró e inmediatamente les puso trabajo, tenían que trabajar en parejas, escribió la poción y el procedimiento, pasando entre los alumnos para revisarlos de vez en cuando, a veces se preguntaba ¿Cómo es que algunos alumnos les fallaba si el escribía el procedimiento?.
Remus estaba en su oficina, preparando las cosas para su siguiente clase, tenía mucho que enseñar ese año, aunque también estaba un poco preocupado con otros asuntos, como el regreso del Señor Tenebroso, todos querían ignorarlo, muy pocos lo aceptaban y otros tantos pensaban que solo era una broma de muy mal gusto, pero Remus sentía que no, sentía que....
-Oye Moony- escucho una voz detrás de el, sacándolo de sus pensamientos, la voz sonaba melosa, pero hasta el punto de parecer fastidiosa.
-¿Qué pasa Padfoot?- había pasado un largo tiempo en el que no se decían así.
-Sólo quería saber como estaba uno de mis mejores amigos- se acercó más, continuando con esa voz melosa que utilizaba pero que le causaba mucha risa a Remus.
-Sé que algo quieres, además, sabes que Lucius odia que me hables así- sonrió mirando a su amigo y recordando las caras que su esposo ponía al ver a ese "perro pulgoso".
-Lo sé- sonrió- es divertido verlo enojado, pero acertaste mi querido Remus, si quiero algo.
-¿Y para que soy bueno?- pregunto alzando una ceja y recargándose en su escritorio, ya había terminado de acomodar sus cosas.
-Aun no te lo diré, todo a su tiempo, pero si quiero tu ayuda-.
-¿me pides mi ayuda en algo que aún no me dirás?-.
-Ah sí, pero te aseguro que no es nada malo.-
-Creo que esta bien- dijo un tanto inseguro, Sirius no era una persona normal, y eso Remus lo sabía bien, era de las pocas personas que conocía muy bien a Sirius, por no decir la única tal vez....bajo la mirada perdiéndose en sus pensamientos
-Ey, Rems- movió sus manos enfrente del castaño, sacándolo de sus pensamientos con un brinco.
-Lo siento, divagué- sonrió.
-Lo noté-.
Antes de decir algo más, los alumnos estaban entrando, le tocaba a Slytherin con Gryffindor, de nuevo...a decir verdad compartían muchas clases, pero a Remus le alegraba ver a su Dragón y Harry ahí mismo, sentía que así podía cuidarlos.
Él y Sirius prometieron que cuidarían del menor cuando supieron que James y Lily habían fallecido, no dejaron solo al pequeño Harry.
-Bien..empecemos- sonrió.
La clase fue relativamente normal, Remus miraba a un estudiante con fascinación ya que le recordaba a el mismo, Hermione Grager, ella era una chica brillante y con un gran potencial, sabía de antemano como era, pero le sorprendía cada vez más.
Al finalizar las clases Harry salió rápido, había encontrado un hechizo en el libro que le llamó la atención, así que corrió a la biblioteca y se llevo el libro, leería ese hechizo toda la noche para memorizarlo.
-¿Alguien a visto a Harry?- pregunto Hermione cuando todos habían terminado de cenar y se dirigían a su sala común, pero al parecer Harry no había aparecido después de clases
-Encontró un hechizo que le gustó e intenta memorizarlo- le dijo Seamus que había estado hablando con Harry
-me alegro por el- sonrió
-yo no- hablo Ron- pronto Harry será como tu- dijo con preocupación, todos rieron menos Granger que se adelantó un poco ofendida.
Al llegar todo de fueron a sus habitaciones a descansar, el único que no estaba descansando era Harry, el cual estaba bajo sus cobijas concentrado en el nuevo hechizo, sin pensar que para mañana, toda su vida cambiaría.
Al día siguiente todos se levantaron para desayunar, esta vez Harry los acompañaba.
-¿Y pudiste aprenderte el hechizo?- pregunto Ron que ya estaba un poco intrigado por la información de su amigo.
-Sí- Harry asintió alegre- necesitaré ayuda, ¿quieren ayudarme?- pregunto mirándolo.
-Lo siento hermano, no puedo, tengo que ir con el profesor Remus, dijo que me daría clases aparte por que la materia se me dificultaba- susurró Ron con aburrimiento, el quería aprovechar a hacer algo con su amigo y en su caso tendría que estudiar
-Yo tampoco, McGonagall me pidió que la ayudara-.
-Mm no se preocupen, encontraré a alguien- sonrió mirándolos, entendía sus compañeros, más a Ron, por el cual sentía lástima.
-Tal vez sea tu oportunidad de pasar un rato con tu nuevo amigo- Harry miro Granger raro, hasta que noto a lo que de refería la chica, su vista se posó en la mesa de Slytherin, específicamente con un rubio de ojos color plata.
-¿Crees que quiera?- le miro un poco dudoso- es cierto que somos amigos pero...sigue siendo Draco Malfoy-.
-Vamos Harry, no puede ser tan malo-.
-Yo creo que si- dijo Ron- tal vez aproveche y se deshaga de Harry-.
-Gracias Ron- dijo Harry sarcástico.
-No pierdes nada- sonrió la chica, dejando a Harry no muy convencido
Todos de fueron a hacer sus labores o en su caso a descansar, no tendría clases las primeras horas, lo cual era extraño pero no imposible.
Harry caminaba con su libro entre sus manos pero escondido en su capa, vio a lo lejos al rubio de Slytherin, y pensó por unos momentos si pedirle ese favor o no, pero ¿quien más quedaba?, ¿Neville?, el arruinaría el hechizo de alguna manera, era como un tipo de don catastrófico.
Caminó lento pero decidido, Draco se dirigía al lago, estaba solo, lo cual era un poco raro, siempre estaba con Pansy y Blaise o algún otro Slytherin.
-Hola- saludó Harry débilmente, pero lo suficientemente alto para que Draco escuchara y pegara un pequeño brinco del susto, nunca se sorprendía pero últimamente estaba un poco distraído.
-Hola Po..Harry- saludo mirándolo, ya no utilizaba ese tono hostil pero aún así seguía serio cuando le hablaba- ¿Qué te trae aquí?-.
-Bueno yo....quería pedirte un favor, es algo arriesgado y tal vez no aceptes, pero...-
-¿De que se trata? - pregunto levantando una ceja por el comportamiento que Harry tenía.
Esa expresión le hizo recordar a Remus, quien tenia los mismos gestos- es un hechizo que quiero hacer...- le mostró el libro.
-¿Es prohibido?- preguntó acercándose para agarrar el libro.
-No, sólo complicado-.
Le mostró la página y Draco solo reviso rápido- creo que si no es prohibido tal vez se pueda hacer- sonrió.
-El problema es que se tiene que hacer de noche- le miró.
Draco suspiró, Potter siempre quería meterse en problemas- vale, tal vez podamos hacerlo...- Harry sonrió- ahora dime, ¿en qué consiste?-.
-Es viajar a otro mundo o dimensión- dijo un tanto inseguro- aún no se muy bien que nombre darle, pero es eso básicamente-.
-Esta bien- Draco le miró, no entendía del todo la curiosidad del chico de mirada verde con ir a otro lugar- ¿qué tengo que hacer?-.
-Según esto, solo tienes que estar presente, ya que solo funciona con dos personas o más, pero dice que solo basta con dos-.
-Ya veo- susurró- esta bien Potter, te veré aquí en la noche-.
-Pero oye...¿cómo saldrás?, yo puedo por la capa- ah cierto, Draco ya sabía sobre la capa de Harry.
-Tengo mis trucos- sonrió y camino en dirección al castillo, después de un rato, Harry también se fue.
-¿Y bien?- preguntó Hermione a Harry cuando estaban en clase- ¿Draco te ayudará?
-Sí- asintió- me ayudara a hacer el hechizo mañana- Sabía que no podía decirle a Hermione que seria en la noche ya que ella no lo permitiría.
-Me alegro, tal vez Draco no es tan malo como pensamos- asintió sonriendo.
Al caer la noche Harry agarro una mochila, su capa y unas manzanas por si Draco le hacia esperar mucho tiempo, aunque lo dudó, el era Draco Malfoy.
Se quedaron de ver en el lago, cuando Harry se quitó la capa noto que Draco apenas llegaba, tenía su capa y un abrigo de más ya que hacia un poco de frío.
-No sé por qué me deje convencer de esto- dijo Draco llegando donde el.
Harry solo sonrió y pidió que lo siguiera a un lugar donde pudiera hacer un círculo.
-¿Eso es sal?- pregunto Draco al ver el círculo que Harry hacía en el pasto. ¿Acaso estaban en la edad media como para hacer círculos?. Esa magia era bastante antigua y por lo mismo, imprecisa e inestable.
-Sí, no importa con que lo haga, pero será un poco difícil hacerlo con tiza- sonrió sin parar de dibujarlo y mirando de vez en cuando el libro.
Draco se recargó en un árbol y esperó a que Harry terminara. Miró la luna por unos momentos, estaba en su cuarto menguante y recordó de nuevo lo del tren. Se estaba quedando dormido, hasta que el sueño por fin lo alcanzo, después de un rato Harry lo despertó, notó que había un extraño círculo, con muchas velas.
-Espero que sepas lo que haces Harry- Draco se levanto y miro al moreno.
-Sí lo sé- sonrió confiado- tienes que pararte ahí- señalo el centro del círculo.
Hizo lo que Harry le pedía, y Harry también estaba en el centro, después de eso empezó a decir unas palabras en algún idioma extraño e hizo que Draco repitiera.
Habían hecho todo, pero nada pasaba, solo estaban ahí.
-Creí que funcionaria- dijo Harry desanimado- tal vez me falta otra cosa- comenzó a revisar el libro- oh...creo que ya sé-
-¿Por qué no funciono?- Draco lo miró intentando entender también.
-Creo que uno tendría que estar afuera- sonrió leve y Draco movió la cabeza negando y levantándose. Ese chico era un dolor de cabeza.
-Yo iré afuera- iba a salirse del círculo pero algo se lo impidió, había una barrera de energía y de pronto una luz, era lo último que ellos vieron, después del destello ellos desaparecieron.
Comenzaba a sentir su cuerpo mojado, y la luz del sol le estaba molestando. Se removio un poco incomodo. ¿Ya había amanecido?, ¿Qué fue lo que pasó?.
-Harry.....Harry...-la voz de Malfoy lo hizo sentirse un poco confundido, ¿qué hacia en su habitación a esa hora?- ¡despierta!- se escuchaba de mal humor pero Harry no quería despertar- ¡Potter!-.
Lentamente abrió los ojos, y pudo ver la cara de Malfoy, tenía el cabello mojado, además no se encontraba en su habitación, ni siquiera estaba en alguna habitación, estaba al aire libre, había varios árboles. Se incorporó y miró a su alrededor, había un lago, pero no era el de Hogwarts.
-¿D...donde estamos?, ¿qué pasó?- preguntó mirando a todas partes, Draco se cruzó de brazos y luego lo miró también.
-No lo se, pensé que tu lo sabrías- se levantó- solo sé que caímos en ese lago y tuve que sacarte- señalo el lago- pero nada más, no estamos en Hogwarts, además aquí es de día- miró al cielo, como si el estuviese comprobando sus propias palabras.
-Entonces el hechizo funcionó- sonrió feliz y Draco asintió.
-¿Sabes volver?-
Negó borrando su sonrisa- está en el libro- buscó en su maleta y lo encontró, solo que el libro estaba mojado.
-¡Harry!- Draco se asustó- ¡ábrelo rápido, antes de que la tinta se corra!-.
Debajo de un árbol pusieron a secar el libro.
-¿Y bien?- preguntó Draco.
-Podríamos buscar a alguien que pueda ayudarnos - propuso Harry y Draco asintió suspirando.
Comenzaron a caminar,Harry llevaba el libro en sus manos y Draco caminaba a su lado, reprochándole el por qué no aprendió el hechizo completo.
-Lo siento- se disculpó por décima vez con una sonrisa pero al ver a Draco notó su mirada perdida, estaba ¿asombrado?- Oye Draco-.
El rubio señaló al frente y y Harry miró donde indicaba, quedó sorprendido, era un lugar muy bonito, parecía un ¿palacio?, no sabia exactamente como describirlo, si es que había palabras para ello.
-Es un reino- susurró Draco y caminaron hacia el.
-¿Crees que nos puedan ayudar?-.
-Tal vez..-.
Comenzaron a caminar hacia la que parecía la entrada, había dos guardias, ellos eran personas, aunque parecía que tenían algo especial, algo diferente.
-¿Quienes son ustedes?- preguntaron los elfos
-Yo me llamo Harry Potter y el es Draco Malfoy, estamos...buscando ayuda...- dijo un poco inseguro, no sabia si aquellas personas eran muggles.
Los elfos dejaron que entraran, Lord Elrond estaba ocupado, así que los dejaron esperando aunque de una forma bastante hospitalaria. Mientras ellos admiraban el lugar, vieron entrar a alguien, eran dos hombres, uno de cabello negro y ojos de color café, su mirada era profunda, penetrante y algo imponente, en cuanto al otro, emanaba algo parecido a los que encontraron en la puerta, era rubio, ojos azules y su mirada reflejaba tranquilidad, ambos hombres eran muy apuestos.
Antes de que montaraz dijera algo, llegó Lord Elrond, mirando a los dos chicos.
-¿Quienes son ustedes?, ¿Cuál es su propósito aquí?- pregunto sereno y sin parecer hostil.
-Soy Draco Malfoy y el Harry Potter- esta vez habló Draco, el cual empezaba a perder la paciencia ya que solo había puras presentaciones y no podían ayudarlos- vinimos a pedir ayuda-.
-¿Qué es lo que desean?-.
-Regresar a nuestro hogar- dijo Harry- venimos de Hogwarts-.
-¿Hogwarts?- nadie entendía lo que esos dos decían- ¿Qué son?, sé que no son humanos-.
-Somos magos- dijo Draco un poco molesto, sabia que si notaba la magia en ellos, entonces notaba parte de su lado veela.
Los tres se sorprendieron al escuchar eso, solo había pocos magos, pero nunca escucho hablar de ellos.
-¿Acaso aquí no hay?- pregunto Draco un poco inseguro pero tratando de esconderlo.
-Legolas, llama a Gandalf- el rubio asintió, salió y momento después llego con el mago, el cual, hizo que los dos jóvenes recordarán a su director.
-¿Qué pasa?- pregunto Gandalf mirando de reojo a los dos chicos extraños que le miraban sorprendidos.
-Estos dos jóvenes dicen que son magos....- Gandalf los miró ahora un poco más curioso y sorprendido.
-¡Oigan, yo solo quiero irme, verán, este tonto..- Draco se estaba alterando, señaló a Harry- falló en un hechizo y nos envío a otro mundo que no es nuestro, además de que al llegar solo me están pidiendo mi nombre y nadie puede ayudarnos!-.
-¿Qué hechizo era?- pregunto Gandalf.
Harry dudo unos momentos pero le entregó el libro, Gandalf lo miró- me tomara un tiempo, aunque esta magia no está del todo perdida-
Draco y Harry lo miraron, el Príncipe de Slytherin ya se había tranquilizado.
-Ya me había hecho a la idea que no me saldría rápido de aquí- susurró Draco y Harry asintió en respuesta.
-Mientras tanto, pueden permanecer aquí y descansar- les ofrecieron.
Elrond llamo unos elfos para que los atendieran.
Lo que nadie notó fue a un montaraz y un elfo un poco intrigados con aquellos niños.
¿Quien pensaría que un mago tendría la belleza de un elfo?, pensó Aragorn al ver al rubio, su cabellos deslumbrante, su blanca piel, esos ojos plateados que brillaban más que la misma luna en noche de luna llena.
En cuanto a Legolas, ese chico de cabellos negros y ojos verdes como los prados más bellos que había visitado, simplemente quedo cautivado al verlo, era muy....lindo...