Se estaba levantando del suelo luego de estar de rodillas, sacudió un poco sus pantalones y volvió a sentarse frente a su novia, la cual ahora era su prometida; la chica observaba el anillo resplandecer en su dedo mientras sonreía de oreja a oreja y atraía a su novio de la nuca para volver a besarlo.
-Entonces… ¿Eso es un sí? –Pregunto una vez más mientras las manos aun le sudaban y la chica en frente de él le sonríe radiante y asiente repetidas veces con la cabeza –Me haces muy feliz, cariño- la besa dejando caer en la conciencia el estado de felicidad por el que se encuentra, y recuerda por un segundo una sonrisa que olvido hace años.
La vida de Jonghyun es muy normal, a veces según él demasiado normal y le agradaba que sea así, todo va de acuerdo a un tipo de plan que le fue inculcado desde pequeño, en donde debía tener una casa, un trabajo, titulo, esposa, hijos y hasta un perro si era posible y Jonghyun cumplía con la gran mayoría de esos requisitos; tenía una novia a la que acaba de proponerle matrimonio, se había titulado como profesor de música hace unos pocos años y estaba ahorrando dinero para una casa.
Pero Jonghyun no siempre fue un chico que hacia las cosas de acuerdo al plan, no siempre soñó con una familia perfecta, no siempre gusto de las mujeres…
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Dos meses después.
Las invitaciones estaban listas para ser enviadas, la novia fue quien se encargaría de la lista de invitados pues por propias palabras de Jonghyun todo quedaba en sus manos “Cariño, invita a quien quieras, es tu boda, tú decides” la chica no perdió el tiempo y se puso manos a la obra, el vestido estaba siendo diseñado también y el lugar en donde se celebraría la ceremonia era muy lujoso y exclusivo.
-¿No crees que estas gastando el dinero que no tienes en esta boda?- le cuestiono su hermano. Kibum no estaba ni de acuerdo ni en contra del matrimonio de su hermano, pero le parecía ridículo querer aparentar demasiada riqueza ante personas que de todas maneras hablarían mal del gran evento –Es solo un acontecimiento que durara un par de horas y prácticamente estas quedando en banca rota.
-Ella quiere algo refinado y yo solo quiero darle lo que ella pide, es lo que corresponde, seré su marido después de todo- se explicó mientras Key negaba -¿Qué esperas? ¿Qué le diga que haga su vestido con sacos de harina y celebremos la boda en el patio de la casa?
-Si van a compartir toda la vida juntos, lo que menos importa es cuanto se gaste en la boda o donde sea, pero bueno… es tu dinero, es tu vida hermano y yo no hare más que cerrar mi boca y sonreír, además de estar feliz por ti- antes de levantarse del sillón para marcharse abrió el sobre de color crema y comento- El parte de matrimonio es bello, pero la lista de invitados tiene gente que jamás pensé volver a ver- calla por un momento mirando a Jonghyun - creo que es algo que me agrada mucho de la futura señora Kim.
-¿Por quién lo dices?- entonces por primera vez tomo la lista que había estado en el estante de la sala hace semanas y la leyó… - Hay varios compañeros y amigos de la universidad – comentó bajo la atenta mirada de Kibum –Jinki… ha invitado a Jinki- entonces Kibum sonrió.
-Es algo que me alegra, hace años que no lo veo, pero de seguro tú también conoces lo bien que ha estado su vida luego de la universidad, digo… ustedes eran muy cercanos en ese entonces- sonrió con malicia.
-Sí, lo éramos –devolvió la lista a su lugar- Eran tiempos diferentes, el tomo un rumbo que lo hace feliz al igual que yo, bien, te veo luego Kibum.
Subió las escaleras mientras sentía la puerta de la entrada cerrarse, había quedado al fin solo en casa y necesitaba una ducha para dejar fluir los pensamientos; lo malo es que aquellos pensamientos los llevaron a recuerdos, recuerdos que traían estragos a su cuerpo y a su mente.
Cuando iba en su segundo año de universidad es que conoce a Jinki, un chico tierno, algo callado, de hacer chistes malos, mayor que él y que estudia diseño gráfico, comienzan hacerse amigos, hablar se les ha hecho costumbre y la atracción se les hace innegable en un par de meses. Es allí cuando un fogoso y apasionado romance homosexual se da entre ellos, noches llenas de gemidos, sudor, arañazos en la espala de placer y demasiado besos los hacen cómplices.
El romance dura todo el tiempo que les queda de carrera, eran novios y planeaban vivir juntos, pero el descubrimiento de la madre de Jonghyun a esta relación gay es lo que acaba con todo. Jonghyun se siente avergonzado y aproblemado, jura a su madre que jamás volverá a ver a Jinki y es así como lo hace, le da vagas explicaciones al hombre con el cual planeaba vivir y desaparece de su vida.
Y mientras Jonghyun recuerda todo esto, las imágenes vividas de sus noches de pasión le atropellan mientras asea su pene en la ducha, su cuerpo quiere más luego de esa pequeña estimulación y luego de luchar un rato consigo mismo sede a las ganas que tiene de masturbarse con ese recuerdo, lo disfruta, lo disfruta como hace mucho no la hacía, ni siquiera con el sexo que tenía con su futura esposa. Recuerda que está a punto de casarse y se siente culpable pero lo deja pasar.
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Ese día por la noche llega su novia contándole detalles de los arreglos florales que había visto, pero necesitaba su opinión, así que le muestra más de cien arreglos diferentes que para él se veían completamente iguales.
-¿Pasa algo amor?- la chica no es nada tonta y está más que a la vista que Jonghyun no le está prestando atención- ¿Paso algo durante la tarde?- Jonghyun niega- Bien… entonces… ¿Viste las invitaciones al matrimonio?
-Claro, están hermosas cariño, pero ¿Estás segura de que quieres que asistan todos aquellos que están en la lista? Hay muchas personas allí que tú no conoces.
-Lo sé, pero son amigos tuyos ¿No? ; Te contare, me puse a buscar algunas cosas que necesitaba entonces fui al ático y entre varias cajas se encontraba una especie de anuario que era de tu tiempo en la universidad y me puse a leer los mensajes que tus amigos dejaron para ti, así que parte de la lista de invitados está allí. Vi las fotos que allí había y en muchas de ellas salía un chico que se llamaba… espera- comenzó a chasquear los dedos mientras miraba el techo intentando recordar- No lo recuerdo, pero sé que lo busque en internet porque se volvió un mangaka famoso en Japón, espérame, lo tengo en las búsquedas de mi teléfono- y se puso a teclear en el artefacto inteligente mientras el nombre era gritado en la mente de Jonghyun – Jinki, Lee Jinki se llama, bueno ese chico salía demasiado en las fotos y una dedicatoria muy extensa en el anuario.
-¿Y cómo supiste que era famoso? Esas fotos tienen ya unos cuantos años- fue lo único que respondió Jonghyun, no entraría a explicar porque se les veía tan cercanos.
-Porque leo mangas amor, y su nombre se me hizo demasiado conocido así que en el curioseó, resulto ser el mismo –dijo animada- La verdad me emociona un poco su presencia ya que es una celebridad, ¿No?
-Por supuesto, pero la verdad no esperes mucho, ya que famoso o no Jinki suele ser tímido, callado y es de hablar cosas muy extrañas- la chica le restó importancia –Bien, a fines de cuenta ¿Va todo como lo deseas, cariño?
-Todo va como lo soñé y olvide decirte una última cosa, una amiga de mi familia tiene una clase de casa de hospedaje en la isla Jeju y me la ofreció para recibir a los invitados con antelación, para que todo fuese lo más agradable posible, así que me comunique con todos y llegan este fin de semana.
-Pero aún faltan tres semanas para la boda- dijo algo alterado.
-Todos lo tomaron como unas vacaciones, estamos matando dos pájaros de un tiro, los invitados al fin descansaran de sus cansadas vidas y nosotros tendremos la boda de ensueño, es perfecto, es lo que quiero.
No se dijo más, los invitados estarían allí en menos de tres días y Jonghyun no podía con esa idea, se preguntó casi toda la noche que pasaría con él cuando viera a Jinki, si solo le basto los recuerdos para masturbarse en la ducha, que cosas le producirían tenerlo allí, cerca, hablar con él, enfrentar la herida que dejo tiempo atrás y lo peor… su madre también estaría presente y ella no soportaría la idea del ex amante gay de su hijo en la perfecta boda que aquella niña caprichosa estaba planeando. Ardería Troya, Jeju y Corea entero.