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And the reason is you. por cherrymusic14

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Notas del fanfic:

Después de 100 años (?) saben que he estado mucho tiempo en hiatus :'v con mis otros fanfics, pero mi lado friki (?) resurgió de nuevo y mi pequeño hámstercito literario volvió de las cenizas cuál Hámster Fenix (?) cómo a principios de año vi de nuevo todo el anime de Haikyuu!!, mi amor por los bobos del volleyball creció más de lo que esperaba, y de hecho pasé del odio al amor con estos dos tontos de Shiratorizawa :B convirtiéndose en mi ship #2 después del TodoDeku/KiriBaku.


 

Notas del capitulo:

Sin más qué decir, espero que disfruten de este fic el cuál escribí con mucho amorts, rogándole a los cielos que no me salieran muy OoC tanto Satori cómo la querida Vaquita :'D


Por cierto, tengo el headcanon bien intenso de que Tendo gusta del idioma Español, va a clases de éste idioma y que le gustaría visitar México XD ¡Ah! y que escucha canciones en Español para mejorar el idioma xD


Gracias a Midi, a Izumi, a Magali y a mi bro Kennchi por ayudarme con la inspiración y fletarse mis fangirleos :'B las hamo <3

Increíblemente habían pasado 6 meses después de la graduación de los chicos de 3er año de la Academia de Shiratorizawa, y hablando de los miembros del equipo de volleyball, todos habían tomado rumbos diferentes; a decir verdad, los chicos tenían algo de duda en sus metas profesionales pero el único con un futuro asegurado era Ushijima Wakatoshi. Al ser miembro de la selección sub-19 de Japón del equipo de volleyball no tenía mucho de qué preocuparse, bien podía dejar en el olvido cualquier carrera y simplemente acudir todos los días a un arduo entrenamiento para lograr ser titular del equipo nacional y no solo de la sub-19.

 

Y algunos con no tanto talento cómo él, decidieron dejar eso de seguir jugando volleyball, y ese era el caso de Satori Tendo, el “Guess Monster” tuvo algo de problemas para saber qué carrera escoger; no era muy bueno en matemáticas, tampoco lo era en artes, y aunque amaba leer manga y ver anime, carecía de talento innato para dibujar, pero pensándolo un poco –y con un argumento algo burdo- decidió entrar a la Universidad Metropolitana de Tokyo.

 

Y helo allí, vuelto loco después de sus tantas clases durante casi 1 semestre y medio en la carrera de Psicología. Si bien Tendo no era el mejor de la clase, estaba algo optimista con la elección de su futura profesión. Cada que hacían la típica pregunta de: ¿Y por qué elegiste esa carrera universitaria? ¿Cuáles son tus razones? Él se encogía de hombros y decía: “Quizás fue lo primero que se me vino a le mente o quizás fue porque siento que tengo el don para ver cosas que otros no” refiriéndose a que en algunas ocasiones sus suposiciones sobre lo que pensaba la gente, siempre eran correctas. Pero también a veces argumentaba que le gustaba platicar con las personas y que eso podría servir para ayudar a otros.

 

Al llegar a su pequeño departamento y dejar todos los libros que debía de leer luego de su pesadísima semana de exámenes y trabajos, lo único que quería era rodar en su cama maldiciéndose a sí mismo por haber pensado que no habría matemáticas en su carrera. Al mismo tiempo, recordó una de las últimas llamadas con Semi, cuando éste se enteró de su decisión académica, soltó la más sonora y boba risa que en su vida había soltado.

 

—     ¡AHAHAHAHAHA! ¡¿Psicología?! Sé que estás medio loco, pero ¿un loco atendiendo locos? — contestaba el ex armador de Shiratorizawa del otro lado del teléfono.

—     Los pacientes que recurren al psicólogo no necesariamente están locos, Eita, a parte, me gusta platicar, y mucho.

—     Eso no te lo niego, pero no te va ayudar al 100% y estoy seguro que muchos pacientes te van a tener miedo.

—     ¡Pero tampoco hay tantas matemáticas! ¡Esa fue otra de mis razones para decidirme por psicología! Inteligente, ¿no? — decía orgulloso el pelirrojo.

—     No sé si decirte inteligente o flojo, pero mientras te guste esa carrera… en fin, te deseo suerte.

—     Y yo deseo que te rompas una pierna en tu primer día de escuela y que no espantes personas por tu pésimo sentido de la moda, ¿eh? —

 

Reía un poco al recordar esa llamada, había perdido comunicación con varios de sus compañeros de la preparatoria, tenía sus redes sociales y números personales, pero de seguro todos estaban demasiado ocupados salvando sus primeros meses en la universidad, así que era mejor no molestarlos. No negaba que los extrañaba un poco, pero así era la vida adulta.

 

—     ¿Y si leo un tomo del manga de súper héroes que acabo de comprar y luego hago todo este montonal de trabajos? Agh, se me olvidaba que me invitaron a una cita grupal ¿Y si digo que me enfermé del estómago por comer demasiado helado de chocolate? Odio cuando nos dejan tanta pero tanta tarea que debes de anteponerla antes que la diversión, ¡ash! Bueno, sólo leo medio tomo ¡y me pondré en modo turbo a terminar mi tarea y así poder salir mañana! — Cómo si fuera un niño de primaria, Satori se colocaba panza abajo para poder deleitarse con esa extraña historia donde había una escuela para super héroes.

 

Todo había salido de acuerdo a su plan, aunque en vez de leer medio tomo, lo leyó completo y por ende se había quedado dormido, así que acabó su tarea 2 horas antes de la cita en grupo. Unos minutos antes de la hora estimada, el ex bloqueador central estaba esperando a sus compañeros de la universidad en un izakaya bastante bueno cerca del centro de Tokio. Recordaba las comidas con todo el equipo de volley después de haber ganado algún partido, aunque la que más se le había quedado grabada había sido la comida después de la derrota contra Karasuno. Esa vez Reon, Shirabu y sobre todo Goshiki no dejaban de llorar, pero al mismo tiempo, el entrenador les decía que o se apuraban a comer o los obligaría a realizar más de los 100 servicios que ya les había dejado de castigo por haber perdido, así que a regañadientes todos comían tratando de olvidar esa sensación amarga de perder por primera vez, hasta Ushijima se veía más serio de lo usual, pero comía como de costumbre mientras escuchaba atento sus berrinches sobre lo odioso que había sido el 4 ojos de Karasuno. Tenía tanto que no se acordaba en el As de Shirartorizawa, quizás él estaría a estas horas entrenando o estudiando para su perfecta carrera de Ciencias del Deporte, o algo así le había comentado hace unos meses por mensaje de texto, él último y mísero mensaje que le había mandado… el castaño tendría sus razones para no comunicarse con él, pero así era esto de entrar a la Universidad, decía para sus adentros. Suspirando un poco veía llegar a sus compañeros de carrera y sonrientes entraban al bar.

 

—     Son amigas mías que hice en mi curso de inglés, ¿verdad Namiko? — comentaba una de las compañeras de Tendo mientras tomaba de brazo a otra chica más bajita.

—     ¡Eso es lo bueno de ir a clase de idiomas, Kaori! Y dime, ¿De qué universidades son? ¿Son bonitas? — decía emocionado un chico.

—     No comas ansias Taichi.

—     Deberías de dejar la primera pregunta para romper el hielo, Taichi-kun.

—     ¿Qué tú no estás interesado en saber qué tan lindas son esas chicas? Vamos, sé que tienes curiosidad, Tendo.

—     Ya, ya, es mejor ver el menú en vivo y en directo.

 

Casi al fondo del izakaya, una chica gritaba el nombre de Namiko para que pudieran tomar asiento.

 

—     ¡Uoh! ¡Tu amiga es realmente linda, Nami!

—     Por eso les dije que era mejor ver el menú directamen… ¿Wa?

—     ¿Y ahora por qué te trabas, Tendo-kun?

—     ¿¡WAKATOSHI!? — Gritaba el pelirrojo mientras señalaba al castaño el cual estaba sentando tomando un poco de limonada.

—     ¿Lo conoces?

—     ¿¡Y quién no conocería al chico milagroso, el ex Super As de Shiratorizawa  y miembro de la sub-19 del equipo nacional de volleyball!? ¿Qué no ven las noticias?

—     Hola, Tendo— soltaba Ushijima sin cambiar su cara tan estoica que lo caracterizaba.

—     ¿Pero qué diablos haces aquí? ¡Deberías de estar entrenando o algo así!

—     A ver, vamos a sentarnos uno y uno, y tú Tendo, estarás junto a mi y frente a mi amiguita, Naoko.

—     Ay, lo siento por ser tan descortés, pero me sorprende de sobremanera que no conozcan a Wakatoshi-kun. — decía mientras se sentaba frente a una chica de cabello rubio.

—     De hecho lo invitamos de último momento.

—     El chico que iba a venir en mi lugar, tuvo una gran diarrea por comer helado de chocolate caduco, y cómo hoy tenía día libre, vine en su lugar. — hablaba el castaño después de sorber un poco de su limonada.

—     Vaya, no has dejado tu honestidad tan brutal, Wakatoshi-kun.

—     Y bien, ¿Qué van a pedir?

 

Los 8 chicos empezaban a pedir algunas botanas y un poco de alcohol para amenizar su estancia y así poder conocerse poco a poco.

 

—     Y, ¿qué es lo que estudias, Ushijima-san? — comentaba sonriente Kaori.

—     Ciencias del deporte.

—     ¡Woh! ¿Quieres ser entrenador? ¿Maestro de educación física de primaria o de secundaria?

—     Mi meta es estar en la selección nacional de Volleyball de Japón, no tengo planeado dar clases ni entrenar a nadie.

—     Ah…

—     Wakatoshi-kun no ve más allá de la pelota de volley, ¿verdad?

—     Si sólo viera una pelota de volley, no podría caminar por la calle, Tendo.

—     No, no, me refiero a que tu meta es 100% el volleyball.

—     ¿Y por qué no sólo te dedicas a entrenar tu buen, digo tu cuerpo para lograr tu objetivo? — la chica no disimulaba el ver los fornidos brazos del castaño.

—      No sirve de nada sólo entrenar el cuerpo sin bases teóricas.

—     Oh… — sorbiendo un poco de su cerveza, Kaori jalaba a Tendo de su sudadera y le decía al oído: — ¿De verdad siempre es así de serio?

—     Wakatoshi-kun siempre ha sido así, por eso me extraña que estuviera aquí, no es mucho de acudir a lugares tan concurridos y ruidosos, al no ser que sean partidos de volleyball los cuales sí son concurridos y ruidosos, creo.

—     Vaya, qué aburrido…

 

Satori fruncía un poco el ceño, pero dejando a un lado los comentarios de la chica, estaba feliz y algo intrigado de ver a Wakatoshi después de tanto tiempo. Al parecer, el antiguo As de Shiratorizawa seguía en perfectas condiciones atléticas, y en cuanto a su forma de ser, seguía siendo el mismo chico poco expresivo que había conocido años atrás. Al recordar sus primeros intentos de conversación, Tendo sonreía levemente. Después de mover varias veces su cabeza cómo si estuviera negando algo, trataba de entablar conversación con la rubia que tenía enfrente, pero no podía evitar ver de reojo al castaño.

 

Para amenizar un poco la plática e ir sacando información entre todos, los chicos empezaban a hacer preguntas al azar, y de paso beber y comer un poco de todo lo que habían pedido. Cómo era de esperarse, la mayoría de las preguntas subiditas de tono o en doble sentido eran poco entendibles -e irrelevantes- para Ushijima.

 

—     Y pues es mejor pensar con dos cabezas que con una ¿o no?

—     Depende con qué cabeza pienses ¿eh?

—     ¡Pues claro! Si se calienta la cabeza de arriba, la de abajo se levanta

—     Eso es biológicamente imposible, sólo tenemos una cabeza. — soltaba de tajo Wakatoshi, haciendo que en la mesa se hiciera un silencio algo incómodo.

—     Y bien, ¿Quién quiere otra ronda de cervezas? — comentaba uno de los chicos ignorando de nuevo al más alto de los presentes.

 

De nuevo ese sentimiento de molestia invadía a Tendo, de antemano sabía que este no era el mejor ambiente para que Wakatoshi se desenvolviera, de hecho, desde que lo vio sentado viendo fijamente su limonada, sabía que quizás esta cita grupal no fuese buena idea para él.

 

—     Bueno, ellos quisieron decir otra cosa, Wakatoshi-kun, ya sabes, eso que pasa después de que ves algo demasiado ammm… ¿excitante? — trataba de explicarle Tendo.

—     ¿Cómo cuando Hinata Shoyo me arrebató de un solo salto la pelota de volleyball? Me emocionó el saber que tendría un partido contra él.

—     Noo, no, ammm… en términos burdos, algo que te “prende”. — de nuevo el pelirrojo intentaba darle a entender el doble sentido de “prender” subiendo y bajando su dedo índice varias veces.

—     El fuego, sólo el fuego puede prender a una persona. — lo único que lograba era que su compañero de volley se golpeara la frente con la palma de su mano

—     Oye Tendo… ¿En serio tu amiguito de prepa no capta el doble sentido? ¿Por qué es tan… pues así de ra…?— susurraba Taichi cerca del pelirrojo mientras miraba con rechazo a Ushijima, pero antes de acabar su pregunta, el nombrado lo tomaba sutilmente del cuello de su camisa.

—     Antes de que digas cualquier otra cosa, me gustaría ver que intentaras detener un remate de él. Con permisito, tanta cerveza debe de ser desechada right now~ — sonriendo ampliamente, se levantaba de su lugar y caminaba rápidamente hacia el baño de hombres.

 

Y no, no era normal reaccionar de esa forma, pero no soportaba ver cómo trataban de esa forma a su amigo. Seguía siendo su amigo ¿no? Aunque ya no textearan como antes, aunque ya no se frecuentaran, aunque supieran poco o casi nada de sus vidas, había algo que los unía. También existía algo más que el propio Tendo trataba de evitar y negaba cada que la idea le pasaba por la mente: Wakatoshi podía ser su único y primer amigo, pero con el plus de que sentía algo más que amistad por él. Desde el tercer año de preparatoria, empezaba a sentir un revoloteo intenso de mariposas en su estómago cada que el super as se le acercaba de más o cada que se quedaban a solas; al principio pensaba que todo era porque estaba acostumbrado a pasar casi el 80% de su tiempo con Ushijima, y que sin importar de lo que fuese que platicara, el castaño siempre lo escuchaba y soportaba, pero con el paso del tiempo, entendió –gracias a los mangas shoujos que leía- qué ese sentimiento se llamaba estar enamorado. Le costó demasiado trabajo esconder esos sentimientos sobre todo para no arruinar su amistad, su primera, única y preciada amistad. Reprimía todas esas emociones y lo único que podía hacer era decirle cumplidos algo exagerados cada que el más alto realizaba un buen saque y conseguían varios puntos. Ushijima podría ser demasiado seco y nunca cambiar su mirada estoica, pero Satori tenía la fortuna de haberlo visto en un sinfín de emociones que los simples mortales nunca podrían admirar, sobretodo poder ver la leve sonrisita que hacía cuando estaba emocionado por un partido. Todos esos momentos eran oro puro en su mente, pero al mismo tiempo le causaba problemas; no quería que sus estúpidos y confusos sentimientos causaran problemas con Wakatoshi, así que entre más escondidos estuvieran mejor para él. Por eso había aceptado esa tonta cita grupal, quizás y sólo quizás con eso podría sepultar más sus sentimientos hacia su ex compañero de equipo.

 

Después de serenarse un poco en el WC, salía dispuesto a entrar en buena plática con las chicas de la universidad contraria, pero al llegar a su mesa, veía que todos estaban agrupados en una esquina, dejando a un lado al castaño el cual leía una revista de volleyball. Esa escena no le gustaba para nada al pelirrojo, le recordaba tanto a su infancia, a esos almuerzos solitarios y fiestas infantiles donde todos le repelían sólo por ser un poco diferente a los demás. Así que dando pasos decididos, se sentaba junto al seleccionado de la sub-19.

 

—     ¿De qué mes estás leyendo tu revista, Wakatoshi-kun?

—     Es del mes pasado. — comentaba sin quitar la vista de la revista.

—     Ya tiene mucho que no compro una, peeero, hay un manga muy bueno que se está publicando en la Shounen Jump, ¡es acerca de una escuela de héroes! Imagínate, casi todos los humanos pueden llegar a tener super poderes, ¡Algo así como tu increíble remate zurdo!

—     El hecho de que el balón gire diferente al ser golpeado por un zurdo no significa que sea un super poder, es física pura.

—     Pero pongámoslo de esta forma… —

—      

Lentamente, Wakatoshi iba dejando de leer su revista para así mirar con atención a Tendo, sabía que el chico de peinado puntiagudo no iba a dejar de parlar por un buen rato, más cuando hablaba de algún manga que le gustase, así que se pondría cómodo y comería algo mientras lo escuchaba, cómo en los viejos tiempos.

 

—     Y entonces tú podrías ser de los mejores héroes y uno… bueno, podría ser tu asistonto.

—     Es asistente, no asistonto.

—     Es una forma chistosa de decirlo, pero la verdad, no me veo de otra cosa que no sea algún personaje secundario…

—     ¿Por qué dices eso? Tú podías llegar a anotar puntos adivinando los movimientos del equipo contrario, eso también podría ser un super poder.

—     Je, no creo que sea suficiente con eso, y hablando de cosas serias, ¿Cómo van las cosas en tu carrera?

—     Lo normal, supongo.

—     Tú no escogiste esa carrera, ¿verdad? Sólo fue porque tu madre quería un título enmarcado antes de que fueras jugador profesional.

—     Ella considera que puedo ser jugador profesional de volleyball, pero que necesitaba una carrera, algo que me asegurara un futuro.

—     Nadie sabe lo que nos depara el futuro, y menos de esa forma. Tu talento innato para el volley es lo que te llevará lejos, y acuérdate que me prometiste, dar lo mejor de ti para presumirte con la bola de mundanos que no te conocen. ¡Miracle boy, WA-KA-TO-SHI! ¡Quiero verte en la TV y gritar orgulloso que fui amigo del as de la selección nacional de vollleyball!

—     ¿Fui? Seguimos siendo amigos, Tendo.

 

Aquel comentario no se lo esperaba el pelirrojo, así que para esconder su emoción, bebía de un solo golpe dos cocteles y una cerveza que tenía frente a él y de paso atragantarse con papas fritas.

 

—     Aaah, pues sí ¿verdad? Aunque a veces no tengamos nada, nadita de tiempo para charlar… pero me agrada que pienses así Wakatoshi-kun, en verdad te quiero ver triunfar en lo que te gusta y apasiona, no que uno… bueno, siéndote sincero no sé si realmente haya escogido bien mi carrera universitaria.

—     Cuando me hablaste para comentarme que te habías quedado en la carrera de Psicología, no sonabas tan pesimista, Tendo.

—     Es que ¿Cómo decirlo? Creo que mi “adivinación” le erró demasiado, mi don no sirve conmigo mismo.

—     Estoy seguro de que tienes razones suficientes para haber escogido esa carrera.

—     ¿Razones?... — decía tomándose su cabeza. — Oh diablos, creo que esos cocteles tenían algo muy, muuuy fuerte.

—     ¿Unas bebidas alcohólicas preparadas fueron tus razones para entrar a esa carrera?

—     Nooo, capaz de que me metía a gastronomía sólo para probar mil y un bebidas preparadas, pero me refiero a que el alcohol se me está subiendo a la cabeza.

—     Estás en estado etílico.

—     Exacto, maldita seaa~ — se recargaba en el hombro de Ushijima mientras empezaba a taratear una canción medio extraña.

—     ¿Te encuentras bien, Tendo?

—     “Un, dos, tres, un pasito pa’ delante María, un, dos, tres, un pasito pa’ tras~”

—     ¿Estás cantando en español?

—     Perdón, cada que empiezo a ponerme ebrio, relucen mis clases de Español, la maestra nos pone varias canciones de los 90’s y pues… ¡Livin’ la vida loca!

 

Los compañeros de Tendo notaban que el pelirrojo empezaba a cantar desinhibidamente, y cómo estos también estaban algo borrachos, le seguían la corriente, a excepción de Ushijima el cual no lo soltaba del brazo para que no hiciera alguna tontería.

 

—     ¡Otra, otra! ¡Ahora canta una más apasionada! — decía Taichi abrazando a una de las chicas que acababa de conocer.

—     La maestra nos enseñó una muy buena…

—     Tendo, te vas a caer de la mesa. — comentaba el castaño jalándolo cada vez más del brazo

—     Nada más canto esta y nos vamos, ¿si? — Satori le picaba la nariz con su dedo índice al más alto y este lo soltaba del brazo — Bien… la siguiente canción se titula: “Querida”

 

Durante toda la canción Satori no dejaba de señalar Wakatoshi, pero este al no entender mucho español, sólo se dedicaba a ver el pequeño ridículo que hacía, así que en cuanto terminaba la canción, volvía a jalar al más delgado hacia su lugar.

 

—     Wakatoshi-kun, Vaquita, querida, necesitamos transporte — citaba en español al dragón Mushu, de la película de Mulan mientras abrazaba fuertemente la espalda del jugador de volley.

—     Esperen, no se vayan, ¡esto está más que bueno! — comentaba una chica sacando su celular para grabar a Satori.

—     No, él ya se quiere ir, así que con su permiso…

—     Oye, no seas más aguafiestas de lo que ya eres, a parte, no creo que a Tendo le importe si subimos un video de su gran actuación en la página del grupo así que…

—     ¿Para qué que quieren hacer eso? ¿No se supone que ustedes serán futuros psicólogos? ¿Qué eso no es bullying? Cómo sea, buenas noches. — cargando a sus espaldas al pelirrojo, ambos salían de aquel bar.

 

El castaño caminaba lentamente por las calles de la cuidad, tratando de no agitar tanto al ex bloqueador central de Shiratorizawa.

 

—     Ay, perdóname Wakatoshi-kun, ahora hasta debes de cargar conmigo, como un lindo bulto de patatas rojas.

—     Creo que pesas más que un bulto de patatas.

—     De verdad perdóname, se supone que deberíamos haber conseguido por lo menos nuevos amigos y terminé haciendo el ridículo.

—     No creo que en ese lugar pudiésemos hacer amistades, Tendo.

—     ¿No?... pues creo que tienes razón… extraño un poco a todos, hasta a Eita o Goshiki, creo que ellos hubieran disfrutado más del kareoke improvisado en español.

—     Creo que no eres el único que piensa eso.

—     Por cierto Vaquita, ¿A dónde estamos llegando? Este no es mi departamento…

—     Al mío.

Al escuchar esas dos palabras, Tendo rápidamente trataba de bajarse de la espalda de Wakatoshi pero éste no lo permitía.

—     ¡Ah caray, mi pequeño departamento está al otro lado de la cuidad! ¡Pídeme un taxi y me voy!

—     No pienso dejar a una persona en estado etílico viajar sola a estas horas. Otra cosa por la que accedí ir a esa reunión es que ese bar quedaba cerca de mi departamento.

 

Satori empezaba a ponerse algo nervioso, en su época de preparatoria, sólo una vez había ido a casa de Wakatoshi, y había sido por una mísera hora, pero en estos momentos, la idea de pasar la noche en casa del castaño a solas, no le ayudaba mucho.

 

—     ¡Y-yo pido el sofá! Las visitas duermen el en sofá. — bajándose de la espalda de Ushijima, el menor se acurrucaba en el sofá.

—     No, tú puedes dormir en la cama, en algunas ocasiones me he quedado dormido en el sofá y no me molestaría hacerlo de nuevo.

—     No, no, no, no. Tú debes de descansar mejor, quizás mañana tengas entrenamiento y eso de ir adolorido por no dormir cómo se debe, no está bien, Wakatoshi-kun. Uno cómo quiera…

—     Desde que estábamos platicando en el bar, tengo una duda, ¿Qué te hace pensar que eres un personaje secundario? — cómo siempre, algunas preguntas serias de Wakatoshi salían cuando Satori menos lo esperaba. A veces parecían un balde de agua helada con hielos cayendo desde un 1er piso.

—     Contigo sé que puedo ser sincero… pero, es que tengo algo de miedo por mi estúpida elección de carrera, creo que no logaré nada…

Satori levantaba su mirada y veía bastante cerca el ceño fruncido del más alto, esto hacia que el pelirrojo se sorprendiera y asustara un poco.

—     ¿Recuerdas qué es aquello que más me molesta de las personas? La falta de confianza en sí mismos. Durante el tiempo que estuvimos en el equipo de Shiratorizawa, tú nunca mostraste esa debilidad, no dudabas ni un segundo para bloquear al enemigo, y acertabas cada vez más y más tus bloqueos, que aunque fuesen sólo una suposición, confiabas en que la pelota no pasaría de la red, y así marcaríamos un punto. Estoy seguro que por algo escogiste esa carrera, y que es una buena razón. Si el entrenador estuviera viéndote así, te pondría a correr 10 veces la cancha de futbol de la academia.

Los ojos color marrones de Ushijima miraban fijamente al pelirrojo, el cual soltando un pequeñísimo suspiro se ponía de pie para quedar a la par del más alto.

—     Sí, lo recuerdo muy bien. Y en serio Wakatoshi, hasta para dar ánimos eres un buenazo. Creo que debo de aprender más de ti y por cierto, ¿¡Por qué me haces esto!? — gritaba mientras recargaba su frente en el pecho del mayor.

—     ¿Hacer qué? No te he hecho nada.

—     Culparé al alcohol por todo lo que pase… — temblando un poco, Tendo clavaba su mirada en los ojos marrones de Wakatoshi y decía rápidamente: — Claro que me has hecho muchas cosas, Wakatoshi, me has ayudado demasiado. Con el simple hecho de quedarte en el almuerzo escuchando mis tonterías acerca de los mangas o animes que veía, me sentía más que acompañado, también tú fuiste una de las razones por las que le ponía tanto empeño a jugar volleyball, eras y eres como mi ídolo y el jugador perfecto, y de paso, no sabes lo feliz que era al ver que con alguna de mis tonterías, tu mirada estoica podía cambiar a una sutil sonrisa, y ese pequeñísimo detalle me hizo pensar, que quizás podría crear ese tipo sonrisas escuchando a otras personas o simplemente que si platicaba con ellas, podría saber el porqué de sus problemas y ayudarlos un poco… ¿Ves? Tú me has hecho tantas cosas y también me has hecho un mar de dopamina, serotonina y oxitocina, es decir, cada que estoy contigo, siento miles y miles de mariposas volando en mi estómago… en otras palabras, me gustas desde 3er año, Wakatoshi, y me gustas demasiado. —

El muchacho de cabellos castaños se quedaba sorprendido por todo lo que el pelirrojo acababa de decir de forma tan rápida. Entrecerrando los ojos, ladeaba su cabeza y decía:

—     ¿Te gusto?

—     Sí, sí, así como tus papás se gustaron y gracias a ello te procrearon, de ese gustar me refiero.

Después de unos segundos, el más alto se sonrojaba un poco y bajaba algo su mirada.

—     Pero recuerda que mis padres se divorciaron…

—     Si pudiese casarme contigo, nunca en mi vida me divorciaría de ti. Así de tanto es que me gustas… y odio sentirme así porque no quiero distanciarme más de lo que ya lo estamos.

—     ¿Y por qué habríamos de distanciarnos después de esto? Creo que no hay nada de malo… querer a una persona de esa forma, no es malo.

—     ¿Ah? — tratando de analizar las palabras de Wakatoshi, Tendo se quedaba unos instantes en silencio.

—     No le veo nada de malo.

—     Pero, ¿no te molesta que tu mejor amigo y sobre todo un hombre se haya enamorado de ti?

—     ¿Y por qué habría de molestarme? No me estás haciendo nada malo, creo. Y hablando de distanciarse, hubo ocasiones donde intenté mandarte mensaje, pero las tareas y trabajos no me dejaron… creo que se puede decir que también te extrañaba un poco más de lo usual…

—     De seguro extrañas a todos, no sólo a mí.

—     No, a veces me topo con Eita o con otros por la ciudad, convivo con algunos capitanes de otros equipos, pero no es lo mismo. Sentía que algo me faltaba, y quizás eras tú lo que me faltaba.

—     ¿Yo? Si tu concepto de extrañarme es que siempre estaba pegado a ti… ¡Perdón por ser un parásito!

—     No me refiero a eso, sentía cierta ¿nostalgia? Cada que veía una Shounen Jump o veía algún comercial de x’s anime, me acordaba de ti y sentía que me hacías falta.

—     Oh shit, no digas ese tipo de cosas, que harás ponerme del mismo color de mi cabello. — decía Tendo conteniéndose todas las ganas que tenía por abrazarlo.

—     ¿Está mal que sienta que me faltas?

—     No, no, al contrario, me hace sentir mejor eso… y perdóname también por huir tan cobardemente y evitar mandarte un mensaje con el pretexto de que estarías haciendo algo más importante que leer mis tonterías.

—     Extraño leer tus tonterías.

—     Ay, ¿ves? Por ese tipo de cosas, es que me gustas. Y al diablo… ya dije que culpo al alcohol por todo lo sucedido. — acercándose un poco más, Tendo abrazaba lentamente el cuerpo de Ushijima, posando su cara en el pecho del más alto.

—     ¿Por qué el abrazo?

—     Porque ya te dije que me gustas, de por sí no asimilo el hecho de que te lo haya confesado de esta forma… y tampoco asimilo el hecho de que hayas dicho que no estaba mal que te quisiera.

—     No me desagrada, sólo que es la primera vez que siento cómo un vacío en el estómago cuando me lo dicen. Pero estoy seguro de que no es malo lo que sientes. Si me pongo a analizar un poco las cosas, creo que desde la preparatoria, tú también me provocabas lo mismo que yo te provoco, pero se lo adjudicaba al estrés de los partidos,

—     ¿Entonces eso quiere decir que…?

—     Si lo ponemos en términos tuyos: también me gustas, Satori, aunque no puedo decir con exactitud desde cuando.

El pelirrojo soltaba un gritito de felicidad y sorpresa, pero no quería dejar de abrazar al chico de tez más morena.

—     Un manga shoujo se queda corto con todo esto.

—     En los mangas shoujo que me prestabas, siempre había un beso después de las confesiones… ¿Te debería de besar?

—     ¡AY, POR TODOS LOS DIOSES! — sonrojándose más de lo habitual, Satori restregaba su cabeza en el pecho de Ushijima.

—     Dices que un manga shoujo se queda corto ¿no? Podemos superarlo si te beso.

—     A veces te tomas las cosas tan en serio… y por eso me encantas. —

Levantando su cabeza y poniéndose levemente de puntillas, Tendo cerraba sus ojos para sentir cómo los labios gruesos y algo resecos de Wakatoshi se posaban suavemente contra los suyos y después de unos instantes, ambos se separaban, teniendo sus mejillas más rojas que un jitomate.

—     No pensé que mi primer beso fuese… así de piquito.

—     ¿Hay otras formas de besar? ¿Qué no sólo conectan sus labios y ya?

—     ¡WA-WAKATOSHI-K-KUN! ¡MEJOR VAYÁMONOS A DORMIR QUE NO QUIERO ACABAR COMO UN MANGA YAOI!

—     De esos no me has prestado, ¿De qué se tratan?

—     Esos te los prestaré después de que tengamos 6 meses de novios, ahorita quédate con el shoujo y el shounen, podría considerar el shounen ai, pero ya veremos.

—     ¿Entonces, ya somos novios?

—     Pues… si tú quieres, yo feliz de llegar el lunes a clases diciendo que de algo sirvió esa estúpida cita grupal.

—     Hmm, entonces no veo el por qué no podemos empezar a ser novios.

—     ¡Ay, eres tan puro!

—     Satori… Gracias por decirme que te he inspirado hasta el punto de querer ayudar a los demás. Pero prométeme no sentirte cómo un personaje secundario, yo sé que puedes llegar a ser cómo los protagonistas de tus mangas favoritos.

—     De verdad, no me puedes gustar más porque no se puede. — tomando de la mano al mayor, Satori sonreía ampliamente mientras lo besaba en una mejilla.

Notas finales:

¡AAAAAAAAAAAHHH! -inserten chillidos de Chewbacca emocionado- ¡No saben cómo me super fangirlee escribiendo de estos dos! ;; Siento que esta ship es del tipo de relación que se llega a complementar tan perfecto xD a parte, me gusta escribir sobre relaciones así ;u; 
Espero que no me hayan salido muy OoC, y si fue así, por favor, ¡Déjenme sus comentarios y/o sugerencias!

Planeo escribir más de estos dos XD y en un futuro, escribir por fin un TodoDeku :'v y también un KiriBaku.

¡Muchas gracias por leerme!

 


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