Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi último Cielo por BeautifulDerangement

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

El fic está narrado desde el punto de vista de Aoi.

"Mi último Cielo", fue el libro que escribí después de enterarme que tenía una enfermedad terminal.

Mi pasatiempo favorito es escribir... Escribir, leer, imaginar, fantasear e intentar vivir miles de millones de vidas en una. Porque, ¿sabes? Escribir es crear vida a partir de tu imaginación.

Y vida es justamente lo que me va a faltar en unos meses.

Los doctores dicen que me queda poco tiempo, y aunque no me creas, no estoy triste. Sé que todo el mundo se pone melancólico y depresivo cuando sabe que va a morir, pero yo no soy todo el mundo, y además no me puedo permitir estar triste por lo inevitable.

Aún así, no sé qué hacer: ¿Debo esperar el momento de mi fin sentado, disfrutando de las comodidades de mi casa, o tengo que vivir estos últimos momentos al máximo?

No te quiero quemar el cerebro con mis inquietudes, pero... Siempre me he preguntado cuál es el propósito de vivir y qué hay después de esto. Qué hay más allá... ¿Habrá otra vida? ¿Reencarnamos? ¿Nos quedamos en un punto intermedio, entre el cielo y la tierra? ¿Vamos al infierno? ¿O será que no hay nada más?
Sé que no hay ser que pueda decir con precisión lo que ocurre cuando estás en el otro lado, pero a veces es un poco inevitable cuestionarte el por qué de tu existencia y qué pasa cuando te mueres.

Si yo pudiera, juro que te lo diría.

Y, como no te quiero aburrir con mis tonterías, voy a contarte un poco sobre mí. ¿Sabes mi edad? Tengo apenas treinta. ¿Te parezco joven para morir? Sé tu respuesta, pero no me la digas.
Ah, además estoy soltero. No creas que soy un solterón porque quiero, sino porque soy un hombre ocupado intentando alimentar a las mentes intelectuales con mis novelas.

Bueno, voy a contarte qué estoy haciendo. Como siempre y de costumbre, me encuentro escribiendo en mi estudio de la editorial Disorder Heaven. ¿Te parece un poco extravagante el nombre? Bueno, a mí me gusta, y además el dueño es uno de mis mejores amigos.

Ya es mi hora de salir, así que aprovecho el horario nocturno para ir a comprar café al Starbucks. Quizás sea más fácil redactar algo con un poco de café en el cuerpo; tranquilo, ordenado y con la mente despejada.
Contemplo por la ventana el anochecer, y esto me trae recuerdos de mi infancia, cuando me quedaba con mi mejor amigo mirando estrellas y contando historias. ¿Puedes creer que han pasado tantos años desde aquel entonces?

Una jovencita me saca de mis pensamientos, me saluda mientras me alcanza uno de mis recientes libros publicados, pidiéndome un autógrafo. Se lo firmo y ella, contenta, se va. Me alegra saber que soy capaz de hacer sonreír a alguien.

Aprovechando la interrupción, decido terminar un capítulo más e irme a casa. Mi Último Cielo está hasta la mitad y espero me alcance el tiempo para terminarlo.

Cuando hablo de tiempo, hablo de vida.

¿Acaso no puedo quitarme de la cabeza la idea de que voy a morir pronto? Sé que dije que no estoy triste, pero... Pienso que es una lástima que tenga que irme de tan maravilloso y a la vez horrible mundo.
Espera, me he puesto profundo así que voy a soltarte algo que me está llegando al alma:

¿Sabes por qué el mundo es maravilloso? Aquí puedes amar, sonreír, cantar, bailar, expresar todo sentimiento que tu corazón sienta y tu mente perciba; aquí puedes llorar, odiar, herir y ser herido, tener malos pensamientos, dolores, terribles agonías que acaban por llevarte al más profundo de los infiernos. En este mundo puedes profesar la paz como la guerra; puedes cambiar el día a una persona mostrando una sonrisa, una lágrima o simplemente un rostro inexpresivo e indiferente.

¿Te das cuenta lo increíble que es sentir, vivir, pensar, hacer, crear, y todas esas cosas que pasan desapercibidas en el ajetreo del día a día?

Miles y millones de personas en este mundo viven el día a día como si nada, así como lo vivía yo antes de enterarme de esta terrible enfermedad que se está llevando mi vitalidad de a poco. Pero ellos no saben lo que es tener los días, las horas, los minutos, los segundos ya contados. No saben lo bella que es la vida. Como dice la frase: No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Quizás te sientas identificado con esto: Mucha gente sale de casa diciendo "vuelvo temprano", o sin decir ni una palabra, y no vuelven jamás. Se van de aquí sin despedirse, sin decir lo que debían o querían decir. Sin expresar sus sentimientos a sus seres más queridos, sin haber pronunciado nunca un "Te quiero". He pensado noches enteras en esto, en lo que tenemos y en lo que podemos perder en una milésima de segundo.

La muerte a veces es inesperada, así que, como dice esa otra famosa frase:

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

No creas que te estoy dando una lección de vida. Para nada, pero sólo quiero que pienses en lo que realmente quieres en la vida. Haz lo que te guste, di lo que sientes, exprésate sin miedos. Te lo digo yo, que estoy a punto de irme de aquí.

¿Sabes? No hay día en el que no le diga a Maki, la mujer que me crió, que la quiero como a una madre. No hay día en el que no le diga a mi mejor amigo que lo quiero como a un hermano; no hay día en el que no agradezca a la vida haberme puesto en el camino personas tan maravillosas. Y haberme dado el don de la escritura, para expresar en letras lo que a veces mi voz no alcanza a decir.

¿Quieres que te diga otra cosa? Sigue adelante, aunque pienses que tu vida es un asco o estás viviendo una mentira. Hasta el ser más desgraciado debería seguir. Porque, aunque sea todo una terrible mierda, aunque nos duela, aunque sea difícil, tenemos una misión que cumplir aquí.

Lo siento, estuve volando con las letras. ¿Has captado lo que quise decir?

( . . . )

Ya estoy en casa, casi me atrapa la lluvia. Al abrir la puerta encuentro a mi ansiosa madre esperándome. Lleva una caja roja en la mano y me llama la atención. Tal vez sea un regalo.

Ella me saluda y me entrega la caja, notificándome que alguien había dejado eso fuera de casa mientras ella no estaba. Sé que suena un poquito raro, pero la curiosidad me está matando. ¿Y si es algo malo? ¿Y si adentro hay...? No sé, ¿una bomba?
Le pregunto quién la trajo y me responde que no sabe. ¡Claro que no sabe, si no estaba en casa! ¿Es que yo soy tonto o qué?

Me voy a mi cuarto y abro la caja con cuidado. Si te soy sincero, espero no sea una bomba, porque aún me faltan unos meses para morir.

Pero, lejos de ser un explosivo, adentro de la caja hay un papel.

 

"El color rojo está ligado al amor.

Para mí el color rojo representa la vida.

La vida cambia de un momento a otro. El amor también cambia...

Se transforma, forma y deforma.

¿Crees que el amor en todas sus formas es real?

T.K."

 

¿Qué es esto? ¿Quién es T.K. Y por qué me ha enviado tal cosa?

Bajo las escaleras y le pregunto a Maki, por segunda vez, si sabe quién ha traído esto. Ella no sabe, pero dice que tal vez sea alguna lectora.
¿Por qué alguien me preguntaría si creo en el amor? Claro que sí. El amor en todas sus formas es real, hermoso y puro.
Tengo muchas dudas, pero me voy a dormir. Mañana será un nuevo día.

( . . . )

Una semana después, mi madre entra a mi cuarto, dejándome como siempre una taza de café, y la veo pensativa. Le pregunto qué pasa y me avisa que esta mañana ha aparecido otra caja firmada por T.K.
Esta vez es una preciosa caja naranja decorada con un moño. Ella me la deja en la cama y dice que tiene que ir a limpiar, por lo que me deja solo para explorar mi nuevo regalo. La carta, escrita con una letra preciosa, dice:

"El amor no es blanco y negro.

Eso a lo que yo llamo amor pasa por un espectro de colores tan amplio, que podría estar representado por un arco iris.

Míralo en el cielo.

Hoy mi color para ti es el naranja, que representa la salud.

T.K."

 

Por primera vez desde que me desperté, me doy cuenta de que el cielo está un poco despejado, pero no ha parado de llover. Me acerco a la ventana, el sol se cuela entre algunas nubes y efectivamente crea un arco iris. ¿Quién es capaz de escribir esto y por qué me lo está enviando?
T.K... ¿Por qué sólo me da sus iniciales? ¿Cómo es que sabe donde vivo?

Necesito saber quién es y su propósito, pero creo que estoy comenzando a obsesionarme un poquito con esto, por lo que decido dejar -por ahora- de darle vueltas al asunto y desayunar.

Pasada la mañana, me arreglo como de costumbre y salgo para el estudio, no sin antes saludar a mi mamá. Ya hablé sobre eso de saludar y despedirte. Yo lo hago porque no sé si voy a morir ahora o en un par de meses como dijeron los doctores. Pero tú hazlo porque te sale del alma, no porque yo te lo diga.

Las horas pasan rápido en el trabajo. Cuando salgo, tomo el tren de vuelta a casa. Al ser de noche, la gente no está tan amontonada y se puede disfrutar del viaje... ¡Las horas pico son horribles!
Al bajar del tren, camino unas cuántas manzanas hasta mi casa. Ahora que la veo de lejos, es como una pequeña cabaña.

A la gente que vive a los alrededores le parece extraño que me guste vivir aquí, porque dicen que puedo permitirme algo más grande. A mi parecer, la casa es linda; tiene un ambiente pequeño, agradable y hogareño; y es la inspiración perfecta para el romanticismo, el drama, la pasión, y todas esas cosas que adoro plasmar en mis novelas.

Abro la puerta y mi madre, emocionada, me cuenta que ha visto a T.K. esta tarde. Siento que el corazón se me va a salir del pecho y va a dar volteretas cual acróbata. ¡Mi madre vio a quien me manda las notas!

Las primeras preguntas que me salen son sobre su físico. Necesito hacerme una imagen mental de esta persona para comenzar a armar el rompecabezas, tal vez le conozco de algún lugar y no lo recuerdo. Quién sabe, tal vez sea sólo alguna lectora que nunca he visto en la vida.
Según mi madre, T.K. lleva el cabello un poco largo, ojos pequeños; es alta y estilizada, pero... Algo me inquieta. Ella dice que no ha podido distinguir si es hombre o mujer, y que no se animó a preguntarle eso porque quizás lo tomaría a mal y quién sabe...

Disculpa, sé lo que estás pensando... ¡Tan binaria mi madre!

Sigue describiendo a T.K., contando que su voz es un poco masculina, pero que tiene los rasgos de una linda muchacha, prosiguiendo con un "¡De verdad es adorable!" y una sonrisa de oreja a oreja.
No conozco a T.K., pero que a mi madre le agrade ya me hace quererle. Y me sorprendo cuando recibo otra caja.

Amarilla.

Agarro la pequeña cajita, y voy directo a mi cuarto.

Dejo mis cosas a un lado y pongo toda mi atención al objeto. Lo abro, encontrándome nuevamente con una nota dentro.

 

"El amarillo representa la luz del sol. La luz que nos hace vivir día a día. Ahora quiero darte un poco de luz para aclarar tus ideas.

Te contaré que tuve un pequeño sueño por la noche en donde aparecías tú. No entraré en detalles porque no recuerdo mucho, pero desperté con muchas ansias de saber cómo te encuentras, y por eso te visité.

¿Te parece un poco precipitado? A mi también.

Quiero que me conozcas, pero el destino no nos cruza por ahora.

Dije que venía a darte un poco de luz, así que encuéntrame dentro de una semana en la dirección que te he adjuntado en la caja.

T.K."

 

Un mundo de incógnitas... En eso se ha convertido mi cabeza.
Aún no logro procesar la información... ¿Que soñó conmigo? Estoy... ¿Cómo estoy? ¿Cómo me puedo sentir con todas estas preguntas que tengo dando vueltas en mi mente?

Corro a la planta baja y bombardeo a preguntas a mi madre. Ella, que ha visto a esta persona, me pide que me calme y me recuerda que es pintora, así que va a hacerme un dibujo de T.K.
¡Voy a tener un dibujo y por fin voy a saber quién es!

Una hora después, por fin puedo ver quién es. No la conozco de ningún lado. Tiene unos ojos dulces, pequeños... Mi madre dice que son de un color castaño claro, tan claro que llega a compararse con la miel.


¿De verdad T.K. es así?

Mi madre se ríe divertida mientras yo solo contemplo tal obra de arte, deleitando mi mirada con tremenda hermosura que se halla plasmada en papel. ¡Cuánta perfección y yo aquí de idiota sin hacer nada por conocerla!

Ahora creo que tengo una nueva inspiración, alguien que realmente hará volar mi imaginación y convertirá todo mi mundo con su incomparable belleza... Aunque por ahora sólo sea un dibujo.
Cuando le vea, ¿qué voy a hacer? Estoy seguro que quiero besarle, y quiero mirar sus deliciosos rasgos hasta que se me vaya la vida.

Ahora que lo pienso, ni siquiera sé su nombre, su edad, su sexo o algo. Sólo tengo un dibujo y unas siglas. Pero me encanta el hecho de que T.K. se interese en mí como lo yo estoy ahora en ella, o él... O lo que sea. Pero no me interesa sólo por su belleza, sino por aquel encanto tan misterioso que se halla en sus cartas.

La semana siguiente fui al lugar en donde se supone que debía encontrarle, pero lo único que conseguí fue otra de esas cajas que me vuelven loco.

 

"En el espectro de colores del amor, también existe el verde.

Es un color que representa muchas cosas. La gente suele asociarlo con la esperanza, yo lo relaciono con la naturaleza.

¿Sabías que el amor puede cambiar con el tiempo, pero jamás desaparece?

Quizás, luego de la muerte, el amor es lo único que aún sigue vivo. Tal vez la esperanza también.

No me has encontrado hoy, pero probablemente lo hagas la semana siguiente.

Ten esperanza, y sonríe.

T.K."

 

¿Sabes qué es lo más loco de todo? Que me tiene totalmente intrigado. Sé que cualquiera en mi situación debería de tener miedo porque alguien anónimo le da notas, pero estoy... Estoy encontrando algo en medio de esto que me divierte. Aún así estoy intentando pensar en esto de los colores, porque no lo he captado aún y estoy seguro que debe tener algún significado.

( . . . )


Aquí estoy de nuevo. Dos meses después, a punto de terminar Mi Último Cielo.

Te contaré que T.K ha enviado una caja por mes, y a pesar del tiempo aún no sé quién es y qué es lo que busca. No me malinterpretes, me maravilla lo que escribe, pero a mí se me va el tiempo y no quiero irme sin conocerle.
No sé nada de esta persona, y a pesar de todo, me tiene pensando constantemente en ella. Tal vez a esto se refería cuando dijo que el amor no tiene forma, es algo que sientes aún cuando no sabes hacia quién lo sientes. Suena ilógico pero es así. Quizás algún día a ti te suceda y puedas entenderme.

¿Crees que es imposible enamorarse de una persona sin conocerla? ¿Sin saber siquiera su nombre? Te digo yo que es posible, lo puedo comprobar, aunque no podría decirte exactamente que estoy enamorado de alguien, sino de algo.
Me enamoré de sus palabras. De sus cartas. Quizás cuando le tenga frente a frente pueda decir que me he enamorado de ella, él o lo que fuera.

Ahora mismo no me importa estar en una cama, haciendo reposo. Tengo un objetivo y ése es conocer a T.K. En mi última carta le conté sobre mi estado, supongo que luego de leerla no quiso saber nada más de mí, porque no ha respondido en una semana. No me importa, ahora sólo quiero levantarme y correr a donde sea que esté, y pedirle que se quede a mi lado hasta cerrar los ojos para siempre.

Una punzada de dolor me atraviesa, cruda y certera, la columna. Está bien, he lidiado con esto desde hace un mes. Puedo levantarme y correr lejos, sé que puedo.

El dolor es parte de la vida, me haría peor el no poder sentirlo.

Sin embargo, estoy muy débil y no tardo en caer al suelo. Estoy lo suficientemente cansado como para continuar, pero quiero y necesito seguir.

Encontrar a T.K. Debo hacerlo.

Levántate y sigue, incluso cuando creas no tener más fuerzas para hacerlo. Ese es mi lema.
Pero no sé por qué no puedo reaccionar. Tal vez, sólo tal vez, éste es el final.

( . . . )


Siento aroma a café, típico de la mañana. Escucho una voz susurrando algo, pero no la reconozco. ¿Ver? Pues no puedo abrir los ojos, me pesan. Quiero responder, pero tengo la boca seca.
Hay algo en esa voz que me inquieta y me despierta. ¿Quién es?

—... Las cajas representan al arcoíris. Cada color tiene su significado, pero todas juntas forman la vida.

Es... Es T.K.

— Sé que te irás. Lo supe desde siempre. Nunca nos hemos visto, aún así nos conocemos más de lo que podríamos imaginar. Soy parte de ti, como tú lo eres de mí; la otra mitad. Sé que puedes escucharme, así que, si vas a irte ahora, lo entenderé... Sólo quiero que abras tus ojos y me mires; mírame, di tus últimas palabras, pide tu último deseo. Prometo que te encontraré en donde sea que estés, y estaremos juntos toda la eternidad, si es que existe —susurra suavemente—. Si haz de reencarnar, quiero reencarnar como tu compañero también; si vas al paraíso, quiero que seas el ángel que me guíe hasta allí. Si vas al infierno, pues acepto el quemarnos juntos. No importa adónde vayas, siempre querré estar contigo.

Abro los ojos lentamente, conmovido por esas palabras. Ahogándome en ellas.

Sus ojos pequeños me miran, tan cálidos, de ese color tan espeso como la miel, empalagosos, llenos de amor. No hace falta preguntar quién es, porque todo mi ser lo reconoce.

Reconozco sus labios suaves, curvados y carnosos como si los hubiese besado en mis vidas pasadas. Su nariz bonita resalta su belleza; cada pequeño rasgo parece dibujado con la pluma de la perfección.

Los cabellos castaños adornan su rostro pálido. No puedo desviar la mirada porque me tiene atrapado. Es... Es angelical. Utópico. Increíble. ¿Es real?

Sus labios se juntan con los míos en un acto de pura adoración del uno hacia el otro, sin importar absolutamente nada más que nosotros dos. Nuestras almas, nuestros sentimientos. Nuestras palabras. Nuestro amor.

Es real.

Es poesía. Arte. Delirio. Fuego. Vehemencia.


¿Cuántas palabras podría usar un escritor para describir al amor más puro y visceral que existe?

Correspondo a su beso, llenándome de felicidad. Siento el alma feliz.

Soy feliz.


Y mi beso es la última despedida. Nuestro primer y último encuentro.

Mi último acto en este mundo. Mi último Cielo.

— Adiós, Takashima Kouyou. Te amo.

Yuu Shiroyama.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Puedes pasarte a leer mis otras obras en Wattpad :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).