Ya mero era el día, un día que cambiaría todo, ese día definitivamente será… el día que Spider-Man perderá su virginidad… ok no… bueno talvez si, si las cosas fluyen pueda que si o sufriría la ira de su… muy pronto… Spidey. Eso no quería Deadpool (aunque le gustará que lo golpeara, todo un masoquista), si el corazón del mercenario le pertenecía al superhéroe arácnido. Mañana sería el día que lo conquistaría y tendría que hacer algo para impresionarlo, pero que…
-Que tal un festín de Hot Cakes~
-Más bien ponte Hot Cakes en forma de corazón en tus musculosos pectorales y en tu Deadpoolcín y con fresas cubiertas de chocolates pa´ amarrar.
-No suena tan mal la idea. – Decía el mercenario, mientras esquivaba balas y disparaba contra hombres corpulentos. - ¿Eso no lo hice la semana pasada? – Paró por un momento y puso su mano en su mentón en modo pensativo mientras los cuerpos de los hombres caían al suelo.
-Oh, tienes razón~
-Te lanzó tan lejos, que tuviste que regresar desnudo comiendo los Hot Cakes.
-Bueno esta vez tiene que ser algo lindo como... – Deadpool no termino la frase, un quejido lo interrumpió, volteo atrás y vio que no mató a uno de los hombres que estaba peleando hace un momento. – ¡Santos recórcholis Batman! eres de acero como Superman, te di más de 30 balas y sigues vivo. – Antes de sacar su pistola, el muy desgraciado tenía un aparato con un botón rojo. - ¡Santa Madre de las Chimichangas!
Deadpool corrió hacia la ventana del edificio, el hombre tenía en su pecho una bomba y apretó el botón, el mercenario salto sin pensarlo.
-I belive I can fly~ - Cantó Deadpool mientras flotaba en el aire.
-Wade fue una explosión pequeña. Además, no puedes volar.
-¡Tarado te hubieras escondido atrás de los muros que son de acero!
-Aaa pues si veda. – Se quedo en el aire, miro abajo y empezó a caer, gritando como Goofy. Un gran estruendo se escuchó abajo, múltiples huesos rotos y sangre por todos lados… si, tardaría en recuperarse. Si tan solo no hubiera saltado de un edificio de quinientos metros.
Al día siguiente, Spider-Man se columpiaba entre los edificios de Nueva York, aterrizó en un edificio alto en donde podía contemplar la ciudad. La noche era tranquila no había tantos crímenes, uno que otros robos, pero nada amenazante. Su sentido arácnido le advirtió una presencia, pero sabia quien era. Llevo una mano hacía su rostro y dio un gran suspiro.
-3… 2… 1. – Contó el Hombre Araña en un susurro.
-¡SPIDEY BABY! – Gritó el mercenario rojo, traía consigo cosas en sus brazos. A veces pensaba Peter como le hacía para aparecer de la nada.
Peter le iba decir algo, pero sus palabras murieron en su boca, Wade estaba parado con los típicos regalos de pareja; un ramo de rosas, chocolates en forma de corazón y un oso de peluche, lo único diferente era que, en vez de un oso, tenía un pikachu con traje de Deadpool.
-¡Para ti mi dulce Baby Boy! – Dijo Wade entregando los regalos a Peter.
Peter se quedo parado sin decir nada, no se esperaba de Wade tales regalos, es un toque lindo. Que bueno que tenía su máscara porque su rostro empezó a ponerse colorado. Puede que Deadpool sea inestable, pero en los últimos meses de convivir con el mercenario, se dio cuenta que puede ser encantador, bajo su máscara apareció una sonrisa.
-Changos, no dice nada ¿no le gustó?
-Te dije que en vez de Pikachu hubiera sido un Totoro – Deadpool.
-¿No te gustaron? – Dijo con un puchero y un aura depresiva lo rodeaba.
Peter caminaba lentamente hacia Wade, tomo las cosas con suavidad. Deadpool se puso feliz. Peter levanto un poco su máscara, abrió la caja de chocolates y como si fuera un labial delineo sus labios y coloco el chocolate en sus dientes, levanto la máscara de Deadpool mostrando sus labios, se acerco lentamente y deposito con cuidado el chocolate. Wade lo mordió y acto seguido Peter lo beso.
El beso fue algo dulce y atrevido. La mente de Deadpool estaba en blanco, no escuchaba sus voces, parecía que su mente se fue a otro lado. Cuando acabaron, Peter relamió sus labios saboreando los residuos del chocolate, se coloco otra vez la máscara.
-Nos vemos Wade y …gracias. - Se despidió Spider-Man y lanzó una telaraña y se fue de ahí dejando a Wade solo. Deadpool estaba de piedra, un gran sonrojo se apodero de él.
-¿Qué acaba de suceder? – Dijo bobamente con corazones que salían de él.