-Kachan… que demonios has hecho… fuiste tú… fuiste tú quien ha estado asesinando a las personas de este pueblo!, por qué kachan!?, que no ves que ese no es el mismo Kirishima que amaste?... Ese no es más que un monstruo!…
-cállate!!! No hables así de Eijiro!!!
Rugió el rubio enterrando el afilado cuchillo en el costado de Izuku, el cual soltó un alarido de dolor, mientras el pelirrojo se acercaba al ver brotar la sangre del cuerpo de Midoriya, lamiendo la herida.
-Kachan por favor no eres… no eres tu…… El Kachan que conozco nunca asesinaría gente inocente!!!... El Kachan que conozco es un verdadero héroe… Kirishima no querría esto… el no soportaría verte así…
Murmuro el peliverde logrando desatarse y asestando una fuerte patada al pelirrojo a pesar de la herida en su costado; arrojándolo al otro lado de la habitación, estrellando el enfermizo cuerpo contra la pared. El sonido de los huesos rompiéndose inundo el silencio de la noche y luego un gutural gemido que salía de los labios del monstruo.
Todo esto causando la suficiente distracción para capturar al rubio en el suelo bajo su cuerpo.
-Quiero de vuelta a Kachan! Quiero de vuelta a mi amigo.
-como te atreves…
La voz del rubio fue extrañamente calmada antes de sentir como el afilado cuchillo le atravesaba el pecho y los ojos de Izuku se ensancharon ante el dolor y la traición.
En qué momento Katsuki había recuperado el arma y como pudo ser tan estúpido de bajar la guardia así?
El rubio se alejó de Midoriya antes de que cayera al suelo una vez más.
Lágrimas corrieron por el rostro de Midoriya. Lo único que quería era salvar a su amigo pero había fallado, le había fallado a Kachan, le había fallado a Eijiro, le había fallado a todos….
-D… Deku… querías salvarlo… pero él ya estaba condenado… sin salvación… desde el momento en que decidió hacerme esto, desde el momento en que decidio convertirme en esto… y ahora también te ha condenado a ti… no te preocupes... te veremos de nuevo en el infierno…
Escuchó la seca y gutural voz del pelirrojo que parecía sacada del mismo inframundo, mientras este se arrastraba hacia el con el esfuerzo de un cuerpo completamente desfigurado, usando solo uno de sus brazos, mirándolo con sus ojos escarlatas muertos y entonces pudo sentir los afilados dientes se aferraran a su cuello, desgarrando la carne, despojándolo de su vida.
Lenta y agónicamente se ahogaba en su propia sangre, sangre la cual inundaba su rostro y su visión, sangre la cual se extendía por la habitación y por último todo fue negro.
La calma de la noche era interrumpida por los repugnantes sonidos en la habitación que provenían del pelirrojo desgarrando la carne y la sangre provenientes del cuerpo del peliverde que yacía inerte.
Katsuki simplemente levanto sus manos ensangrentadas hacia su rostro observándolas, comenzando a reír de forma histérica mientras a su lado, su amado pelirrojo se deleitaba con el chico de cabellos verdes.