Sientes que una luz molesta en tus ojos y los abres tratando de averiguar que era, intentas sentarte pero no lo logras, no estabas solo, Dirk tenia un brazo sobre ti, ahogas un grito porque no recuerdas haberte quedado dormido, pero te alegra no haber despertado solo, como muchos otros dias, mueves un poco el brazo de aquel chico logrando que se despierte.
—Disculpa si fue incómodo para ti que durmiera aquí, senti que no debia dejarte solo— solto sincero y directo, levantándose de la cama.
—No me molesta—sueltas sonrojado, maldición—no quería estar solo —le sonries suavemente, acomodandote para descansar otro momento.
—Hare algo de comer—dijo el mayor para desaparecer sin más.
Cierras los ojos tratando de olvidar toda la mierda del dia anterior, te sentias muy avergonzado de llorar hasta quedarte dormido y que Dirk te acompañara, admites que es algo lindo de su parte, sabias que el no era precisamente alguien cariñoso o solo con Dave no lo era. Estabas tan distraido pensando que no escuchaste todo el ruido proveniente de la sala, te asomas con cuidado y ves a Dave parado en la puerta con las manos alzadas y a Dirk apuntandole con una katana, algo que te resultaba familiar pero no dejaba de ser preocupante.
— ¿Qué haces aquí? —dices dirigiéndote a Dave.
—Venía a ver que estuvieses bien, también quería hablar contigo sobre lo que paso ayer—dijo tragando grueso.
—No tenemos nada que hablar, lo nuestro acabo—dices lo más firme que puedes, aunque duela.
—Juro que no hacíamos nada malo, John no puedes terminar conmgo, yo te amo—le oyes decir bajito.
—Ya vete Dave solo traes malditos problemas contigo—ves a Dave torcer su boca de frustracion pero no lo niega, dio media vuelta y se largó, te sientes aliviado.
—Gracias, no hubiese soportado hablar con él un segundo más—te dejas caer un silla y te escondes entre tus brazos.
Ninguno de los dos sentía ganas de conversar, solo se limitaban a comer en silencio, pero el silencio no era incomodo y pensaste que era extraño sentirse tan a gusto con alguien como él, con ese aire serio y peligroso, pero ahora sabias que tenia un lado amable. Seguías tan metido en tus pensamientos que notas que Dirk ya no estaba en la mesa, sino que estaba en la azotea. Subiste por la compuerta de la cocina y ahí lo viste, blandiendo su katana de forma elegante y meticulosa, como si fuese parte de el, le observas fijo, piensas en lo guapo que es.
—¿No estás cansado de solo mirarme?—exclama Dirk dándote la espalda.
—Como lo…Solo venía a preguntarte si me enseñarias un par de cosas—dices lo primero que se te ocurre.
—Claro, no hay problema, ten—te alcanza un katana y la sujetas inseguro.
Te enseña a sujetarla correctamente además de un par de movimientos simples, piensas que es un buen instructor pues sientes que ya lo dominas un poco. El propone un pequeño duelo, en el cual no duras mucho ya que en dos movimientos suyos tú ya te encontrabas en el suelo con la punta de la espada en tu garganta, era demasiado bueno y tu demasiado principiante. Te tiende una mano para ayudarte a levantarte dando por terminado el entrenamiento.
Muchas cosas rondan tu cabeza. Entran nuevamente al apartamento y te preguntas si Dirk sabía en lo que estaba su hermano o si el mismo estaba en algo parecido, siente la necesidad de preguntar pero lo dejaras para más tarde, no quieres atacarlo u ofenderlo.
—Sé que tienes un par de cosas que preguntar John—te sobresaltas al escucharle hablar de repente, ambos toman asiento en el sillón que se encontraba en su habitación.
— ¿Tu sabes de lo que hace Dave?…Quiero decir, en lo que “trabaja” —preguntas sin mirarlo a la cara.
—Lo sé, trabaja para Gamze en su pequeña mafia de transporte y venta de drogas, pero no puedo decirle nada, yo hice lo mismo que él en su momento y en cuanto pude abandone esa vida, al final, solo te arrebata todo lo que amas—sientes la tensión en el aire, ya no sientes ganas de preguntar nada más al respecto— me alegra que te mantuvieras al margen de eso John, fue lo correcto.
— ¿Y qué es lo que haces ahora? —preguntas para desviar un poco la conversación.
Dirk te conto que tiene un pequeño negocio online donde vende muñecos y que le va bastante bien, ahora que lo menciona tiene mucho de esos muñecos regados por la habitación, son un poco raros pero te causa gracia, por lo menos el disfrutaba de ello y eso estaba bien. Comenzaron a conversar cosas triviales hasta que cayó la noche. El mayor de los Strider te parece de lo más divertido, era más expresivo que Dave y eso te agradaba bastante.
Pidieron pizza y algo de beber para seguir con la diversión, vieron una película que querías ver con Dave hace un tiempo y que ahora ya no sería posible, te quedas pensativo con la pizza a medio camino de tu boca, ha pasado menos de un día que terminaron pero sientes que lo extrañas demasiado y odias ese sentimiento, después de verlo con otro aún tenía el descaro de aparecer para hablar, menudo idiota.
—John—susurra cerca de ti—no llores, estas mejor sin él.
Limpias tus lágrimas y le sueltas una mueca extraña que debería ser una sonrisa, ves que Dirk se quita las gafas lo que te deja en shock, nunca lo has visto sin ellas, sus ojos son tan hermosos, te sientes sonrojar y tus ganas de llorar se esfumaron, solo podías concentrarte en sus ojos anaranjados.
—Tú… ¿Por qué?
—Es una tontería pero senti la necesidad distraerte de tus malos pensamientos—suelta sin más, te apoyas en su hombro cerrando los ojos ya más relajado.
La habitación se encontraba en silencio, la película había terminado hace un buen rato pero ninguno se movía en absoluto, no sentías la necesidad de hacerlo, solo querías quedarte así un rato más, quieres imaginar que aquel hombro en el que estas apoyado es de Dave aunque sea una idea de lo más incorrecta, abrazas el brazo de Dirk con añoranza, aferrándote a él como si fuese a escapar en cualquier momento.
—Dave…—se te escapa en un susurro quedo.