Guerra de San Valentín Parte 2.
…El sonido de una silla arrastrándose hizo que Tori despertara de sus pensamientos, aún analizando en qué se había equivocado. Notó que el joven Chiaki estaba por irse, ¿ya era tan tarde?, ¿acaso acabó el trabajo tan rápido?
---¿ya terminaste?--- tratando de hablar un poco con él, preguntaba curioso y forzando un poco la voz, para sonar con más tacto, más dulce; sin embargo no obtuvo respuesta alguna, tan solo una mirada fría lo observó -¡Vaya que te esforzaste hoy, buen trabajo!- intentaba calmar el ambiente tenso que había entre ambos, pero no funcionó.
---Tsk, tonto--- murmuró Chiaki con una vaga mueca mientras desviaba la mirada. Tori se quedó ahí parado, como esperando que tarde o temprano le prestara atención, cosa que no ocurrió.
Chiaki caminó hacia la puerta tomando su maleta y guardando sus cosas con prisa. Caminaba por los pasillos iluminados apenas por el reflejo de la luna a través de las ventanas, ¡que rápido se había hecho de noche!
Su porte cambió, era más imponente y rápido al caminar. Salió de la editorial con la mente en blanco, no podía pensar más que en llegar a su casa y descansar de todo: del trabajo, de los mangas, de Tori…
Recorriendo las calles oscuras y vacías, tuvo cierta paz por un rato, hasta que algo lo interrumpió, o más bien “alguien”. Sintió como lo tomaron del brazo, con fuerza, con desesperación, para aferrarse a él, para no dejarlo irse…
--- ¡¿Yo-Yoshiyuki?!--- Hatori se desconectó por un instante cuando escuchó que por primera vez no lo había llamado por su nombre de pila. Ya era extraño y confuso que lo evitara, pero llegar a esto era sorpresivo y significaba que algo en verdad estaba mal, tal vez y no era suficiente con alcanzarlo del trabajo para que lo perdonara, quizás el enojo era demasiado; o a lo mejor estaba simplemente cansado.
---Yoshino, ¿por qué has estado evitándome todo este tiempo?, no lo comprendo…--- Se toca la cabeza con una mano y suspira--- Siento mucho lo que pasó ayer--- con un gesto suave se acercó más a Chiaki, y lo tomó entre sus brazos- Escucha, no entiendo la situación, explícame, ¿qué salió mal?--- Pero nuevamente no hubo respuesta--- ¡Chiaki!--- Con desesperación, apretó con más fuerza al chico; con un verdadero dolor clavándose en el pecho- ¡Dime algo!
Chiaki internamente sabía que Tori estaba poniéndose mal. No dudaba de su amor, pero quería en primer lugar una disculpa por desconfiar de él, y en segundo quería más afecto de su parte. Verlo triste, no era algo que quisiera para nada.--- “Creo que… el verlo así ya es prueba de que me ama y está arrepentido por lo de ayer. Tal vez… deba ya… ¿perdonarlo?”--- Pensó el joven.
Aún siendo abrazado desesperadamente por Hatori, Chiaki estuvo a punto de mover la boca, dispuesto a hacer las pases. Pero antes de poder articular palabra, se escuchó la voz del otro, la torpe voz del otro…
--- ¿Sabías que por el estado de las emociones puedes decaer en el trabajo?, la vida personal no se debe mezclar con lo que se tiene que hacer, sino no rendirás. Y recuerda que aún no haz entregado los story-books que…
---Y dale con el trabajo, ¿qué solo piensas en eso? “¡El mundo no se mueve entorno a documentos!, ¿Por qué el idiota de Tori nunca le da importancia a las cosas que de verdad valen la pena?”--- Pensó con gran molestia, zafándose de las manos de Hatori de una manera un poco brusca. Acomodó su camiseta, dio media vuelta y siguió su camino dispuesto a abandonar a su acompañante.
--- Yoshino, yo…--- Hatori no iba a dejar que se marchara. Esta vez si se había dado cuenta de cuál había sido su error y se arrepintió inmediatamente. Ya no iba a concentrarse en el trabajo, ahora solo pensaría en Chiaki, de otro modo no conseguiría la reconciliación. Así que se apresuró, no dejó que el chico avanzara mucho, lo alcanzó; lo envolvió en un abrazo, le dio media vuelta, tocó con cariño su mejilla acercándose cada vez más a él….
Pero el tan anhelado beso no sucedió, pues en un parpadeo una silueta pasó a lado de Hatori quien desorientadamente escuchó una maliciosa risita cerca de su oído. La fugaz presencia tomó la muñeca de Chiaki y en un movimiento rápido lo jaló, llevándolo con él. Y salieron corriendo dejando a Tori estupefacto, casi en shock, y completamente solo, abandonado.
--- ¿¡¡¡Y-Yuu?!!!!, ¿eres tú?-el editor Yanase volteó a ver a Chiaki sin dejar de correr, una sonrisa se dibujó en su rostro, provocando otra en él mismo.
---Ya estás bien, no te volverá a molestar--- sujetó con más fuerza su muñeca, hasta tomar su mano.
--- ¿A dónde me llevas?--- Preguntó casi sin aliento.
--- ¿A dónde más?, vamos a mi casa
---Ah, bueno. Está bien… espera… ¡¿qué?!
Por Jyoss y Luna.