Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ONE SHOT por Artemisa El Britannia

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas noches:

 

Conteste todos sus comentarios. 

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo 

Four Shot.

 

-          ¿Tu papá no dijo que ibas a bañarte? – preguntó Seto viendo a su hija escondida debajo de su escritorio jugando con muchos peluches y alumbrando ese pequeño espacio solo con una linterna de bolsillo que él siempre guardaba en su cajón.

-          Sí, pero no quiero – dijo con mucho cinismo y simpleza, ya que nada la iba a obligar a bañarse se había bañado ayer, no tenía que ser diario.

-          Cada día te vuelves más insolente – Seto tomó a su hija entre sus brazos y decidió que le ayudaría a su cachorro a tratar con tremendo dragón que les habían dado por hija.

-          Mi pa dice que me parezco a ti – Seto frunció el ceño pensando que su cachorro no era precisamente la mejor persona para decir eso tomando en cuenta el carácter que se cargaba – ¿dije algo malo? – como había fruncido el ceño la menor pensó que había dicho algo incorrecto que había hecho enojar a su padre.

-          No “pero voy a tener que hablar seriamente con ese perro”, hay que apurarnos a bañarte recuerda que mañana tu pa te quiere llevar al parque – esas palabras las escupió con todo el dolor de su corazón.

-          Cuando me llevó mi tío conocí a dos gemelos muy extraños, no sabían jugar en el parque así que tuve que enséñales para que no se aburrieran, además mi tío me prometió que cuidaría del pa de ellos, porque está muy triste – Seto se sorprendió que su hija mostrara interés de proteger algún otro ser humano no porque fuera mala, sino que había crecido en un habiente donde todo el mundo buscaba su propio beneficio a costo de destruir a cualquier persona, por esa razón su hija no parecía tener empatía por otro ser humano que no fuera de su familia.

-          Bueno es importante que hagas amigos, pero no olvides que no siempre podrás verlos ya que tú vives muy lejos de donde ellos frecuentan estar – Seto aun no sabía cómo iba a abordar el tema de las clases sociales, si bien su hija entendía de economía no estaba seguro que entendiera su estilo de vida – ahora vamos a bañarte.

 

Al termina de dejar limpia a su hija le puso la pijama, la llevó a su cama a dormir y le empezó a leer un cuento que el tarado de Yugi Moto le había regalado en su cumpleaños número 4, desde que se la vivía excavando en Egipto se había vuelto el tío favorito de Musa, ya que siempre que regresaba a Domino le traía un libro, artefacto, suvenir o cualquier tarugada que encontraba interesante para que ella tuviera su propia colección de objetos raros, no le molestaba que le regalara cosas a su hija, le molestaba que su hija fuera tan amistosa con los tarados amigos de su esposo.

Su hija se quedó dormida casi de inmediato porque a pesar de no demostrarlo sabía que todos los días jugaba hasta el cansancio y si a eso se le sumaban todas las actividades extracurriculares que tenía era obvio que acabara muerta de cansancio, la dejó bien tapada y fue camino a su habitación a enseñarle a su esposo que él no era ningún insolente y obviamente sería con un castigo ejemplar.

 

-          ¿Qué te pasa Seto? – vio a su esposo entrar con el entrecejo fruncido y eso solo significaba problemas para él.

-          Así que soy un insolente – Joey dio un brinquito de susto porque jamás pensó que su esposo se enteraría de cómo lo llamaba en secreto, lo único que podía esperar era un castigo nivel Kaiba y esperar mañana poder caminar normal.

-          Ejem… rayos… - fue lo último que alcanzó a decir antes de sentir los labios de su marido sobre él absolviendo su alma.

 

Empezó a desnudar a su cachorro mientras mordía con ferocidad su cuello dejando la marca de sus dientes que seguramente se convertiría en un enorme moretón causando que su cachorro soltara un grito de dolor, terminó de desnudarlo y lo tiró sobre la cama de manera brusca causando que su cachorro lo volteara ver con fuego en sus ojos, no iba a dejar que Seto tuviera su venganza tan fácil, así se paró sobre la cama y se lanzó a sus brazos para besarlo con la misma intensidad que sus esposo lo había besado desde el inicio y entonces empezó a restregarse sobre él, sacándole gemidos entre el beso que lo hacían sentirse morir por que se le iba el aire de los pulmones por el beso y los gemidos exigían más oxígeno para poder salir.

 

Se separaron agitados por la falta de aire y Seto al ver ese fuego retador en su cachorro recordó porque se había enamorado de él, esa actitud que siempre le llevaba la contraría y no estaba satisfecho hasta que podía obtener la victoria sobre el castaño, volvió a colocar a su cachorro sobre la cama y empezó a desvestirse de manera rápida no iba a perder ningún round contra él, no en esta especialidad que era hacer que el contrario se muriera de placer.

Se colocó sobre su cachorro y empezó a dejar marcas de mordidas por todo su blanco torso, también lamiendo sus pezones y dejando chupetones a su paso al llegar a su miembro lo ingresó en su boca y empezó a succionarlo, Joey solo empezó a gemir de manera descontrolada, ya que amaba cuando su esposo empezaba de intensa para llenarlo de placer completamente, se dejó hacer y entonces Seto le abrió las piernas y se colocó en medio para empezar abrirse paso con su miembro a través de esa cavidad tan húmeda y deliciosa que tenía su cachorro.

Entró en la cavidad de su cachorro y empezó a sentir como su interior lo succionaba y estaba demasiado caliente, amaba esa manera tan cachonda de que su esposo le demostrara que estaba excitado, empezó a embestirlo de manera rápida y salvaje como le gustaba a Joey. Por su parte el rubio sentía que su cuerpo se volvía gelatina en los brazos del castaño que mientras lo embestía lo masturbaba y le mordía los pezones haciéndolo llegar a un orgasmo que parecía no detenerse porque seguía moviéndose en su interior logrando dar en el punto exacto donde olvidaba su nombre, lo hacía ver estrellas durante toda la actividad sexual no distinguiendo cuantos orgasmos tenía él antes de que su marido se corriera en su interior.

Las embestidas fueron rápidas en todo momento, su cachorro tenía las pupilas dilatadas por tanto placer y solo atinaba a arañarle la espalda, los costado y los brazos en demostración del placer del cual era víctima, al llegar ambos al orgasmo Seto callo sobre su cachorro y trato de recuperar el aire mientras lo hacía empezó a succionar el cuello de su esposo para dejar una marca aparatosa que estaba seguro que odiaría en la mañana y ese sería su castigo por llamarlo insolente, así ambos se rindieron a un sueño reparador por la reciente actividad física.

 

A la mañana siguiente.

 

Musa estaba más que emocionada, era un sábado donde su pa lo llevaría al parque junto a su tío, había rogado por horas que su padre también fuera, pero según su pa era demasiado llamativo y podría causar problemas así que por eso su padre no podía ir, todos se encontraban en la camioneta rumbo al parque y en esa ocasión Musa llevaba dos juguetes extras para poder jugar con los gemelos y así seguirles enseñando de que se trataba el parque.

Mokuba por su parte iba manejando, pero se podía notar en todos los poros de su piel que estaba transpirando ansiedad, quería ver al papá de los gemelos lo antes posible para confirmar que ya estaba mejor, había hecho su investigación en la mañana y se había dado cuenta que el primer deposito que se había hecho se había ocupado para pagar la renta del departamento donde vivían los 3 personajes indefensos, lo cual hacía sentirse más tranquilo porque mínimo ya no tendría que preocuparse por pagar la escuela y la renta podía pagarla con la beca y el demás dinero podría ocuparlo para darle una vida digna a sus hijos.

Al llegar al parque Musa bajo corriendo del carro y empezó a buscar a los gemelos para enseñarle los juguetes que había traído para ellos, Joey le gritaba que tuviera cuidado mientras apenas empezaba a bajar de la camioneta y Mokuba no sabía porque, pero no podía salir del carro, se sentía nervioso de toparse con el papá de los gemelos, la última vez había salido corriendo después de saber su nombre y ni siquiera se había presentado, abrió los ojos pensando ¿cómo le iba a decir que se llamaba Mokuba Kaiba?

Su cabeza dio de lleno en el volante de automóvil, no podía decirle que era un Kaiba porque si no sospecharía que él había intervenido en todo lo bueno que le había pasado, era más que obvio que el chico jamás había conocido la beca que daban a los estudiantes, si lo hubiera sabido habría hecho hasta lo imposible para conseguirla, pero al parecer se la vivía trabajando en el minisúper, vio por el retrovisor la tienda y se sonrojó de pensar que él estaba ahí esperando verlo llegar con Musa al parque, salió de sus pensamientos al oír que tocaban el vidrio del copiloto y al voltear vio a su cuñado sonriendo con emoción y señalando al joven de cabello negro que al parecer lo había ido a buscar.

Mokuba era un joven de 21 años a punto de graduarse de la universidad en la carrera de administración de empresas y a la vez de una ingeniería en sistemas, era el más listo de su clase, era director general del área informática, asesoraba al director del área de administración y también al director de contaduría, campeón internacional de ajedrez, duelo de monstruos, mua thai, karate, kendo y esgrima, era uno de los solteros más codiciados desde que su hermano se había casado, era la mano derecha de su hermano en la empresa y además sabía hablar en 5 idiomas diferentes, pero al ver la sonrisa más compuesta del joven pelinegro que esperaba a que bajara de la camioneta todo se borró de su cerebro, era la primera vez que una persona lograba hacerlo entrar en pánico de esa manera, no sabía qué hacer, había cerrado las puertas del auto por inercia evitando que su cuñado entrara para sacarlo a lo cual el rubio empezó a reírse a carcajadas suelta.

Después de 5 minutos tratando de evitar colapsar por estar hiperventilando salió de la camioneta y trato de caminar lo más normal posible hacía el joven que tenía una pequeña bolsa en sus manos, se veía desde lejos que había refrescos, al llegar a la altura de ambos padres a Mokuba se le había olvidado los 5 idiomas que había aprendido, ni siquiera estaba seguro de poder pronunciar bien el español, así que opto por solo sonreír evitando cualquier enunciado complejo para evitar que su lengua se trabara y así hacer el ridículo.

-          Perdona el atrevimiento, es que vi a Musa y quise pasar a saludar y agradecerte que ella sea tan linda con mis hijos – el pelinegro notaba los nervios del pelinegro a kilómetros que lo hacía lucir demasiado lindo e inocente a sus ojos, a pesar de que no era tan grande como el otro se sentía un anciano a su lado, además se podía dar cuenta que vivían vidas completamente diferentes, solo debía ver qué clase de carro manejaba para darse cuenta que no estaban al mismo nivel, volteo a ver al rubio que en esta ocasión lo había acompañado al parque y se dio cuenta de que era el papá de Musa, no se debía de ser muy listo para notarlo, la niña era su versión miniatura sólo que con el cabello más largo y los mismos ojos azules del menor, al pensar que posiblemente eran esposos un calambre le recorrió el estómago y pensó que no había sido lo correcto acercarse, podría malinterpretar las cosas y causarle problemas al menor.

-          Muchas gracias por el detalle – Joey hablo por Mokuba que había olvidado que debía respirar y eso le causo mucha gracia, le recordaba a él cuando se había dado cuenta de que estaba enamorado de Seto, había empezado a evitarlo a toda costa para evitar actuar como estúpido y sobre todo para evitar que lo viera sonrojarse mientras lo observaba caminando por la escuela – Mi nombre es Joey, él es Mokuba mi cuñado, seguro que te diste cuenta que Musa es mi hija, yo antes vivía por estos rumbos, en aquellos edificios – Joey empezó a cortar el ambiente tenso entre ambos ya que también el “hombre misterioso” como lo había apodado parecía algo dolido por su presencia y quería aclarar que no era pareja del menor.

-          Oh vaya, conozco esa zona… es algo peligrosa y está llena de gente problemática – se sonrojo al pensar que había llamado problemático al rubio que ahora hablaba de manera amistosa con él.

-          No estas nada alejado de la realidad, por mucho tiempo tuve que defenderme como si fuera un pandillero – sonrió al ver al chico tan tímido, lo empezó a analizar de mejor manera y se dio cuenta de que la ropa que traía no era precisamente la más nueva, su clavícula y sus dedos dejaban claro que no comía nada bien, a diferencia de sus hijos que se veían incluso más rellenitos que él, Joey entendió porque Musa quería ayudar a ese hombre misterioso, pero al ver la mirada de ese chico sabía que no la tendrían tan fácil se notaba que tenía un carácter fuerte, igual que toda la gente que vivía en esa zona, debía saber defenderse.

-          Lo bueno es que pudo salir de aquí, yo espero acabar pronto la universidad y así poder buscar un mejor lugar – el pelinegro volteó a ver a sus hijos y recordó lo mal que lo habían pasado, aún no podía creer que por fin la vida le sonriera un poco, ahora podía quitarse los dos problemas más grandes que tenía encima, solo faltaba arreglar sus deudas y podría salir a delante, pero con su sueldo iba a ser difícil a pesar de la ayuda de la beca que había recibido sin siquiera solicitarla, pensaba que alguno de sus maestros que sabía su precaria situación lo había inscrito a escondidas y por un milagro la había conseguido – sólo es cuestión de esperar un poco más.

Mokuba observó con la misma sonrisa nerviosa como se desarrollaban las cosas, al parecer ese chico aún tenía problemas financieros, no había investigado muy a fondo solo había leído lo importante ya que no quería ser como su hermano un acosador de primera, aún recordaba cuando su hermano se había dado cuenta de que se había enamorado de Joey, a pesar de que negaba que sentía algo por “ese perro callejero” siempre estaba al pendiente de él, en una ocasión mientras probaba la eficacia del sistema de seguridad de la empresa hakeando la misma encontró 1 carpeta con el nombre “Perro” y tenía absolutamente todo lo que hacía Joey a diario desde que salía de su casa, había fotos del mismo tomadas de manera infraganti y había una carpeta que había tardado horas en des encriptar pero en esa carpeta estaba el cómo Seto se había desecho de todos los novios del rubio o de aquellos que trataban de seducirlo, no quería llegar a ese punto, por lo cual solo leyó lo necesario y empezó a actuar, pero al parecer el acoso venía de familia y por primera vez quiso saberlo todo de una persona.

Fin.

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).