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ONE SHOT por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Buenas noticias, oficilamente acabe mi cuatrimestre, así que ya voy a hacer más historias, tengo varias en mente... bueno no miento, solo tengo una, pero va a estar de pelos, a palabras de mi hermana. 

El siguiente cápitulo es el último así que espero subirlo rápido, ya lo tengo adelantado... pero quiero que sea largo así que paciencia por favor. 

Perdonden la demora, no vuelve a pasar... al menos no hasta mis siguientes finales. 

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo. 

Nine Shot.

 

-          ¿Qué quieres qué? – Seto Kaiba estaba en la oficina que tenía en su casa leyendo unos documentos muy importantes y su pequeña hija había entrado para pedirle la cosa… más extraña que jamás en la vida pensó que le pediría.

-          Quiero adoptar a dos hermanitos para mí y su a papá para mí tío – Seto levantó la ceja dejando sus papeles de lado, quiso poner en orden las ideas de su hija en su cabeza, pero por más que pensaba a que se refería con eso su ardilla no parecía girar de la misma manera, ya que no entendía nada.

-          Musa, si los niños tienen papá no están en adopción – Kaiba se preguntaba si tenía que enseñarle a su joven hija de dónde venían los hermanitos, nunca pensó tener esa clase de charla tan pronto, tal vez debía llamar a Joey antes de que él dijera algo “insensible” que traumara a su hija e hiciera que su esposo lo dejara en abstinencia.

-          Sí eso es verdad, ¿por qué en los centros de adopción puedes adoptar a la mamá y a los cachorros juntos? – Musa refuto la lógica de su padre y la mando a volar con un home run del que Kaiba no sabía cómo recuperarse.

-          Musa, las personas no son perros, por eso la diferencia – Seto se masajeo el puente de la nariz y pensó que tal vez su hija sí se parecía mucho a él y por eso creía que las personas eran cosas que podías adquirir con solo pedirlo – ¿Quieres contarme que es lo que pasa? – Musa nunca le había pedido “un hermanito” siempre había jugado bien con Mokuba y con sus compañeros de la escuela, le había dado permiso de jugar con los hijos de la servidumbre por petición de Joey y aparte tenía 3 perros con los cuales podía descargar toda la energía que había heredado de su papá y ahora le pedía adoptar a dos niños con todo y su padre, si su hija le pedía ayuda era porque seguramente Joey ya le había dicho que no.

-          Tengo dos amigos en el parque y son muy tímidos, su pa es muy tierno parece un oso de peluche y a mi tío le gustaría apachurrarlo – Seto enarco de nuevo la ceja por como su hija relacionaba las palabras con las acciones, además verla sentada delante de él como si fuera uno de sus socios negociando le hacía sentir mucha ternura – mi pa dice que hace linda pareja, pero el pa de mis amigos dice que no y por eso mi tío esta triste… así que pensé que si los adoptamos no habría mayor problema, todos seríamos una hermosa familia feliz – Seto quedo impactado por la revelación, ¿cómo era posible que nadie le contara nada en esa familia?  

-          Deja que hable con tu pa… sobre la adopción – Muso frunció el ceño y se paró ofendida.

-          El no hará nada – el castaño pensó que su hija sería un serio problema cuando estuviera en la adolescencia, tenía un carácter firme como él y aparte tenía el espíritu rebelde de su esposo, eso era una bomba de tiempo que se acortaba a cada año que se acercaba a esa peligrosa edad, no termino con sus pensamientos cuando entro Joey y Mokuba a su oficina, ambos con una pícara sonrisa que lo hacía pensar que le pedirían algo igual o más absurdo que Musa.

-          No me digan, ¿quieren adoptar a un papá con sus hijos? – dijo con cierto sarcasmo mientras empezaba a acomodar sus papeles, ya que al parecer hoy no podría trabajar tranquilo.

-          ¿Cómo supiste? – Seto volteó a ver a su esposo y a su hermano pensando que era broma, pero al ver sus enormes sonrisas supo que al igual que su hija habían perdido un tornillo y ahora él era el único cuerdo en la casa, por su parte Musa se sintió feliz de que su pa y su tío al fin entraran en razón.  

-          ¿A caso todos perdieron la cabeza?  - Seto no podía creer que su esposo formara parte de los locos planes de su hija y que su hermano los apoyara en su locura.

-          Seto, sé que no es coherente lo que te decimos, pero quiero que nos escuches, esta es una decisión que debemos de tomar en familia – Kaiba se dispuso a escuchar las razones que tenían su esposo y su hermano para “adoptar” a una panda de desconocidos.

 

Mientras Mokuba le explicaba a su hermano todo lo relacionado a Ángelo, le enseño la información que había recolectado sobre él, mostrándole que era una buena persona que había tenido que sacrificar mucho para poder subsistir, también le enseño que estaba involucrado con una persona peligrosa y que hace 2 días se había enterado que tendría que moverse de ciudad ya que la policía estaba sobre el mafioso y estaba casi seguro que empezaría a cobrar sus deudas, entre ellas la que el pelinegro había acumulado por sus hijos.

Seto veía con inquietud que su hermano tenía los mismos malos hábitos que él, espiar a la persona que le gustaba y le hacía sentir algo incómodo, ya que se imaginaba que así se había visto él al momento de almacenar toda la información sobre Joey en los años que estuvo enamorado de él en secreto, dejando eso de lado revisó la información y se dio cuenta de que el chico que le gustaba era el mismo que había elegido para ser el acreedor de la beca de la Corporación Kaiba, además de que también él lo había investigado para poder robar su talento y usarlo en su empresa.

No había investigado tanto sobre el pelinegro, pero si lo había tenido en consideración para contratarlo cuando fuera becario, tal vez su hermano, esposo e hija no había perdido tanto la cabeza como había pensado, si bien no le iban a dar el mismo uso al chico ellos también habían notado que tenía potencial y que el que estuviera en la familia podría ser una inversión a largo plazo, su hija sería feliz, su esposo tendría con quien salir de vez en cuando, al fin su hermano tendría a alguien a quien querer y él podría tener al mejor de alumno de relaciones internacionales de la universidad de Domino, con el futuro “cuñado” podría ir a cerrar tratos en el extranjero y por lo que había leído en su expediente su habilidad para aprender idiomas sería algo en lo que definitivamente invertiría mucho dinero, un traductor era importante en todo momento.

 

-          Bien, adoptaremos a Ángelo y a sus hijos, pero si quiere demostrar que vale la pena deberá trabajar arduamente y demostrar que puede ser un Kaiba – Joey sabía que esas palabras solo eran una fachada para que su hija y Mokuba no consintieran a los nuevos miembros o acabarían siendo unos inútiles, a él siempre le había dicho “nos casaremos cuando estés a mi altura” al inicio le había molestado el comentario y había peleado mucho con Seto por eso, pero al final con tal de cerrarle la boca se había convertido en uno de los mejores fotógrafos a la edad más joven y de cierta manera se lo agradecía.

-          Veras que no te defraudara hermano – Mokuba estaba muy feliz porque su hermano había aceptado trae a Ángelo a la casa, para mantenerlo a salvo de todos aquellos que querían hacerle daño.

 

El domingo por la mañana se habían dedicado a acomodar todo lo necesario para la llegada de los nuevos miembros de la familia, Mokuba estaba practicando mentalmente el discurso para poder convencer al pelinegro mayor de que ellos podían estar juntos, pero de cierta manera sentía que la lógica no funcionaba en Ángelo, o al menos eso le había demostrado con todos los anteriores acontecimientos.

 Se sentía inseguro de ir al parque ya que se había ausentado por casi 3 semanas y ahora no sabía cómo enfrentar al pelinegro que tanto quería, solo por esa decidía no se había presentado desde temprano al parque y había decidido presentarse ante él hasta que terminara su turno en el trabajo.

Mokuba iba manejando y su hermano iba de copiloto revisando unos documentos de su trabajo, Joey y Musa iban en la parte de atrás jugando como siempre, Seto había decidido ir porque quería conocer en persona a su futuro cuñado, además Joey le había insistido que debía pasar más tiempo en familia, aún que tuviera que ponerse gorro y gafas oscuras para que nadie lo reconociera. El castaño por su parte pensaba que eso era lo más tonto del mundo, su 1.90 de altura no era precisamente algo que se escondiera debajo de un sombrero como si fuera el conejo de un mago y con esa altura su rostro resaltaría mucho lo cual no podrían ocultar con unas simples gafas.

Al llegar a la esquina del minisúper vieron salir a Ángelo de su turno como normalmente lo hacía y caminar hacia sus hijos, pero por la derecha una camioneta igual de blindada como la de ellos los rebaso de manera peligrosa llamando la atención de todos los pasajeros que iban con Mokuba, el castaño vio quien bajaba del auto blindado y reconoció de inmediato a Giovanni Cornioli, un hombre que se había posicionado rápidamente en los poderosos círculos de los negocios gracias a su trabajo, que prácticamente era deshacerse de la competencia de otros, él lo había visto en varias fiestas y sabía que muchos de sus enemigos desearían contratarlo para eliminarlo, pero era imposible para cualquier mortal tocar al castaño o a su familia. Mokuba entro en pánico porque sabía quién era y al parecer estaba intimidando al pelinegro mayor, lo cual hizo que todas las alarmas en su interior se encendieran.

 

-          Hermano, hay que salvarlos – ni siquiera estacionó bien la camioneta cuando ya se encontraba caminando hacia Ángelo de manera rápida para evitar que ese asqueroso hombre siguiera tocando a su futuro esposo.

-          Mokuba espera – Seto salió detrás de su hermano y Joey detrás de él, Seto no se había puesto su infalible disfraz para evitar ser reconocido, pero poco le importaba ya que sabía que sino intervenía ese matón le podría hacer algo terrible a su hermano, así que vio como Mokuba alejaba al pelinegro del mafioso, en algún momento su esposo se había adelantado para proteger a los hijos del hasta ahora desconocido novio de Mokuba y así que de dos pasos se colocó delante de su familia listo para protegerlos a toda costa – Giovanni, te molestaría no acercarte a mi cuñado – Seto Kaiba apareció frente a los ojos sorprendidos del mafioso que lo veían con sorpresa y hasta cierto punto asco.

-          Seto Kaiba – su nombre fue pronunciado con mucho enojo al verse interrumpido por el empresario, en muchos aspectos lo admiraba por sus logros, pero también sentía odio hacia su inmunidad para cualquier cosa, el castaño se había colocado en los círculos correctos y se había aliado con personas peligrosas, lo cual lo volvía intocable en muchos sentidos – me gustaría hacerte caso, pero tú “cuñado” me debe una suma de dinero significativa, así que no puedo alejarme de él por mucho que me lo pidas – vio como entraban los gemelos con un rubio que no había alcanzado a ver bien a la camioneta y el hermano del castaño también metía a su presa en la misma camioneta, la diferencia era que el pelinegro se había quedado afuera, como esperando intervenir en caso de que fuera necesario.

-          ¿Cuánto dinero te debe? – Giovanni, vio al castaño y frustrado supo que no importaba la cantidad que pidiera, podría pagarla sin ningún problema, pero también sabía que si aceptaba el dinero de Kaiba estaba sentenciado a no volverse a acercar a su presa, así que decidió aprovechar la situación y sacar su boleto de salida de Ciudad Domino.

-          Quiero uno de tus aviones privados y que me ayudes a salir de Domino – Kaiba solo hizo dos llamadas muy cortas y Giovanni le sonrió de manera sínica – gracias por el pago, espero no volver a vernos – Seto pensó lo mismo y solo se movió hacia su hermano, lo metió al asiento del copiloto y él empezó a manejar.

 

El silencio era incómodo para todos excepto para los tres niños que iban en la parte de atrás de la camioneta y parecían ignorar lo que pasaba delante, Kaiba se sentía molesto por ser cómplice en la fuga de un criminal, ahora debía de borrar cualquier evidencia que lo vinculara y adicional hablar con su contacto en la policía de Domino para que no lo involucraran en la investigación, además esperaba que nadie hubieran grabado su charla como Giovanni o sino tendría que hacer más movimientos de los que tenía en la mente.

Ángelo por su parte veía las similitudes entre ambos hermanos y entonces empezó a atar cabos en su cabeza, ahora sabía de donde le había llovido tanta buena suerte, Mokuba lo había sacado de varios líos justo en los momentos indicados, además ahora sabía que si le había ayudado estaba al tanto de su situación económica y que si lo había visto con Giovanni seguramente estaba al tanto de la relación que tenían y eso le hacía sentirse sucio, no podía verlo a los ojos ahora… ¿con qué cara iba a verlo después de que supiera que literalmente era una prostituta?, solo atino a agachar la cabeza y a soltar lágrimas en silencio, quería morirse en ese instante.

Joey por su parte no sabía que decir, todos estaban tan callados que tratar de romper el silencio era como tratar de romper un muro a puñetazos, solo podía ver a los mejores jugar y fingir que los estaba cuidando para no sentirse tan extraño, además sabía por la cara de Seto que ese mafioso seguramente le había causado problemas y eso era lo que más odiaba en el mundo, pero eso no le hacía arrepentirse de llevar a Ángelo a la casa, seguramente su marido pondría mala cara, pero acabaría por aceptarlo, volteo a ver al pelinegro mayor y vio sus lágrimas cayendo silenciosas en sus manos que sujetaban fuerte sus rodillas y que parecían temblar de miedo e impotencia, volteo a ver a Musa jugando con sus amigos y dejo que todo fluyera, Mokuba debía de intervenir, porque seguramente sería al único que escucharía en ese momento.  

Mokuba por su parte se encontraba viendo su tablet para averiguar lo que había pasado en las 3 semanas que se había ausentado de ver al pelinegro y se recriminaba una y otra vez no haber ido antes a arreglar las cosas, si hubiera decidido ir un día antes todo ese mal trago se hubiera evitado, Giovanni no hubiera intimidado a Ángelo, su hermano no habría tenido que sucumbir ante una escoria por bien de otros y los hijos del menor no habrían conocido la cara de la maldad, se sintió un completo inútil ¿así pretendía cuidar de su nueva familia?, cegado por la frustración arrojo la tablet al piso y la pisó con saña como queriendo matar a la persona de la foto que ahora se mostraba, se había jurado que vengaría todos los malos años que había pasado Ángelo a servicio de Giovanni.

 

-          Mokuba, contrólate – la voz de Kaiba era profunda, tanto que a todos les había recorrido un escalofrío por la columna y hasta los niños se habían quedado callados por el miedo, Musa conocía a su padre y lo había visto gritándole a las personas “incompetentes” que no sabían trabajar, así que había aprendido a jamás hacerlo enojar y ahora parecía molesto y ella prefería evitar que eso evolucionara a un arranque de ira.

-          No me pidas que me calme, ese idiota quedo libre para dañar más gente y lo peor es que es mí culpa, me voy a encargar de que se pudra en una cárcel – al parecer Mokuba a pesar de saber que su hermano estaba en modo “nadie puede desobedecer mis órdenes” no iba a dejar de lado sus sentimientos de odio por el italiano.

-          Aún no aremos nada, él también tiene gente importante a su disposición y sabrá de inmediato que fuimos nosotros, que te he dicho, la venganza se sirve fría – Joey quería intervenir en esa conversación, pero cuando ambos dragones se ponían de acuerdo era imposible sacarlos de su necedad y de cierta manera apoyaba esa cacería de brujas, también quería ver a esa persona encerrada en la cárcel.

-          Pa, el tío Mokuba dijo la palabra “pudra” – Joey vio mal a su cuñado por enséñale esas palabras a su hija.

-          Tío no dijo eso – Seto vio directo a los ojos de su hija, era una amenaza de que ella no podía repetir esa palabra.

-          Ángelo, no te preocupes nos encargaremos que no les pase nada – Mokuba volteo a ver al peli negro y se dio cuenta de que estaba llorando, así que entró en pánico y volteó a ver a Joey porque no sabía cómo reaccionar a las lágrimas del otro – perdona, debí haber venido antes… es mi culpa no haberte protegido de la manera correcta, lo siento – Joey sonrió al ver a su pequeño cuñado siendo tan honesto y a la vez tan lindo, de verdad que el amor que había tenido durante su educación se veía en cada uno de sus poros, Ángelo por su parte veía de manera sorprendida a Mokuba, ¿cómo podía disculparse por algo que él mismo se había buscado?, así que sin aguantar más lloró como no había llorado desde que el padre de sus hijos había desaparecido y lo había dejado solo a su suerte, muriendo de hambre y sin nada con que sostenerse, lloró tanto que acabo por quedarse dormido en los brazos de Joey que se había dedicado a consolarlo junto a Musa y a los dos gemelos que estaban preocupados por su pa.

 

Al llegar a la mansión Musa fue la primera en salir de la camioneta y arrastrar a los gemelos para mostrarles todo lo que había en la casa, enseñarles donde dormirían de ahora en adelante y para jugar con todo lo que tuvieran a su disposición en ese momento, Seto tomó a Joey de la mano y lo guio dentro para contarle lo que había pasado y así también estuviera enterado, mientras dejaba a Mokuba cuidar del pelinegro dentro del carro, necesitaban demasiado tiempo a solas y arreglar todo.

 

Al despertar Ángelo se vio a si mismo durmiendo en las piernas del menor y se paró de un salto pegándose en la cabeza con el techo de la camioneta, Mokuba se había empezado a reír por que se le había hecho lo más tierno del mundo y además había logrado romper con el silencio incómodo que se había formado en ese momento, cuando Mokuba terminó de reírse se dedicó a abrazar al pelinegro mayor y sobarle su cabeza.

 

-          A partir de este momento no importa nada de lo que fuiste o eres, no me importa tu pasado, lo que me interesa de ti es tu futuro y que me permitas acompañarte de ahora en adelante, que me permitas cuidar de ti, no necesito nada más que a los gemelos y a ti en mi vida, en estas 3 semanas que no estuvimos juntos, me di cuenta de que te necesitaba a mi lado, que sin tu presencia… me siento vació y no tengo razón de ser – Ángelo escuchó cada palabra y volvió a llorar de nuevo porque jamás se imaginó empezar de nuevo con alguien que lo aceptara como era, estaba tan acostumbrado a ser maltratado, odiado y abusado que el amor que le demostraba Mokuba en ese momento hacía que le doliera el corazón de felicidad.

-          Mokuba… lamento lo que te dije… también me gustas, pero tengo miedo de no poder ofrecerte lo mismo que tú tienes para mi… mi vida siempre ha sido un caos he tenido problemas desde siempre, nadie me ha amado jamás, no conozco el amor, no sé qué hacer a partir de este momento, solo sé que a tú lado puedo respirar, a pesar de todo lo malo estoy completo… y tengo mucho miedo, miedo de que al darte cuenta de lo que soy realmente te desilusiones y me dejes, si seguimos por este camino, no creo poder dejar de amarte, tengo tanto miedo de eso – Mokuba sonreía por las palabras dichas por el mayor y lo abrazaba con más fuerza tratando de mostrarle su amor por él, pero no se calmaba y no quería que se pusiera mal de nuevo, así que por primera vez tomo la iniciativa y lo beso, dejando al mayor perplejo, pero con un calor en el corazón que parecía que había lava corriendo por sus venas, nunca había sentido un beso tan amoroso, tan lleno de sentimiento, tan cálido, que parecía grabarse en su memoria y que borraba todas sus malas experiencias.

-          Te amo y no pienso dejarte ir, a partir de ahora estaremos juntos siempre.

 

Mokuba siguió besando al mayor y después de 5 minutos sintió como se rendía ante él, lo abrazó por los hombros y continuo con el beso, al separarse ambos se sonrieron, el mayor no quería soltarlo así que se quedaron abrazados platicando dentro del carro, Mokuba le contaba lo que había hecho y por qué lo había hecho, el pelinegro se sorprendió de como Musa los había unido y hasta cierto punto le agradecía todo lo que había hecho, también debía de agradecerle a Joey que no dejara que el menor se rindiera en su amor y sobre todo agradecerle al mismo Seto Kaiba que lo hubiera ayudado a que Giovanni no los lastimara.

Había oscurecido y seguían en el carro platicando y abrazados, Mokuba entonces vio a través del cabello del mayor que en su cuello tenía marcas y cicatrices que seguramente le había hecho Giovanni y entonces se sintió celoso de que alguien hubiera marcado al mayor, así que acercó sus labios y empezó a succionar sobre las heridas del mayor, esté al principio se sorprendió, pero se dejó hacer, quería que el menor lo marcara y borrara todos los malos recuerdos que tenía, sintió como su mano se colaba por debajo de su playera y recorría todo su pecho y llegaba uno de sus pezones y lo apretaba.

 

-          Ah, no – se tapó la cara porque estaba avergonzado, entonces el menor lo coloco boca arriba y se puso sobre de él acomodando las piernas a sus costados y colocando el trasero del mayor a la altura de su miembro para empezar a embarrarse demostrándole lo mucho que le excitaba tenerlo debajo de él.

-          Te quiero tener así siempre – Ángelo se sonrojo por las palabras del menor y lo tomo del rostro para besarlo.

-          Yo también quiero estar contigo siempre.

Mokuba empezó a desvestir al mayor, pero le dificultaba la tarea por que se cubría su cuerpo desnutrido, no quería que lo viera en ese deplorable estado y le deba mucha vergüenza, para evitar que se siguiera cubriendo subió sus manos y lo sujeto impidiendo que se moviera y al tenerlo completamente a su merced, solo atinó a admirar el pequeño cuerpo del menor y empezó a ubicar todas las marcas que tenía y empezaba a besar y a succionar sobre cada una para para dejar marcas nuevas más visibles para demostrar que era suyo y nadie debía de tocarlo a partir de ese momento.

Al terminar de marcarlo, volvió a sus labios para besarlo y así bajarle el pantalón para empezar a prepararlo de manera lenta, pero al ingresar el primer dedo se dio cuenta de que el mayor estaba más que húmedo y listo para recibirlo, así que se desabrocho rápido su propio pantalón y empezó a ingresar su miembro de manera lenta, pero firme dentro del mayor, el cual se dedicaba a gemir bajito ya que le daba pena, nunca se había sentido así, jamás habían tenido cuidado con él, nunca lo había visto con tanto amor como lo hacía el menor en ese momento, así que aprovecho que el menor lo había soltado para poder sostenerse se los asientos del carro para poder empezar a embestirlo y lo abrazó con sus piernas para hacer más profundas las embestidas y enterraba sus uñas en el dorso del menor, también quería dejar una marca en él, igualar las condiciones.

El menor al ver la cara de placer del mayor lo tomo por las caderas para poder aumentar la velocidad y ambos estaban entregándose con todo lo que tenían, listos para después de terminar empezar con algo tan fuerte, que sería imposible separarlos, Mokuba entonces sintió que llegaba al orgasmo entonces tomo el miembro del mayor y empezó a frotarlo de manera rápida causando espasmos en el mayor que apretaba el interior excitando más al menor, llegando juntos al orgasmo.

 

-          Te amo.

 

Fin.

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW. 


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