CAPÍTULO VII
Estaba siendo demasiado difícil para Jioh, llevaba dos semanas aguantándose las ganas de hacerle miles de preguntas una tras otra hasta que su curiosidad quedara completamente satisfecha, pero no, prefería tener a Phrae sentado en el suelo mientras competía con Tim por quien sería el ganador de esa carrera, y que su otro amigo también estuviese presente lo ayudaba a contender todas sus ansias por preguntarle al castaño sobre su salida con Alice.
Claro, eran mejores amigos, desde siempre se habían contado casi todo, recordaba que incluso antes de salir con cualquier chica Phrae se lo comentaba de una forma casual, pero esta vez no había sido de esa forma. Sabía que él podía tener secretos, tampoco es que lo pudiese culpar por ocultarle cosas, no cuando él ni siquiera le había mencionado que ya había salido en dos ocasiones más con Pete, una luego de la universidad y la otra el sábado recién pasado.
Jioh fijó su vista una vez más en la pantalla desechando sus últimos pensamientos y comenzó a ponerle atención a cómo Tim se transformaba en el ganador gracias a aquel caparazón verde que le lanzó a Fá en la última curva que concluyó en una mirada molesta por parte de su mejor amigo, y una sonrisa victoriosa por parte del pelinegro que dio por zanjada aquella última carrera de su tarde de juegos.
Sus ojos siguieron los movimientos del castaño en cómo tomó su celular que acaba de dar señal de haber recibido una notificación y curioso fijó su vista en cómo abría una conversación en donde el nombre de Alice se posaba en la parte superior izquierda de la pantalla. Un sentimiento de incomodidad se posó en su pecho, el cual Jioh se lo adjudicaba al encaprichamiento que tenía su amigo y compañero de clases por la chica, mientras que veía que su mejor amigo ya estaba teniendo una mayor cercanía con ella.
Y antes de que pudiese emitir cualquier frase que desatara el caos soltó lo primero que se le vino a la mente.
— Tuve un sueño extraño hace dos semanas — no fue una buena idea traer ese tema en particular a colación, pero al menos le servía para distraer su mente.
— Jioh, tus sueños suelen ser extraños — respondió Tim dejando la palanca de videojuego a un costado.
— Si lo sé, pero se sintió algo parecido a lo que soñé el día del altercado con la pintura —
— ¿De qué sueño hablan? — se unió Phrae.
— Jioh cree que ha desarrollado poderes de predecir sus futuras desgracias —
— ¡Hey, Tim! No fue eso lo que dije —
— Sigo sin entender... —
— En resumen el día que tuve el problema con el idiota de tu superior, tuve un mal sueño, y hace dos semanas soñé algo que me dejó la misma sensación —
— ¿Que fue? —
— Alguien estaba cerca de mí y me preguntaba si iba a querer algo, recuerdo que su cercanía me lastimaba y desperté llorando — a esa fecha el sueño era más confuso y mientras más intentaba recordar cómo era menos claro se veía, sólo alcanzaba a recordar las emociones que le había dejado aquella extraña pesadilla.
— Sólo le estás dando importancia algo que no lo tiene. — Comentó Tim.
— Creo que tienes razón gracias, mamá Tim. —
Pero Phrae no comentó nada, se quedó callado mientras lo observaba con una extraña mirada en sus ojos para luego negar con su cabeza y quitarle la vista de encima.
— Ji, mañana serán las pruebas para poder entrar al club de natación ¿Me irás a dar tu apoyo? — Preguntó al mismo tiempo que sus ojos volvían a mirarlo con aquella habitual gentileza que siempre le daba.
— Si, estaré en primera fila — contestó con una sonrisa.
— ¿Y, yo y Lisa no estamos invitados? —
— No, Fá sólo quiere el apoyo de su mejor mejor amigo — sus brazos fueron a dar al cuello del más alto rodeándolo con ellos mientras apoyaba su cabeza a un costado.
— El mejor de los mejores — contesto entre risas mientras llevaba una de sus manos para acariciar los cabellos castaños cobrizos de su efusivo amigo.
El contacto contra el cuerpo de Phrae trajo consigo dos cosas para Jioh, la primera era la cálida y somnífera sensación que le daba ser acariciado en la cabeza y la segunda era el olor del perfume del chico más alto colándose por sus fosas nasales trayendo consigo los recuerdos que creía haber suprimido/bloqueado de esa mañana que despertó junto a él en la cama, con el primer palpitar fuerte de su corazón se alejó del chico como si este le quemara la piel provocando el aumento de la risa de su mejor amigo, pero una mirada inquisidora de parte de Tim.
— Que linda pareja de recién casados hacen — comentó el pelinegro.
— ¿Celoso, Tim? — Phrae le respondió divertido buscando molestar a su amigo al mismo tiempo que levantaba su brazos y los llevaba hacia atrás para atraer una vez más a Jioh contra él retomando el contacto perdido entre ellos.
— Iugh, ni siquiera un poco — contesto desviando su mirada.
La escena terminó entre la risa de Phrae a la cual Jioh se le unió, al sentir que retomaba por segunda vez el contacto las sensaciones que había experimentado no volvieron a aparecer dejándolo tranquilo y menos tenso.
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— No Tim, almorzaré con Lisa hoy, quería decirme algo — mintió, era él quien debía hablar con
Lisa, sin tener ni a Phrae ni Tim presentes.
— Fá dijo que ya venía. Nos vemos — se despidió comenzando a caminar en dirección a la otra facultad.
Era lunes, un lunes por muy extraño que le pareciera rebosaba de energía y un aparente amor por todo ser vivo y llevado por esta momentánea paz que le brindaba el universo tomó la decisión de que si no podía hablar con Fá ni con Tim de lo que estaba a portas de salir de su boca como una especie de vómito verbal, lo haría con Lisa, como debió haberlo hecho desde el principio.
Al estar cerca de la cafetería de la facultad de ciencias buscó a su amiga la cual no fue difícil encontrar debido a su característico cabello rubio bronce y aquella mano alzada meciéndose mostrándole su ubicación, Jioh respiró profundo un par de veces antes de llegar tratando de calmar aquella necesidad de dejar salir todo apenas llegara.
— Bien, cuéntamelo —
— ¿De qué hablas? — fingió demencia momentánea, la primera línea de sus autodefensas.
— Vamos, Jioh te conozco, lo he notado hace días pero no quise hacerte ningún comentario antes, bien, suéltalo, lanza la bomba. —
— Creo que estoy embarazado. —
— Já, para eso mínimo deberías haber tenido sexo al menos una vez — sonrió burlona la chica.
— Ya cállate, no vengo a hablar de mi nula sexualidad. — Respondió ofendido Jioh.
— Primero, no, no estoy saliendo con él, no estoy ni siquiera en plan de que sea mi novio, pero he salido algunas veces con Pete, un chico que estudia ingeniería en esta facultad, Phrae no lo sabe porque por alguna razón no le cae bien por qué es amigo del chico que me lanzó la pintura —
Lisa había levantado la ceja con la introducción de su relatos pero sin emitir ninguna palabra aun dándole paso a que siguiera con la historia.
— En la primera de las salidas, me topé con Fá a lo lejos acompañado. El problema es que no es cualquier compañía, era tu compañera, Alice —
— Espera... espera... esto ya se está volviendo complicado ¿Cuánto tiempo llevas aguantando esto? — preguntó tratando de dar tiempo para asimilar las noticias.
— Algo así como dos semanas. Ese día él no me vio y este fin de semana alcance a ver que tenía una conversación con Alice en su celular. No Lis, él no me ha dicho nada sobre Alice; pero Lisa... antes de decirte esto prométeme que lo que te diré ahora no saldrá de tu boca. —
— Lo prometo, sabes que se guardar muy bien los secretos —
— Tim se siente atraído por Alice desde que empezamos las clases. — Concluyó, dejando por primera vez a la rubia casi sin palabras.
— Mierda. —
— Sí, mierda. — Le contestó a la chica.
— Jioh sé que sonará extraño que yo lo diga, pero no creo que sea buena idea involucrarnos. —
— Lo sé, ya lo había pensado, pero necesitaba decirlo o terminaría con un colapso mental —
— ¿Mejor? — preguntó la chica mientras llevaba uno de sus brazos hasta el hombro izquierdo de su amigo para confortarlo.
— Si, bastante mejor —
— Bien ahora... que tal si comemos algo mientras me hablas de ese chico. — Jioh le sonrió, sabía desde un principio que su amiga necesitaría más detalles.
Con comida en la mesa y la privacidad de comer al aire libre rodeados de otros estudiantes siguieron hablando, de sus clases, temas cotidianos, evitando a toda costa volver a tocar aquel extraño triángulo amoroso que amoroso que amenazaba con formarse entre su grupo de amigos.
— Bueno, es un buen chico la verdad, me defendió de Crist una vez, el día de la fiesta de bienvenida me lo encontré en la terraza hablamos un poco, me prestó su chaqueta, intercambiamos nuestros números, me invitó a ver una película, y salimos en otras dos ocasiones a comer y ver ropa en el centro —
— Quita esa cara de su rostro, no me estoy ilusionando por primera vez en mi vida, es alguien muy bueno y de verdad me agrada la idea de que sea mi amigo —
— ¿Es hetero, no? — Lisa era la más directa de todo su grupo de amigos la que no dudaba en decir algo cuando cruzaba por su mente.
— No, bueno... me dijo que era gay. — respondió.
— No haré ningún juicio del chico hasta verlo y tenerlo al frente. — Jioh rodó los ojos y Lisa sólo le sonrió.
Pero eso no era todo lo que él debía contar y lo sabía, había mucho más dentro de él que quería salir pero se negaba a toda costa que aquel suceso con su mejor amigo saliera a la luz. No quería que nadie lo supiera porque el mismo deseaba a toda costa olvidarlo, no mencionaría tampoco aquella extraña conversación secreta entre su hermano mayor y el castaño, ni tampoco ese último sueño que tuvo porque cada vez que intentaba recordar más se asemejaba a un mal presagio.
El chico de ojos color avellana miró su plato sintiendo que la sopa de fideos y verduras ya no se le hacía tan apetitosa, y se aventuraba a decir que cualquier ganas de comer que antes tenía se había esfumado con sus últimos pensamientos, y lo odiaba, odiaba demasiado sentirse de esa forma, confundido, extraño, contrariado mientras se repetía a sí mismo que sólo la impresión del momento había causado todas esas sensaciones a nivel corporal, que no había sido por su amigo, no, porque él no sabía quién era el otro chico cuando ocurrió y tras repetirse eso casi como un mantra logró serenarse y llevar la primera cucharada de sopa su boca.
Una sopa que incluso se sentía amarga.
//**//
Por las ventanas del gimnasio se colaba la luz del inicio anaranjado de un atardecer, estaba solo en las gradas, no completamente solo ya que varias universitarias e incluso algunas de su misma carrera gritaban al ver a los chicos aparecer cerca de la piscina. Algunas vociferando saludos a los miembros actuales y otros dándoles a apoyo a los que se postulaban para nuevos integrantes.
Ni Lisa ni Tim quisieron acompañarlo, a pesar de lo mucho que utilizó sus técnicas de manipulación emocional haciéndoles ver lo malos amigos que eran por no darle apoyo a Phrae y que si no le iba bien sería culpa de ellos, pero conociendo al castaño como ya lo hacían poco resultaron sus intentos y se marcharon, Tim a una reunión familiar de unos tíos que acababan de llegar a Bangkok y Lisa por su parte para comenzar la maqueta que debían realizar para esa semana y con un abrazo de despedida lo dejaron frente al gimnasio que ocupaba el club de natación junto con una botella de agua y una toalla blanca en sus manos.
Cada chico lucía bien, se notaba que iban preparados, músculos algo estilizados sin ser tan prominentes pero lo suficientemente definidos, espaldas anchas y piernas largas, el perfil para un nadador y debía admitir que muy en el fondo su mejor amigo también era uno de los que lo cumplían y estaba más que claro que era uno de los que más lo cumplían cuando al salir de los vestidores y dirigirse a la piscina los murmullos de las chicas preguntándose quién era el de speedo negro con rayas blancas a los costados no hicieron falta.
Cada postulante tomó posición sobre el bloque de cemento frente a la piscina, los nuevos aspirantes al club parecían ser seis chicos en total de los cuales sólo dos serían seleccionados por la información que le dio su castaño amigo, el celular de algunas chicas se alzó en el aire mientras la tensión en sus hombros comenzaba a hacerse presente.
El silbato sonó y junto con ellos el sonido de los cuerpos de los chicos impactando contra el agua a gran velocidad, eran dos vueltas que debían dar, el equipo de natación de la universidad no se andaba con bromas y desde el minuto uno buscaban ver la rapidez y la resistencia de sus nuevos miembros.
Jioh seguía con su mirada la espalda, los brazos y las piernas de Phrae pataleando por el puesto del primer lugar junto al chico del tercer carril, sus manos apretaban la toalla que tenía entre sus manos hasta dejarlas blancas por la presión.
Quedaba la última vuelta y el castaño iba de los segundo a nada del otro chico produciendo en Jioh un pequeño arranque de histeria competitiva.
"¡Vamos Fá!" gritó con todo lo que su garganta daba entre los gritos y vitoreos de los demás presentes, tomando la ventaja en el último momento llegando de los primeros en la carrera.
Jioh gritó al mismo tiempo que se levantaba de un salto del asiento uniéndose a la celebración de su amigo que levantaba uno de sus puños en el aire mirando en su dirección.
Jioh bajó las gradas en dirección a la piscina mientras su amigo salía del agua empapando el suelo bajo sus pies a medida que estiraba sus músculos tras la carrera.
Cuando el chico más bajo se encontró de espalda al alto cuerpo de su mejor amigo le lanzó la toalla que llevaba en las manos sobre su cabeza llamando su atención al instante, el cuerpo de Phrae se volteó para verlo de frente y con una sonrisa maliciosa tomó el cuerpo del castaño cobrizo y lo levantó con la intención de mojar su ropa y cara en el proceso.
En ese momento ninguno de los dos chicos lo notó pero algunas cámaras no habían dejado de grabar y seguían encendidas esta vez en su dirección tomando registro de su amistosa escena.