CAPÍTULO XIV
Apretó el botón de guardar dos veces, un hábito que había desarrollado de la vez que olvidó guardar uno de sus informes perdiendo el trabajo de casi una semana en tan sólo un segundo, movió su cuello y dio un fuerte suspiro, los destellos anaranjados ya estaban sobre su cama y una pequeña luz de color verde parpadeaba en la esquina superior de su móvil, no había querido ver aquel aparato desde que salió huyendo del gimnasio, porque no se podía negar que había huido de aquella incomodidad que sintió al estar ahí, escapando de esa desagradable sensación que despertó en él.
No quiso sentarse a analizarlo una vez que llegó a su casa, es más, también había decido huir de adentrarse en sus pensamientos y de crear un análisis de sus recientes acciones, dejando como su única prioridad mental el desarrollo del trabajo que tenía que presentar esa misma semana para su clase de marketing; pero ahora que se encontraba momentáneamente liberado de cualquier responsabilidad estudiantil el encontrón con su pensamientos no tardó en llegar.
Jioh para esos casos en que quería evadir cualquier encrucijada mental, o evadir el hecho de que se formara alguna de ellas siempre tenía varias vías de escape, la primera y la más más accesible eran los aparatos electrónicos perfectos en consumar el ocio de las personas, entre ellos su laptop, su celular y su consola de videojuegos, pero sabiendo que podría encontrarse con algún mensaje de Phrae en los dos primeros la tercera opción era más segura.
Sí, era la más segura, pero el estudiante de publicidad sabía que no era la que iba a tomar, no cuando su dedo índice se posaba directo en el reconocimiento de huella para el desbloqueo. Con lo primero que se encontró fue con un par de llamadas perdidas de su castaño mejor amigo, notificaciones en el chat que compartían y bajo ellas mensajes de Lisa de forma interna.
"Necesito hablar contigo, voy a tu casa." Decía el mensaje, algo tan directo, con tan poca información que viniera de Lisa significaba que no vendría por buenas noticias, Jioh esperaba equivocarse, que su intuición le fallara y que Lisa sólo llegara para conversar de algún tema de universidad.
Escuchó el marco de su puerta ser golpeado dos veces, tiró su celular sobre el escritorio como si este le quemara de repente, la pantalla de su celular tenía el nombre de "Fa" junto aquellos dos círculos de color rojo y verde bajo su nombre, lo volvió a mirar y sin pensarlo mucho cortó la llamada, porque aun no quería hablar con él, no entendía la razón por la cual quería evitar escuchar su voz pero alguien al otro lado de su habitación seguía golpeando.
Jioh recobrando su serenidad abrió la puerta para encontrarse frente a su rubia amiga con no muy buena cara.
— Ay no, problemas — habló con un puchero en su labio inferior.
— Sí, problemas — respondió Lisa entrando a la habitación y tirándose de espaldas en la cama de su amigo.
El celular de Jioh volvió a vibrar sobre el escritorio, el castaño no tenía que mirar la pantalla para saber de quién se trataba y tomando el aparato entre sus manos volvió a cortar la llamada dejando el aparato esta vez en silencio, y sin vibración.
— ¿Quién te llamaba? —
— Fá, no tengo ganas de charlar con el ahora —
— ¿Volvieron a pelearse? — preguntó la chica trayendo de respuesta una ceja levantada de su amigo.
— No, nada. No ha pasado nada. —
— Jioh... hoy tendremos que salir a beber — dictaminó Lisa.
— ¿Ese era el problema? —
— Por culpa de ese problema saldremos a beber. — esa última frase causó tensión en Jioh mirando con sorpresa a la chica.
— Tim, ya se enteró de lo de Phrae y Alice, tú aún no eres capaz de decirme que ocurrió la semana pasada, estoy preocupada; actúo como si todo estuviese bien pero realmente me lastima un poco que no hayas confiado en mí y yo... no te he contado algo tampoco. — Jioh se removió incómodo desde la silla en la que se había sentado. No quería tocar ese tema una vez más, cuando toda esa semana caminaba con algo de temor por los pasillos creyendo que se encontraría con Krist de improviso.
— ¿Cómo se enteró Tim? —
Lisa no respondió nada, sólo tomó su móvil, apretó un par de veces la pantalla y lo entregó en las manos del castaño, provocando que éste entendiera la razón del final del secreto entre su mejor amigo y la pelinegra con las imágenes que se le fueron mostradas. Era algo parecido al video con el cual él fue protagonista la vez pasada. Alguien en las gradas había grabado el tierno momento en que Alice acercaba la toalla a Phrae, susurraba un par de palabras en su oído y este le devolvió un beso en los labios provocando el asombro y vitoreo de varios de los presentes.
Jioh desvió su mirada incómodo, la sensación que estuvo anclada en su pecho esa tarde volvió a posarse en él, esta vez con aún más fuerza frente a esas nuevas imágenes. Se preguntó qué era lo que le molestaba del video, si era Alice quien no le gustaba, si era la actitud de Phrae de mantener su relación con la chica a espalda de sus mejores amigos, lo mal que se sentiría Tim al ver esas imágenes, o si era sensación algo parecida al egoísmo/celos de no ser el quien ahora le brindaba su apoyo como siempre a su mejor amigo.
El celular de Jioh encendió su pantalla junto a aquella lucecita en la parte superior, una vez más con el nombre del chico de ojos negros en ella cortando la bruma de pensamientos esta vez pasando de su incomodidad anterior a enojo combinado con unas ganas indescriptible de tomar su celular y lanzarlo para no ser llamado una vez más.
No, no estaba pensando del todo bien, la mirada de Lisa sobre él observando cada movimiento que daba lo ponía aún más tenso no ayudando a relajar su mente, el castaño cobrizo ya estaba al borde de lo que su paciencia era capaz de aguantar.
Jioh sólo en ocasiones lograba exteriorizar su verdadero enojo, cuando algo le molestaba no tenía reparos en decirlo pero cuando se trataba de algo que lo enfurecía era un tema aparte, acumulaba ese enojo no exteriorizado, conducta que conocía de sí mismo y que se recriminaba por ello, y ahora se encontraba cursando por ese momento en que aquel enojo no expresado comenzaba a fugarse terminando en una explosión de sentimientos , estaba en pasando por ese preciso momento cuando aquella impulsividad que solía mantener a raya se desbordaba.
Y Para mala suerte del castaño más alto Jioh tenía que sólo apretar un botón verde para dejar salir todo lo que su interior guardaba.
— ¡Al fin contestas, llevo tratando de llamarte durante horas! — la voz Phrae se escuchaba molesta, con un tono más grave y más alto de lo normal.
Jioh no respondió, Jioh esperó.
— Alguien nos grabó a Alice y a mí tras la competencia, y por el video que no quisiste aclarar la otra vez, todos están comentando que te estoy engañando con ella ¡Le están escribiendo cosas a Alice! ¡Necesitaba que escribieras algo para aclarar toda esta mierda pero tú ni siquiera has sido capaz de contestar una maldita llamada! —
Jioh calló unos segundos, Jioh dejó de apretar sus dientes.
— Phrae...no sé si lo sabes, pero no estoy siempre pendiente de ti. — pausó tomando aire — Escribiré en los comentarios de la página que tú y yo no somos nada—
— Porque preferiría estar sólo y no volver a tener un novio en la vida antes que estar con un imbécil egoísta como tú. — Ahí iba la primera mordida de Jioh— Con un idiota que no es capaz de ver más allá de su nariz, que cuando encuentra una chica nueva se olvida de sus amigos y los recuerda cuando ya lo dejaron. — Siguió no dejando que el chico al otro lado de la línea pudiese interrumpirlo.
— Incluso me da asco imaginar que alguien piense que somos pareja, no podría estar con alguien que no ve a su alrededor, que está tan centrado en sí mismo que no notó que a uno de sus amigos le gustaba Alice también. — El pecho de Jioh comenzó a oprimirse mientras que su voz se comenzó a volver quebradiza con la última frase. — Hace una semana dijiste que te habías dado cuenta de lo mal amigo que estabas siendo y no sólo conmigo; me dijiste también que tenías rabia porque Krist me había lastimado ¿Qué sentirás contigo mismo si te digo que quien más me ha lastimado desde que entramos a la universidad has sido tú? — la voz del chico de ojos avellana aún no se quebraba, pero estaba a punto de hacerlo cuando esas gotas salinas comenzaron a acumularse en sus lagrimales.
— Ji...— intentó responder.
— Escribiré que no le digan cosas a Alice, que no somos nada, que nunca lo fuimos. Y Phrae... de momento no creo que debamos seguir hablándonos ni viéndonos. — Jioh terminó cortando con la última frase y apretando el icono de avión para evitar que Phrae lo volviera a contactar.
El castaño sintió las manos de Lisa sobre sus mejillas obligándolo a unir sus miradas, una densa capa de agua cubría sus pupilas volviendo el rostro de su amiga tan sólo una silueta.
— ¿Es enserio lo que acabas de decir Jioh? —
— No sé, no quiero ver a Fá, no quiero escucharlo, no quiero saber que quiere decirme. —
— Toma — Lisa tomó el celular que su dueño había dejado caer sobre sus piernas entregándoselo directo en sus manos.
— Tú tienes algo que escribir, yo llamaré a Tim. —
El castaño vio alejarse por la puerta su mejor amiga mientras marcaba el número del pelinegro, él se quedó inmóvil unos segundos aún con la pantalla apagada del aparato entre sus manos, no quería saber de su mejor amigo, no quería cruzar ni una sola palabra con él, la pelea que había tenido hace minutos atrás lo había drenado, lo había dejado exhausto y a pesar de que todas sus palabras salieron con firmeza desde su boca sus manos aún temblaban de nerviosismo.
Pero debía hacerlo de todas formas, no por su amigo, debía hacerlo para sacar a Alice del mal rato por el que ella estaba pasando sin tener nada que ver en toda esa situación.
Sólo bastó un segundo con celular en mano y con acceso a las redes para recibir notificación tras notificación de que su mejor amigo había estado tratando de llamarlo, notificaciones de mensajes que rápidamente corría con su dedo hacia un lado para evitar leer cualquier cosa que fuese escrito en ellos. Y ya en la página bajo el video dejó su comentario sobre quien era él, desmintió cualquier tipo de relación amorosa con Phrae, Jioh pidió también que evitaran relacionarlos a ellos como pareja y que no le escribieran cosas a Alice la actual novia de su amigo y tras cumplir su palabra de aclarar la situación volvió a dejar su celular de lado.
Jioh llevó su pulgar y la punta de su índice hasta sus ojos para dar un masaje, ya le causaba molestia mantener sus ojos abiertos, las ganas de llorar se habían calmado tras dejar salir apenas un par de lágrimas dejando como secuela un probable enrojecimiento de sus párpados y una mirada cansada.
— ¿Qué dijo Tim? — el castaño apenas vio a Lisa entrar por la puerta con una cara rara supo que los problemas no habían concluido.
— La verdad no mucho. No alcancé ni siquiera a decirle algo cuando él ya me estaba diciendo que esta noche nos viéramos tú, yo y él a las diez él en el bar cercano a la plaza central y se despidió. Ya debió haber visto el video de Alice con Phrae, y que no lo haya nombrado me lo deja claro. — La chica una vez más se lanzó sobre la cama de Jioh.
— ¿Y qué más, pasó? — preguntó Jioh sabiendo que el rostro que tenía al entrar a su cuarto no era sólo causado por su escueta charla con Tim.
— Odio cuando pones atención a todo. — le respondió con una sonrisa la cual el castaño cobrizo le devolvió.
— Phrae me llamó. No sé si quieres saber qué dijo. —
— No quiero, pero sabes que no me puedo quedar con la intriga. — Jioh volvió a masajear sus ojos y se culpó unos segundos por su personalidad curiosa de querer saber cada cosa aunque esta quizás no le terminara gustando.
— Partió diciendo que era un imbécil, yo le respondí que sí, que lo era. Dijo que no sabía qué hacer, que le habías dicho que ya no querías verlo. —
— ¿Qué le respondiste? —
— Que ya lo sabía, que estaba a tu lado cuando se lo dijiste, le dije que no estabas tan enojado pero que sí te vi muy herido, y le pedí que no te hablara por algún tiempo. — terminó de responder la rubia.
— No te hará caso, nunca lo hace, debe estar sintiéndose culpable y para dejar de sentirse así buscará arreglar el problema lo antes posible aunque deba pasar las peticiones de los de más por alto. — Jioh conocía a su amigo, sabía de ese lado negativo que tenía, lado que en ocasiones opacaba a todo lo bueno que él podía entregar, sabía que su actitud era sólo de egoísmo para no tener que sobrellevar ese sentimiento de culpa por mucho tiempo y el pudiese estar bien lo antes posible.
— Espero que esta vez sí lo haga, o tendrá que agregarme a la lista de los que no quieren hablar con él. — Jioh se rió frente a las palabras de Lisa aunque supiese que lo que decía iba en serio. Jioh aún tenía algo de esperanzas en él, esperaba que esta vez sí respetara lo que le había dicho.
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— ¿Algún día podremos juntarnos a beber sin que sea por relaciones fallidas? — Replicó Tim con su frente sobre la mesa.
— Espero que suceda pronto, ya me tienen harta. — contestó la rubia con una de sus manos acariciando la espalda de su derrotado amigo.
Seis botellines de cerveza descansaban sobre la mesa, las tres primeras habían durado lo que dura un pestañeo, con movimientos sincronizados y sin ponerse de acuerdo los tres chicos bebieron de un sorbo todo el contenido ambarino burbujeante apenas se sentaron, las otras tres recién habían terminado de ser bebidas y las ganas de sumar otras seis botellas al cementerio de vidrio que se encontraba sobre la mesa estaban presentes.
— Si seguimos así nuestras próximas salidas serán al hospital para controlar nuestra cirrosis — agregó Jioh obteniendo la risa de los chicos a sus costados.
— ¿Cómo te sientes, Tim? — Ahora la mano del castaño se unía a la rubia con las caricias sobre la espalda de su derrotado compañero.
— Cómo un estúpido — respondió sin vacilar — Por no darme cuenta antes, por no decirle a Phrae también lo que estaba sintiendo por Alice, y porque a pesar de que me lastima un poco no puedo culparlo si él no sabía nada. Phrae no sería capaz de hacer algo como eso consciente. — Finalizó
— Está bien, debería molestarte, maldecirlo — La voz del castaño cobrizo ya comenzaba sentir los efectos de la cerveza.
— Escupirlo — Se unió Lisa con una fuerte risa.
— Eso es ir muy lejos, Lisa. — Rio Jioh — Phrae es la persona más egocéntrica que conozco y si no estuviese tan enfocado en sí mismo y no nos dejara de lado cada vez que encuentra a alguien esto no hubiese terminado de esta manera. —
— Espera Jioh ¿De qué me perdí? — La frente del pelinegro abandono la mesa para mirar a su amigo a los ojos dejando ver a los presentes una marca roja por la presión de su piel contra la madera.
— Está molesto con Phrae también. Ah, y por cierto Tim, puede que de casualidad en un arranque de ira Jioh le haya dado a entender que quizás uno de sus amigos también le gustaba Alice —
— Lo siento, Tim. Es que tenía rabia, tenía tristeza, y esa maldita sensación sobre mi pecho no se quería ir y terminé diciendo todo lo que sentía como una especie de vómito verbal —
El chico de ojos avellana llevo sus manos a su cara para evitar que su amigo lo viera, había olvidado por un segundo ese importante detalle, que se había escapado entre su impulso avasallador de querer soltar todo lo que sentía en ese momento para dejar vacías sus reservas de enojo. Jioh esperaba que el pelinegro no se enojara ahora con él y que su grupo de amigos no se fracturara más de lo que ya estaba.
— Debería molestarme lo que hiciste Jioh. —
— No creo que yo sería capaz de decirle de mis sentimientos a Phrae, menos ahora... pero que lo sepa de alguna forma me hace sentir mejor. No creas que te agradezco el lindo gesto; pero no, no estoy enojado contigo. — terminó de responderle el pelinegro devolviéndole a su amigo castaño la capacidad de respirar con calma. — Pero hay algo más ¿No? ¿Le gritaste también sobre la vez que te tocó mientras dormías? —
Pero ese suspiro de tranquilidad le duró tan sólo un par de segundos, ahí estaba Tim recordándole algo que había pasado hace más de un mes, que había querido que quedara lo más oculto posible de sus amigos y de él mismo, para conseguir olvidar lo sucedido; pero que aunque quisiera negarlo seguía presente en él, la cercanía que habían compartido esa vez, el cuerpo desnudo de Phrae, y su último encuentro extraño demasiado cercano dentro de su armario, todo aún muy presente dentro de él pero que de todas formas buscaba suprimir aunque claramente no le estaba resultando.
El castaño al girar su rostro alcanzó a ver el momento exacto cuando la cara de Lisa se transformó, su boca estaba abierta, sus cejas se habían alzado, y sus ojos almendrados estaban adquiriendo una antinatural forma redonda.
— Que vengativos eres, mamá Tim — habló Jioh.
— Jioh, todo. Quiero saber todo de eso que habla Tim y aún espero saber que sucedió la semana pasada cuando llegaste llorando — La voz de Lisa era seria, aquella chica de cabellos rubios bronce no lo dejaría en paz hasta que supiera todo lo que exigía aunque eso le trajera a Jioh la incomodad de recordar a Phrae y de paso el asco de volver a hablar de Krist.