-Es momento de despertar a la bella durmiente, ya sabes que hacer Tsumori.
Tsumori tomó un balde lleno de agua y se lo vacío al chico que aún permanecía inconsciente, lo que hizo apenas despertar a Hiroki que se encontraba aturdido comenzó a moverse un poco.
-Déjame a solas con él, necesitamos charlar —Con algo de duda, Tsumori solo asintió con la cabeza y salió del lugar.
El hombre comenzó a dar vueltas alrededor de la silla donde estaba sentado el castaño, de pronto se detuvo y lo agarro con fuerza del cabello para jalarlo hacia atrás y levantar su rostro, esto hizo despertar por completo al chico, quien se quejó del dolor, además comenzó a sentirse mareado.
-¡Hola de nuevo princesa! , es bueno verte despierto de nuevo, temía haberte matado antes de tiempo —El hombre soltó el cabello de Hiroki, jalo una silla y se sentó frente a él.
-¿Acaso vas a sacar tus herramientas de tortura y descuartizarme? —Cuestiono Hiroki sin temor a la respuesta.
-¿Por qué haría eso? Si lo hiciera morirías en cualquier instante y dejarías de sentir dolor y ya no sería divertido.
-¿Entonces qué? ¿Qué quieres de mí hijo de puta?
-Lo primero, que cuides como me hablas idiota -Golpeo al chico en la boca sacándole sangre. Lo segundo es que me pagues lo que me debes.
Hiroki lamio la sangre que se le escapaba de la comisura de la boca y luego se la escupió al sujeto en el rostro.
-¡¡Yo no te debo nada asesino hijo de puta!!
El hombre se levantó bruscamente se limpió la cara con el dorso de la mano y lo golpeó en el estómago, él perdió el aliento y comenzó a toser. Nuevamente el sujeto agarró a Hiroki por el cabello e hizo que lo mirará a los ojos.
-Invertí una enorme cantidad de dinero en esa niña tonta, ahora que la perdí gracias a tu brillante aparición de héroe quiero recuperar mi inversión o recibir un remplazo.
-¡Lo siento, pero no pienso conseguirte una niña, degenerado! En cuanto al dinero, supongo que podría dártelo si de esta manera me puedo marcharme de aquí y no volver a ver tu horrible rostro —El hombre río y palmeo despacio el rostro de Hiroki.
-Que gracioso eres… Entonces supongo que tienes dos millones de dólares americanos, no?
-¡¿Qué?! —Hiroki se quedó atónito.
-Bueno, entonces mejor discutamos sobre un remplazo.
-Por supuesto que no, no te traeré una niña, enfermó. Y no cambiaré de opinión en ningún momento.
-¿Entonces qué hago contigo?
-Mátame si eso te complace, no tengo miedo, después de todo lo que he tenido que ver creo que ya no podría vivir.
-Ya te lo dije no te mataré; la muerte es un regalo para los que sufren dolor y yo no soy capaz de otorgarlo tan fácilmente.
-Entonces no tengo nada que ofrecerte —Hiroki se encogió de hombros.
-Yo no creo eso—dijo el hombre acarician el rostro del castaño y pasando el pulgar por sus labios.-Mirándote bien eres bastante bonito, aún con ese ceño fruncido tienes un aspecto… ¿Adorable? , tú piel es suave, tus ojos tienen un color común pero en ti se ven como si brillarán con un sub tono dorado y tus labios son delgados pero muy apetecibles. Un Hombre no debería ser tan o más bonito que una mujer.
Hiroki se estremeció ante esto y ladeó el rostro para que dejará de tocarlo, el hombre se alejó de él y comenzó a dar vueltas alrededor de la silla.
-Como no hay más opciones, tú serás el remplazo de Kumi.
-¡¿Qué?! No, me niego a cualquier cosa.
-¡No te estoy preguntando si quieres o no! Te guste o no ahora me perteneces, a partir de este momento vives y respiras para complacerme, eres mío Hiroki.
-¡¡Yo no soy de nadie!!
-Eso está por verse —El hombre arrogó al suelo todos los instrumentos sangrientos de tortura que había sobre una mesa y sonrió al castaño. -Creo que es momento de jugar.
Se acercó a Hiroki y rápidamente soltó las restricciones que lo tenían atado a la silla, con las manos del castaño aún atadas tras su espalda el sujeto lo empujó boca abajo sobre la mesa y se posicionó tras él, con una mano agarró las manos atadas y con el antebrazo ejercicio presión para mantenerlo quieto sobre la mesa.
-¡¿Qué mierda pretendes?! ¡¡Suéltame!!—Hiroki se removía con fuerza para intentar soltarse.
-Jajaja, ¿Qué no es obvio? Voy a estrenarte, ahora quédate quieto —El hombre lo presiono más contra la mesa
Comenzó a desabrochar el pantalón de Hiroki con algo de dificultad ya que él ponía más resistencia y no dejaba que eso ocurriera.
-¡Demonios! —El hombre grito molesto-¡Para ya!
-Estas loco si crees que dejaré que me hagas algo.
-Bien, en ese caso ya no seré amable contigo…
En un solo movimiento bajo el pantalón de Hiroki junto con su ropa interior, un escalofrío atravesó su cuerpo por completo y sin previo aviso fue penetrado por el miembro erguido del hombre.
-¡Aaaah! —Grito el castaño lleno de dolor y pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos.
-¿Acaso te delio pequeño? —Pregunto irónicamente el hombre -Estas muy apretado.
-M-maldito…en-enfermo…—murmuro Hiroki entre jadeos y llanto.
El hombre solo lo ignoro y comenzó a sacar su miembro hasta dejar solo la punta adentro para volverlo a penetrarlo con más fuerza, los gritos de dolor de Hiroki salían ahogados mientras era embestido sin piedad.
-De…ten…te por…favor —suplicaba mientras intentaba moverse para sacarlo de su interior pero solo logró que el hombre lo sujetara de las caderas con fuerza enterrando las uñas en su piel.
Gruesas lágrimas nublaban la vista de Hiroki y jadeos silencios escapaban de sus labios, sus entrañas debían estar desgarradas porque el ardor y el dolor era insoportable.
El hombre estaba en éxtasis mientras veía como su miembro salía cubierto de sangre del interior del chico lindo y volvió a entrar golpeando con más fuerza su interior creando un tortuoso vaivén que arrancó gritos de dolor desesperados del castaño que suplicaba que esto terminara ya, pero el martirio solo termino cuando el hombre le dio una última y dolorosa estocada corriéndose es su interior. El dolor en su parte baja se hizo insoportable, subió por su columna y un zumbido fuerte resonó dentro de su cabeza haciendo que terminará por desmayarse.
El hombre salió de Hiroki y miró con diversión como de la cavidad del menor comenzaba a gotear sangre mezclada con su semen.
Acomodó su ropa, se acercó al rostro del castaño y luego lo besó en los labios para luego acercar sus labios al oído del inconsciente chico y decirle:
-Bienvenido al mundo real.