Era una noche perfectamente oscura alumbrada por la hermosa luna que se colaba por la ventana de aquella habitación dos cuerpos que se entregaban con amor el uno al otro para formar una sola alma un solo cuerpo
-Te amo-dijo una voz algo ronca mientras llegaba al éxtasis su mirada oscura se perdió en la ojiazul mirando con completo amor
-Yo también -menciono el rubio compañero mientras su cuerpo se curvaba de placer al sentir otra estocada en ese punto que lo hacía enloquecer
Su compañero se recostó a un lado del, mientras lo atraía con sus brazos para que se recostara en su pecho y sintiera su corazón latir fuerte mente
-Nunca me dejes -fue lo que dijo antes de que todo se volviera borroso y desapareciera de su vista.
Naruto abrió los ojos lentamente, mirando la blancura del hospital, por la ventana el sol hacia su aparición, dejando atrás la oscuridad de la noche, se removió un poco incomodo, al incorporarse miro al joven Uchiha dormido aun lado de la cama, su cabello se había desacomodado durante la noche, dejando algunos cabellos negros esparcidos en la cama
-¿Qué fue eso?-se pregunto en un susurro no queriendo despertar a Itachi -Un recuerdo quizás -se sonrojo por la intensidad del sueño esa persona seria Itachi pero y si ¿no era él?, su cabeza daba vueltas, volteo hacia la ventana y se encontró con el precioso cielo azul que daba paso a la mañana.
-Buenos dias- saludo una joven enfermera con una carpeta en mano -¿Como se encuentra señor Uchiha?- pregunto caminando hasta la mesita desayunadora para dejar la carpeta, se acerco hasta el para revisar sus signos vitales, anoto en una hoja los resultados -¿Como se encuentra?- pregunto la enfermera
Naruto miro al hombre dormido, sonrio con ternura -Solo me duele la cabeza, y estoy un poco mareado- susurro temiendo despertar a Itachi, la enfermera sonrio mirando a la pareja -En un rato mas viene el Dr Hatake a verlo- le dijo -Descanse.
oooOoooOoooOooo
Sasuke se encontraba en su oficina, últimamente se refugiaba en su trabajo, por las noches solía beber hasta perder la conciencia, esa noche no seria diferente, había mandado a descansar a su secretaria.
A fuera de la oficina dos mujeres tramaban algo, la rubia algo mayor murmuraba con la joven pelirrosa que se negaba -Pero mamá, yo no quiero hacer esto- murmuraba Sakura, Mebuki golpeo en la cabeza a Sakura -Sakura tienes, que hacerlo por nosotros- decía la mujer, Sakura torció los labios -Sasuke sabe que el niño no es suyo- susurro la rosada
Mebuki pareció meditarlo, volviendo a golpear a la pelirrosa -Eso es por que la embaraza es la idiota de Ino, pero bebe ahora seras tu quien tiene que estar en espera - el rostro horrorizado de la chica le hizo saber a Mebuki que se negaría hacerlo -Sakura tienes que entrar ahí, y acostarte con Sasuke- sentencio Mebuki tomando el brazo de la chica para abrir la puerta de la oficina obligarla a entrar.
Sasuke miro la puerta de su oficina cuando la chica entro, estaba mirando unos papeles cuando entro la joven, soltó un suspiro tomo un vaso de licor -¿Que te trae a por aquí a estas horas?- pregunto Sasuke mirando su reloj
Sakura estaba nerviosa, en sus manos se encontraba la revista que estaba leyendo antes de que su madre la obligara a ir a la oficina, tomo la revista entre sus manos, con algo de cautela se adentro al despacho -Sasuke-murmuro Sakura -Yo siento mucho lo de la revista, yo no fui quien puso las fotos- se disculpo la rosada
Sasuke dejo los papeles en el escritorio, se masajeo el puente de la nariz, para mirar a la chica que estaba frente a su escritorio, Sakura estaba nerviosa lo podía ver en como retorcía la revista en sus manos -Sakura no te preocupes, me disculpo por todo lo que ocasione- dijo en un suspiro, la chica se acerco mas al escritorio -Siento mucho la desaparición de Naruto- la pena se escucho en su voz, los ojos negros del Uchiha se posaron en ella -Se que no fue tu culpa- aseguro Sasuke con un suspiro melancólico -He intentado localizarlo, pero no hay pista de su paradero, parece como si la tierra se lo hubiera tragado.
Sakura sintió pena, sabia que todo era obra de su madre, aunque dudaba de que la desaparición del rubio fuera parte del plan, solo ella, Sai y Gaara sabían de su relación, bueno ahora Ino estaba involucrada, ella tenia que impedir esa boda, pero no espero que Naruto desapareciera, conociéndolo, habría hecho que Sasuke se marchara con el, pensó que le pediría que huyeran, ella sabia que Sasuke se hubiera marchado con Naruto si este se lo pedía -Lo siento -volvió a disculparse Sakura, Sasuke revolvió su rosado cabello, causando un sonrojo en la chica -Se que no fue culpa tuya, veremos como arreglar este embrollo- le sonrió con ternura.
Sasuke sabia lo mal que la estaba pasando la chica, ellos habían crecido juntos su padre al igual que el de él era un hombre de negocios rara vez estaba en casa, y su madre era demasiado superficial, ella quería a la hija perfecta, por lo cual presionaba demasiado a la joven para conseguir que lo fuera, por eso cuando Sakura le contó de su embarazo no dudo en ayudarla, si Mebuki se enteraba seria perjudicial para la pelirrosa, Mebuki no sabia donde detenerse y Sakura era manejable, aria lo que fuera por conseguir la aprobación de su madre, y aunque fuera un poco de cariño.
-Vamos, te dejo en tu casa- ofreció Sasuke tomándola del hombro para que caminara con el, Sakura tembló, Mebuki seguía a fuera probablemente, seria un problema si ella regresaba a casa, tenia que hacerle creer que la había obedecido -Yo, Sasuke no quiero ir a casa- murmuro con algo de miedo, Sasuke comprendió que había algo mas en eso -Quieres que te deje en alguna parte, o prefieres venir conmigo- le pregunto el Uchiha tomando su abrigo, Sakura lo medito un momento, si iba con Sasuke posiblemente lo metería en mas problemas de los que ya tenían -Déjame con Ino- le pido la chica
Mebuki miraba el reloj apenas habían pasado unos minutos cuando miro a su hija salir de la oficina "Maldición esa niña es una estúpida" reprochaba la mujer "Mas les vale que no lo deje ir, esa tonta" la mujer algo mayor pero muy bien coacervada miraba a la pareja desde un rincón del lugar, ella tenia que ser dueña de las empresas Uchihas, se las habían arrebatado una vez, pero ahora nadie podría meterse en el camino, ni siquiera ese estupido rubio -¿Quizás si le tiño el pelo podría llamar su atención?-se pregunto la dama en un susurro, pareciera que los rubios volvían locos a los Uchihas.