Día 2: Malentendido
Sasuke estaba desde hacía varios momentos debatiéndose si entrar o no a su propia habitación. Había oído de la visita del torpe rubio al que llamaba mejor amigo gracias a su amorosa madre. Hasta ahí todo normal, todo correcto. Sin embargo, se había entretenido por una llamada de su compañero Neji, el cual le comentó unos asuntos del consejo estudiantil al cual ambos pertenecían. Su hermano mayor Itachi le comentó que se diera prisa. Esa sonrisa de lado con cierta diversión y burla no le auguraron nada bueno. Y más cuando cierto nombre también salió de sus labios. No iba a preocuparse por ese otro tonto, pero al llegar a la puerta fue recibido por…
―Sí, hazlo, Charasuke ―gritó Uzumaki con clara emoción en su voz.
―Con gusto ―respondió su torpe, molesto y copiado hermano gemelo.
Luego de eso se oyeron varios gemidos. Bastante agudos provenientes del interior, haciéndole replantearse si entrar o no. De inmediato su mente comenzó a analizar la situación. No debería sorprenderle que entre esos dos surgiera algo. Después de todo eran bastante compatibles. El mismo sentido tonto del humor, la positividad y energía desbordante. Pensándolo fríamente eran muy parecidos. No dudaba de la posibilidad de que fueran una buena pareja. Tristemente tenía altas expectativas de ellos. Durarían mucho tiempo. Quizás hasta años y él tendría que estar allí para ellos.
“Sigue siendo mi hermano y mi mejor amigo. Debo apoyarles a pesar de mi envidia”
Pensó de manera madura. Él era el mayor, tan sólo por unos ínfimos minutos, pero lo era. Debía tenerle consideración al menor. Advertirle a Naruto que no podía lastimarlo y al otro sobre dejar a sus “gatitas” de lado. No toleraría una infidelidad hacia el rubio siendo tan buena persona como era. Él merecía ser amado y…
“Yo podría haber estado en el lugar de mi gemelo. Si tan sólo no fuera tan cobarde y me hubiera confesado antes”.
Habían sido amigos tanto tiempo y cuando sus sentimientos cambiaron se aterró y los negó. Eso le enseñaría a tomar más riesgos en el futuro. Se mordió los labios con fuerza. Reprimió la ira contra sí mismo y su propia debilidad. Aun no sabían que estaba al tanto, tenía tiempo. Podría practicar falsear su sonrisa y felicitarlos sin levantar sospechas.
―¿Crees que el Teme se enoje cuando lo sepa? ―preguntó Naruto preocupado.
Sasuke se acercó aún más a la puerta para escuchar mejor. Oyó su apodo, así que él tenía algo que ver en sus asuntos. ¿Tendrían miedo de decirle sobre su relación? ¿Tan malo era el concepto que tenían de él como para temerle? Dios, él los consideraba valiosos a ambos. Jamás desearía otra cosa que no sea la dicha y prosperidad para ellos. Se decidió entonces entrar y ahorrarse los secretismos.
―Ya los oí ―anunció con la voz firme viendo a Naruto y a su hermano delante de la computadora sobre su escritorio.
La cara de seriedad de Sasuke cambió a confusión al verlos sentados delante de su ordenador. ¿No estaban teniendo intimidad? Los otros dos por su lado palidecieron y tocaron varios botones y el mouse logrando congelar la pantalla. Cuando, lo que fuera que intentaban, no funcionó, se voltearon hacia él y le dedicaron una mirada llena de terror.
―¡No nos mates! ―gritó Naruto con las manos en alto.
―Él me incitó ―señaló Charasuke jalando el cuello de la ropa de Uzumaki.
―Mentira, fuiste tú ―se defendió el otro, golpeando su hombro enojado.
―No importa cuál de ustedes fue el que… ―interrumpió Sasuke queriendo poner orden a la situación.
―Ahh
―¿Qué fue eso? ―preguntó el azabache mayor al oír el gemido proveniente de su escritorio.
Uchiha se acercó a la computadora viendo la pantalla congelada, pues entre Charasuke y el rubio estuvieron presionando los botones de forma torpe anteriormente. No avanzó nada el mouse, pero logró distinguir su cuenta de Facebook abierta con un video de un tortuga gimiendo. Su muro no tenía nada de especial. La usaba para algunos trabajos de la escuela y demás. Por lo mismo sólo tenía agregadas personas de ese círculo.
―¿Una broma? ―preguntó Uchiha volteando a ver a Naruto y Charasuke.
―Podemos explicarlo ―intentaron defenderse alzando las manos.
Estuvo durante varios momentos pensando y sufriendo internamente por creer a su mejor amigo y amor secreto en brazos de su hermano. Todo para qué? Para descubrir la torpe razón por la cual estaban invadiendo su habitación. Los mataría. Definitivamente les haría recordar que con los videos de tortugas gimiendo no se jugaba.