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Roto por Ia Aiko Wittakker

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Una hora después se encontraba parado frente a un soldado que no recordaba bien, al parecer el coronel había utilizado a los soldados que tenían menos tiempo de haber llegado a la base, además de que tenían un odio hacia los extranjeros.

  ﮎ٣Idioma español

—¿Nombre completo? — encendió la cámara y colocándola comenzó con las preguntas bases

— Muérete — escupió las palabras el joven soldado, Akihiro tomo unas pequeñas agujas y con mucha tranquilidad enterró una de ellas en la mano derecha del joven, las cuales se encontraban amarradas a las sillas al igual que las piernas.

— Nombre — el joven hacia muecas de dolor, ya que Akihiro había metido tres agujas más en su mano, cuando estaba a punto de meter la cuarta el soldado se rindió y contesto.

— Luis Ramírez

— ¿Nacionalidad?

— Mexicana

— ¿Hace cuánto tiempo fuiste trasladado a esta base?

— Dos semanas

— ¿Quién te ordeno que realizaras el ataque

— Nosotros no hicimos nada — se defendió el joven, quien a pesar del dolor su rostro estaba llena de indignación

Akihiro camino hacia una pequeña mesa que se encontraba en aquella habitación vacía y levantado la grabadora reprodujo el audio que había tomado del teléfono de Adele.

— ¿Esta gente no era una amenaza Luis? — la voz de un joven mexicano se escuchaba, mostraba miedo

— ¡Ellos nos atacaron, mataron a nuestros jefes Miguel! ¡Ellos nos atacaron!

— No tenían armas, ellos no era una amenaza Luis

— Tenemos ordenes Miguel, el coronel lo dijo, eran criminales quienes fueron perdonados por ser humanos, pero son unos asesinos, quienes no merecen ninguna oportunidad

— ¡Pero Luis! — se escuchó un ruido bajo y los hombres callaron

Pauso el audio

— ¿Quién ordeno el ataque? — Akihiro tomo el bisturí de su equipo y se acercó al prisionero, coloco el arma encima del dedo meñique del soldado, quien a pesar de la valentía sus ojos se llenaron de terror y se había puesto pálido

— Soy inocente — la voz del mexicano sonaba con miedo — ¿Dónde está Miguel?

— Muerto — dijo sin ninguna misericordia, los ojos del soldado se agrandaron y su boca soltó un jadeo, no podía ser, su hermano estaba muerto.

Lleno de desesperación comenzó a moverse de un lado a otro, Sin hacer nada para detener al hombre espero que Luis se calmara. El mexicano grito, su dolor se sentía, los minutos pasan y los gritos se hacían cada vez menos fuertes, la silla estaba pegada al piso así que no había posibilidad que el soldado cayera.

Tiempo después solo se escuchaban pequeños jadeos.

— ¿Quién ordeno el ataque?

Los segundos pasaron, y el mexicano levanto la mirada, sus ojos se mostraban vacíos, el rastro de lágrimas se veía.

— Ellos son los asesinos, ellos causaron esto, ellos....

— Ellos eran civiles, quienes no merecían morir — todavía podía recordar la forma en que Melenik sostenía el cuerpo de Adele, nunca tuvo la oportunidad de conocer a la joven, ya que si lo aceptaba, siempre estaba encerrado en su trabajo y las pocas horas libres que tenia se la pasaba en el hospital.

No había sido un buen amigo. Lamentablemente ya no podía hacer nada, más que cumplir con la voluntad de su amigo.

— ¿Quién ordeno el ataque?

Luis lo miro fijamente y sea lo que viera o pensara asintió.

— El coronel Robinson

— ¿Cuándo les dio la orden?

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El interrogatorio había resultado bien, el soldado Ramírez había sido puesto en la prisión en lo que esperaba el juicio, y el había entregado todas las grabaciones al almirante, el coronel se encontraba en una celda junto con otros cinco soldados que fueron señalados por Ramírez.

El juicio se llevaría a cabo ese mismo día, pesar de que sentía que había pasado mucho tiempo, tenía dos horas libres así que tomando con cuidado el pequeño arreglo que le había obsequiado Melenik camino hacia el hospital.

Ya conocía el camino de memoria, ya que había pasado por allí durante ese horrible año, esperando el día en que Darel despertara.

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Recuerdo

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Caminaban con el mayor sigilo, su deber era introducirse en una pequeña base enemiga que se encontraba en M'Hamid El Ghizlane (Marruecos) según inteligencia la base apenas se estaba instalando así que no había mas de dos docenas de soldados, por ello era una buena oportunidad de instalar cámaras para espiar los futuros planes de su enemigo, Akihiro había sido enviado como traductor, ya que era el único que además de dominar más de 10 idiomas estaba entrenado.

Akihiro miro la espalda de Darel, siempre le había gustado ir de misión con el australiano, no porque le gustara el peligro, si no porque era cuando tenía la oportunidad de ver a su compañero con una actitud seria.

El rostro Darel se mostraba serio mientras inspeccionaba la zona con mucho cuidado, Akihiro obedecía todas las ordenes ya que sabía que su amante era un paranoico con su seguridad y no quería distraerlo. Habían sido dejados cerca del rio Draa y habían atravesado los restos de los edificios destruidos investigando la zona, cuando la noche había caído Darel dio la orden de descansar, en la misión solo iban tres soldados más aparte de ellos, así que fue fácil refugiarse en una pequeña casa, la cual se mantenía todavía en pie.

El lugar contaba con dos habitaciones ambas con puertas, así que se dividieron, un integrante de cada grupo iba a vigilar y después iban a cambiar de turno, ellos tomaron la habitación que daba a la puerta trasera, y viendo atravesó de la ventana solo observaron un pequeño patio con una barda baja y la oscuridad de la noche.

Sin intercambiaron palabras, Darel coloco las mochilas contra la pared opuesta al de la puerta y se recargo en ella, sacó su arma y quitando el seguro la coloco a su lado, sonriendo alzo su brazo llamando a su compañero.

Akihiro ya había acomodado sus armas de manera que podía sacarlas en cualquier momento, su amante siempre se había preocupado por el, así que lo había entrenado para cualquier situación, sonriendo como siempre lo hacía cuando estaban solos, camino y agachándose recargo su espalda en el pecho de su compañero.

Darel levanto el brazo acariciando la cabeza del japonés, siempre le había causado ternura que su compañero fuera más pequeño, apenas le llegaba al pecho, pero sabía que lo mejor era no hacer ningún comentario ya que Akihiro era muy peligroso cuando se enojaba.

Solo se escuchaba la conversación de sus compañeros y pocos minutos después sintió como el cuerpo del japonés se relajaba como señal de que por fin se había dormido. Darel se mantuvo vigilando, escuchando cualquier ruido, le sorprendía un poco que sus compañeros no se hubieran dormido, pero todavía no los conocía, ellos tenían poco de haber sido enviados a la base y la misión había llegado junto con ellos, en realidad solo Akihiro había tenido la obligación de asistir pero Darel nunca dejaría su seguridad en manos de desconocidos.

Algo no estaba bien, lo pudo sentir media hora después de que Akihiro se hubiera dormido, no se escuchaba ningún ruido pero sabía que algo no andaba bien, con calma levanto su arma y despertó a Akihiro, empujándolo lentamente en el hombro, el japonés despertó y sintió una mano en su boca, reconoció los brazos que lo rodeaban así que tranquilizándose saco sus armas, arrodillándose volteo a mirar a Darel, el cual se asomó silenciosamente hacia el otro cuarto, observo como una sombra paso por debajo de la puerta, pero al parecer fue el único ya que el soldado que supuestamente vigilaba se encontraba distraído viendo una foto, Darel esta al corriente de que no podía hacer nada para avisarle al soldado ya que eso rebelaría su presencia, regreso a su antigua posición para tomar su mochila, Akihiro miraba atreves de la esquina de la ventana y después de unos segundos miro a Darel, levanto dos dedos apuntando hacia donde presuntamente se encontraban los soldados.

¡Rayos!

Al parecer las cosas se estaban complicando, estaban rodeados.

Darel apunto con su dedo a la puerta y saco otra de sus armas justo cuando la puerta de la otra habitación se abrió, Akihiro abrió la puerta trasera con Darel detrás de él, y ambos dispararon derribando a los hombres que estaban en el patio, Akihiro lanzo sus shuriken mientras que Darel con silenciador le disparó dos veces a su enemigo, corrieron lo más rápido que pudieron mientras escuchaban los disparos.

Los hombres eran principiantes, o esto había sido una emboscada. Los soldados estaban lo suficiente confiados para disparar sin silenciador, lo cual quería decir que tenían mucha confianza en la realización de la misión.

Ambos habían estudiado el mapa para este tipo de situación así que corrieron dirigiéndose hacia el rio Draa, su mejor apuesta era travesarlo y esconderse entre los escombros de los hoteles que había en la otra orilla del rio.

Corrieron lo mas silenciosos y rápidos que daban sus piernas, sabían que si dejaban el equipaje irían más rápido, pero en el llevaban su equipo de supervivencia además de su equipo tecnológico, corrieron atreves de escombros por lo que parecieron horas, al parecer sus suerte había acabado ya que cuando llegaron a la orilla del rio los disparos comenzaron a oírse, el rio no era hondo así que pudieron comenzar a cruzarlo, Akihiro sintió el peso de Darel en su espalda durante unos segundos, pero cuando quiso voltear a revisar este lo empujo y siguieron corriendo.

Cruzaron el rio y corriendo hasta que llegaron a los escombros de lo que un día fue un hotel, se escondieron en un agujero de lo que parecía una pequeña bodega.

Apenas habían cerrado su escondite cuando Darel cayo inconsciente al suelo.

— Darel — Grito Akihiro, corrió a revisar a su compañero, quitándole la pesada mochila jadeo al ver la mancha de sangre que había en toda la chamarra.

Repitiendo el nombre del australiano comenzó a quitar el uniforme, no entendía como había recibido el disparo si además del chaleco llevaba la pesada mochila, pero al parecer la bala había entrado en el espacio que había entre la manga del chaleco y el brazo. Limpio lo mejor que pudo la herida, detuvo la hemorragia y durante toda la noche cuido de Darel mientras esperaba que los fueran a recoger.

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Fin del recuerdo

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Salió de sus pensamientos encontrándose frente a una puerta que conocía bien, entro sin tocar, camino hacia la cama donde un guapo hombre pareciera que dormía.

— Te traje algo — su voz sonaba entrecortada, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. Coloco el hermoso arreglo en la mesa que estaba al lado de la cama — lo siento Darel, no pude ayudar a Melenik.

Adentro de aquella habitación por fin pudo demostrar sus sentimientos, sin poder evitarlo comenzó a acariciar el rostro de Darel.

Saco todas sus armas y las puso en una silla, quitándose las botas y el chaleco, subió a la cama.

— En verdad lo siento Darel — comenzó a llorar — no fui un buen amigo, me hubiera gustado haber conocido a Adele, si hubiera prestado más atención a Melenik tal vez las cosas hubieran sido diferentes, debería haberme dado cuenta de las intenciones del coronel — enterró su rostro en el pecho del mayor — lo siento Darel — los sollozos se escuchaban más fuerte, su pecho dolía, trataba de mantener la esperanza pero todo a su alrededor caía en pedazos, decenas de personas habían muerto hoy, personas inocentes, personas con sueños y esperanzas, gente que pensaba que su futuro comenzaba a mejor y que por culpa de una sola persona sus vidas habían terminado — Despierta por favor.

Levanto su mano con cuidado y lo abrazo, sentía que ya no podía más, ya no tenía fuerzas para continuar. Se permitió llorar por todo lo que había visto hoy, sollozando y suplicándole a su compañero que despertara.

Sentía el calor del cuerpo de Darel y deseo poder permanecer siempre allí, fingiendo que solo dormía, pero lamentablemente no podía, tenía que seguir trabajando para el ejército ya que gracias a ello Darel recibía la mejor atención y cuidado que se podía en ese tiempo para tener mayores posibilidades de recuperación.

La guerra nos solo había matado a más de la mitad de la población, sino además cada día los retrocedía.

Escucho el sonido de mensaje de su celular y sabía que debía continuar, Darel lo necesitaba y él nunca lo iba a abandonar.

Sentándose con cuidado de los cables que tenía Darel, acaricio el rostro de su compañero e inclinándose beso sus labios.

— No te preocupes Darel, volveré y me quedare contigo todo el día de hoy — dijo dando una pequeña sonrisa — no creas que me eh olvidado de nuestra tradición.

Sintiendo el calor de su compañero se levantó de la cama y guardando sus armas salió del cuarto, tenía que hacer esto rápido para regresar con Darel, esta fecha siempre lo pasaban juntos, no importara que debían hacer para conseguirlo, siempre estaban juntos en las fechas especiales y este día era muy especial, no por ser el día que se consideraba el de los enamorados si no porque era el cumpleaños de Darel.

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El juicio estaba a punto de terminar, Akihiro ya había dado su declaración, y se escucharon los audios de Adele y Melenik, además de las confesiones de los soldados involucrado, Akihiro miraba la expresión vacía de Sofía, la verdad es que se había preocupado por ella, no podía imaginarse lo que estaba sintiendo Sofía en ese momento, su pareja la había traicionado, no solo por haber destruido su sueño (la colonia) si no porque además había matado a las personas que Sofía había prometido proteger, la esposa del coronel había sido escoltada y colocada en una silla en la tarima a lado de su marido, durante el juicio el coronel Robinson se la paso mirando a su mujer, pero está a pesar de tener la vista hacia en frente en ningún momento salió de sus pensamientos, sus ojos estaban sin vida y no se movió durante todo el juicio, solo escuchaba en silencio las declaraciones.

Al parecer estaban listos para dar el veredicto ya que el almirante, quien fungía como juez, se levantó de su silla.

— Después de las pruebas presentadas, el coronel es encontrado culpable – el juicio fue muy privado, además de Akihiro y los involucrados los guarias del almirante eran los únicos que se encontraban como testigos, el juicio se transmitió hacia otros almirantes y todo el mundo sabía que este no era un caso usual — Sera sentenciado a cadena perpetua en nuestra prisión de Sudáfrica, pero antes me gustaría saber porque.

La habitación quedo en silencio

— ¿Por qué destruyo el sueño de su esposa? — el almirante señalo hacia Sofía, quien no dio muestra de nada — Ella lucho por crear la colonia

— Estaba destruyéndonos — todos los ojos miraban hacia el coronel incluso los de la implicada — yo sabía lo que se rumoreaba — respondió el coronel con voz monótona — No era llamado para salir, me quede estancado aquí sin poder avanzar, yo sé que era un castigo por cumplir el capricho de Sofía, porque lo que ella hacia...

El almirante se sentó con fuerza haciendo que la silla chirriara y el coronel callara.

— Llévenselo — los guardias levantaron al hombre encadenado — Yo di la orden de que lo dejaran aquí — ambos hombres se miraban fijamente — yo creí que lo que su esposa hacia era algo muy importante, que tal vez si salía bien fuera una prueba de que podíamos volver a vivir juntos sin luchar, de que la paz iba a ser posible — el rostro del coronel se puso pálido — y si lo deje aquí coronel, no fue porque lo castigara, yo quería que protegiera el sueño de muchos. Llévenselo

El hombre fue sostenido por los guardias ya que estuvo a punto al darse cuenta del enorme error que cometió. Sofía se levantó de su asiento y seguida de dos guardias camino hacia su marido, los guardias dejaron que se acercara al hombre pensando que debían darle la oportunidad de despedirse, todos sabían que el coronel amaba a su esposa, eso nunca se puso en duda.

Pero Sofía no hablo hasta que en un movimiento rápido saco el arma que llevaba el guardia de su derecha. Los demás soldados levantaron su arma en contra de ella, pero el almirante dio la orden de no detenerla.

— Prometí protegerlos — los ojos de la mujer ya no estaban vacíos, ahora estaban llenos de dolor y lágrimas que caían sin piedad por sus mejillas — ellos confiaban en nosotros, ellos confiaban en nuestro... — miro fijamente a su esposo — en mi sueño

— Lo siento Sofía — el coronel lloraba — perdóname

— Ellos tenían sueños, esperanzas, nosotros creíamos en que la guerra iba a acabar, que la gente iba a entender que lo que pasaba era una tontería — el coronel trato de acercarse a la mujer pero esta levanto el arma apuntándole.

— Mátame Sofía — el haría lo que fuera por ella — perdóname

— Yo prometí estar con ellos, ayudar a cumplir nuestro sueño de crear un lugar sin guerra sin diferencias — la mujer sollozaba fuertemente — Y tu destruiste todo

En la sala solo se escuchaban los sollozos de Sofía y el coronel.

— Perdóname — suplico el hombre

— Ellos confiaron en nosotros — Sofía seco sus lágrimas y viendo fijamente a su esposo continuo — nosotros confiábamos en ti Adrián.

Sin que nadie pudiera hacer nada la mujer quito el seguro del arma y apuntándose se disparó en la boca. El sonido fue impactante todos los guardias corrieron, pero nadie pudo hacer nada. El coronel grito y corrió aventándose sobre el cuerpo de su esposa, lloraba desconsoladamente empujando su pecho sobre el cadáver, las manos estaban esposadas a su espalda así que no podía hacer nada más.

Ningún guardia hizo nada por tratar de alejarlo, Akihiro se levantó de la silla donde escuchaba el juicio, su mirada estaba empañada, salió de la sala escuchando los gritos y las suplicas del coronel quien rogaba por un perdón que nunca iba a obtener.

Cruzo la base sin mirar a nadie, su corazón se sentía entumido, sentía un nudo en el pecho, a pesar de que caminaba no podía sentir sus piernas, no supo cómo, pero había llegado a la recepción del hospital, necesitaba estar al lado de Darel, necesitaba tocarlo.

Siguió caminando hasta que los gritos lo sacaron de sus pensamientos, doctores y enfermeras corrían llevando varios aparatos, mientras gritaban cosas que Akihiro no entendía, su cerebro se sentía entumido, pero siguió caminando, siguiendo al personal hasta un cuarto que conocía muy bien, su pecho se llenó de una gran angustia y su garganta quería comenzar a gritar, el escandalo lo había asustado pero el ver que las enfermeras salían con rostros sombríos de la habitación de Darel libero todo del él.

Cayo al suelo cuando las piernas dejaron de sostenerlo

Su garganta comenzó a gritar

Sus lágrimas comenzaron a caer

Y su corazón se rompió.

 

Notas finales:

 

La historia finaliza aqui.

Nos vemos dentro de poco para retomar  una de las historias que tengo inconclusa, si alguien esta interesado en que continue una en especial digamelo en los comentarios.

Muchas gracias por leer


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