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Olor a metal por addictyck

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Espero que estén bien y tengan un lindo fin de semana, tal como dije en el capítulo anterior, se actualizara todos los sábados :)

 

Había pasado un mes desde que inició clases. Durante ese tiempo para su desgracia ocurrían muchos cambios: las niñas que en el primer día lo habían invitado a almorzar habían hecho un  club de fans, habían mal interpretado por completo su comportamiento apático pensando que era un chico “genial” cuando en realidad simplemente no sabía cómo decirles que le dejaran en paz.

Su casillero a diario tenía amenazas o “confesiones de amor” como lo llamó Deidara en tono burlesco.

El odiaba a esas chicas, especialmente a la pelo rosa, que por más que ella le recordara su nombre a diario cada vez que lo seguía por el pasillo él simplemente lo olvidaba.

Iba caminando en la escuela buscando con la mirada a Naruto, lamentablemente se quedó más tiempo del debido porque sintió como le agarraban del brazo.

–Sasuke –Lo llamó la peli rosa – ¿No has notado algo diferente en mí? –Le preguntó, él la vio buscando algo nuevo o extraño en ella, pero tenía su típico atuendo de porrista y su cabello estaba corto. Quería quitársela de encima así que le dijo lo primero que le vino a la mente.

–Te creció la frente –Dijo seriamente, la chica aflojó su agarre y se le aguaron los ojos, Sasuke volteó los ojos, y se alejó lo más rápido posible mientras escuchaba el llanto de la adolescente.

Llegó al salón y se sentó en su asiento esperando a que Naruto llegara. Una vez que empezó la clase, Sasuke mirada cada tanto a la ventana, esperando a que apareciera el rubio ya que el acuerdo de los profesores era no entrar por la puerta si llegaba tarde. Sin embargo Naruto o no se presentaba a las clases o llegaba más de 15 minutos tarde a la misma.

Suspiró, seguramente no se presentaría a esa clase, tomó notas para él, como empezó a acostumbrar.

Sonó el timbre del receso y se levantó antes de que el grupo de chicas lo acosara, caminó rumbo a la salida del instituto. A los pocos días descubrió que esas áreas no pertenecían al colegio y por eso Naruto era libre de fumar ahí.

 

Al llegar al gran árbol como Naruto lo había apodado a pesar de que no era el más grande del lugar pero sí uno de los más frondosos vio al rubio acostado observando la copa de los árboles.

Tal como su primer día, entre tantas cosas lo único que no cambiaba aparte de su paranoia era que Naruto diariamente lo esperaba ahí para almorzar, sin importar que lloviera.

Subió hasta donde estaba Naruto, después de unos días obtuvo un poco de habilidad para subir árboles. De su mochila sacó el almuerzo para ambos, el rubio lo miró con una gran sonrisa y casi le arranca su envase.

– ¿Qué preparaste hoy? –Preguntó Naruto animado – ¡Ohh! –Exclamó sacando un sándwich de queso y vegetales que se llevó rápidamente a la boca –Cocinas exquisito –Dijo con la boca llena.

Sasuke no le respondió, en parte le aliviaba de que a Naruto no le exigiera hablar. Aunque a veces pareciera que ignoraba al rubio, no era así, según el oji azul, él como los árboles necesitaba su espacio para existir.

De repente Sasuke notó algo, no olía a planta quemada, observó bien a Naruto y vio un moretón en su cara, no se veía grave pero lo alarmó.

Como si Naruto fuera capaz de leer su mente lo miró y señaló su moretón –La abuela me agarró fumando en la cocina y se puso histérica –Dijo aterrado –Cuando se enoja da un miedo que te cagas, para rematar consiguió mi boletín de calificaciones –volteó la mirada nervioso –Terminó metiéndose a mi habitación y me confiscó toda la hierba. Por eso he asistido menos a clase –Terminó por decir rápidamente para seguir engullendo el sándwich.

Sasuke sacó de su mochila su cuaderno de dudas sociales, y buscó algo referente a malas calificaciones. Naruto lo observaba con una sonrisa extraña, cuando consiguió lo que buscaba se animó a hablar.

–Puedo ayudarte a estudiar –Dijo Sasuke levantando la mirada para verlo de manera dura –Pero será duro, has faltado demasiado, no sé cómo te perdonan tantas faltas –Mencionó algo enojado.

 –Entonces nos vemos este fin después de la reunión –Sasuke hizo una mueca extrañado – ¡Ah cierto no te comente! –Dijo Naruto entre masticando el sándwich y tragándoselo – Al menos una o dos veces por semana mi grupo y yo nos reunimos. Como sé que te habitúas poco al cambio esperé algo de tiempo para invitarte –Dijo sonriendo mostrando sus dientes sucios por la comida.

El pelinegro frunció el ceño– ¿Estás diciendo que no has almorzado con tus amigos por comer conmigo? –Preguntó enojado, pero Naruto simplemente negó.

–Yo como solo desde hace dos años, me gusta ver las copas de los árboles. Tú simplemente apareciste y como disfrutas de lo mismo decidí no mencionarte nada –Le respondió algo nervioso, al igual que su abuela Sasuke daba miedo al enojarse y por lo que conoce de él, es muy sensible a ciertos temas –Además parece que te cuesta integrarte, así que no vi nada de malo que te sentaras a comer conmigo por un tiempo, si te cae bien mis amigos puedes comer con ellos –Finalizo de decir ganándose una mirada de enojo por parte del pelinegro.

–Púdrete –Dijo enojado antes de bajar del árbol e irse. Naruto no le respondió simplemente se quedó viendo las copas de los árboles.

 

Estaba sumamente enojado, le hartaba que cuando alguien le conociera lo tratara con cuidado, como si se fuese a romper. Él notaba como la gente de su alrededor cuidaba de sus palabras, como si a la más mínima cosa mala se fuese a romper.

Le gustaba comer con Naruto porque  no lo trataba con cuidado, siempre parecía en otro mundo como si apreciara una belleza que él era incapaz de ver. El resto del día lo paso solo, con una que otra chica fastidiosa encima.

 

***

 

Al llegar al apartamento tiró la mochila y se fue directo al cuarto de Itachi a encerrarse en el armario. Era su forma de decir que no quería que lo molestaran. Pasado tres horas encerrado, sintió como tocaban el armario. Sasuke no respondió y volvieron a tocar, con la diferencia que esta vez lo abrieron. Era Itachi dedicándole una mirada de preocupación.

–Se te va a enfriar la cena, y vi que prácticamente no tocaste tu almuerzo –Dijo Itachi agachándose para mirarlo bien, Sasuke simplemente volteó la mirada – ¿Peleaste con tu amigo? –Preguntó, al ver que no tenía respuesta siguió –Es normal que los amigos discutan –Decía con calma.

–Naruto no es mi amigo –Murmuró Sasuke enojado. Itachi le acarició el cabello de manera fraternal.

–Le haces el almuerzo a diario, almuerzas con él a diario. Si no es tu amigo ¿es tu novio entonces? –Preguntó con media sonrisa al ver que Sasuke se sonrojaba hasta las orejas.

 – ¡No es mi novio! Le hacia el almuerzo únicamente porque él me quitaba la mitad del mío o me miraba comer con cara de borrego degollado –Se defendió –Pensé que éramos amigos, pero solo comíamos juntos porque me sentaba casualmente donde él comía–Dijo lo último en un murmuro

–Entiendo –Dijo levantando su mano–Creo que Naruto si te considera su amigo, de otra forma, se hubiera ido a otro lado a contemplar árboles –Con dos dedos chocó la frente de Sasuke, Se levantó y salió de la habitación

 

Sasuke no salió del armario esa noche. Pasó los siguientes dos días solo, o huyendo de su club de fans. Pero lamentablemente lo encontraban donde sea que se escondiera, entendió que el único lugar donde no lo buscarían era en el bosque detrás del colegio y era porque las chicas sabían que Naruto se la pasaba ahí.

 

No le gustaba esa soledad. Naruto no era precisamente la mejor compañía pero se había acostumbrado a él y le molestaba no tenerlo cerca, al menos para almorzar.

Se levantó a las seis am como acostumbraba. Se duchó rápidamente para hacer el desayuno y el almuerzo de todos. El apartamento estaba silencioso, incluso Deidara había evitado hablarle por su mal genio. Sin soportarlo, buscó su celular para reproducir música, puso Pink Floyd y continuó  cocinando.

Escuchó como llegaba Deidara y su hermano –Buenos días –Saludó Itachi sin obtener respuesta del menor.

Sasuke dividía las raciones de la comida y las colocaba en los envases de cada uno. Había algo que lo molestaba, otra vez cocinó de más ya que sobraba la ración que debía ser de Naruto.

Deidara miraba con mala cara el celular de Sasuke y lo apagó. Sasuke se volteó a donde estaba el rubio y le dedicó una mirada cansada. En otras ocasiones le habría arrebatado el celular y lo habría insultado por quitarle la canción.

– ¡Oye! Últimamente a Itachi y a mí nos da más hambre a la hora de almorzar –Dijo Deidara tratando de aliviar el ambiente –Deberías colocarnos lo que queda en la olla –Sasuke volteó a seguir contemplando la comida, suspiró y colocó la porción que debía ser de Naruto en los envases de la pareja.

Itachi sirvió el café de todos mientras Sasuke intentaba salir de su miseria con el almuerzo y se sentó a desayunar como los demás. Solo se escuchaban los cubiertos, lo que casi le provoco a Deidara arrepentimiento por apagar la música depresiva de Sasuke.

El rubio tomo aire y miró a Sasuke – ¿Cuándo vas a resolver el problema con tu novio? –Dijo enojado – ¡Hasta comer contigo es deprimente! –Se levantó de la mesa y lo tomó por los hombros agitándolos – ¡Reacciona carajo! –Pidió, pero como respuesta obtuvo un empujón por parte de menor.

Sasuke agarró su almuerzo lo metió a la mochila y se fue rumbo a su escuela ignorando a los dos adultos.

Bajó por las escaleras del edificio y escuchó un chillido. Como si alguien apretara duramente sus dientes y los moviera con fuerza. Trato de ignorarlo y apresuró el paso, solo le faltaba bajar cuatro pisos. Por el rabilo del ojo vio una figura del tamaño de un adulto caer por el medio de las escaleras hasta planta baja, pero no escuchó el golpe.

Deteniéndose en seco se agarró el pecho con fuerza. Cálmate, no es real, pensó. Se asomó agarrándose del barandal, no encontró nada en el piso. Se relajó un momento, hasta escuchar de nuevo el chillido de los dientes. Con la diferencia que se escuchaban detrás de él, inhalo aire con fuerza y bajó lo que le quedaban de escaleras corriendo.

Al llegar a planta baja salió lo más rápido del edificio de lo que sus piernas le daban. Respiraba agitadamente mientras se tocaba el pecho tratando de calmar sus latidos, desde su discusión con Naruto empezó a ver fantasmas en su mismo edificio.

Tenía miedo de decirle a su hermano, estaba casi seguro que lo volvería a llevar al psiquiatra y le volverían a dar todas esas molestas pastillas.

El trayecto al colegio fue un infierno, estaba a nada de pedirle a su hermano que lo llevara al colegio. Pero si hacia eso Deidara cambiaría la cerradura del cuarto y no podría escabullirse con ellos en medio de la noche.

 

***

 

Llegó al colegio, no vio a nadie en el pasillo lo que le extraño. Miró su reloj, marcaba las 8 am.

¿Cuánto tiempo estuve en las escaleras?

Le restó importancia y se dirigió a su aula. Abrió la puerta del salón sin si quiera tocar y se sentó sin dar los buenos días. Miró a su derecha, el puesto de Naruto estaba vacío.

–Segundo día consecutivo llegando tarde – Kurenai interrumpió sus pensamientos –Pareciera que quieres que te apliquemos la de Naruto –Amenazó la pelinegra.

 –Profesora, eso es injusto, lo que deberían hacer es expulsar a Naruto, no hace más que dar problemas –Dijo una chica pelirroja que estaba sentada adelante – ¡Sí! ¡Nunca se presenta a clases, no sé para qué viene! –Se quejó otra chica de cabello marrón – ¡Mejor que ni se presente! –Dijo otro chico a lo lejos.

 –Ya cállense o suspenderé a todo el salón –Amenazó la profesora –Me estoy haciendo vieja por escuchar sus estupideces –Dijo en voz baja pero lo suficiente alto como para que la escucharan.

 

Sasuke paso casi toda las clases distraído pero no lo suficiente como para no tomar notas para Naruto, a pesar de estar enojado con él, no quería que suspendiera el año y desde que habían tenido esa discusión, Naruto no se había presentado a clases. Su plan era esperar al viernes para buscarlo en el gran árbol, lanzarle el cuaderno e irse.

Sonó el timbre y Sasuke sacó su almuerzo. Sentía las miradas de las chicas encima hasta que una de ellas se acercó y giró la silla del puesto de adelante para quedar frente a él, la chica parecía sumamente nerviosa.

Sasuke respiró sonoramente, se le acababa la paciencia –Di lo que tengas que decir y vete –Dijo mirándola de manera fría.

La chica bajó la mirada y sacó su almuerzo. Llegaron otras dos e hicieron lo mismo que la primera, colocar sillas alrededor de su puesto, sentarse y sacar sus almuerzos para comer con él.

El ojinegro se levantó y tomo sus cosas, las demás comenzaron a imitarlo con intensión de seguirlo. Las miró de mala gana –Si siguen jodiendo las golpearé –Amenazó.

– ¿Qué mierdas te pasa? Ellas solo quieren compartir contigo – Interrumpió un chico de cabello largo y marrón. El salón en el que antes se escuchaban conversaciones quedó en completo silencio.

 Sasuke lo volteó a ver enojado –Que compartan contigo, no quiero estar con ellas– Dijo señalándolas –No me interesa si son mujeres, estoy cansado de sus acosos y sus estupideces –Las miró –Son solo una molestia –

El chico de cabello largo se levantó de su asiento abruptamente, se dirigió hacia Sasuke y lo tomó del cuello del suéter –Repite eso una vez más –Amenazó levantando su puño.

Sasuke lo miro con prepotencia y le escupió. El peli marrón lo soltó un momento para limpiarse la saliva que le cayó en la cara antes de dirigirle un golpe. El pelinegro cayó sobre  un pupitre y se empezó a reír – ¿Eso es todo? –Preguntó Sasuke sonriendo.

–No vales ni mi tiempo –Dijo el muchacho, sentándose a comer como si no hubiera ocurrido nada.

Sasuke se levantó y se dirigió al baño para lavarse la cara, los demás se alejaban de él al pasar. Suspiró al sentir el agua en el rostro. Aunque le dolía la cara Neji le había dado un golpe suave, sentía más dolor por caer sobre el pupitre. Se miró en el espejo y notó que tenía ojeras.

Esto no sirve, le diré a Itachi que no asistiré más a esta basura de escuela.

Iba a salir del baño cuando notó que la puerta estaba cerrada, el único bombillo del baño empezó a titilar. Sasuke tomó aire, en el último cubículo se empezó a escuchar un llanto ahogado, lento y con pausas.

No de nuevo, pensó sin moverse y cerró los ojos esperando a que el llanto cesara. Pasó alrededor de dos minutos esperando, como nada cambiaba abrió los ojos e inhalo todo el aire que pudo llenándose de valentía. Se dirigió al cubículo de dónde provenía el ruido, tocó tres veces y el llanto se cesó.

El baño se silenció por completo, Sasuke se dio media vuelta y se volvió a dirigir hacia la salida, al tocar la manilla de la puerta el bombillo explotó a la vez que escuchó la puerta del cubículo ser golpeada violentamente.

La puerta se abrió, Sasuke salió de allí y cerró la puerta del baño rápidamente sin pensarlo dos veces. Exhaló todo el aire que anteriormente había inhalado y se quedó un par de minutos sosteniendo la manilla de la puerta temiendo que empezaran a forcejarla hasta que consideró que era estúpido lo que hacía.

Se dirigió al salón para terminar de almorzar y continuar sus clases. El día continuó tranquilo, nadie quería acercársele y nadie notificó el problema a ningún profesor. En clase de química tuvo la suerte de ser emparejado con el alumno ausente ya que ningún chico acepto ser su compañero y las chicas se negaron a trabajar con él cuando les dedicó una mirada fría.

 

***

 

El pelinegro iba de salida, luego de guardar los utensilios del laboratorio se tomó unos minutos de más para dibujar el procedimiento del experimento. Estaba seguro que a Naruto se le haría más fácil entender con dibujos. Al terminar cerró su cuaderno y se dirigió a la salida cuando se consiguió a Sakura.

 –Sasuke –Lo llamó Sakura levantando su mano saludándolo para llamar la atención –Que extraño encontrarte a esta hora –Dijo acercándose a él –Usualmente ya debiste irte ¡Ya se! ¿Querías verme en la práctica? – Se sonrojó.

Sasuke no hizo ninguna expresión y se volteó para seguir con su camino, no quería que le agarrara la noche y lo asustaran –Oye espera. No te vayas, lo siento –Se disculpó la peli rosa, Sasuke extrañado se volteó –Sé que se nos ha ido de las manos nuestro fanatismo ¡Pero nos emocionó el hecho de que ya no te juntaras con Naruto! –El pelinegro frunció el ceño.

– ¿Por qué dices su nombre con desprecio? –Preguntó tratando de controlar su voz enojada.

– ¿No lo sabes? Él era el mejor jugador de la escuela, era súper popular –Sakura se llevó la mano a la cara apenada –Pero un día decidió faltar al partido más importante de la escuela. En ese entonces trataba de salir con él –Hizo una mueca de asco –Resulta que su mamá empezó a sufrir de esquizofrenia. Al principio lo entendíamos y le dimos nuestro apoyo, pero empezó a ser más y más pesimista dejaba un aura lastimera –se llevó la mano a su pecho –Su madre insistía que él tenía un demonio dentro y debía morir ¡Incluso un día llego al colegio para matarlo! – Exclamó.

Sasuke estaba conmocionado, no podía creer lo que escuchaba, quería que Sakura cerrara la boca y buscar a Naruto, pero ella continuó.

–Aparentemente, su madre en uno de sus ataques mató a su padre y desde ese entonces Naruto cambió. ¡Incluso fue expulsado del equipo por consumir drogas! –Sakura mostro una sonrisa extraña –Viendo en retrospectiva, no me extraña que su madre quisiera matarlo. Digo, es un drogadicto, es despreciable –Finalizó al fin. Emocionada por tener una conversación con Sasuke.

 –El único ser despreciable aquí eres tu –Dijo Sasuke en voz pausada y baja, la miro con odio cuando empezó a sentir una terrible sensación en el pecho. Salió corriendo dejando a Sakura extrañada.

Tus padres deben morir

Se paró en seco al escuchar esa voz, de inmediato agarro su cabeza con sus manos y su respiración se descontrolaba

Tu madre olía tan bien, pero mírala ahora.

Un mareo lo atacó y se agachó cuando las arcadas se hicieron presentes. Sentía que sus ojos estallarían por la presión al vomitar. Se levantó como pudo, su cuerpo temblaba y empezaba a sentir frío.

Tanto frío que los huesos duelen.

Sentía como si en el lugar se acabara el oxígeno, empezó a correr como pudo, sus piernas empezaron a dolerle, sus pasos eran torpes y caía al suelo, pero se levantaba al instante queriendo huir de lo que recordaba.

Era su casa, pero ella ya no era cálida, era fría. Su madre estaba en la sala, desprendiendo un olor terrible. Veía con terror como los gusanos se la comían y un ser demoniaco cortaba trozos de ella para freírlos. Él quería correr, quería huir, pero una cadena en su píe lo impedía.

Gritaba hasta quedar afónico con la esperanza de ser escuchado.

Gritaba hasta que  salía aire de su boca sin sonido alguno, sintiendo su garganta reventada.

Empezó a gritar, pero como ese día lo más que le salía era un susurro lastimero. Corrió en dirección al bosque, no quería que nadie lo viera de esa patética forma y a pesar de correr con todas sus fuerzas sentía que su cuerpo se ponía más frío.

Todo empezaba a oscurecerse y aquellas imágenes horribles no se iban de su cabeza. Empezó a recordar el olor a putrefacción y otras arcadas se hicieron presentes. Se detuvo tratando de controlar el asco. Su cara estaba mojada, no tenía idea si era su sudor, o lágrimas.

Maldita sea, maldita sea, contrólate.

Pensaba enojado, caminaba rápido tratando de recordar el camino hacia el árbol donde solía reunirse con Naruto. Le era difícil ver, entre la oscuridad y sus lágrimas. Su cuerpo temblaba violentamente.

Se cayó de nuevo, esta vez por enredarse con una raíz. La vegetación frondosa le raspaba la ropa y se enredaba en su cabello, estaba tomando el camino equivocado.

Estúpidas raíces, estúpidas plantas, estúpido camino, estúpida mente, estúpido Naruto.

Como si sus vagas súplicas fueran escuchadas. Sasuke se chocó contra un árbol, no lo suficientemente grande, pero si suficientemente frondoso. Era el árbol en el que ambos solían almorzar.

Se arrodillo y abrazó lo que podía del tronco. El silencio del lugar moría por su llanto y su respiración agitada, mientras su cuerpo empezó a entrar en calor por la actividad física.

El ojinegro sintió que le daban un abrazo desde su espalda, pensó que no era real y se aferró lo más que pudo al tronco. Empezó a escuchar un pitido en sus oídos y una sensación desagradable como si  estuviera cayendo en un vacío inundó su cuerpo.

Algo lo jaló del tronco con fuerza, se dio la vuelta recordando que lo tenían agarrado y se encontró con el rostro preocupado del rubio. Este le decía algo, pero no era capaz de escucharlo bien. Se escuchaba lejano a pesar de tenerlo en frente, trataba de empujarlo, pero Naruto con facilidad le agarró las manos y lo abrazó. Sasuke se hizo un ovilo mientras trataba de tranquilizarse.

Notas finales:

Ok, ok. No me odien, Sasuke debía sufrir un poco (en este capítulo). Con respecto a Sakura no me cae mal ni nada, pero en los primeros capítulos de Naruto tiene una actitud súper insensible y necesitaba a alguien con esa actitud, nada personal.

Espero disfrutaran la lectura, nos leemos el otro sábado :) 


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