Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi sobre protector hermano mayor por koru-chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

.


Capítulo cinco


Para mí, se habían acabado las posibilidades con Park


.


Tras quince minutos y con pulseras distintivas puestas en nuestras muñecas, logramos entrar. El ambiente, en el interior, era caliente; había luces, alcohol y buena música electrónica que incitaba a bailar.


―Puedes beber si quieres―le sugerí cuando vi como sus ojos brillaron con anhelo tras ver como los demás corrieron a la barra por una copa de aquel elixir a base de alcohol. Suspiré observando como éste me miró suspicaz mientras le extendía mi mano para que me diera las llaves de su auto. Iba a ser bueno con él. Resoplé. Sí, era una molestia, pero era un buen hermano (aunque nunca se lo dijera) y, además, nunca salía a divertirse. Siempre lo veía estudiando; juntándose con compañeros con los cuales sólo metía sus narices en gordos libros con palabras extrañas.   


Alzó una ceja mientras analizaba mis palabras. Me afirmé al extremo de la baranda de hierro y madera brillante que delineaba una amplia escalera la cual conducía al segundo nivel donde se veía una zona amplia de descanso.


―¿En serio?―cuestionó sacando el llavero del bolsillo de su pantalón mientras miraba con recelo tras mi espalda, casi como si en algún momento un asesino en serie me estuviera a punto de clavar un cuchillo por la nuca. Sabía lo que pasaba por la cabeza del mayor: “Nadie podía tocar a su hermanito”. Asumía que habían sujetos mirándonos al momento de subir, bajar o pasar por aquella área.  Me pasó el objeto y me tomó de un brazo y me arrastró hacia la planta superior y tras encontrar un sitio vacío, me empujó para que me quedara sentado en aquel sector repleto de sofás. Me sentí como un niño de cinco años. Lo miré molesto. Ya estaba actuando realmente demencial y me estaba asustando―. ¡Esos malditos pantalones hacen que se te marque todo!―dijo entre dientes. Cerré mis ojos y negué viendo como los demás llegaban con sus bebidas―. Te traeré agua―terminó diciendo tras desaparecer de mi vista. Suspiré.


―Es muy sobreprotector―miré a JiMin quien bebía un pequeño sorbo de su copa al mismo tiempo que se acercaba para sentarse junto a mí.


―No tienes ni idea. Es una molestia―bufé mostrándole una pequeña sonrisa tímida.


―¿Recuerdas que tengo un hermanito de tú misma edad?―asentí―. Creo que soy igual de cuidadoso con él―contó mientras veía como su pierna tocaba la mía. Claro, sin dobles intenciones. Sólo era yo maquinando ideas erróneas en mi cabeza.


―Estoy seguro que no llegas al nivel de este tipo. Está perdiendo el control. Me exaspera―éste se carcajeo. Mi cosa favorita era cuando Park reía y provocarle una carcajada era lo mejor que me podía pasar en el día―. Supongo que se puso así desde que decidí salir del armario.


―¿Cómo?―se acercó a mi bajando su nuca y acercando su oreja zurda tras no haber oído por la música.


―Supongo que se puso así… desde que decidí salir del armario―su perfume me golpeó. Olía fenomenal. Creo que nunca habíamos estado tan cerca y eso que, ahora, nuestra relación era más “cercana”; ya no era tan torpe y me atrevía a hablar más con él. Pero nuestro trato no pasaba más allá; continuaba siendo el amigo de su amigo e interactuábamos por medio de él.


―¿Saliste?―giró su rostro y me miró sorprendido. Estábamos milimétricamente adyacente. Contuve el aliento he hice una mueca de medio lado mientras reafirmaba con mi cabeza―… Con razón los pantalones―canturreó bebiendo un nuevo trago sonriendo extensamente mientras se alejaba y volvía a su posición. A veces, cuando mi autoestima estaba alta, sentía que JiMin me coqueteaba. Era descarado, me revolucionaba por dentro, pero luego lo veía actuar de igual forma con Tae u con otras amistades...


―Fue idea de V―murmuré avergonzado. Siempre llevaba conmigo ropa deportiva; ancha y cómoda. Muy rara vez vestía con camisas, jeans o camisetas de mi talla. A veces, también usaba pantalones entubados, pero estos eran diferentes; brillaban ligeramente y parecían adheridos a la piel casi como si estuviesen húmedos.


―Muy buena idea… Te quedan de maravilla―se me puso la cara roja de un subidón por tercera vez aquella noche. Le sonreí. Nos miramos por unos segundos. Lamí mis labios armándome de valor; me iba a atrever a invitarlo a bailar, aunque no se me diera tan bien como se le daba a él que era uno con la música, pero en ese preciso instante, mi querido hermano mayor nos separó sentándose en medio. Gruñí observando como no traía ninguna bebida consigo.


―¡Esta pulsera no sirve!―apuntó la cinta en su muñeca la cual lo distinguía como hetero.


―Amigo―dijo el compañero de danza de Park―. ¿Sabes cuantos “heteros” vienen aquí para… no precisamente conversar con alguien?


―KOOKIE―chilló abrazándome mientras veía como JiMin caminaba hacia la pista de baile. Maldito idiota de Jin. Yo sólo quería bailar con aquel hermoso chico. Sólo eso... ¡Mierda! ¿Por qué no me atreví a pedírselo antes? Antes de que se me ocurriera salir del armario y que mi hermano se pusiera tan… insoportable y aprensivo.


.


Cuando el pesado se alejó de mi para ir al baño, me acerqué a la barandilla que delineaba el segundo nivel la cual dejaba apreciar la pista de baile. Los chicos estaban ahí. Como siempre, era el que no se atrevía a ir y me quedaba en segundo plano mirando, especialmente, a Park JiMin. Éste estaba con un chico que distinguí como el tal “Min YoonGi”. Yo lo conocía por “Suga”―aunque, al parecer, no era su único seudónimo―; era popular en la facultad por su trabajo como DJ y porque tocaba un par de veces a la semana en Euphoria. Estudiaba música, iba en tercer año y estábamos en la misma facultad de artes.  Varias veces lo había visto deambular por la escuela. Se vislumbraba como un chico serio y solitario. Era atractivo, tanto físicamente como mentalmente. Su actitud era atrayente; parecía ser indiferente ante todo.


¿Ese tipo de chicos le gustaba a JiMin?


Hice una mueca de medio lado viendo la escena. Park era jodidamente sensual y las sonrisas coquetas que le regalaba al rubio eran de infarto. Ambos estaban demasiado cerca. Demasiado…


Apreté mi mandíbula cuando finalmente pasó. Se besaron. Al cabo de unos segundos se separaron unos centímetros, pensé que Suga se iba a alejar del pelirosa, pero el mayor le volvió a comer la boca luego de meditarlo un poco.


Me sorprendía como el estudiante de danza era, a simple vista, tímido; otras―con sus cercanos como Tae―, era adorable, cuidadoso y confortable. Era sumamente amistoso y vivaz cuando entraba en confianza, pero estaba claro que no lo conocía bien porque, de las tres veces que había pisado aquel lugar, las tres veces lo había visto besarse con algún tipo. Entonces, no era tímido… Claro que no. Era osado y descarado. Mordí mi labio inferior con frustración mientras apartaba mis ojos de la escena llevando estos a mis manos posadas sobre la baranda y apretadas entre si con más fuerza de la que debía.


Debía ser sincero conmigo, había escuchado el nombre de YoonGi un par de veces. JiMin lo había mencionado en un par de ocasiones, pero, al parecer, éste nunca lo había tomado en cuenta. Claro hasta hoy.


―Así que, te gusta ese sujeto del pelo rosado―di un respingo tras escuchar aquel tono familiar.


―No sé de qué hablas―dije en medio de un suspiro. Me quería ir de aquel ruidoso entorno. No sabía porqué aún seguía ahí. En primera instancia, no debí haber ido; menos con mi hermano.


―No dejas de mirarlo.


―Déjame en paz, SeokJin.


―¿Por qué no le dices? Sabes, te voy a explicar una cosa. Sé que eres un chico, por lo que deberías saber que nuestra “raza”, es lenta. Los coqueteos sutiles, un pantalón lindo, una miradita fugaz, una sonrisita, un roce, no dice mucho y ese tipo no parece muy inteligente… en las artes de la conquista sutil.


―Cállate―gruñí entre dientes.


―Habla con él―no respondí y en su lugar, resoplé. Claro que no iba a hablar con él. Su perorata estaba de más porque yo, simplemente, no le gustaba. No lo atraía ni siquiera como amigos. Al final sólo éramos conocidos. Después de todo, era amigo de su mejor amigo. Debía entender y asumir que, si bien a mí me gustaba, no tenía porqué gustarle yo a él. De una u otra forma no conectábamos. No sé, sentía que era tensa nuestra plática, no congeniábamos más que un par de palabras y sentía que era mi culpa, porque me ponía nervioso y, sinceramente, yo no me ponía nervioso en muchas situaciones; sólo Park JiMin tenía ese efecto en mí―. Uh, mira. Ahí va de nuevo; besuqueándose con ese tipo. Qué asco―le di un codazo―. Tú eres mucho para él, en todo caso―dijo aproximándose a la escalera que daba al plató de baile atestado.


―¿Dónde vas?


―A decirle a ese idiota que estas aquí muriéndote de amor por él y que es un estúpido por no darse cuenta de ello a pesar que es tan evidente.


―¡No!―grité en medio de la música, pero mi voz se perdió entre la melodía estridente. Me alerté intentando tomarlo de su sudadera, pero éste caminó y mi agarre quedó en cero―. Mierda―dije sin hálito. Bajé un par de peldaños, pero me quedé en medio y me tapé la boca viendo como de verdad mi hermano iba sorteando cuerpos hasta que se aproximó al bailarín. Separó a ambos cuerpos y, tras no entender la presencia del mayor ahí, éste se acercó al oído del pelirosa y me apuntó. Retrocedí un par de pasos y cuando sus ojos color marrón chocaron con los míos bajé mi cabeza y huí de ahí.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).