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Siren por Kuroi_fuyu

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Notas del fanfic:

Pareja: Hyde x Sakura

Este fan fic no me pertenece a mi si no al usuario babyrubysoho, esto una traducción mía, pero tengo la autorización de la autora para traducir y subir esta obra, así que pido que no re-suban esto, gracias.     

Notas del capitulo:

También quiero explicar algo antes, el fan fic original esta en inglés, el titulo (como ya lo habrán leído) es Siren, en español seria "sirena", en ingles hay otra palabra, "mermaid" que en español también se traduciría como "sirena", pero ambas criaturas son diferentes. La diferencia es que en la mitología griega las "siren" son criaturas peligrosas depredadoras que atraen a los hombres con sus voces para hacer que sus barcos choquen y se rompan, mientras que las "mermaid" son conocidas por ser hermosas criaturas acuáticas que usan sus voces para enamorar a los marineros, no matarlos. En este fan fic sólo se incluye la primera criatura.

La vida de Hyde es una canción.
 
Sin comida, sin agua, sin que los labios de otra criatura toquen los suyos; Sólo música. Hyde ha existido aquí, no puede decir que vivió, durante tantos miles de años como puede recordar. Vio a los griegos ir y venir, y también a los romanos, desde sus rocas junto al mar; y desde entonces no ha escuchado más que el ruido del choque de las olas y su propia voz.
 
Había tres de ellos, una vez; él piensa que fueron tres, hace mucho tiempo. Pero sus hermanas se han ido desde el día en que un hombre vivo se resistió a su canción y partió para contar la historia. Más inteligentes y más fuertes que él, aún así, se lanzaron al océano por vergüenza a aquello, de ver pasar ese maldito barco íthicano, y solo la belleza de su propia canción en sus oídos había evitado que Hyde las siguiera.
 
Y durante los últimos tres mil años ha estado solo con los ruinas y el viento.
 
Hasta que un día llega algo.
 
***
 
Sakura sabe que no debió haber sacado el bote por sí mismo; su novia es mejor marinera que él, pero esa mañana ella solo había querido yacer en el hotel e ir de compras, y Sakura estaba ansioso por sentir la brisa en su rostro. Ahora son dos días después y él sabe que es un maldito idiota; de hecho, piensa que va a morir. Está perdido, su boca y pestañas están costradas de sal, su cabeza girando así que apenas puede conducir, y nada más que azul rodeándolo, por debajo y por encima.
 
Luego, a través del rocío del arco iris, ve una costa rocosa. Su visión es vacilante, pero está bien, si solo puede virar lo suficientemente rápido como para llegar a ella. Sacude el cabello oscuro de su cara y alcanza el cabrestante.
 
***
 
Hyde está esperando, hoy como todos los días, la eternidad un océano desolado ante él. Los barcos rara vez nunca pasan, en este yermo de agua tan lejos de las rutas de comercio humano, y esta casi alegrado porque es lamentable ver morir a tantas criaturas vivientes. No por ellos, entiendes, sino por el mismo Hyde: no puede soportarlo, que vengan tan tentadoramente cerca, solo para decepcionarlo al final.
 
Siente el bote antes de verlo, su peso en su pequeño mundo lo atrae hacia la orilla y abriendo su garganta. Comienza a cantar, incapaz de evitarlo, un hechizo urdido de su propio deseo y miseria. Luego lo ve, bajo el resplandor del sol de la tarde fuera de las olas: una cosa pequeña, un solo hombre manejándolo, y todavía está fuera del alcance del oído pero ya gira hacia la isla y sus terribles olas. Hyde casi cierra la boca sorprendido, porque nadie viene a él por su voluntad propia; el hombre debe estar loco.
 
***
 
Sakura maldice para sí mismo cuando ve la altura de las olas, y por un momento considera seriamente volver al mar porque esa orilla es una asesina. Pero antes de que pueda elegir, un sonido agudo afecta sus oídos y cada pensamiento se borra de su cabeza, excepto que tiene que llegar a ella. La corriente lo tiene ahora de cualquier forma y se deja llevar a el, el más sonoro, dulce e infeliz sonido que jamás haya escuchado. No le queda control, sobre sí mismo o el bote; girando por el costado, se eleva por una pared de agua, y cuando llega a la cresta, ve débilmente una figura en las rocas sobre él, una túnica toda blanca de oráculo y cabello ondulante. Al siguiente momento, el bote está cayendo con la ola. Con los ojos y oídos llenos de belleza, Sakura salta al agua.
 
***
 
Hyde ve caer al marinero, y al siguiente segundo el bote se astilla contra su costa; y todavía canta, lágrimas furiosas brotando, un lamento para el tonto hombre y para sí mismo. Sus ojos se cierran al ver otro cuerpo sumado al montón de huesos al pie de su acantilado. Está acostumbrado al dolor, ahora, ha sido adormecido por los milenios; pero él había querido a este.
 
Cuando vuelve a abrir los ojos, ve una vista tan lejana de su experiencia que no puede, al principio,  comprender: hay un humano en la playa debajo de él. El aliento llegó a su garganta y su canción se tambalea por primera vez en su existencia; ni siquiera la muerte de sus hermanos había detenido su flujo dulce y mortal. El marinero de alguna manera ha pasado las rocas con forma colmillos sin haber sido desgarrado en pedazos, y ha terminado en la estrecha franja de arena pálida entre las olas grandes y los acantilados.
 
Hyde no está seguro de si se siente más aterrorizado o emocionado de la vista; extraño corazón latiendo con fuerza, se desliza hacia abajo desde su posición, por el camino traicionero desgastado por sus pies descalzos durante miles de años. Se encuentra fuera del alcance en una roca sobre el cuerpo del marinero. Temblando por completo, mira por primera vez a un humano.
 
El hombre parece grande, en una escala mayor que Hyde en conjunto, y quemado oro por la exposición al sol. Su cabello es negro como la brea, húmedo y brillante como la piel de una foca. Hyde quiere tocarlo, comienza a agacharse. Luego se trepa devuelta arriba de la roca, con el corazón en la boca, porque el cuerpo se está moviendo. ¡Vivo! se estremece.
 
***
 
Tosiendo el agua de los pulmones, Sakura abre los ojos y se contraer del dolor; se sienten envenenados con sal, cada hueso de su cuerpo al borde de la fractura de esas horribles rocas. Piensa está muriendo, con el dolor y el anhelo de escuchar ese sonido nuevamente, para encontrar lo que sea que lo estaba haciendo. Se da vuelta, mira hacia arriba y ve un ángel.
 
-...¡Dios!-
 
La criatura sobre él retrocede, con sus enormes ojos abiertos y petrificados, posados en el borde de la roca resbaladiza como un pájaro. Sakura parpadea y se pone de rodillas para ver mejor; No sabe si es hombre o mujer, pero está seguro de que no es humano. Parece uno, casi; Pero no lo es. La pequeña figura lo mira embelesada, envuelta al azar en una tela diáfana y aireada como algo sacado de un mito griego, todo húmedo y rasgado alrededor de los bordes. Su cabello es una cascada rizada de color marrón, piel blanca como la espuma de las olas grandes, y su cara es... exquisita. La pequeña boca está cerrada en una línea preocupada, pero Sakura está seguro de que esto es lo que estaba haciendo ese sonido celestial. Siente que se ha vuelto loco, como si hubiera cruzado a otro mundo cuando llegó a la playa.
 
-... Oye-, dice Sakura, su propia voz ronca de sed y agotamiento. -¿Por qué no bajas?- La criatura ladea la cabeza como un gorrión mientras habla, luciendo tan fascinado con él como el debe estarlo con el, pero no se mueve. Sakura se pone de pie, sus músculos gritan una protesta y extiende su mano.
 
***
 
¡El hombre esta hablando! Hyde nunca antes había escuchado una voz humana, no lo suficientemente cerca como para escuchar realmente su melodioso llamado a la muerte; es áspero y subdesarrollado, el sonido de un animal en comparación con sus propios tonos encantadores, pero puede entenderlo, casi. Es asombroso. Luego el hombre está de pie, con aspecto aturdido y acercándose a él invitándolo. Por un momento, Hyde se presiona devuelta contra la piedra, porque incluso azotado por el mar, el hombre es mucho más grande y fuerte, y quién sabe lo que les gusta hacer a los humanos, especialmente cuando Hyde tiene la culpa de su situación en primer lugar.
 
-Vamos- El humano le sonríe, o al menos muestra los dientes. Al no tener muchas otras opciones, Hyde toma su mano, jadeando por la aspereza de la piel del hombre, su calor. Temblando, se deja tirar suavemente. De pie expuesto en la arena y mirando hacia arriba, se siente muy vulnerable; y sus dedos todavía están tragados en la mano del humano.
 
-Soy Sakura- Los ojos del hombre lo recorren ansiosos, como si fuera algo absolutamente extraño. -Sakura,- dice de nuevo. -... ¿Cuál es tu nombre?- Hyde parpadea ante eso, consternado; abre la boca, luego la cierra, porque no está del todo seguro de poder hacer un ruido que no sea su canción letal.
 
***
 
Sakura ve a la hermosa pequeña criatura abrir sus labios, exponiendo sus dientes blanco intenso, luego los cierra de nuevo. Quiere tocarlos, ver si son tan suaves y fríos como los pequeños dedos en su mano.
 
-No tengas miedo-, dice alentador, y lo intenta de nuevo.
 
-... Hyde.-
 
Sakura quiere reír en voz alta, cantar a sí mismo ante la belleza de ese sonido corto; ya no tiene dudas, lo que lo llevó a las rocas, y no le importa; él podría ahogarse mil veces en esa voz e irse felizmente.
 
-Hyde-, repite, un patético eco de la música, y levanta su mano libre impotente para ahuecar la cara del hombrecito; hombre, él está seguro ahora, la voz tan profunda y sonora, aunque es cien veces más hermosa que cualquier mujer humana que Sakura haya visto. Está temblando como una hoja debajo de los dedos de Sakura, sus enormes ojos paralizados, y su grueso cabello se siente como plumas. -¿Qué eres?-, Dice Sakura, porque está desesperado por escucharlo de nuevo y no puede pensar en una pregunta más inteligente. Pero Hyde solo sacude la cabeza. Sakura quiere escuchar todo, ver todo de el.
 
***
 
¿Qué es el? Hyde no sabe la palabra por sí mismo, difícilmente entiende la pregunta. Así que se queda callado, aunque el anhelo en el rostro de Sakura lo hace querer hablar nuevamente, solo para complacerlo, para ver cómo las expresiones se mueven a través de sus rasgos humanos. El hombre lo está tocando, por primera vez en cuatro mil años y tan diferente como nunca antes debido a su calidez. Hyde se apoya en la mano mientras se desliza cariñosamente a través de su cabello y quiere llorar. 
 
-Di mi nombre,- susurra Sakura, sus dedos ahora curiosos contra su garganta. Hyde lo obedece, enrollando su lengua mágica alrededor de las sílabas extranjeras, y ve que sus ojos se vuelven suaves. Lo dice de nuevo, su voz profunda es una canción melodiosa; pero se corta cuando los labios de Sakura cubren los suyos. Se congela por la conmoción, no sabe lo que significa esta nueva caricia, solo que el hombre de repente es todo calor y urgencia. Le da miedo, pero incluso le agrada: sentir algo después de una eternidad de vacío es intoxicante. Se levanta de puntillas y le devuelve el toque.
 
***
 
Sakura toma la encantadora cabecita de Hyde con ambas manos y lo besa en la boca, un impulso ciego y de adoración. Por un momento la extraña criatura está completamente quieta debajo de él, luego se levanta contra sus labios, moviéndose torpemente como si no tuviera idea de lo que es un beso en absoluto. Es genial y sabe a sal, pero todo lo hace ahora; Y hay algo en la textura de su piel suave que realmente no es humano, ni siquiera mamífero.
 
-Hyde,- murmura Sakura vertiginosamente, apartando los labios. Hyde jadea cuando la lengua de Sakura roza la suya, el sonido es tan musical como el aria más perfecto, pero es Sakura mismo quien siente el shock; Si "brillo" fuera una sensación, así sería el movimiento de la lengua de Hyde, la magia palpable en su carne. Extasiado, desliza sus manos por los hombros del hombrecito, y la gasa blanca se cae como un pañuelo de papel a sus pies. El viento sopla a lo largo de la playa, abanica el cabello de Hyde en un torrente después, y Sakura lo mira: su cuerpo es como el de un hombre pero no, los huesos de sus extremidades esbeltas, livianas y finas como las de un pájaro. Sakura nunca había deseado algo tanto.
 
***
 
El hombre lo mira como Hyde mira fijamente los barcos que él atrae para su destrucción: hambriento, hambriento y asustado, como si al acercarlo pudiera destruirlo todo. Hyde tiene un pequeño concepto de desnudez como tal, y nada del deseo que hace arder la mirada de Sakura. Él hace un sonido pequeño e inquisitivo; quiere ser tocado de nuevo, para comprobar que Sakura está realmente allí, para sentir el extraño lenguaje humano que es solamente silenciosos labios contra labios.
 
Sakura todavía está mirando su cuerpo, aparentemente incapaz de moverse, por lo que Hyde se estira. Es cauteloso, curioso; hay músculos duros debajo de las puntas de sus dedos, debajo de la complicada gama de ropa empapada que cubre el pecho de Sakura, y se estremece con su toque. Tira de la tela de forma atractiva, quiere aprender más y es recompensado por los brazos de Sakura alrededor de el, haciendo que su piel se estremezca hasta su cóccix. Las manos de Sakura siguen el estremecimiento, y un instante después está de rodillas.
 
-Hyde,- dice Sakura con entusiasmo, con sus labios contra las costillas de Hyde, -háblame...dime que está bien-. Hyde realmente no entiende eso, solo gime mientras la boca de Sakura se mueve más abajo. Nunca antes había hecho un sonido así, y nunca se sintió tan perdido; enrolla sus dedos en el cabello oscuro del hombre, áspero y húmedo, y se agarra para anclarse.
 
-Sakura,- canta, la única palabra humana que le han enseñado, y escucha que el hombre retumba con algo que suena a placer; entonces las manos de Sakura se deslizan entre sus piernas y casi se cae.
 
***
 
El gemido de Hyde es suficiente para llevar a Sakura a la cúspide de la felicidad por sí sola. Siente las piernas delgadas temblar y se apodera de las caderas estrechas de Hyde para mantenerlo parado; es tan liviano, incluso para su tamaño, que parece que podría flotar lejos. Pequeños dedos de uñas afiladas se retuercen en el cabello enredado de Sakura mientras lo besa, abajo y abajo, tan receptivo que es como si nunca antes lo hubieran tocado. Y tal vez no haya sido tocado; el pensamiento deja a Sakura mareado, con la pura extrañeza de ello tanto como cualquier otra cosa.
 
-Aahh…- Las pestañas gruesas y rectas de Hyde cubren sus ojos y suspira. Él aun sigue temblando. Sakura lo tira hacia la arena, lo acuesta boca arriba; Su extraño cabello etéreo se extiende por el suelo como algas. Se ve nervioso de nuevo cuando Sakura se mueve sobre él, pero su expresión se vuelve interesada cuando Sakura se quita su camisa estropeada y el resto de su ropa.
 
-Te quiero,- dice Sakura, y de nuevo, como un mantra. Está duro, y nunca había estado así por un hombre antes; pero este lugar está tan lejos del mundo real que parece insignificante incluso pensarlo.
 
-¿Quiero?- hace eco Hyde, y Sakura podría llorar ante el sonido. Toma las pequeñas manos de Hyde y las pone sobre su cuerpo. Los ojos de Hyde brillan y comienza a explorar; Sakura sabe que es pura curiosidad y que no quiere tentarlo, pero esos toques leves son suficientes para hacerle perder el control. Se inclina y lo besa de nuevo, no con cuidado esta vez si no apasionado, esos labios fríos suaves como la miel. Mientras Hyde está tratando de copiarlo, rezagándose un poco pero haciendo lo mejor que puede, Sakura desliza una mano por el interior de su pequeño muslo, blanco y perlado como el corazón de una concha. Sin detenerse, sin siquiera detenerse a pensar que esto es una locura, embiste dos dedos hacia él. Siente a Hyde gemir bruscamente contra su boca, y acuna la parte posterior de su cabeza de manera suave.
 
***
 
Hyde está petrificado nuevamente en el torbellino de sensaciones que lo arrastra a sus fauces; sus nervios crudos, que nunca habían experimentado realmente dolor o placer, no pueden decir cuál es cuál, por lo que los dedos de Sakura dentro de él están en éxtasis mientras que sus labios heridos se sienten como un castigo. No sabe qué significa todo esto para los humanos, qué se supone que debe comunicar, pero cada caricia de la lengua de Sakura contra la suya parece estar llena de significado que no puede lograr entender.
 
Sus manos se mueven, constantemente vagando por el cuerpo de Sakura; está duro en todas partes y se siente anormalmente cálido en comparación con su propia sangre fría. Se aventura un toque entre las piernas del hombre, al igual que Sakura lo hizo por él, y lo escucha gemir. Cierra los dedos y los dientes de Sakura se hunden suavemente en su labio. Hyde, al no tener más remedio que aprender por imitación, muerde. La sangre de Sakura es roja como las amapolas en el prado del acantilado, cálida y cobriza en su lengua, la primera sustancia extraña en pasar por sus labios. Hyde lo mira, sorprendido por el ruido sofocado, pero Sakura solo sacude la cabeza y lo besa de nuevo, otro dedo largo presionando dentro de él.
 
-¿Duele?- pregunta Sakura entre caricias. Hyde cree que sabe lo que eso significa, pero no está seguro de si la respuesta es sí o no, y no importa porque cualquier sensación es milagrosa para él. Entonces no responde, solo repite el nombre del hombre en una melodía agradecida que fluye de sus labios y hace que la expresión de Sakura sea febril.
 
-Quiero estar contigo,- susurra Sakura cerca de su oreja, su aliento es un pinchazo delicioso sobre la piel. -…¿Sabes?- Hyde está a punto de asentir con la cabeza, sí, cuando continúa, -Para hacerte el amor…- Hyde no tiene idea de lo que eso significa, por lo que lo cambia a un movimiento de cabeza, su cabello largo derrama arena. -Dentro de ti-, continúa Sakura suavemente, y Hyde se sonroja quizás por primera vez desde que comenzó el mundo. No conoce la palabra -virginal-, pero el concepto llena sus huesos huecos; es algo que los ha definido a los tres desde su creación. Se vuelve blanco de nuevo con la magnitud de la misma.
 
***
 
Sakura no puede creer que esto esté sucediendo, o que él realmente pueda estar aquí, a toda una vida de sus vacaciones en el Mediterráneo de solo unos días antes. ¿Y dónde encontró la temeridad de siquiera ponerle las manos encima a esta criatura extraña, sin importar pedirle que lo lleve? Está seguro, ahora, de que Hyde no fue tocado por humanos y probablemente por otras manos hasta que él llegó a través de las olas; y la proposición de tenerlo es a la vez aterradora y tan irresistible que es como si estuviera atrapado en esa canción hipnótica de nuevo, aunque los labios manchados de sangre de Hyde están actualmente en una línea silenciosa.
 
Hyde está callado tanto tiempo y se ve tan ansioso debajo de él que Sakura está a punto de intentar alejarse, aunque siente que le arrancaría el corazón. Antes de que pueda hacerlo, Hyde se sienta, su elegante nariz a una pulgada de la de Sakura, y mueve un dedo decisivamente hacia él. Sakura se pone de pie tan pronto como puede seguir, arrastrando al hombre más pequeño por la playa hasta las rocas. Aquí hay un camino, y Sakura lo inicia a ciegas. Hyde, a su lado, parece flotar en el acantilado como una pluma, y ​​Sakura se esfuerza tras él, la combinación de agotamiento hasta los huesos y un deseo apremiante ralentiza su progreso.
 
Cuando llega a la cima, es otro mundo: una meseta de flores salvajes y lujosas, todavía iluminada por el disco de cobre del sol donde la playa ya está en la sombra. Hyde cae airosamente en las flores de iris, liberando una nube de polen perfumado, y lo alcanza.
 
-¿Aquí?- dice Sakura; Hyde sonríe a través de sus colmillos de miniatura y abre sus extremidades voluntariamente. Sakura suelta sus músculos adoloridos y se hunde en el paraíso.
 
***
 
Esto es, piensa Hyde cuando Sakura entra en él, esto es vida. Está bien que debería ser aquí arriba, no en la playa que no ha visto más que la muerte. Le duele todo su pequeño cuerpo, por lo que se aferra al hombre, las uñas transparentes dejan pequeños pinchazos afilados como las marcas de las garras de los halcones en la espalda. Él sabe que este es el fin, el fin de cualquier divinidad que alguna vez pudo haber tenido en él; pero siente que no ha perdido nada.
 
-Sakura-, canta, y siente un escalofrío bajo sus dedos, en los labios de Sakura contra los suyos mientras la música se afianza. Enrolla sus piernas alrededor de las caderas de Sakura e intenta no perder la cabeza, cada movimiento saca un sonido diferente de él y crea una canción nueva, una que nunca había soñado antes.
 
***
 
Sakura quiere preguntar si está bien, si le duele, pero no puede hablar, no con los sonidos celestiales que se derraman de la garganta de Hyde. Lo besa en su lugar, lo presiona más fuerte contra las flores. Hyde vuelve a gemir y se aferra a él, las manos de Sakura como el hierro en la carne suave de sus muslos, aunque Sakura no sabe si esa piel inhumana puede incluso contusionarse. Esto es amor, entiende cuando la mejilla de Hyde se encuentra con la suya, ya sea que fue inducida por su canción sobrenatural o no; y la cumbre más alta que alcanzará su vida.
 
Cuando Sakura se corre, Hyde aplasta las violetas perfumadas en sus dedos y grita su nombre, y a Sakura no le importa si nunca escucha otro sonido hasta que muera, salvo esas tres sílabas, una y otra vez. Hyde está temblando, él mismo al límite, y Sakura puede darse cuenta de que no tiene idea de qué hacer con la sensación; se ve asustado, suplicante y, sin embargo, lleno de alegría al mismo tiempo, las nuevas expresiones se sientan extrañamente en su hermoso rostro.
 
-Solo un poco más,- murmura Sakura con dulzura. Hyde asiente impotente y Sakura lo convence de llegar al clímax, con las manos firmes y los labios suaves sobre su cuerpo. La dulzura incandescente de su grito en el momento en que se viene hace que la cabeza de Sakura gire. Hyde lo mira con los ojos oscuros abiertos y llenos de adoración, su pecho estrecho y la pantorrilla delgada como una serpiente contra su muslo. Sakura cae en aquella mirada, bajo su hechizo, y se derrumba en sus brazos.
 
***
 
Hyde yace en el prado bajo las estrellas lechosas, envuelto en el abrazo de un humano, y por primera vez siente que el mundo no es un desierto. Después de un rato, Sakura se queda callado, con los ojos cerrados; Hyde, que nunca ha dormido antes, lo encuentra fascinante. Él yace allí y traza la franja corta de las pestañas del hombre, los dedos peinándo a través de su cabello negro mientras sus propios mechones plumosos revolotean en la brisa con los pétalos ensangrentados de las anémonas.
 
Cuando Sakura se despierta, Hyde lo invita a entrar nuevamente; él quiere sentirlo, la terrible intensidad del amor. Esa es otra palabra que Sakura le enseñó, con las yemas de los dedos trazando las letras extranjeras en su estómago antes de quedarse dormido. Sakura se ríe cuando Hyde se sube a horcajadas sobre él, y Hyde está tan encantado que casi se olvida de moverse. Pero lo hace, y es maravilloso.
 
***
 
Cuando Sakura despierta por el antiguo sol mediterráneo en su rostro y la vista de Hyde se posa desnuda y delicada en el borde del acantilado. Se siente saciado, lleno hasta el borde de adoración por esta criatura. Pero él es solo un humano: está adolorido y tiene una gran cantidad de hematomas, y está tan reseco que sus labios se agrietan.
 
No toma mucho tiempo rodear el campo del acantilado, y es solo eso: una alfombra incongruente de flores que se hornean polvorientas en el calor, y nada más. Hyde lo mira con curiosidad, con el cabello largo del bronce oscuro del ala de un halcón a la luz mientras su cabeza gira para seguir las exploraciones de Sakura. Sakura se da por vencido y avanza lentamente por el precario camino a la playa; hoy el oleaje es alto, blanco como la espuma y brillante contra las rocas. Hyde lo sigue sin peso, con la mano deslizándose sobre la suya.
 
-…¿Qué tomas?- pregunta Sakura por fin, sentándose en la arena. Su cuerpo está protestando, exhausto. Considera pensativamente los afilados dientes de Hyde. -¿Qué comes?- Hyde hace uno de sus ruidos de preguntas musicales. Sakura hace una pausa, luego imita la acción de beber. Mira a Hyde morder su labio inferior, con los ojos muy abiertos, y luego sacude la cabeza. Y en un apuro lo entiende.
 
***
 
La consternación golpea a Hyde como una ola, y lo lee en la cara de Sakura: los humanos son mortales. Ellos comen y beben. O ellos mueren. Él lo sabe, pero apenas puede creerlo ahora que conoce a uno; Sakura es tan grande, mucho más fuerte que él; Parece absurdo que su existencia pueda depender de tales pequeñeces. No hay nada por el estilo en estas rocas, solo el maldito agua salada por todas partes; e incluso Hyde sabe mejor que imaginar que un hombre puede comer flores. Coloca sus manos impotentes en la cara de Sakura, deseando que el pudiera tomarlo dentro de el, consumirlo completamente para que esto no tenga que ser así.
-... No hay forma de salir de este lugar, ¿la hay?,- dice Sakura lentamente, con los labios contra la palma de su mano. Hyde frunce el ceño, pero comprende mientras señala las rocas intransitables y el mar vacío que hay más allá. Sacude la cabeza con desgano y se sorprende cuando Sakura se ríe; El hombre casi parece aliviado. Morirás, quiere decir Hyde, pero es demasiado lamentable. Abre la boca y Sakura lo besa.
 
***
 
Cuando Hyde le dice que no hay forma de salir de esta isla, Sakura no puede evitar reírse. Hace una semana se habría pensado loco; pero ahora no hay otro camino que tomaría. ¿Una elección entre la muerte y el hundimiento en el mundo real, dejando atrás a esta criatura? Sakura se estremece ante la idea; Hyde lo está tocando, su hermoso rostro desolado, por lo que se inclina y presiona sus labios juntos. La sed es urgente ahora, pero Hyde es como la corriente de la vida misma.
 
-... Me alegra que me hayas llamado,- susurra. -Ya estaría muerto si no lo hubieras hecho-. Los ojos de Hyde están parpadeando sobre su rostro, y Sakura no está seguro si entiende. Así que él sonríe y coloca la mano de Hyde sobre su corazón de manera tranquilizadora. Quiere decirle que la vida, veinticinco años de vida en el mundo, no es nada de las horas que ha pasado en este lugar. Pero eso es demasiado complicado. Sakura se lame los labios secos, la voz ronca ahora con sed y sentimiento.
 
-Esto no es tu culpa,- dice, y toma a Hyde en sus brazos. -Pero quédate conmigo de cualquier forma-.
 
***
 
Por su puesto que lo hace. Hyde siente que se está ahogando en la pena de esto. Se acuesta con Sakura nuevamente, y luego lo mira dormir, escucha su voz humana áspera que se vuelve más tranquila a medida que pasa otro día. Es amargo, casi insoportable, pero al mismo tiempo dulce como la miel, que el universo finalmente le haya permitido experimentar tal milagro. Sus hermanas tendrían envidia; y él sabe que no lo culparán por lo que está a punto de hacer.
 
En el tercer día brillante, cuando Sakura apenas puede moverse o hablar, Hyde se arrodilla sobre él en la playa. Sakura abre los ojos y Hyde ve el mundo entero en ellos, destilado en una sola palabra. Con esfuerzo, Sakura esboza una sonrisa y toca su cabello.
 
-Sakura,- dice Hyde, su voz sin par vacilante pero aún lo suficiente como para hacer que los ojos cansados ​​del hombre brillen. Sakura lo acerca a él.
 
-…Canta para mi.-
 
Hyde lo mira con avidez, lo ve asentir, las tres palabras toman el último de su discurso. Hyde deja escapar un sollozo musical, luego le da una sonrisa reconfortante, dientes afilados blancos como las olas, y lo besa. Toma las manos de Sakura y lo atrae balanceándose, aún tan sólido que nunca pensarías que se estaba muriendo de hambre. Hyde retrocede, la arena seca se calienta bajo sus pies por última vez. Sakura da un paso tembloroso después de él, luego se detiene, porque la muerte no es fácil, después de todo. Lo que queda de su visión se fija en el hermoso rostro de Hyde.
 
Hyde retrocede de nuevo. Las lágrimas se derraman sobre sus pestañas, separa sus labios y comienza a cantar, un sonido más cercano a lo divino que nunca. Y Sakura lo sigue, el miedo borrado de su rostro en asombro, cada paso lo acerca al cielo. Los pies de Hyde están mojados ahora, las olas en retirada lo atraen hacia atrás, sal como sus lágrimas e invitando a su furia. Sonriendo, cantando la primera canción de amor de sirena del mundo, lleva a Sakura al mar.
Notas finales:

La autora del fanfic tambien hizo un bello fan art para esta obra, si quieren comentarle (de preferencia en ingles) y/o ver su fan art les dejo el link del fan fic original:


 https://archiveofourown.org/works/6857548


 


Thank you babyrubysoho for letting me translate your fan fic!


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