Habían pasado ya un par de días, en los cuales Sasuke se había mantenido pegado a Naruto.
A su pequeño club de fans en la academia les parecía extraño que el Uchiha pasara tanto tiempo con el perdedor de Naruto, cuando antes ni siquiera se miraban.
Los veían llegar juntos cada mañana, y luego ir de regreso a casa en las tardes.
Sasuke paso a formar parte de aquella pequeña y especial familia.
Claro, que él no llamaría “papás” a Kakashi y Tenzō, o “hermano” a Naruto, después de lo ocurrido con su clan se sentía incapaz de llamar a alguien así de nuevo; pero si rechazo la oferta del Hokage de vivir solo.
No quería estar solo, mucho menos cuando en las noches despertaba por aquellas pesadillas que lo atormentaban recordándole la fatídica noche donde perdió todo. Por suerte había alguien que tenía experiencia con pesadillas cuidándolo.
Una de esas noches donde despertó respirando de forma agitada y con pequeñas lagrimas a punto de escapar de sus ojos, se levantó de la cama que compartía con Naruto para ir a la habitación de los mayores.
—Kakashi —lo llamo mientras lo movía.
Kakashi abrió su ojo derecho para verlo. —¿Qué pasa Sasuke?
—Tuve una pesadilla —contestó el niño en voz baja. —Naruto dijo que cuando el tenía pesadillas ustedes lo ayudaron a dormir de nuevo
—Ah, sí. ¿Quieres dormir con nosotros? —preguntó Kakashi en un murmuro. Sasuke asintió con la cabeza. —Pero si haces eso, Naruto se asustará cuando se dé cuenta que está solo.
—Pues que duerma aquí también —contestó Sasuke.
—Creo que la cama no es tan grande para que podamos dormir los 4 juntos —aclaró Kakashi.
—Pues deberías comprar una que si lo sea.
Tenzō no pudo evitar soltar una risita al escuchar eso.
—Oh, te despertamos Tenzō, lo lamento —se disculpo Kakashi para sentarse en la cama.
—No pasa nada, si quieres yo voy con Naruto y tú ayudas a Sasuke con sus pesadillas —sugirió el castaño para levantarse.
—¿Y a mi quien me va a ayudar con mis pesadillas? —cuestionó Kakashi tomando la mano de Tenzō para evitar que se fuera.
—Tú ya eres grande y los grandes no tienen miedo —reprocho Sasuke.
—Ya lo oíste senpai, puedes pasar una noche sin mí, estarás bien —alegó Tenzō.
—Bien —Kakashi soltó su agarre resignado, pero no contento. Vio como su querido Kōhai salía de la habitación, ya ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que había dormido sin él. —Pues ven aquí Sasuke, parece que haremos una pijamada.
—No quiero haces una pijamada, solo quiero dormir sin pesadillas —contestó Sasuke para subir a la cama.
—A dormir entonces, si tienes una pesadilla no dudes en despertarme —Kakashi se acomodo de nuevo para cerrar su ojo.
—¿Tú también tienes pesadillas? —preguntó Sasuke que miraba al techo buscando dormir.
—A veces. ¿Quieres que hablemos sobre tus pesadillas?
—No —respondió de forma tajante el niño.
—Entonces no… —Kakashi soltó un suspiro, no se terminaba de acostumbrar al pequeño Sasuke. Naruto, a diferencia del Uchiha, ya estaría hablando y hablando sin parar sobre sus sueños.
Pasaron un par de minutos en un silencio un poco incomodo, se giro a ver al niño que ya se había quedado dormido. Era distinto a Naruto, si, un poco parecido a él, también, pero no dejaba de ser un niño, uno que buscaba compañía, una compañía que tal vez él también busco en su momento y no tuvo, y que ahora podía darle al pequeño.
Esa fue solo la primera de varias noches que acompañaría a Sasuke después de sus pesadillas, lo hizo hasta que un día esas pesadillas se fueron finalmente.
¿Cuánto tiempo paso de eso? El suficiente como para que tanto Naruto como Sasuke crecieran unos centímetros -Sasuke más que Naruto-.
—Estamos en casa —dijo Kakashi llegando junto a los chicos.
—¿Qué tal les fue? —preguntó Tenzō
—Mal —contestaron Kakashi y Naruto al mismo tiempo.
—Bueno, un problema a la vez —dijo el castaño al verlos.
—Es ese estúpido jutsu que no me sale —soltó molestó el rubio.
—Ese vocabulario —señaló Kakashi
—Es que no entiendo porque no puedo hacer el jutsu de clones bien, todos pueden menos yo —se quejaba Naruto.
—Eso es porque tú tienes más chakra a diferencia del resto, debe ser difícil moldear de forma correcta tanto y por eso se te complica —respondió Tenzō.
—¿Qué? —Naruto ladeo la cabeza confundido.
—¿Eso es posible? —cuestionó Sasuke
—Si, es por lo que tiene en su interior —indicó Tenzō
—¿Mis órganos? —dijo arqueando una ceja Naruto.
—El zorro —Sasuke se giró a verlo.
—Sigo sin entender —soltó Naruto poniendo aquella expresión donde sus ojos parecían dos rayas solamente.
—Básicamente tienes chakra, mucho mas chakra que una persona normal, por eso te es más difícil moldearlo correctamente —explicó Tenzō.
—¿Y eso es bueno o malo? —indagó Naruto.
—Depende de como lo veas —dijo el castaño levantando los hombros. —Solo necesitaras esforzarte un poco más que el resto para poder hacer correctamente los jutsus
—Podemos entrenar juntos si quieres —sugirió Sasuke
—¡Si! ¡Eso me gustaría! —exclamó Naruto animado, no le gustaba mucho entrenar, pero pasar tiempo con Sasuke si, y aunque se la vivía prácticamente todo el día pegado a su amigo, aun así, no era suficiente.
—Vamos entonces —el chico fue de regreso a la salida.
—No vuelvan tan tarde —dijo Kakashi.
—Y bueno, ¿tú que tienes senpai? —preguntó Tenzō
—Lo de siempre, esta generación esta perdida —se quejo Kakashi para echarse sobre un sillón.
—Parece que reprobaste a otro equipo —comentó Tenzō.
—Si, lo hice.
—¿No crees que tal vez eres un poco estricto con los recién graduados?
—¿Qué? Por supuesto que no —Kakashi se giro a verlo frunciendo el ceño.
—Yo…solo decía porque…bueno, llevas un tiempo como instructor y no has aprobado a nadie… —decía Tenzō siendo totalmente sincero.
—No aprobare a nadie que no comprenda la importancia del trabajo en equipo —alegó Kakashi.
—Se que eso es muy importante para ti, pero…
—Pero —repitió Kakashi indicándole que siguiera.
—Nada, olvídalo —contestó Tenzō, entendió que se estaba metiendo en temas que tal vez no debía.
—No, no, quiero que me digas que ibas a decir.
—Pero…pienso que tal vez estas exagerando un poco con eso —Tenzō desvió la mirada.
—¿Exagerando? ¿Crees que estoy exagerando? —Kakashi se levanto para acercarse al castaño hasta quedar frente a él. —Claro, tú no lo entiendes.
—¿Qué? —Tenzō centro su mirada en él, ahora él frunció el ceño también.
—Que tú no lo entiendes, no comprendes la importancia del trabajo en equipo, es inútil hablar de esto contigo —soltó molestó Kakashi.
—Claro que lo entiendo, solo creo que estas siendo demasiado estricto con unos niños que recién salieron de la academia —insistió el castaño.
—Si, y sabes bien porque soy así con ellos, para prevenir tragedias, pero claro, tú creciste en raíz donde no importa el trabajo en equipo, sino el deber y de no ser por mí seguirías creyendo eso —reprochó Kakashi
Tenzō apretó los puños, Kakashi se había metido con algo personal para él: su pasado. —No entiendo porque me sacas eso en cara cuando tú eras igual sin haber crecido en un lugar como raíz.
—¿De qué hablas? —cuestionó Kakashi.
Ese hubiera sido un buen momento para detener aquella discusión, pero Tenzō hablo dejándose llevar por el calor del momento. —Si te hubieras dado cuenta de la importancia del trabajo en equipo antes no hubiera ocurrido lo que paso con Obito. —Cuando vio el ojo furioso de Kakashi sobre él entro de razón de la equivocación que acababa de cometer.
—Vete, no te quiero ver —sentencio Kakashi mientras señalaba hacia la salida.
Tenzō salió del lugar sin decir nada y sin mirar atrás.
Había cometido un error, sí, pero tampoco merecía que Kakashi le dijera ese tipo de cosas. Se sentía herido de que la persona que más amaba lo tratara como si fuera un insensible cuando solo había sido sincero.
Comenzó a caminar por las calles de Konoha sin rumbo fijo, perdiéndose entre la multitud de gente.
¿A dónde iría si se supone que su hogar era con Kakashi? Ni siquiera él lo sabía.
No habían pasado más de 10 minutos, y ya se estaba arrepintiendo de sus palabras.