Las palabras hirientes son fáciles de decir; No son pensadas demasiado, salen por si solas y es justo por eso que terminan dañando a otros. Las disculpas son distintas, cuesta más trabajo tanto elaborarlas como decirlas. Por eso, es que a pesar de que nunca se les había complicado charlar con el otro, justo ahora llevaban 10 minutos en un silencio incomodo que ninguno de los dos rompía.
Kakashi finalmente tomo la iniciativa, no le agradaba sentirse como si estuviera sentado al lado de un desconocido en lugar de su amado Kōhai.
Por su parte, el castaño inflo su pecho también reuniendo el valor para hablar.
—Tenzō.
—Senpai —se nombraron el uno al otro interrumpiéndose mutuamente. —Yo quiero disculparme primero —siguió el castaño apretando sus puños, sentía que era un poco descortés no permitir que el mayor continuara, pero quería ya dejar ir el sentimiento de culpa. —Lamento lo que te dije, no debí meterme con algo tan personal para ti, fui un idiota al decirte eso sabiendo lo mucho que te afecto, perdóname.
—No, no, Tenzō no es necesario que te disculpes, yo fui el idiota. No debí portarme de esa forma contigo cuando solo me estabas dando tu opinión. Al final, los dos nos dejamos llevar por el momento y dijimos cosas que no queríamos decir, así que por favor perdóname —habló Kakashi.
—Lo hago solo si tú me perdonas primero, senpai —insistió Tenzō.
—Perdonado, ahora te toca—dijo Kakashi para tomar su mano.
—Claro que te perdono senpai—contestó el castaño para apretar el agarre. Más había estado debatiendo mentalmente sobre lo que diría, que la facilidad en que se solucionaron las cosas. Pero era obvio que los dos estaban arrepentidos de sus palabras, tampoco necesitaban mucho para arreglarlo más que sincerarse con sus disculpas.
—Bien, ahora que estamos los dos perdonados, pasemos todo el día juntos —habló Kakashi para levantarse y darle un leve jalón.
— ¿Todo el día? ¿No tienes trabajo que hacer hoy? —preguntó extrañado Tenzō.
—Pedí un día para pasarlo contigo.
— ¿Por qué? Ya todo esta bien, ¿no?
—Para recordarte porque estas enamorado de mí, así que vamos —indicó Kakashi dándole otro leve jalón haciéndolo levantarse.
—Pero eso no es necesario —respondió Tenzō yendo tras el Hatake.
—Si lo es.
— ¿Y los niños? ¿Quién los va a recoger cuando salgan de la academia? —cuestionaba Tenzō frenando su paso.
—No te preocupes por nada, ya me encargué de eso, tengo todo bajo control, así que solo disfruta mientras te consiento —habló seguro de si mismo el Hatake.
A Tenzō no le quedo nada más que hacer caso y relajarse, aunque veía innecesario pasar todo el día juntos para recordar porque se había enamorado de Kakashi, su simple presencia se lo recordaba día a día; De su forma amable de ser con él, el apoyo que le brindo cuando no tenía a nadie, la confianza con la que le permitió entrar a su vida en aquella época oscura.
—No dormiste bien, ¿cierto? —preguntó caminando a su lado mientras observaba su rostro.
—Tal vez suene infantil, pero me hizo falta un increíble jounin a mi lado que me cuidara de las pesadillas —contestó Kakashi en un tono juguetón. —Espero que quiera regresar a cuidarme esta noche.
—Claro que sí, esta noche no dejaré que ninguna pesadilla te moleste senpai.
—Menos mal, porque si no son las pesadillas, probablemente Naruto y Sasuke serian los que no me dejarían dormir.
— ¿Seguro de que estarán bien sin nosotros hoy? ¿y si se preocupan?
—Los deje en buenas manos —contestó Kakashi.
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—Mi papá me dijo que si me costaba trabajo el ninjutsu es porque tengo tanto chakra que es difícil controlarlo, así de fuerte soy —contaba Naruto a sus amigos.
—Suena como una excusa para no decirte que eres tonto —respondió Kiba.
—No lo soy, tengo mucho chakra —replico Naruto.
—Y si eres tan fuerte, ¿por qué nunca lograr vencer a Sasuke en los entrenamientos? —cuestionó esta vez Chouji.
—Pues…porque —Naruto dudaba de su respuesta.
—Naruto es muy fuerte, solo le hace falta entrenar más —Sasuke se unió a la conversación.
—Tú siempre saltas a defenderlo cuando ya no sabe que decir —señaló Kiba.
—Porque entreno con él y se lo fuerte que es a diferencia de ustedes —dijo Sasuke.
—Lo haríamos, pero nunca quieres entrenar junto a nosotros —reprochó Kiba.
—Pues no, tú entrenas haciendo que tu perro orine cualquier lugar, eso me da asco —contestó Sasuke.
—Cada quien entrena a su manera —se defendió Kiba.
—Eres increíble incluso para defenderme —murmuró Naruto al oído de Sasuke.
—Solo estoy diciendo la verdad —le contestó el Uchiha para regresar a su asiento. —Además, estoy seguro de que un día podrás derrotarme en los entrenamientos.
—Pero no quiero hacer eso, quiero que los dos seamos igual de fuertes —contestó Naruto sentándose a su lado. —Así formaríamos un dúo increíble al que nadie podría vencer.
Sasuke se quedo pensativo, él solo quizá no podría vencer a su hermano, pero entre dos seria más sencillo, ¿no? Si Naruto y él se hacían igual de fuertes, habría más posibilidades de vencerlo. Aunque eso significaría poner en peligro a Naruto. Se giro a ver al rubio que parecía dibujar algo. No estaba dispuesto a perder a nadie más, menos a su mejor amigo.
—Mira esto Sasuke, somos nosotros —decía Naruto mostrándole su dibujo. —Cuando seamos más grandes y fuertes yo seré Hokage, y tú estarás ahí conmigo para proteger a la aldea juntos, aunque como seremos los más fuertes nadie se meterá con nosotros.
Sasuke sonrió de lado al ver aquel dibujo. La venganza era un camino por el que debía avanzar solo, pero no quería hacerlo, ni estaba seguro de que Naruto lo dejaría.
— ¿Crees que pueda haber dos Hokages? —preguntó el rubio.
—No lo creo —contestó el Uchiha.
—Pues cuando sea Hokage haré que se pueda —dijo dibujando un sombrero sobre Sasuke. —De todas formas, le preguntaré a papá si se puede, él lo sabe todo.
—Espero que te refieras a Kakashi, porque yo el otro día le pregunte a Tenzō algo de matemáticas y creo que el cerebro se le trabo —comentó Sasuke.
—Alguno de los dos debe de saber —dijo Naruto.
A la hora de la salida, ambos iban juntos buscando con sus miradas a alguno de los adultos que los cuidaban.
—Hola niños, vine por ustedes para llevarlos a casa —les habló un azabache acercándose.
Naruto y Sasuke intercambiaron miradas extrañados.
— ¿Dónde están Kakashi y Tenzō? —preguntó Sasuke. — ¿No será que Kakashi nos esta evitando porque no se ha ido a disculpar con Tenzō?
—No, no, justo por eso no están aquí. Ellos deben estar teniendo una cita o algo así —respondió el hombre.
—Están reviviendo el amor —comentó Naruto emocionado.
—Más le vale a Kakashi revivirlo bien y regresar a casa con Tenzō —dijo Sasuke.
Asuma soltó un suspiro, no creía que realmente estuviera haciendo eso. Apretó la cajetilla de cigarros en su bolso mientras recordaba la charla que tuvo con Kakashi.
—Necesito un favor —dijo el Hatake que lo intercepto saliendo de su hogar.
—Buen día Kakashi, a mi también me da gusto verte —soltó de forma sarcástica Asuma.
—Escucha, es algo muy importante—dijo Kakashi tomándolo por los hombros deteniéndolo.
—Te escucho.
—Discutí con Tenzō y pienso arreglarlo, así que quería pedirte de favor que vayas a recoger a mis niños a la academia.
—Olvídalo, los niños no son mi especialidad —contestó Asuma apartando el agarre del Hatake. —Pídeselo al instructor de la academia o a alguien más.
—Se lo iba a pedir a Gai, pero ya había salido a dar sus mil vueltas por la aldea, e Iruka me odia después de que le he reprobado muchos alumnos, siempre me ve feo cuando voy a recoger a mis niños; además, tú tienes un sobrino, debes estar más familiarizado con los niños —argumento el Hatake.
—Un sobrino al cual no cuido —señaló Asuma.
—Por favor Asuma, solo es ir por ellos a la academia, llevarlos a comer ramen y cuidarlos un ratito, puedes traerlos a tu casa a que jueguen con tu sobrinito. Y aunque no lo quieras, tarde o temprano lidiaras con niños, cuando te asignen un equipo.
—No lo sé… —Asuma desvió su mirada dudando.
—Vamos, Tenzō me está esperando deprimido en algún lugar de la aldea porque fui un idiota y debo enmendarlo —insistió Kakashi.
— ¿Tenzō está deprimido? —preguntó con interés Asuma, que conocía bien al castaño por aquellas reuniones donde Kakashi siempre lo llevaba.
—Si, creo que sí. Solo imagina su carita linda, triste, a mí me parte el corazón hacerlo —hablaba Kakashi.
Asuma lo considero un momento. —Bien, solo por esta ocasión, pero no lo hago por ti, sino porque Tenzō me agrada y no me gustaría verlo triste por ahí —cedió finalmente Asuma.
—Gracias Asuma, yo vengo por ellos más tarde, eres uno de mis mejores amigos.
—Si, si, deja los halagos para después —habló Asuma sacando su cajetilla.
—Eso sí, nada de fumar cerca de mis niños, el humo de cigarro les hará mal —regañó Kakashi.
—Pero-
—Nos vemos luego —se despido el Hatake para saltar a un tejado y marcharse.
Cuidar de dos niños sin un cigarro, ese sería un día difícil.
—Vamos viejo, camina que te quedas atrás —lo llamo Naruto que ya había avanzado unos metros junto a Sasuke.
—Parece que también se le traba el cerebro —comentó Sasuke.
—Ya voy —Asuma camino rápido hasta alcanzarlos.
— ¿A dónde iremos? —preguntó Naruto.
—Pues Kakashi me dijo que los llevará a comer ramen, y luego iremos a mi casa —contestó Asuma.
— ¿A tu casa a qué? —preguntó Sasuke.
—A que jueguen con mi sobrino o algo así —dijo el mayor.
—No sabía que tenías familia, siempre te veía solo con tu novia —habló Naruto.
—Kurenai no es mi novia —negó con la cabeza Asuma. —Y tengo un hermano mayor, pero él y mi cuñada son ANBU de alto rango, no se dejan ver fácilmente.
— ¿Los dos lo son? Entonces tu sobrinito debe ser muy fuerte, ya quiero conocerlo —dijo emocionado Naruto.
—Esto debe ser una broma —soltó Sasuke viendo al niño que era unos años menor a ellos.
—Mi nombre es Konohamaru, voy a derrotar al viejo del tercer Hokage para quitarle su puesto y hacerme Hokage, ¿Quiénes son ustedes? —preguntó el niño.
—Demasiada información que nadie pregunto —comentó Sasuke por la presentación.
—Soy Uzumaki Naruto y también me convertiré en Hokage —respondió el rubio con la misma emoción que el pequeño.
— ¡Ja! Tendrás que serlo después de mí, porque yo me haré Hokage primero —replicó Konohamaru con confianza.
—No lo creo enano, yo seré Hokage antes —contestó Naruto.
—Pues parece que se llevan bien, diviértanse —dijo Asuma para caminar al interior de su hogar.
— ¿Nos dejarás cuidando a ese enano? Se supone que tú nos estas cuidando —reclamó Sasuke.
— ¡No soy un enano, soy el próximo Hokage! —gritó Konohamaru.
—Encima de enano, gritón —se quejó Sasuke.
— ¿Y qué quieren que haga entonces? —preguntó Asuma girándose a verlos.
—Juega con nosotros, tío —dijo Konohamaru.
— ¿Jugar? ¿A qué?
—Tú eres un ninja enemigo y nosotros debemos detenerte—sugirió Konohamaru. —Vamos Hokage 2.
— ¿Hokage 2? Yo quiero ser el Hokage 1 —contestó Naruto
—Lo serás solo si derrotas al malote grandote antes que yo —dijo el niño para ir contra Asuma.
—Va a ser pan comido ganarle a un enano —habló Naruto emocionado yendo tras Konohamaru.
—No, niños, esperen, esperen —Asuma puso sus manos al frente en forma de defensiva.
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—Oye senpai, hay algo que me gustaría hablar contigo —dijo Tenzō atrayendo su atención.
— ¿De qué? —preguntó Kakashi mientras comían.
—Pues… digamos que me he dado cuenta qué tal vez soy demasiado apegado a ti, así que… me gustaría ser un poco más independiente —decía Tenzō un poco nervioso. —Pero me gustaría saber que te parece eso, si no te molesta o algo así.
—Para nada, me parece perfecto —respondió Kakashi.
— ¿En serio? —cuestionó con sorpresa el castaño.
—Por supuesto Tenzō. Lo que más deseo es que lleves una vida normal, se que hasta ahora solo te he presentado a mis amistades, pero que tú hagas las tuyas por tu cuenta me parece bien —decía Kakashi tomando algo de comida con los palillos para acercarla al rostro de Tenzō. —Además, eres alguien increíble y agradable, se que le agradaras a cualquiera.
El castaño comió el bocado que Kakashi le dio para sonreír por el halago que su senpai le hacía. Una de las tantas cosas que admiraba del Hatake era lo sociable que era; todos conocían a Kakashi Hatake -algunos de forma negativa dejándose llevar por rumores tontos, pero igual sabían de él-, tenía bastantes conocidos, y él deseaba hacer igual tantos compañeros cercanos y amigos como pudiera. Era algo que deseaba hacer desde que estaba en raíz, pero por los valores de esta donde los compañeros no eran relevantes, no podía formar lazos tan duraderos y auténticos como los de Kakashi.
Por parte de Kakashi, aquello era algo que desde sus tiempos en ANBU, esperaba que Tenzō hiciera. En más de alguna ocasión reflexiono sobre lo que pasaría si en el peor escenario, él llegara a morir; entonces su Kōhai se quedaría solo, sin nadie a su alrededor a quien acudir como él tenía a Gai, Asuma o Kurenai, que eran sus amigos cercanos y estaban para él siempre que los necesitaba.
Tenzō solo lo tenía a él, y aunque de forma romántica lo disfrutaba, sabía en el fondo que no era del todo correcto.
—Me la he pasado muy bien hoy —comentó Tenzō.
—Yo también, hace mucho que no tomábamos un día solo para nosotros—respondió Kakashi.
—Bueno, ser papás es trabajo de tiempo completo…y, de hecho extraño escuchar los gritos de Naruto —dijo el castaño.
— ¡No lo dejes huir Sasuke! —Se escuchó un gritó fácilmente reconocible.
—Estoy tan acostumbrado a su voz que siento escucharla ahora —bromeó Tenzō.
—Pues si es él, ya llegamos —indicó Kakashi.
— ¿Eh? ¿Aquí es? —Tenzō vio la fachada. — ¿La residencia de los Sarutobi? No me digas que los dejaste al cuidado de Hokage-sama.
—Por supuesto que no, Hokage-sama no sabe cuidar niños —negó con la cabeza Kakashi. —Se los encargue a Asuma.
— ¿Y él sí sabe cuidarlos? —cuestionó Tenzō.
—Creo que si —dijo Kakashi para saltar subiendo a la barda.
— ¡Espera senpai! La gente usualmente entra por la puerta y toca antes de hacerlo —lo regañó el castaño agitando los brazos hacia la entrada principal. Kakashi le hizo una seña de que se acercará, así que realizo el mismo acto que le reprochaba para posicionarse al lado del Hatake.
—Debí traer mi cámara —comentó Kakashi.
Sasuke le lanzaba kunais por el frente a Asuma, quien las desviaba con mucho cuidado de no herir a ninguno de los niños; mientras que Konohamaru le entregaba un palo que había encontrado a Naruto quien sonrió de forma burlona y fue hacia Asuma para darle un golpe en la cabeza mientras seguía distraído con Sasuke.
—¡Oye! —reclamó Asuma girándose a verlo y bajando la guardia, dejando que una kunai rosara su mejilla.
—Te hace entrenar más Asuma —dijo Kakashi bajando de la barda. —No puedo creer que dos estudiantes de academia y…—se giro a ver al más chico.
—Konohamaru —habló el niño.
—Dos estudiantes de academia y un Konohamaru logren cruzar tu defensa tan fácil —siguió Kakashi.
—Es complicado porque debo defender sin hacerles daño, no me molestes —respondió Asuma sobando su cabeza.
—¿Viste como ganamos? —Naruto corrió hacia Kakashi. —Derrotamos al villano grandulón.
—Lo hicieron muy bien los tres, saben trabajar en equipo —respondió Kakashi para cargar a Naruto quien sonreía orgulloso.
—Se nota que tú y Sasuke han mejorado mucho gracias a su entrenamiento —comentó Yamato acercándose.
—¡Papá! —gritó Naruto para saltar de los brazos de Kakashi y lanzarse a abrazar a Tenzō.
—Se nota que la pasaron bien —dijo el castaño para corresponder al abrazo.
—Si, nos divertimos mucho con Konohamaru y el tío Asuma.
—No soy su tío —habló Asuma.
—Ya vamos a casa, quiero ir a dormir —soltó Sasuke acercándose para tomar de la mano a Tenzō, quien se sorprendió por el gesto del Uchiha; durante tanto tiempo evito aquel contacto físico y justo ahora tomaba iniciativa propia de hacerlo.
—Gracias por cuidarlos Asuma-san, te debemos una —agradeció el castaño para sonreírle.
—No es nada, puedo hacerlo cuando gusten —contestó Asuma rascando su nuca mientras desviaba la mirada.
Kakashi arqueo una ceja, después del trabajo que le costo convencerlo no esperaba esa respuesta.
—Vamos niños, a casa —dijo el castaño para caminar hacia la salida, llevando de una mano a Sasuke y de la otra a Naruto.
—Espero que volvamos a jugar juntos, Hokage 1 —se despidió Konohamaru.
Naruto soltó una risa —Yo espero lo mismo, nos vemos.
—Entonces, ¿todo salió bien? —preguntó Asuma acercándose a Kakashi.
—Si, Tenzō y yo arreglamos todo y hablamos de muchas cosas hoy, gracias por cubrirme.
—Mmm Me alegro por ustedes —dijo el Sarutobi.
—Tenzō quiere ser más sociable, así que, si se acerca a ti para convivir, se amable —indicó Kakashi.
—¿Eso te dijo? —cuestiono Asuma a lo que Kakashi asintió. —¿No se te hizo un poco raro? Digo…quizá, quiere conocer a más personas para buscar a alguien más.
—No digas tonterías Asuma, Tenzō no es así.
—Solo digo…
—Escucha, si hay alguien en quien confío, ese es Tenzō. Le confíe mi espalda en múltiples misiones, le confíe mi hogar cuando lo invite a vivir conmigo, y lo más importante, confíe en él para que me ayudara a cuidar a Naruto, y Tenzō nunca me ha fallado.
—Pues tú lo conoces mejor que nadie, así que debes tener razón —respondió Asuma.
—Así es, nos vemos luego —se despidió Kakashi para alcanzar a Tenzō y los niños.
Asuma lo vio irse, se sentía un hipócrita por sus palabras. No se alegraba por ellos, al menos no por Kakashi.
Él no le había mentido, si acepto cuidar a los niños fue por Tenzō, le había agarrado cariño al castaño después de convivir con él en diferentes reuniones. Ahora se daba cuenta de que no era solo cariño, tal vez había algo más ahí.
Lamentaba mucho traicionar la confianza de Kakashi, pero si Tenzō se acercaba a él claro que sería amable, no desaprovecharía una oportunidad así.