—Así que eso paso —terminaba de contar Asuma.
—Lo lamento mucho, sabía que algo andaba mal cuando vi que tú y Kurenai dejaron de salir juntos —respondió Gai.
—En el fondo creo que es lo mejor, ella necesita su espacio para convertirse en Jounin y yo necesito el mío con todo el tema de los equipos —hablaba mientras se levantaba de su asiento para acercarse a la ventana y sacar un cigarro.
—Buenos días —saludó Kakashi entrando.
—¿Días? Si ya son más de las doce —indicó Gai señalando el reloj.
—Ah, sí, estuve haciendo unas cosas así que no me di cuenta de la hora —dijo acercándose a la mesa llena de documentos.
—Vaya, ya ni siquiera te esfuerzas en pensar una excusa medio convincente —dijo Asuma.
—Esta vez no es una excusa, en serio estaba ocupado con unas cosas, estoy preparando una sorpresa para Tenzō.
—¿Entonces ya está todo bien? Me alegro mucho —decía Gai sonriendo.
—Así es, y bueno, se acerca su cumpleaños así que estoy preparando algo especial para él.
—Pensaba que a ti no te importaban ese tipo de cosas —comentó Asuma.
—No lo hacían, pero a los niños si les emociona este tipo de cosas…bueno, a Naruto, hace poco fue el cumpleaños de Sasuke y no de no ser por Naruto no hubiéramos festejado nada porque él no quería.
—¿Y qué tipo de sorpresa es? ¿Una fiesta? ¿Algún regalo especial? —preguntaba Gai sacudiendo levemente a Kakashi por los hombros. —O será que al fin le darás el anillo, ¿eh? —decía mientras le daba leves golpes en las costillas y movía arriba y abajo sus pobladas cejas.
Asuma se giró a verlo esperando su respuesta también mientras jugaba con su encendedor.
—No, no, aún es pronto para eso —respondió Kakashi negando con la cabeza. —Es algo más que Tenzō y yo habíamos charlado hace tiempo, y después de darle muchas vueltas decidí hacerlo al fin. Ahora solo debo tenerlo listo antes de su cumpleaños.
—¿Y qué día es? —preguntó esta vez Asuma, llevaba un par de años conociendo al castaño y apenas caía en cuenta que desconocía su fecha de cumpleaños.
—El 10 de agosto, no es que sea su fecha real, pero fue una fecha que decidimos entre ambos —explicó Kakashi recordando como por más que buscaron en todos los expedientes que pudieron, no había un indicio de la fecha de nacimiento de Tenzō; al final fue secuestrado desde bebé, ni Orochimaru ni Danzo iban a preguntar qué día había nacido para ponerlo en su expediente.
Asuma finalmente llevo el cigarro a su boca y lo encendió para fumar desviando la mirada de sus compañeros. Le desagradaba que todo lo que Tenzō tenía de alguna forma le haya sido dado por Kakashi. Su nombre, su hogar, su fecha de nacimiento, incluso su familia; ¿Había alguna cosa que fuera exclusiva de Tenzō? No importaba que, deseaba que hubiera algo donde Kakashi no estuviera involucrado.
—Pues tendrás tiempo porque esta vez no te asignaron un equipo —habló Gai mostrándole la lista.
—¿Qué? ¿Por qué? —Kakashi tomo el documento para revisarlo.
—Iruka debe seguir molestó contigo por reprobar a sus alumnos —dijo Asuma.
—No entiendo porque se la trae solo conmigo, como si fuera el único que ha reprobado genin —replicó Kakashi.
—Tú no los repruebas solamente, los has mandado de regreso a cursar la academia desde el inicio otra vez o quitado todas sus esperanzas de ser ninjas —reprochó Asuma.
—Sigo sin ser justificación suficiente —dijo Kakashi.
—Pues yo tengo una buena corazonada con el equipo que me asignaron esta vez, así que los dejo —se despidió Gai.
—Suerte —contestó Kakashi haciendo un gesto con la mano para despedirse.
El Hatake se quedo revisando los documentos, Asuma lo vio de reojo.
—Entonces, ¿no le harás una fiesta de cumpleaños como las solemos hacer? —interrogó Asuma. —Ya sabes ir a un bar a celebrar y cosas así, creo que nunca le has hecho un cumpleaños de ese tipo.
—No, a Tenzo no le gusta mucho beber —respondió Kakashi. —Creo que prefiere algo más íntimo y familiar.
—¿No crees que solo estas asumiendo lo que quiere? ¿Qué tal si ahora que quiere socializar prefiere algo más? No veo bien que tomes decisiones por él.
Kakashi dejo los documentos donde estaban y se giró a ver a Asuma. —Conozco bien a Tenzō, y se lo que le gusta y lo que prefiere; Si él fuera del tipo que elije ir a un bar a celebrar su cumpleaños y beber hasta no poder más lo sabría, pero se que a él no le gusta eso. Quien esta asumiendo cosas sin conocerlo, eres tú.
Asuma simplemente desvió la mirada. —Supongo que tienes razón —No valía la pena discutir con Kakashi, el Hatake le llevaba la delantera…por ahora.
—Ya que no hay nada aquí para mí será mejor que me vaya. Tendré que esperar a la próxima ronda de exámenes a ver si algún equipo tiene suerte conmigo. Nos vemos luego —se despidió Kakashi para ir hacia la salida sin obtener respuesta. Arqueo su única ceja visible confundido, la actitud de Asuma estaba algo rara y no entendía por qué; de seguro había discutido de nuevo con Kurenai, pero ese no era asunto suyo así que era mejor no involucrarse.
Estuvo vagando por la aldea hasta que la tarde cayo, y era hora de recoger a los niños de la academia. Mientras caminaba hacia el edificio recordó que Iruka tenía la misma edad que Tenzō; y aunque él personalmente no tenia una buena relación por reprobarle a sus alumnos, tal vez sería diferente con Tenzō. No estaría mal que tuviera un amigo de su edad, ya que la mayoría de sus conocidos eran un par de años mayores. Quizá entre contemporáneos se llevarían mejor.
Naruto estaba sentado en el mismo columpio de siempre, con la diferencia de qué en lugar de estar cabizbajo por ser señalado como un monstruo, no paraba de reír ya que Sasuke se encontraba a sus espaldas empujándolo.
—¡Más! —exclamó el rubio entre risas.
—Ya estas muy arriba —contestó Sasuke.
—Solo un poco más —insistió Naruto.
—Pero si vomitas otra vez yo no me hago responsable —Sasuke se acercó con cuidado para darle un empujón con fuerza. Sus ojos negros se fijaron en Naruto, por un momento el tiempo pareció detenerse para poder apreciarlo a detalle mientras se columpiaba por los aires. Sus cabellos rubios siendo despeinados por el viento, tuvo que entrecerrar sus ojos para apreciar su sonrisa, tan deslumbrante como los rayos del sol.
Estiro su mano hacia Naruto, porque en ese breve instante, se veía inalcanzable para él.
Pero el tiempo seguía, y el columpio iba de regreso contra el Uchiha quien seguía pasmado.
Una hoja iba cayendo de aquel árbol donde estaba atado el columpio, y antes de que esta tocará el suelo, Sasuke había sido apartado del camino.
—Cuidado shinobi, ese enemigo casi te ataca —le dijo Kakashi poniéndolo en el suelo, a una distancia considerable del columpio. —¿Estás bien?
—Si, yo…solo —Sasuke infló las mejillas apenado. Se había quedado pasmado como un idiota viendo a Naruto, ¿por qué? Si a diario lo veía, todo el tiempo, incluso cuando dormía, a veces aparecía en sus sueños, ¿qué tenía de especial ese instante?
—¡Wow! Eso fue increíble viejo —dijo Naruto para saltar del columpio. —Eres genial cuando no llegas tarde.
—Auch —Kakashi fingió indignación por el comentario. —¿Saben dónde está Iruka?
—Buscándote para patearte el trasero —soltó Sasuke. —O algo así lo escuche decirle a la sensei.
—Ah, ¡sí! El decía algo como “en cuanto vea a ese tonto espantapájaros lo golpeare, no puedo creer que de nuevo haya reprobado a mis alumnos” —hablaba Naruto imitando a su profesor.
—Tal vez hable con él en otro momento… Vámonos, necesito que me ayuden con algo —dijo Kakashi esturando su mano hacia Naruto quien se acercó rápido a tomarla. Sasuke iba a su lado con sus manos en sus bolsillos.
—¿Qué es? —preguntó Naruto emocionado.
—Saben que se acerca el cumpleaños de Tenzō, ¿no? —preguntó Kakashi y ambos niños asintieron. —Me van a ayudar a prepararle una sorpresa. Él salió de misión hoy y vuelve en dos días, así que tenemos esos dos días para tener todo listo.
—Me gustan las sorpresas, ¿Qué sorpresa es? —preguntó Naruto. —¿Qué haremos nosotros?
—Me ayudaran a limpiar —contestó Kakashi.
—¿Limpiar? ¿Por qué si apenas limpiamos nuestra habitación? —se quejó Naruto haciendo una mueca de desagrado.
—Si, claro, lo hicieron hace dos semanas —replicó Kakashi mientras se desviaba del camino habitual. —Pero no habló de su habitación esta vez.
—Oye, la casa queda por allá —señaló Sasuke hacia el lado contrario.
—No iremos a casa por ahora.
Naruto y Sasuke intercambiaron miradas confundidos ¿Ahora qué se traía Kakashi entre manos? Era la primera vez que iban por esa senda, así que no podía saber cuál era su destino hasta que se detuvieron frente a una casa que parecía un poco abandonada.
—¿Y este lugar? —cuestionó Sasuke.
—Se ve sucio y descuidado —comentó Naruto.
—Si, lo esta un poco, por eso hay que limpiarlo —dijo Kakashi que respiro hondo, Naruto sintió como por un momento el Hatake apretó su agarre antes de caminar hacia la puerta.
—¿No está mal invadir casas ajenas? —preguntó Sasuke. —El otro día Iruka-sensei nos hablo de que algunos ninjas hacían eso cuando llegaban a aldeas pequeñas, y no era algo bueno.
—No estamos invadiendo ninguna casa —aclaró Kakashi. —Les presento la residencia Hatake.
—¿Residencia Hatake? —repitió Naruto dudoso.
—Así se les llama a las casas que son habitadas por un clan en específico, por ejemplo, la casa de Shikamaru es la residencia Nara —le explico Sasuke.
—Si, lo sé, pero yo pensaba que la residencia Hatake es el lugar donde vivimos.
—Ese es solo un departamento —habló el Uchiha.
—¿Y por qué no habíamos venido aquí antes? —preguntó Naruto.
—Porque esta sucio —respondió Kakashi para abrir la puerta.
—Si, ya nos dimos cuenta de eso —Sasuke rodo los ojos por la obviedad.
Kakashi fue el primero en pasar; a pesar de crecer en ese lugar, en ese momento se sentía tan desconocido para él.
—¿Nos debemos quitar el calzado o no? —preguntó Naruto viendo a Sasuke.
—A menos de que quieras llenarte los pies de polvo, creo que es mejor no hacerlo —contestó el Uchiha.
—Pues tenemos mucho que hacer por aquí —dijo finalmente Kakashi llevando una mano a su cintura mientras veía todo el lugar.
—Sigo sin entender la sorpresa —comentó Naruto. —Ya tenemos una casa, ¿para qué regalarle otra?
—Porque necesitamos una más grande con más espacio —respondió Kakashi. —Voy a buscar las cosas para la limpieza, mientras ustedes vayan a abrir todas las ventanas para que salga el polvo, excepto la puerta al final del pasillo, esa puerta no se abre.
—¿Por qué? —preguntó Naruto.
—Solo no la abran, ¿bien? —les dijo Kakashi antes de caminar por el lugar.
Apenas el mayor desapareció de su vista, los niños fueron hacia aquella puerta “prohibida”.
—Nos dijo que no entráramos —le recordó Naruto.
—Si, y que lo haya dicho solo hace que tenga más ganas de entrar —respondió Sasuke; Kakashi rara vez les negaba algo, ¿qué ocultaba ahí como para decirles que no podían entrar?
Kakashi fue a un pequeño cuarto de limpieza, al menos aun estaban las cosas que dejo ahí, aunque sentía que estaba olvidando algo. Llevo su mano a su mentón intentando recordar cuando finalmente pudo hacerlo, ¡las cosas del casillero de Itachi! Había olvidado que las oculto ahí.
Sasuke llevo su mano a la puerta para abrirla con cuidado, asomo primero su cabeza y al no ver nada extraño entro seguido de Naruto.
—No entiendo —dijo el rubio rascando su cabeza.
—Ni yo —Sasuke se adentró un poco más en la habitación, y a excepción de una espada tirada en el suelo no había nada más. Camino un poco hacia la katana, pero se detuvo unos pasos antes de llegar a ella. Sintió un leve escalofrió recorrer su espalda, por un momento se sintió igual que cuando entro a la habitación donde sus padres habían sido asesinados.
Naruto noto que aquella espada no era una común, sino una pequeña. ¿Qué hacia tirada en el suelo?
—Salgamos de aquí —le indicó Sasuke caminando hacia la salida.
—Oh, claro —Naruto fue tras él para ver de reojo una ultima vez aquella espada, ¿eso era todo el secreto que ocultaba Kakashi?
Por otro lado, Kakashi corrió a la habitación donde había dejado aquella caja, por suerte los niños estaban al fondo así que pudo tomarla y llevarla sin problema a otro lugar para ocultarla mientras los escuchaba abrir y cerrar puertas.
Aun con las quejas de Naruto, tanto él como Sasuke dieron todo de si para limpiar ese lugar, seguían sin comprender porque Tenzō querría otra casa, pero Kakashi parecía tener sus razones; Y las tenía. Tanto Naruto como Sasuke estaba creciendo -tal vez más rápido de lo que a él le gustaría-, y el departamento se sentía cada día más pequeño para los cuatro. Además de que así le cumpliría otro de sus deseos a Tenzō, el de vivir en un verdadero “hogar” como el resto de las familias en Konoha. En su propia residencia, a la cual regresar para descansar de las misiones, con un jardín lo suficientemente grande como para que plantará todo tipo de cosas que se le ocurrieran.
Cuando la noche cayó, la casa ya estaba limpia, aunque todavía quedaba mucho que hacer como amueblarla y reparar uno que otro daño que había sufrido con el tiempo, pero todavía tenía tiempo para hacerlo.
Kakashi ya los había mandado a dormir, y Sasuke estaba dispuesto a hacerlo hasta que escucho a Naruto.
—Oye, Sasuke, ¿quieres ver algo que encontré en ese lugar? —preguntó el rubio para sonreírle con aquel gesto que era imposible no comparar con un zorro.
—¿Te robaste algo de la casa? —Sasuke se sentó para ver de qué se trataba.
—No lo robe, solo lo tome prestado —contestó Naruto para levantarse y buscar entre sus cosas un pequeño libro —Mañana o cuando regresemos lo devuelvo.
—¿Eso qué es?
—Un álbum de fotos—Naruto subió a la cama para abrir el libro encontrándose con la primera imagen de un bebé de cabello plateado.
—De no ser por esto, juraría que nació con la máscara puesta —bromeo el Uchiha haciendo reír a Naruto quien cambio de página. En realidad, había más fotos de las que esperaban, como si alguien buscará documentar cada momento de su vida, su primer diente, sus primeros pasos, incluso la primera vez que toco un libro o una kunai estaban ahí. — ¿Por qué tiene esa expresión molesta todo el tiempo?
—Se parece a ti —respondió Naruto mientras reía.
—Por supuesto que no —replicó Sasuke. —Bueno…tal vez, solo un poco.
Las páginas siguieron pasando hasta llegar al primer día de la academia -donde la máscara ya estaba presente-, y en donde aparecía el autor de aquellas fotos.
—Mira, ese debe ser su papá —señaló Naruto al hombre que acompañaba a Kakashi.
—Es como un clon —dijo Sasuke prestando atención a la imagen, solo había pequeños rasgos que diferenciaban a Kakashi de su padre.
Naruto volvió a cambiar de hoja, solo hubo un par de imágenes más, Sasuke calculaba que Kakashi debía tener no más de 5 años -aunque era difícil saberlo al tener la cara tapada todo el tiempo-, y luego nada, el resto del álbum estaba vacío.
—¿Oh, ya no hay más? —Naruto comenzó a cambiar las páginas con rapidez, pero ya no había nada más que ver. —Que extraño.
—¿Por qué extraño? —cuestionó Sasuke viendo a su amigo.
—Pensé que tendría más, pareciera que a alguien le gustaba conservar muchos recuerdos de papá —respondió el rubio regresando a la única foto familiar.
Sasuke se quedo pensativo un momento viendo la imagen de Sakumo junto a Kakashi. —Tal vez…ya no había quien lo hiciera.
No necesito decir más, Naruto comprendió lo que significaban esas palabras. Kakashi también se había quedado solo a una corta edad, al igual que ellos. Ahora Sasuke entendía porque esa necesidad de no dejarlos como otros simples huérfanos al cuidado del Hokage en la aldea. Kakashi ya lo había vivido y no quería lo mismo para ellos.
Naruto fue a guardar el álbum y luego camino hacia la salida de su habitación.
—¿A dónde vas? —preguntó Sasuke.
—A dormir con papá —respondió Naruto en la puerta. —Debe sentirse solito, ¿no crees?
—Si, que descansen —fue lo único que respondió el Uchiha para recostarse. ¿Alguna vez le había dado las gracias a Kakashi o Tenzō por no haberlo dejado solo en aquel momento tan difícil para él? No que lo recordara. Tal vez debía hacerlo.
—Hola—Naruto entró a la habitación de Kakashi quien estaba sentado leyendo un libro.
— ¿Pasa algo? —preguntó el Hatake un poco extrañado al verlo, pensaba que ya estaba dormido.
—Nada, solo vine a dormir aquí —el rubio subió a la cama para acomodarse en el espacio vacío.
—Hace tiempo que no lo hacías—dijo Kakashi poniendo su libro a un lado para girarse a ver al niño.
—Porque no podía dejar a Sasuke solo, pero creo que podrá sobrevivir sin mí una noche —contestó Naruto.
—Eso espero —Kakashi le acomodo el gorro que complementaba su pijama.
—Si pudiera hacer el jutsu de clones podría dormir con ambos.
—Es un uso poco convencional del jutsu, pero si, podrías hacerlo— decía Kakashi mientras apagaba la luz para luego recostarse. —Descansa enano.
—Tú también, papá —respondió Naruto para girarse a abrazarlo.
Kakashi lo observo fijamente por un momento, no importaba cuanto tiempo hubiera pasado ya desde que Naruto estaba a su lado, le seguía resultando increíble que un demonio de 9 colas estuviera encerrado en ese niño tan dulce que quería usar los clones de sombra para no dejar a nadie durmiendo solo.