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Mamá es un niño por --dUmB

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Disculpen cualquier error que esta historia pueda llegar a tener, aún estoy trabajando en ello.

Este es mi primer fanfic en esta plataforma, así que por favor les pido un poco paciencia hacia mi persona.

Cabe aclarar que esta historia ya fue subida a otra plataforma, eso quiere decir que yo no estoy "robando" el fanfic ni viceversa. Somos la misma persona.

 

Los personajes y la serie Naruto así como sus deribados no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. Contiene spoilers de las series.

Abrió los ojos con lentitud, los rayos del sol que se colaban por la ventana lastimaban su vista, provocando que cerrara nuevamente sus párpados. Una patada en su pierna hizo que los volviera a abrir, miró hacia su costado izquierdo, dónde se suponía, descansaba su pareja. Tal fue su sorpresa al ver que en vez de su esposo, un pequeño bulto resaltaba entre las sábanas blancas.

 

─Uhm... Dattebayo...─ Dijo el rubio mientras estiraba su brazo hacía el bultito donde, el creía, estaba alguno de sus hijos. Cuándo su mano tocó la manta, una manita salió de entre la tela para, bruscamente, apartar la mano del mayor. Frunció levemente el ceño ante aquel rechazo, pero desapareció enseguida gracias a una idea un tanto traviesa. Con lentitud y sigilo tomó la orilla de la sábana, para que después, con un rápido movimiento, destapara a la personita que tenía enfrente.

 

Un niño de cabellos negros y piel palida se encontraba acostado a un lado suyo, con una pijama que le quedaba exageradamente grande. El pequeño azabache se removió en su lugar para despues soltar un bostezo. Con calma, fue abriendo sus párpados dejando a la vista sus dos hermosas orbes oscuras. Se sentó en la cama mientras que con su mano derecha revolvía sus alborotados cabellos. Giró su vista hacía la derecha, encontrandose con un rubio de ojos azules que lo miraba con una expresión entre confusión y sopresa.

 

─Mh... ¿Quien eres tu?─ Preguntó aún adormilado. En cambio, el peliamarillo aun no salía del reciente shock. Esos mismos cabellos negros, esa misma mirada oscura, esa misma piel palida, esos mismos labios rosas, e incluso la misma pijama de su pareja... Ese niño era identico a su Charasuke y a su Sasuke. Sintió un leve golpe en su brazo, sacandolo de sus pensamientos.

─¿Eh? ¿Qué? ¿Qué quién soy yo? Eso deberia preguntarte yo─ Hizo una leve pausa ─¿Como te llamas dattebayo?─

─Me llamo Sasuke...─ Dijo con una voz poco audible. Por alguna razón, se sentía nervioso con la mirada de aquél señor rubio sobre el.

Pasos apresurados se escucharon por el pasillo de afuera, ambos voltearon hacía la puerta que segundos después fue abierta por un rubio de ojos azules y dos rayitas en cada mejilla, Boruto.

 

─¡Papá! ¡Mamá! ¡Charasuke mordió mi...!─ Detuvo sus gritos cuándo observó al azabache que se encontraba a un lado de su papá ─... ¿Quién es...? ¿...Y mi mamá?─ Preguntó mientras apuntaba al niño que se encontraba en la cama. Este bajó del colchón en dirección hacía el ojiazul menor, cuándo ya estaba frente a el tomó sus mejillas con sus manos palidas.

 


─Te pareces mucho al señor de allí─ Soltó una risilla ─Soy Sasuke─


─Papá...─


Se pudo escuchar la confusión en su voz, su padre simplemente solto un suspiro que su hijo no supo interpretar.

 

( . . . )

 

Seis niños y un adulto completamente solos en el comedor de una casa no suena peligroso, pero, si tienes en cuenta de que el adulto es Naruto Uzumaki, aquella casa puede quedar patas arriba. Por suerte, Naruto sabe comportarse en asuntos que realmente lo ameritan, y según lo que su hija Sarada le dijo hace unos momentos, este es uno de ellos.

 

─A ver...─ Recargo sus codos en la mesa de madera oscura, y sin despegar la mirada de aquel niño desconocido, recargo su rostro en sus manos que se encontraban entrelazadas entre ellas. Abrió la boca para continuar con aquel intento de interrogatorio, pero un grito agudo se escuchó por todo el lugar, sacandole un susto a más de uno ─¡Charasuke! ¡Deja a Himawari!─ Uno de sus dos hijos menores se encontraba jalando el cabello oscuro de su hija menor.


─Lo siento papi─ Soltó inmediatamente el cabello de su hermana, se acomodo en su silla y se mantuvo callado. Claro, se ganó una mirada molesta de parte de su hermanita mayor que tuvo que ignorar.

─Ah...─ Suspiró con un poco de fastidio, no ver a Sasuke en las mañanas lo pone de mal humor. Además... No le dijo que tenía que salir o algo, simplemente se largo. Oh bueno, eso pensaba el rubio ─¿En que estábamos? A sí, ¿Dices que te llamas Sasuke?─ Cuestionó al niño que se encontraba más concentrado en peinar su flequillo, aunque por la larga manga de la pijama era casi imposible.

─Ya les he dicho que sí─ Mencionó desinteresado mientras echaba un mechón de cabello hacía atras de su oreja.

─¡Te llamas igual que mi mamá!─ Aquí comprobamos que después de Charasuke, Himawari es la más ruidosa.

─Sí...─ Dijo sin prestarle atención ─Ahora díganme, ¿Quienes son ustedes?─ Miró a todos los niños que se encontraban sentados alrededor de la mesa.

─¡¿Eh?! ¡Pero si tú apareciste en la cama de mi mamá y mi papá! ¡No tienes derecho a preguntar, ttebasa!─ Reprochó el mayor de los niños mientras hacía un puchero, a veces Boruto tenía un comportamiento un poco infantil.

La niña de cabello negro y ojos azules que le había gritado hace unos momentos se bajo de su asiento e, ignorando la anterior queja de su hermano mayor, se acerco al menor de todos.


─El es Charasuke, es el más travieso y malo─ Le saco la lengua a la vez que le jalaba un mechon de cabello, esa niña era rencorosa. Ignoró el quejido de dolor de su hermano menor y continuó hacía la siguiente silla.

─¡No es cierto!─ Se sobó el lugar adolorido mientras chasqueaba la lengua. Desvió la mirada hacía el lado contrario de donde himawari se había ido y se encontró con la entretenida mirada de "El niño que se llama igual que mamá", al parecer este intentaba aguantarse la risa.

─Ella es Sarada, es una nerd─ La voz de la niña hizo que Sasuke volteara en dirección a ella. Ahora Sarada se encontraba sin lentes y la menor estaba tanteando la mesa para poder ubicarse, ya que los lentes le hacían ver borroso.

 

─¡Qué no me llames así!─ Se los arrebató mientras bufaba molesta. Himawari fruncio levemente el ceño, pero suavizo el gesto para después ir con su hermano mayor. Se vengaria después por aquel acto tan grosero.

─El es Boruto, es un tonto─ Dijo llegando a su lado. Antes de que el rubio pudiera quejarse, ella se le adelantó, dandole un manotazo en la cabeza.

─¡No me pegues dattebasa!─ Se cruzó de brazos e hizo un puchero... Sep, un niño muy maduro.

Naruto observó a todos sus hijos durante aquella extraña presentación, tenían una forma muy extraña de comportarse, si su Sasuke estuviera allí ahorita mismo todos estuvieran callados. Pero no... Su esposo tuvo que irse a quien sabe sonde, y lo que más lo irrita es que no le avisó. Volvió a ver a su hija, al parecer ya estaban acabando las presentaciones.

 

─Y yo soy Himawari...─ Puso una manita en su pecho en forma de orgullo, y antes de que pudiera continuar, fue interrumpida.


─La más chiflada y molesta─ Se escuchó decir a uno de sus hermanos. Volteó su cabeza en dirección a estos, mandandoles a todos una mirada asesina. Cómo todo un Uchiha.

─¡Mentira!─

─¡Verdad!─

 

─¡¡Que no!!─

 

─¡¡Que si!!─

 

─¡¡Silencio!!─ Sasuke golpeó fuertemente la mesa provocando que todos pusieran su atención en el ─Ya entendí, ya se quién es quién─ Pusó ambas manos en cada lado de su cabeza, y comenzó a sobar en circulos.


─¡Espera! Falta Menma─ Justo en ese momento, un pequeño niño de cabello azabache y ojitos azules con tres rayitas en sus mejillas apareció en el comedor, éste intentaba sostener con algo de dificultad un pergamino que se encontraba entre sus manos.

─¡Papi!─ Dijo el pequeño mientras corría hacía el rubio mayor. Daba pasos torpes intentando no caer él ni dejar caer el objeto que tenía entre sus brazos. Su padre, al notar esto, decidió ponerse de pie y ayudar a su hijo.

─¿Que pasa? ¿De donde sacaste esto, ttebayo?─ Se arrodilló frente a el mientras tomaba el extraño pergamino. Eso no debería estar allí.

─Estaba bajo tu cama papi─ Contestó el pequeño a la vez que inflaba sus mejillas ─¿No lo tenía que agarrar?─ Su voz sonó algo nerviosa a causa de que tal vez había hecho algo malo.


─No, no, no... No es eso...─ Abrió el pergamino ─Es solo que...─ Comenzó a buscar un indicio para saber de que se trataba aquél pergamino, pero no encontró nada. Al parecer, estaba escrito en otro idioma del cual no tenía conocimiento. ─No importa─ Dijo mientras lo volvía a cerrar.

─¡Mira! ¡El es Menma!─ Dijo la chiquilla mientras lo señalaba.

─Ehm... ¿Hola?─ Levantó su manita para enseguida mostrar una sonrisa tímida.

─Hola...─ Lo miró por unos segundos antes de sonreír de la misma forma. Giró su cabeza para enseguida buscar la mirada azulina que le atraía de una extraña manera ─Oye tu... ¿Podrían prestarme un poco de ropa?─ Su voz se oyó demasiado brusca a pesar de ser un chiquillo de unos 8 años. Alzó ambas brazos mostrando cómo sus manos estaban muy lejos de poder salir de aquella larga y gran manga de la pijama.

( . . . )


─Papá ¿A dónde vamos?─ Miró a su padre con sus ojos color onix, pero no recibió respuesta. El mayor hizo una mueca de disgusto al alcanzar a distinguir una puerta en específico, Sakura lo mataria pero no había opción.

Al ya estar frente a la puerta tocó un par de veces, esta se abrió lentamente dejando ver el desastre que era aquélla oficina. Una pelirrosa se asomó por detras de la puerta, al reconocer a su amigo de la infancia lo primero que hizo fue levantar la mano para darle un coscorron, enserio se atrevía a ir a su oficina así de campante a pesar de que había faltado a trabajar. Pero antes de que su puño se estrellara en la cabeza del blondo, unas vocecitas alegres la sacaron de su burbuja de ira.


─¡Tía Sakura!─ Miro hacía abajo mientras su mano aún permanecía en el aire, 3 chiquillos de cabelleras negras se pegaron a ella abrazando sus piernas. Al parecer, totalmente ignorantes de las intenciones de su tía hacía su padre.

─¡Niños!─ Acarició sus cabezas mientras les sonreía ─¿Qué hacen aquí? No creí que el tonto de su padre los traería, es más, ni creí que el vendría─

─¡Oye! ¡No seas mala dattebayo!─ Hizo un puchero, pero lo unico que se ganó fue una mirada enojada por parte de la pelirrosa ─Ok, lo siento...─

─Buenos días tía─ Saludó mientras se acomodaba los lentes. Boruto, al ser el unico de sus hermanos en no saludar, simplemente agitó su mano mientras sonreía.

─Emm... Sakura...─ La nombrada se giro a verlo con un gesto aburrido ─Se que estas enojada porque no vine a trabajar...─ Vió como la otra quería protestar pero no le dio tiempo ─Si, si. Ya se, soy el Hokage y debo ser responsable. Pero, por favor ayudame...─ Dijo lo ultimo como un ruego. La chica pareció pensarselo un poco mientras acariciaba las cabelleras de sus sobrinos, fruncio levemente el ceño pero enseguida se relajó a la vez que soltaba un suspiro resignado.

─Agh... Bien, en que quieres que te ayude─ Lo miró con una calma un tanto inquientante según el rubio, como si dejara su venganza para otro momento. Fue ahí cuándo la mujer pudo notar un cuerpecito atrás de su amigo.

─Este... En realidad son dos cosas. Una...─ Le extendió el pergamino que tenía en una de sus manos, ella de inmediato pudo notar que pergamino era, se puso un poco nerviosa pero no dijo nada. Se suponía que Naruto no debia saber de la existencia de aquel objeto, por ahora ─¿Puedes decirme que dice aquí? Y dos...─ Aquel cuerpecito que había visto hace unos segundos se asomó por detras del rubio mayor dejando ver a un niño muy parecido a su sobrino y a Sasuke, el pequeño al notar a la pelirrosa, se le quedo viendo. Ella le regresó la mirada, concentrandose completamente en el azabache e ignorando lo que sea que le estaba diciendo el otro.


─¿Sakura?─ Dijo la voz infantil de aquel niño. Fue ahí cuando la pelirrosa se hizo una rapida y alocada idea de lo que estaba sucediendo. Y si estaba en lo cierto, eso querría decir que se vendrían cosas muy extrañas...

─¿La conoces?─ Se agachó para quedar a la altura del niño azabache ─Dime Sasuke, ¿La conoces?─ "Sasuke"... con eso Sakura estuvo segura de que sus sospechas eran ciertas, pero no se podía confiar del todo.

─No se...─ Bajó la mirada hacía sus pies descalzos intentando evadir los ojos azules que lo observaban. Recuerda como hace unas horas, aquel rubio había insistido en que se pusiera unos zapatos pero el se sentía más comodo descalzo. Sonrió ante aquél recuerdo.

─Está bien...─ Giró a ver a su amiga de la infancia ─Sakura, ¿Tu lo conoces?─ La pelirrosa no contestó. Simplemente se quedo viendo al azabache ─Oye Sakura... Te estoy hablando...─

─Si pusieras más atención a tu trabajo entenderias que esta pasando─ Botó un suspiro mientras negaba con la cabeza. Naruto la vio entre confundido y molesto ─Pasen a mi oficina─ Señaló con su mano la entrada ─Niños, ¿Pueden esperar afuera?─ Sus sobrinos se encontraban sentados en los sofás que estaban cerca de la puerta de la oficina, demasiados tranquilos para ser Uzumaki. Todos asintieron a la vez ─Ok... Muy bien, entren ya─ Cuando al fin Naruto y Sasuke estaban adentro ella decidio entrar, no sin antes darles una mirada reprendedora a sus sobrinos, como diciendo "Si hacen desorden les ira muy mal". Después, cerro la puerta tras de sí, esto tomaría un largo rato.

─Listo, se fue...─ Dijo Boruto mientras se deshacía en el sofa y sacaba su videojuego. Necesitaba emtretenimiento, últimamente sus clases eran más pesadas de lo común.

─¡Caballito!─ Pero al parecer no lo dejarían jugar y disfrutar de su libertad en paz.

─¡No! ¡Menma! ¡Charasuke!─ Y cuándo se dio cuenta, ya tenía a sus dos hermanos menores sobre su espalda.

─Ah...─ Soltó un suspiro de cansancio ─Hombres...─ Volteo hacía su hermano y le quito el vídeojuego de entre las manos aprovechando que estaba distraído.

─¡Oye!─ Quisó recuperar el juego, pero Charasuke se sentó encima de su nuca, dejándolo con la cara pegada al colchon del sofá.

─Creo que soy la unica normal aquí─ Se quitó los lentes para después limpiarlos con su blusa roja y continuar mirando la graciosa

 

Mientras tanto en la oficina...

 

Ambos seguían con la mirada a la ojiverde, esta se encontraba caminando en circulos con su teléfono en mano. Se sentía estupida, si tan solo hubiera investigado más por su cuenta, tal vez ahora no estarían en ese lío.


─Si... Ven lo más pronto posible, por favor... Ok... Adios...─ Dejó su celular en el escritorio. Tomó la silla por el respaldo y se dejo caer de golpe en ella, echo su cabeza hacía atras y soltó un fuerte suspiro.

─¿Qué sucede Sakura? ¿Estás bien?─ Miro al de piel acanelada por unos segundos y volvió a echar la cabeza para atrás -Eso es un no-


─Se que quieres que te resuelva las dos dudas que tienes, pero ni siquiera estoy segura de lo que yo se. Asi que... Tienes que esperar─ El rubio hizo un puchero. Tanteo con su mano en busca del pequeño que llevaba consigo, pero lo unico que sintió fue el colchon del sofá. Observó hacía todos lados hasta que lo encontró al lado del escritorio de la pelirrosa con el pergamino en manos.

─¡Ah! ¡Ya recordé!─ Abrió el pergamino observando los garabatos que estaban plasmados en la hoja amarillenta ─Yo leí esto ayer─ Movió su cabeza de un lado a otro sin darse cuenta de las miradas preocupadas de los mayores.

Naruto era estúpido, de eso no hay duda. Pero a pesar de que no sabía con certeza cual era su función, el estaba consciente de que aquél pergamino era uno de los pocos que estaban prohibidos, lo dedujo por el sello que este tenía, solo unas cuántas personas tenian el derecho a tener uno. Además de que estaba escrito en un idioma antiguo, lo cuál hacía imposible que un niño tan pequeño pudiera leerlo como el infante que tenía enfrente decía.

 

Unos golpes los sacaron de sus pensamientos, después de oir un "pase" por parte de Sakura, Shikamaru entró. Miró somnoliento a los dos adultos mientras saludaba, su vista se dirigió al niño azabache qué se encontraba con el pergamino en manos. Le resultó extraño, el no conocía a ese niño azabache, pero como no le incumbia decidió ignorar ese detalle. Inmediatamente reconoció el tipo de pergamino que el niño sostenía, ahora ya sabía para que lo habían llamado. Cerró los ojos mientras se sentaba en el lugar vacío del sofa, soltó un suspiro, y después observó con una expresión serena a la pelirrosa. De repente, sintió un agarre en su pantalón provocando que bajara la mirada por inercia, el niño pelinegro lo miraba con expresión confundida. En eso escuchó como la de orbes verdes carraspeaba para volver a llamar su atención.

 

─Supongo ya sabes para qué te llamé. Verás, hace unos días me encontré un pergamino viejo con el sello "Kinji rareta" de los cuales pocos ninjas tienen conocimiento de éstos─ Señaló el rollo que ahora se encontraba en el suelo ─Por curiosidad decidí leerlo, pero estaba en un idioma del cual no tenía conocimiento. Así que opté por contactar a Sasuke─ El rubio, al escuchar el nombre de su esposo, no pudo evitar poner atención a lo que su amiga contaba ─Cuándo eramos unos críos encontré una libreta de Sasuke con unos garabatos muy parecidos a los que el pergamino contenía, así que pense que el sabía manejar ese idioma. Y no me equivoqué, del todo...─ Hizo una mueca que los otros no pudieron descifrar ─Ayer por la tarde lo cité aquí para pedirle el significado de lo que estuviera escrito. Me comentó que solía estudiar ese idioma de niño pero que lo había dejado cuándo... Ya saben... Se fue─ Y sin que quisieran, el lugar se tornó un poco incómodo para los tres mayores ─No creí que su orgullo le permitiera dejar algo incompleto...─ Susurró para si misma con un tono de nostalgia ─Bueno. Él leyó en voz alta el pergamino para que yo pudiera escuchar, pero cuándo terminó dijo que no había podido entenderlo del todo. Sí, entendió el significado de varias palabras pero no pudo formar nada coherente con eso. Nuestro plan era que él se llevara el pergamino a casa, y que hoy por la tarde lo trajera junto con la traducción─ Hizo una pausa demasiado larga para el gusto de los otros dos. Naruto se hizo hacía adelante recargando sus brazos en sus piernas, ansioso, mordió su dedo pulgar ─Ayer por la noche estuve hablando con Temari, le conté lo que pasó y ella me dijo que tú...─ Se dirigió a Shikamaru ─Conocías algunos idiomas antiguos. Tenía la esperanza de que pudieras decirme el significado de lo que esta escrito en el pergamino. Porqué, si lo que pienso es correcto, Sasuke esta indispuesto─


─¿Indispuesto? ¿Por qué ttebayo?─ Se enderezó en el sofá mientras miraba a sus dos amigos. Ninguno de ellos le contestó, es más, parecía como si no lo hubieran oído.

Shikamaru se puso de pié, alertando al niño que se encontraba sentado en el suelo justo al lado suyo. El de coleta caminó hasta estar a un lado del escritorio de la pelirrosa, se agachó levemente y tomó el pergamino con su mano derecha.


─¿Me darían un poco de tiempo?─ Se sentó nuevamente en el sofá y se dispuso a leer ante las atentas y curiosas miradas de sus amigos. De repente sintió un leve peso en su hombro y vió como una manita tocaba el pedazo amarillento de papel.

─No entiendo... Pero ayer si entendía...─ Susurro el pequeño para si mismo a la vez que hacía un mohin, pero Shikamaru lo escuchó. Este ultimo soltó una risilla ante aquélla reacción tan infantil, pero el mismo se permitió cortar su risa cuándo puso más atención a lo que el infante había dicho... "Pero ayer si entendía..."

 

( . . . )

 

Los minutos transcurrían lentamente para Sakura y Naruto. En cambió, Shikamaru leía por tercera vez el pergamino, hasta se le había quitado el sueño que siempre cargaba. Listo, ya sabía que era lo que pasaba, ahora debía explicarselo a los demás.

 

─Bueno...─ Dijo alertando a el resto, el pequeño azabache quitó el rostro del hombro de Shikamaru y lo observó esperando que continuara ─Ya se para que sirve el pergamino...─ Giró su vista hacía el rubio ─Naruto, ¿Sabes quién es este niño?─


─Sí, se llama Sasuke ¿Por qué preguntas ttebayo?─ En serio a veces su amigo podía ser un completo idiota...

─¿Es enserio?─ Preguntó mientras llevaba una mano a su rostro ─¿Sabías como se llamaba y enserio no sospechaste nada?─ Lo unico que recibió del ojiazul fue una mirada confundida, claramente no entendía a lo que el otro se refería. Miró a la pelirrosa ─Dime que tu si sospechaste...─

─Sí, pero no quise darlo por hecho. Entonces, eso quiere decir que ese niño...─ Apuntó al pelinegro que se encontraba intentando descifrar lo que decía el pergamino ─¿Es él?─ Palideció cuándo vio como Shikamaru asentía varias veces. Por otro lado, Naruto miraba a su par de amigos sin entender nada. "¿Es él?" A que se refería Sakura con eso, ¿acaso ellos dos saben con exactitud quién es el pequeño que amaneció junto a el esta mañana? Y más importante, ¿Qué tiene que ver con el pergamino?

─Naruto...─ La voz de Shikamaru lo saco de su burbuja ─Entiendo que estas confundido y no entiendes nada de lo que esta pasando... Pero nesecitamos que pongas atención y no hagas nada estúpido─ Asintió aun confundido. Por la cara que tenían sus amigos, era claro que lo que le dirían era algo serio e importante ─Primero, ¿Donde conociste a este niño?─ Señaló al pequeño pelinegro que se encontraba sentado en el suelo, justo enfrente de ellos.

─Cuándo desperté el estaba a lado mío dormido y cobijado con las sábanas. Incluso traía la pijama de Sasuke puesta. Y hablando de Sasuke... Ese Teme se fue sin decirme nada...─ Ok, se estaba desviando, y lo notó cuándo Shikamaru le dio un leve zape.

─Bueno pues dejame decirte una cosa...─ Tomó al niño y lo sento en una de sus piernas, ignorando los berrinches que este hacía por querer bajarse ─Este niño de aquí...─ Con una de sus manos tomó ambas mejillas del infante y lo obligó, sin ser brusco, a mirar al rubio. El pequeño se quedó quieto al notar las orbes azulinas que lo miraban atentamente ─... Es tu queridísimo Teme─ Naruto lo vió entre confundido e incrédulo ─Sep, este niño es Sasuke. Y se convirtió en un mocoso gracias a aquél pergamino─ Señaló el rollo que estaba en el suelo.

 

Naruto vió a Sasuke con una expresión asustada. Y Sasuke lo miró confuso, pero enseguida soltó una risilla al ver la graciosa cara que hacía el mayor.

 

Segundos después, un grito se escuchó en todo el lugar y el cuerpo de nuestro querido Hokage se encontró en el suelo, inconsciente.

 

Al parecer, la notícia lo había tomado desprevenido... Y mucho...


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