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Senseless por OldBear

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Voldemort miraba al mortifago que tenía a sus pies con indiferencia, el pobre hombre agonizaba bajo las imperdonables que le lanzaba sin apiadarse ni un segundo.

Estaba furioso.

¿Cómo era posible aquel error? Había perdido su mejor oportunidad por desesperarse. En cuanto le dieron el aviso de que un grupo de sus mortifagos tenían acorralado a Potter, no dudó en ir y aprovechar el momento.

Se había estado preparando con un hechizo mortal, incluso había logrado conseguir una difícil y casi inexistente poción que le daría la capacidad necesaria para realizar el Corpore Inclusus. Estaba destinado a ser para Albus Dumbledore, no solamente debía sacar a Potter, sino también a Dumbledore, y con el viejo mago necesitaba algo poderoso. Dumbledore lograba detener o esquivar todos sus avadas, pero ese hechizo era más que perfecto, no podía ser detenido.

Pero se apresuró y falló.

Lanzó otro hechizo que provocó que el mortifago a sus pies se retorciera.

Ahora tenía tres días estando demasiado débil para volver a dirigir algún ataque, y lo peor de todo es que no podría volver a arrojar ese hechizo que con tanta dedicación había preparado.

Pero también había algo que lo tenía confundido, un detalle, algo que le tenía muy intrigado y que no comprendía del todo. Tenía la extraña sensación de creer que el hechizo si estaba funcionando. Era algo extraño, en los textos en donde leyó el Corpore Inclusus hablaba de una conexión donde quien realizó el hechizo podía sentir el avance de la maldición en el hechizado, y sin embargo era como sentir y no sentir a la vez ¿se estaba volviendo loco ya? Quizás era más una paranoia por haber fallado. Incluso, por un momento llegó a pensar que Dumbledore, al ser tan poderoso, estaba bloqueando con su magia esa “conexión” que se creaba al lanzar ese hechizo y por eso no lo notaba, pero descartó la idea considerando que ni el viejo mago era tan poderoso.

Pero estaba bien, aquello no importaba lo más mínimo, no se revolcaría en su fracaso durante demasiado tiempo. Jamás se había rendido ante un contratiempo como aquel y, de todas formas, ya tenía una idea rodando en su mente acerca de su siguiente movimiento.

…………………………………………………………..

El día siguiente, jueves, fue inevitablemente caótico para Harry. Tuvo que volver a la oficina del director temprano en la mañana cuando McGonagall entró a buscarlo antes de que bajara al comedor por un gran detalle: Sirius.

Cuando Remus le contó lo que estaba sucediendo, a Black por poco y le da un infarto. Incluso el licántropo llegó a pensar que su compañero podría sufrir de un ataque de ansiedad en cualquier momento. Mientras los chicos dormían, Dumbledore no perdió tiempo y avisó de la situación a los Weasly y a McGonagall mientras Remus hacia lo mismo con Black.

Lupin se ahorró muy bien el decirle a Sirius que la maldición había golpeado a Harry por proteger a Severus —eso traería más problemas, peleas y reclamos que en verdad no necesitaban en ese momento—, pero le explicó todas las razones por las que debía recordar no decirle toda la verdad a Harry acerca de su situación. Al principio no le pareció, decía que su ahijado tenía todo el derecho de saber la verdad, pero luego llegó a entender lo difícil que sería para Harry pasar por todo aquello si le quitaban la esperanza de creer que sabían acerca de la cura. El saber que podría hacer un hechizo para retener el avance de aquella maldición fue un alivio, y tuvo que tragarse todas las ganas de quejarse cuando supo que lo haría Snape. Podían tildarlo de inmaduro en muchas ocasiones, pero sabía cuándo contenerse, y si aquella era la mejor manera de ayudar a Harry, no discutiría.

En cuanto vio a Harry cruzar la puerta, no pudo evitar abrazarlo fuerte. Quizás estaba empeorando la situación, con sus acciones podría poner a Harry más nervioso, pero no pudo evitarlo.

Harry devolvió el abrazo sintiéndose verdaderamente reconfortado. Siempre había sentido a Sirius como una conexión directa con sus padres, y aunque no lo expresaría en voz alta, en aquellos momentos los necesitaba bastante.

—Te prometo que encontraré esa cura lo más pronto que pueda. —dijo en voz baja.

En parte no dejaba de sentirse culpable por ocultarle parte de la verdad a su ahijado, Harry estaba depositando su confianza en ellos, en él, ¿en verdad estaba haciendo lo correcto si se sentía tan culpable?

…………………………………..

En el Gran Comedor, la primera noticia que recibieron los estudiantes durante el desayuno fue que todas las clases de pociones de ese día estarían suspendidas. Dumbledore no especificó razones, y por supuesto que aquello provocó comentarios curiosos de los que no podían creer que el estricto Severus Snape no diera clases por ese día completo.

Incluso la curiosidad fue lo suficientemente grande para que el tema de las relaciones entre el trio de oro quedara en un segundo plano.

Como su primera hora era pociones, y después de saber que estaban libres, Draco tomó a Blaise sin que este pudiera terminar su desayuno y lo llevó hasta sus habitaciones casi arrastrándolo, ignorando la mirada de su novia al dejarla sola en la mesa. Cuando estuvieron solos en su habitación, el rubio habló con rostro serio:

—Algo muy raro está sucediendo.

—No creo que esté relacionado—Blaise decidió sentarse en su cama, sabía que su amigo estaba relacionando a Snape con Potter, lo conocía demasiado bien para no darse cuenta, y más con la expresión que había puesto mientras escuchaba las palabras del director.

Draco se cruzó de brazos, ofendido por que su amigo dudara de su capacidad de análisis.

— ¿Cuándo Snape ha cancelado una clase? Ahora será el día completo —alzó una ceja para dar más énfasis.

Blaise solo pudo suspirar.

— ¿No puedes pensar que es una simple coincidencia? — Preguntó, obteniendo una fría mirada como respuesta— Bueno, pero eso no significa nada. — ¿Cómo las dos cosas pueden estar relacionadas? No le encontraba el sentido para nada en lo absoluto. Quizás su amigo se estaba volviendo paranoico.

Draco lo pensó por un segundo, seguramente era algo relacionado a pociones.

—Piénsalo, de seguro prepara una poción para Potter.

—Draco, Snape trabaja para Lord Voldemort, —recordó Blaise, lo sabía muy bien por haber escuchado la conversación de sus padres. Aunque tanto él como Draco no querían ser mortifagos, no podían evitarlo y eran llevados a muchas reuniones de sus padres donde hablaban de ese tema. Incluso de que en poco tiempo ellos mismos se unirían a esas filas. — Si Harry estuviese enfermo no le prepararía una poción para ayudarlo.

—Si se lo pide el viejo come caramelos sí. —afirmó. Aunque sabía muy bien que Snape trabajaba para Lord Voldemort, seguramente si el director le pedía algo no podría negarse. Sabía muy bien que el mismo profesor era quien abastecía de pociones la enfermería ¿Por qué no un pedido especial de Dumbledore?

—Pero en ese caso si es algo tan catastrófico como te lo estas imaginando ¿no se lo diría Snape al señor oscuro?

Buen punto pensó Draco ¿Eso significaba que Snape ya le había contado o le contaría de la situación de Potter?

Blaise tuvo una idea, se pateó mentalmente diciéndose que se estaba juntando demasiado con Draco.

— ¿Y si Snape es el culpable? —Se aventuró a decir — ¿suena lógico?

— ¿De qué hablas? —arrugó el entrecejo intentando pensar a que se refería. ¿De qué sería Snape culpable?

—Quizás Snape le estaba haciendo algo a Potter, Dumbledore lo descubrió y lo despidió— en cierta forma Zabini se estaba sintiendo algo estúpido por caer en las teorías conspirativas que se estaba inventando Draco en menos de un minuto, pero ya estaba acostumbrado a que el otro le volviera loco con el tema de Potter—quizás estoy exagerando, no sé muy bien…

Pero Draco no pensó que estaba exagerando.

—Puede ser—terminó diciendo—no vimos a Snape en el Gran Comedor. Podríamos resolverlo fácil buscándolo con cualquier excusa, es nuestro jefe de casa después de todo.

—Podríamos equivocarnos, que haya salido por otra cosa, o que este aquí y molestarlo no nos traería nada bueno. —no pudo evitar encogerse de hombros, no quería que apoyar a Draco significara molestar a Snape y correr el riesgo de perder puntos para su casa.

—No te preocupes Blaise, —dijo pensando en sus posibilidades—yo puedo hacer esa parte solo.

—Ya, pero una duda ¿Qué harás si es culpable? O si no lo es ¿Qué harás si le ha contado a Voldemort la situación? —Blaise se veía muy preocupado por Draco, podía meterse en problemas serios si seguía con sus ideas de ayudar a Potter— ¿Recuerdas que Snape es tu padrino y que él y tu padre están del mismo lado?

—No necesitas recordármelo.

Aunque tenía muchos de los ideales de los Sangre Pura, no estaba nada feliz de tener que servir a un loco sádico con problemas de ira. Nunca había deseado unirse a las filas de Voldemort, y con el único que podía compartir aquel pensamiento era con Blaise.

Odiaba mas a su padre por obligarlo a servir al señor oscuro que por obligarlo a estar con Pansy, y eso ya era mucho decir.

…………………………………………………….

Severus había empezado a preparar la poción desde antes de que amaneciera, ni siquiera había pensado en bajar al comedor a desayunar para no tener que detenerse, de todas formas concentrado como estaba no sentía hambre. Apenas se dignó a pedirle a uno de los elfos que le prepara un té. Necesitaba preparar la poción lo más pronto posible, luego podría prepararlas en las noches sin tener que interrumpir sus clases.

Mientras cortaba los ingredientes de forma meticulosa, solo podía pensar en que aún no le habían dicho a Harry la parte que correspondía al ritual, y siendo sincero, tenía ansiedad por saber cómo se lo tomaría. No estaba seguro de que fuera demasiado del agrado del chico el tener que dormir con él. Seguramente el director o el lobo le dirían mientras avanzara el día.

Potter…

Eso lo llevó a analizar otras cosas, bastante importantes en aquella situación.

Los pensamientos que tenía sobre que el Gryffindor a veces le daba indirectas debía de descartarlos, y más en aquellas circunstancias en donde debía de actuar como el adulto responsable que era. Se trataba de que ahora sería obligatorio para mantener su vida que el chico estuviera con él, y debía ser muy canalla si se aprovechaba de aquella situación.

Todos aquellos pensamientos que lo habían vuelto loco cuando se enteró de la especie de relación de Potter con Weasly volvieron a atacarlo, esta vez quizás con más peso y más insistencia. Aquello le habia afectado por que en cierta forma se habia encariñado con el muchacho, y ahora estaría tan cerca de él…

Pero no, debía mantenerse centrado en todo momento, no iba a sobrepasar la confianza de aquel chico, incluso ya estaba llevándose bien con él, y en verdad no deseaba que esa pequeña “cortesía” que tenían, se esfumara por aquello.

Aun cuando secretamente has disfrutado la idea de poder hacer el ritual para él…

Ahuyentó ese pensamiento con rapidez y se dijo así mismo que se ofreció a hacer el ritual porque Harry salvó su vida, y nada más. También debía recordar el hecho de que ya Potter estaba al parecer en una relación con Weasly, así que seguramente al chico no le debía agradar nada la idea de tener que estar en una cama con su maestro de pociones.

—Concéntrate, maldita sea…

Miró a su alrededor la mesa en la que estaba trabajando. Gracias a Merlín por lo menos tenía todos los ingredientes. Dos de ellos eran raros y tenía suficiente en almacén para prepararla dos veces, pero ya había hablado con el director acerca de conseguir más.

Quizás sus pensamientos divagaban tanto debido al cansancio, inmediatamente Harry se marchó, dejo que Dumbledore y Lupin dieran la noticia a los demás. Mientras tanto se encargó de buscar en su biblioteca privada información sobre el Minuere conocía bien el ritual y la poción que debía realizar, pero quería estar seguro de que no se le escaparía ningún detalle. Así que técnicamente solo había dormido unas tres horas.

……………………………………

Ese día los tres Gryffindors no tenían pociones, así que del hecho de que cancelaran esa clase no les afectaba a ellos. Después de que Sirius habló con él, el director le ofreció a Harry que debido a su situación, podía quedarse ese día descansando en su sala común, Harry lo pensó por un momento pero aquello sería peor. Solo se la pasaría sobre analizando la maldición que cargaba, y por lo menos las clases junto a sus amigos podrían distraerle un poco.

Gracias a ellos estaba un poco más tranquilo, incluso le habían hecho entender que si Dumbledore, Lupin y Snape le prometían la cura, solo necesitaba esperar.

— ¿Y ya sabes cómo es? —preguntó Hermione fuera del salón a la espera de su siguiente clase. Les había contado lo que ella sabía, pero no era demasiado debido a la falta de información en donde lo había leído.

Además, el Minuere, aunque no era considerada magia negra, tampoco era del todo blanca. La poción contenía tres diferentes tipos de sangre, y el ritual involucraba sangre. Además que el proveedor de vida —quien realizaba la poción y daba parte de su energía—debía ser muy capaz cuando recitara el hechizo. Así que no era un simple encantamiento que encontrarían en cualquier libro.

—Dumbledore me dijo que S me explicaría. —les dijo Harry mirando a sus compañeros distraídamente.

—Seguramente le da pena decirte que tienes que acostarte con código S—bromeó Ron en voz baja, evitando los oídos curiosos—seguramente le pasa como a mí, que se estremece tan solo de pensarlo.

—Si a Harry le gusta no será tan malo. —recordó Hermione, intentaba buscarle el lado bueno a toda esa catástrofe.

—Pero aún no se si yo le gusto, —Harry lucía un poco ansioso, como si la idea de que al final de todo no le gustara a Snape ni un poco—y seria…raro.

—Si no le gustas de esa forma por lo menos afianzaran la amistad—atinó a decir el pelirrojo.

Hermione terminó pellizcándole fuertemente el brazo.

— ¿No ves que lo que dices es peor? No ayuda en nada.

—Está bien, —respondió—de todas formas, yo ya había decidido ser un poco más directo.

— ¿Te le vas a declarar? —Hermione estaba verdaderamente sorprendida, no se esperaba que Harry terminara de decidirse por expresarle sus sentimientos al maestro abiertamente.

—Eso estaba pensando antes de saber que tengo esto y, quizás pueda aprovechar que, literalmente, “eso” va a suceder.

—Conseguirás sexo antes que un beso— mencionó su amigo dándole una palmada en la espalda— tu siempre vas un paso adelante Harry.

Harry no pudo evitar que el pensamiento se le hiciera un poco hilarante, pero no agregó nada más cuando Flitwick les abrió la puerta para entrar al salón.

………………………………..

Draco se había pasado toda la mañana esperando a que Snape apareciera. Cada minuto que pasaba le martilleaba en la cabeza confirmando la hipótesis. A su lado, Blaise lo miraba sin opinar nada, cuando su amigo se concentraba era realmente difícil sacarlo de esa especie de “trance.” Y quizás eso hizo que Pansy—quien tenía desde su llegada hablándole— terminara por explotar.

— ¡¿Puedes prestarme atención por un maldito minuto?! —los dientes de la chica estaban firmemente apretados, y Blaise pensó que se le rompería la mandíbula en cualquier momento.

Draco dejo de ver la mesa del profesorado y la miró a ella con hastió.

— ¿Qué quieres? —preguntó de mala gana.

—Que me prestes atención ¿es mucho pedir? —Él rodó los ojos y ella se enojó aún más— Tengo toda la comida hablándote, y tú como idiota mirando hacia la maldita mesa de profesores.

—Vamos Pansy, quizás solo está pensando en algo importante—intentó tranquilizarla Nott colocando una manos sobre el brazo de ella, pero la chica se lo quitó de encima con brusquedad.

— ¿Y a mí que me importa eso? —preguntó ella, y luego miró a su novio— Si me prestara un poco de atención…

—Si te prestara un poco de atención —le interrumpió Draco—moriría de aburrimiento. Conversar contigo es peor que un encantamiento vomitababosas, créeme.

—Hijo de pu…

—Muy bien, —Blaise detuvo el claro insulto de la chica, temiendo que empezaran a pelear en serio frente a tanta gente—Draco, acompáñame a buscar mi libro de… mi libro. Lo dejé en el dormitorio y lo necesito para la siguiente clase.

No dio tiempo a una réplica por parte de Draco ni de Pansy, se levantó y tomó a Malfoy del brazo para que hiciera lo mismo, tal cual había hecho el rubio con él en la mañana. Salieron del Gran comedor bajo la cortante mirada de Parkinson.

—Por tu culpa ya he perdido dos comidas, —resopló Blaise cuando cruzaron las puertas dobles.

—No es culpa mía, —se escudó sintiéndose ofendido, estaba bastante enojado con Pansy—esa idiota me pone los nervios de punta.

—Lo se Draco, pero se supone que es tu novia. No te puedes dar el lujo de que ella se queje con tu papá.

Draco asintió recordando esa parte. El no tener problemas con Lucius era lo único que evitaba que no mandara a Pansy a la mierda y le aguantara todos sus berrinches.

Se frotó la cara con frustración y en un segundo y sin avisar a su amigo, empezó a caminar.

— ¿A dónde vas? —preguntó Blaise poniéndose a la par de Draco.

—A buscar a Snape. —comentó sencillamente.

— ¿Que?

—Si sigue aquí puedo descartar que lo despidieron ¿o no?

— ¿Y las clases? —preguntó quedándose atrás.

—No tardaré demasiado—dijo sin detenerse y siguió caminando hacia las mazmorras, saldría de esa duda en ese instante.

…………………………………………………..

Había acompañado a sus amigos al Gran Comedor, pero el no poder saborear nada provocó que realmente no comiera.

Sus amigos lucían preocupados, y Hermione intentó que comiera algo, pero el simplemente decidió beber un jugo —que no le supo a nada— pero que por lo menos solo necesitaba tragar sin masticar.

Se fijó casi sin querer en Malfoy y su grupo de amigos, parecían estar discutiendo por algo, principalmente Pansy Parkinson. Luego vio como Draco y Blaise salían del Gran Comedor con prisa.

— ¿Qué pasa Harry? —pregunto Hermione siguiendo la dirección de su mirada.

—Malfoy y su sequito, parece que están discutiendo.

— ¿Te sorprende? —Preguntó Ron al tiempo que se giraba para ver mejor—son serpientes, no pueden aguantar ni su propio veneno entre ellos.

—No deberían, Pansy y Draco son novios, se supone que deberían llevarse bien.

— ¿Cómo sabes que son pareja?

—No solo hablan de nosotros—dijo ella simplemente encogiéndose de hombros. Sus compañeras de dormitorio eran bastante chismosas.

 

………………………………..

 

Draco fue directamente a las habitaciones privadas de Severus, tocó la puerta sin pensarlo demasiado, pero no obtuvo respuesta.

Tocó de nuevo, un poco más fuerte e insistente esta vez, nada.

La tercera vez, tocó con más fuerza, si Snape estaba en sus habitaciones privadas debía escucharlo sí o sí.

Pero al parecer no estaba ahí.

Le quedaban en aula de pociones y el despacho del maestro, y decidió ir al último antes que al aula. Si la opción de que estuviera haciendo una poción era cierta, podría encontrarlo ahí. Esta vez decidió no tocar la puerta y entrar al despacho directamente. Había otra puerta en el fondo, tras el escritorio del pocionista, que daba a un cuarto que el maestro usaba para preparar las pociones y que —y esto Draco no lo sabía— era el mismo que usaba para entrenar a Harry.

Se acercó a la puerta dispuesto a abrirla, pero esta se abrió y Snape apareció mirándolo severamente.

— ¿Se puede saber que está haciendo aquí señor Malfoy?

Bueno, Draco había salido de la duda de si habían despedido a Snape, claramente no. De todas formas podía significar que si estaba ayudando a Harry por órdenes del director. Y no podía descartar que si Harry tenia algo malo, este no se lo dijera al señor oscuro.

Pero antes de pensar en nada más, debía salir de la situación en la que se encontraba. Sonrió antes de responderle a Snape, un Malfoy siempre tiene un plan de respaldo.

……………………………………………

 

Cuando la noche llegó y volvió a ir con sus amigos al Gran Comedor para la hora de la cena, sucedió lo mismo que en las otras comidas, realmente no comió nada. Fue más bien para acompañarlos, porque entre su problema y su ansiedad de que en breve debía ir con Snape, le sería casi imposible pasar comida a través de su garganta.

Sus amigos estaban hablando acerca de su plan de estudios sobre Defensa Contra las artes oscuras, se habían saltado el jueves, así que Hermione estaba hablando de doblar la cantidad de hechizos que estudiarían el sábado. Se unió a la conversación para intentar despejar su mente y, luego de la cena, se quedaron hablando en su sala común acerca de cómo iban los preparativos de la fiesta de disfraces. Cuando la hora indicada llegó, se levantó con ansiedad y caminó directo a las mazmorras.

 


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