Entonces, ¿de donde se conocen ustedes?- me pregunta mi mejor amiga, mientras caminamos rumbo al estacionamiento. -Tengo la sensación de conocerte de algun lado- dice mi amiga. Mi amor, la chica de los cabellos dorados y la mirada celeste, permanece en silencio. Compartimos un milisegundo las miradas.
-Bueno, es una larga historia, y no queres llegar tarde ¿verdad?- la miro directamente a sus ojos celeste, pidiendole qué por favor me hiciera la pata, ante la pesada de mi amiga. Ella me sonrie, y sujeta su mano con la mia.
-bueno de hecho, es una pregunta interesante, veras. Es qué…- le cubro la boca.
No permitiria que le dijera qué acabamos de conocernos. Rapido algo, algo. Lo qué sea.
-Ah, ya me acuerdo, si fue… cuando me presente para la entrevista de trabajo para… aquella pelicula… ¿como se llamaba?... el otro dia la dieron a la tarde… bueno de todas formas ahi nos conocimos ¿verdad?...- dije con miedo. pero luego me arrepenti, me di cuenta que no sabia su nombre. Me maldije por lo bajo.
-Alma-susurra ella.
-si, con Alma, ahi nos conocimos- le dije a mi amiga. Mientras la miro con cara de porfavor deja de fastidiarme.
-uhm, bueno me alegro qué al fin estes con alguien- le estrecha su mano- Maite, puede ser un poco cascarrabia, pero es buena chica. Cuidala mucho.- susurra la muy perra.
-¿Quien es cascarrabia?-pregunto mientras me acerco amenazantemente a mi mejor amiga- mi mano sigue sostenida por ella fuertamente. lo que me hace recuperar la calma.
-Se nos hace tarde- dice, el amor de mi vida, la chica de ojos celestes, Alma.
-Sí, sí lo sé. Bueno adiós, un gusto- sale hacía el otro lado de la calle, mi mejor amiga, hacía su auto.
Cuando llegamos a mi auto, me empuja no fuerte sino de manera sorpresiva contra la puerta del auto, y antes de qué pudiera quejarme, me besa. Su respiracion pesada, su lengua dominando mi boca, sus manos sujetandome contra el coche. Sus ojos estaban cerrados, sus mejillas sonrojadas. Estaba anonada, estaba sorprendida, estaba besando a la chica de los ojos celestes, con cabellos dorados y de nombre Alma. La que minutos atras, desee que desapareciera de la faz de la tierra, porque no podia seguir viviendo viendola siendo feliz con alguien más. La mujer de mi vida, la qué dia tras dia, me preguntaba ¿qué andara haciendo?. La mujer qué jamas crei qué me estuviera besando.
-¿Para esto tenias tanta prisa?- me pregunta al oido, mientras lentamente se abre paso por mi remera. Sus dedos, tanteando lentamente el terreno entre mi abdomen y mis pechos, me producian un escalofrio de lo más placentero.
De repente se detiene, ya no me besaba, no me tocaba, me estaba sujetando las muñecas en alto, con su pierna entre mis piernas. Ambas de pie, en silencio. Yo respire agitada.
-Es todo, ahora me dirás, ¿Qué hacía una foto mia en tu celular?¿Cuando y donde me tomaste esa foto?
-sueltame por favor, alguien podria venir y malinterpretaria está situación- dije, a pesar de saber qué a estas horas, nadie circulaba.
-¿Por qué tenias una foto mia?-vuelve a insistir.
-Porque... estoy enamorada, ya te lo dije… la foto la consegui de una revista en la qué posaste una vez. Eres modelo, entiendo qué de seguro te asuste verdad? Disculpame, pero jamas pense qué siquiera compartiriamos un lugar juntas. Mucho menos qué verias la foto que tengo… ahora por favor suéltame.
-no te creo, de seguro eres unas de esas imbeciles, qué se aprovechan de los famosos.
-Escucha, sí realmente quisiera hacer eso, te hubiera pedido dinero desde el principio. Además después de ese beso, no habría dinero que me alcance. Escucha, Alma, sólo fue suerte, mala y buena a la vez- suspiro mientras miro al suelo, abatida. Dejé mi corazón al descubierto... de todas formas, ya todo se acabo. ¿Qué esperaba tener un hermoso futuro juntas?, por Dios, debo calmarme y guardar la calma. El amor de mi vida, la chica de cabellos dorados y ojos celestes, estaba confundida, lo podía ver en sus ojos.
-Entonces eso ¿es todo?- me pregunta
-No sé que quieres escuchar, es la verdad- susurro, mientras juntamos nuestras miradas. -No soy una acosadora, ni una busca fama, ya te lo dije, fue una coincidencia; Claro qué sí quieres cenar conmigo, no me enojaria.- dije sonriendo esperando que mirara mi rostro otra vez. Vamos, casi me das una paliza, no te haré daño- dije suplicando, sabiendo qué no sucederia, espere lo peor.
-Está bien, pero a cambio me diras, ¿Fue verdad lo de la película?- pregunta abriendo la puerta del auto.
-Ah eso, es verdad, aquel dia nos conocimos por primera vez, sólo que no te percataste de mi presencia; Te dejare que lo pienses, fue hace 4 meses…
Inicio de recuerdo:
-Bien, esto es simple, haras de actriz doble, tienes buen entrenamiento fisico, por lo qué podras resistir ¿verdad?- dice el director. -Debes pararte así, aqui, gritar y por ultimo dar un salto desde aqui, hasta aqui…- Y ahi te vi, mis ojos cruzaron tu presencia casi angelical, tus cabellos dorados, parecian moverse a camara lenta, tu sonrisa parecía tallada por los mismos angeles. Tu forma de caminar... todo, me enamoro.
-¿¡Escuchaste!?- me grita el director de la pelicula.
-Sí, señor.
-Bien, acción-
Fueron sólo 20 días, los que compartimos el set de filmación, sin siquiera compartir miradas. Sólo sabía qué cuando llegabas, todo a tu alrededor se detenia, estabas rodeada de estos parasitos, qué se acercaban a ti. Por esa misma razon, permaneci lejos. Te admiraba como lo hace todo el mundo, eras una actriz bellisima, nueva en todo esto. Pero sabia qué jamas seria posible, compre un boleto para ir a ver la pelicula el dia de la premiere; yo era tu doble, me dolio saber qué ni siquiera te me acercaste en todas las escenas de acción, en las qué me pateaban el culo. Era mi trabajo, lo entiendo pero me emperre el dia, qué te vi entrar al bar, en el qué justo estaba con mi amiga, el protagonista masculino, de la pelicula. Juntos parecen de ensueño, la pareja perfecta. Asco me dan. Vi la pelicula, una y otra y otra y otra vez. Apartaba mi mirada durante las escenas donde lo besabas cual colegiala enamorada. Pero amor mio, eso sentia.
-¿Qué? ¿Imposible tú interpretaste todas esas escenas?-dice sorprendida mirandome fijamente.
-Que sí mujer, de seguro no te acuerdas porque usaba peluca- dije, callando mis penas al saber que jamas levanto sus ojos para mirarme. Mira aquí tengo, una foto del set de filmación, aquella alla, soy yo y esta eres tu..
-peluca… no puede ser- susurra.
-No es para tanto, no te guardo rencor, como veras todo lo contrario… de todos modos, todo empezó por esta foto- dije mostrándole de nuevo la foto del celu. En la foto, ella estaba de perfil, con un hermoso vestido azul marino y estaba hablando con la periodista.
-Ah, ese dia, a ver prestamela…- extiende su mano para tomarla. Yo la alejo, ella vuelve a intentarlo, frunciendo sus mejillas. Yo cedo y se la doy.
-No la borres por favor
-¿Que? no lo haré ¿Por que me tomas?
-¿Yo? No de nada, sólo qué es la… nada- preferi permanecer en silencio, ya qué me fulmino con su mirada.
- Me acuerdo, esa fue poco después de estrenar mi segunda película, mi antiguo representante, me habia recomendado la revista, era un salto a la fama, pero como ves, aún sigo en el hoyo… de todas formas ¿por qué seguimos en el estacionamiento?... síno enciendes el motor, me largo.
-¿De verdad quiere cenar conmigo?- dije encendiendo el motor, y mirando el espejo retrovisor antes de poner en reversa.
-un trato es un trato… además sos la primera chica…que me...-no podia oirla porque hablaba demasiado despacio y bajo, casi como un susurro. No podia seguir creyendo lo qué estaba pasando.
Luego de un rato buscando estacionamiento. Paramos a comer.
-Bien, aca estamos, no sabria sí te gustaria…
-Vamos, ¿te vas a quedar todo el dia dentro del auto?- dice abriendo la puerta y sacando casi tres cuartas partes del auto.
Entramos, nos sentamos, pedimos la comida, y mientras miraba el establecimiento, me percate de qué ella estaba hermosa, más hermosa qué nunca. La tenia enfrente mio, podia ver todos sus movimientos, a quienes miraba y a quienes no; como movia sus dedos impaciente, como increiblemente era ella. Quería saber todo de ella, quería seguirla viendo fijamente hasta el fin de mis dias. Querria darle todo lo qué estuviera a mi alcance… pero... sabia que eso iba a ser imposible.
-Es un bonito lugar- dice sacandome de mis pensamientos, y mirandome directamente.
-Sí, sí lo es... vengo de vez en cuando, tiene comida fresca y preparar unos platos buenisimos…
Ella escribe en su celular, recibe una llamada y se levanta para contestar, sale fuera, desde la ventana la podia ver, estaba hablando. Unos tipos pasan por su lado y la miran, ella los ignora. Sabia qué tenia carácter fuerte, pero jamas iba a imaginar qué fuera tan fuerte de verdad. Aún me duele cuando en el estacionamiento, me sujeto por las muñecas… o cuando me beso. Me sonrojo de sólo recordarlo… ¿Por qué habrá sido? Ella entra de nuevo, me señala qué irá al baño. Yo asiento, y esperó a que vuelva… espero… agarro mi celular, lo miro 4 llamadas perdidas, de mi madre. La llamo.
-Hola… má, sí acá con unos amigos, sí volveré más tarde no me esperes, sí mañana paso... bueno manda saludos por ahí, si, te quiero…- ella se sienta en la mesa. -sí chau, beso.
-Qué desagradable, saber que mandas besos a alguien más y yo aca presente, ¿novia o novio?... sabes qué mejor dejemos así. No se ni porque vine aqui...Vamos a reirnos de la imbecil… no te voy a permitir qué sea tratada de imbecil- se levanta de su silla.
-Espera, Alma, es mi madre la qué llamo.
-....-permanecio en silencio.
-No salgo con nadie… mira- le enseño el telefono.
-No, me muestres tu celular… perdona, es qué cuando hablo con mi representante me estreso demasiado… ¿pedimos algo?- dice llamando al mozo. Pedimos la comida.
Luego de dos minutos en silencio, sin poder contener aún mi cabeza en calma...
-… disculpa que sea directa pero ¿por qué me besaste en el estacionamiento?- pregunte, sin saber qué podria reaccionar de todas las maneras improbables.
-Sólo, lo hice y ya- dice con un leve rubor, y desviando su mirada.
-Entiendo- dije, sonriendo y bajando la mirada al plato aún vacío.
Y así nos quedamos en silencio, como unos 8 minutos, hasta qué llego la comida. Ella agarraba los cubiertos delicadamente, su manera de masticar también eran delicados, su manera de beber también eran casi angelicales. Hasta que fruncio sus cejas y me señalo mi plato.
-Come, y deja de mirarme, no me iré a ningún lado- dice apuntando mi plato.
-Perdoname, es qué aún no creo qué estemos comiendo juntas…- dije sonrojada mientras disimulaba mi enorme sonrisa.
-...- ella deja los cubiertos a un lado, se limpia la boca con una servilleta -¿Por qué te gustó?...- me pregunta.
-Tiene qué haber un ¿por qué?-susurro mientras trato de disimular mi nerviosismo.
-Quiero saber- insisite.
-Me llamaste la atencion, al principio fue porque me resultaste super atractiva, amos tus ojos, amo tu manera de caminar, sin embargo un dia sin querer, me di cuenta qué estaba buscandote sólo para hablar, ya sabes desearte suerte, o algo así...pero como casi nunca te encontraba porque estabas de un lado para el otro con el director, el cretino… de tu representante, o algun baboso; entonces como qué quedo en una fantasia qué tal vez, sólo tal vez algun dia podria cumplir.
-...- ella, el amor de mi vida, Alma. Estaba llorando, lentamente una lagrima caia de su mejilla izquierda.
-Ah, perdona, no quise decir nada qué te incomodara…- le dije entregandole una servilleta.
-...- sigue en silencio, lentamente seca su lagrima, sin tocar demasiado su maquillaje. -Es la primera vez, qué me lo dice alguien... tu, una chica, nunca…-sujeto su mano, qué estaba templando. Tu mano, suave como algodón, lentamente dejó de templar. Ella toma mi mano, y nos quedamos así, sujetandonos las manos. Sin mirarnos a los ojos.
-No es mi intención obligarte ni a qué me correspondas, ni hacerte sentir mal- dije mientras ella aun permanecia en silencio. -Ven, te llevare a tu casa- dije sin soltar su mano, y ella sin soltar la mía.
Ante el silencio ensordecedor, dentro del auto, encendí la radio. Son las 22 hs, estaba oscuro afuera, hacía frío, y yo con la chica que más amo a mi lado. No quería irme a ningun lado, qué no fuera a su lado. No quería salir del auto, y verla irse para jamas volver. No quería saber qué está seria la primera y la ultima cita. No quiero ilusionarme. No. Por favor.
-Detente aquí-ordena mi amor de ojos celestes.
-ha sido agradable, gracias por todo...Alma- dije mientras acerco el auto al cordon. Pongo el intermitente, y ahi estabas aún...dudando, en silencio, mirandome. Amor mio, no hagas eso. No me mires con esos hermosos ojos celestes que tienes. No me hagas caer, no de nuevo...
Ella abre la puerta, pero se queda aún sentada, mirando mi reacción de dolor, qué no podia evitar. Cierro mis ojos, inhalo oxígeno y lo exhalo; siento sus labios en mi mejilla. Sus manos sujetando mi rostro. Ella apoya su cabeza en mi hombro.
-¿Por qué me haces dudar?- me pregunta, con una voz super bajita.
-Alma, yo…
-Sabes qué soy, una “famosa” modelo… qué tarde o temprano, llegaré lejos, por qué eso quiero y lo voy a lograr...quiero llegar lejos, ser reconocida, qué en la calle me detengan por una foto, salir de fiestas en fiestas.
-Entiendo…
-No, no lo haces… porque sí lo entendieras no estaria aún dudando, por mis sentimientos por ti.
-Alma, no se volvera a repetir... tampoco dire nada el dia de mañana cuando te vuelvas más famosa de lo qué ya eres, quien no podria contratarte… eres hermosa y llegaras lejos. No deseo otra cosa, para ti. Salir hoy contigo fue como un sueño hecho realidad. Gracias... Te voy a ayudar a bajar... - ella sujeta mi mano, deteniendome.
-Dame, tu numero y vere qué hare contigo después… de momento me quedare contigo, pero en cuanto cometas una estupides…
-No, lo haré… después de todo no hay un sólo lugar donde quisiera estar, más que a tu lado.
Fin.