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Joey y la eterna soledad por CyberTears

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Notas del fanfic:

IM BACKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1

 

 

Joey Wheeler quiere dormir.

Joey Wheeler quiere dormir pero el profesor mirándolo de reojo no se lo permitía.

 

Solo le quedaba apoyarse en su libro de historia y esperar unos cinco minutos para pedir permiso para ir al baño. No es la primera ni será última vez que lo haga.

-Buenos días clase…

 Joey dio una cabeceada.

-…Y nos acompañara de ahora en adelante…

Joey  parpadeo  lentamente.

-Buenos días, mi nombre es Seto Kaiba

Sus ojos no podían abrirse más aunque quisiera.

Con unos cuantos metros que lo separaran, él lo reconoció. A pesar de los años que estuvieron separados Seto todavía mantenía las mismas expresiones, el mismo corte de pelo y postura. El tiempo no pudo cambiar en totalidad al chico que Joey conoció hace años, ni tampoco olvidarse de ese amargo recuerdo.

Tenía que hacer notar su presencia. Después de lo que hizo tenía que cobrar su venganza.

Como si sus pensamientos fueran escuchados, ambas miradas se encontraron después de años. Y  la expresión del chico de ojos azules se mantuvo inexpresiva sin ningún rastro de reconocimiento, logrando enfurecer al rubio.

“Ese infeliz me las pagara” se dijo Joey encerrando sus puños fuertemente.

-Puedes sentarte detrás de Gardner.

Sus ojos no abandonaron su objetivo. El desgraciado de Kaiba se las iba a pagar, esperaría hasta la hora del almuerzo para vengarse.

 

 

Desafortunadamente no se esperaba que Yugi, el enano del salón con su nuevo y extraño colgante decidiera quedarse en el salón para almorzar. Era momento de pensar rápido, tenía que sacarlo de ahí antes que vengan más personas.

-¡Yugi! ¡Como estas!

-Joey…hola

El rubio tomo asiento muy cerca de muchacho colocando su brazo en el hombro del más pequeño.

-Somos amigos verdad Yugi

-um…si

Sin pedir permiso agarro un rollito de huevo del almuerzo del otro. Yugi rio nerviosamente no diciendo ni una palabra.

-Entonces puedes hacerme un gran favor- casi sin masticarlo, agarro otro rollito.

-Tengo una sed enorme pero no tengo dinero y me preguntaba si pudieras ir a traerme una soda. Cómo un favor de un amigo a otro ¿Crees que puedas?

-Claro…

-¡En serio, gracias Yugi!

Antes que Yugi volviera a comer su almuerzo Joey tomo el último rollito.

-¡Joey Wheeler que crees que haces!

“Tenía que aparecer Tea para arruinarlo todo. “Pensó el rubio

-No estoy haciendo nada malo, solo un favor entre amigos ¿verdad Yug?

-Sí, solamente un favor.

Tea suspiro negando con su cabeza lentamente.

-Yugi no puedes permitir que se aproveche de ti.

-¡Yo no me estoy aprovechando de nadie!

-¡No es la primera vez que te encuentro abusando de la generosidad de Yugi para que te compre el almuerzo!

-¡Esta vez no es un almuerzo, es una soda!

-Dios eres un caso perdido

-¡¿Cómo me dijiste?!

-Chicos, no es necesario pelearse…

Si darse cuenta una persona familiar entro al salón.

-Quien va ganando, espero que seas tú güero

 Todos voltearon a verlo, con excepción de Seto Kaiba que estaba más concentrado en su libro que sus ruidosos compañeros de clase.

-Tristán, acá la señorita dice que soy un aprovechado 

El rubio se levantó de su asiento apuntando  acusatoriamente a Tea.

-No te pases Joey, ella tiene razón

La sonrisa de satisfacción de la muchacha hizo que el rubio agarrara de la camisa a Tristán poniendo su otro puño en dirección a su rostro.

-¡Joey por favor detente!-Yugi agarro del brazo del chico.

-¡Espera güero! que tengo presentación de inglés hoy y quiero mantener mi cara intacta.

-¡Entonces retráctate!

-Bien…no eres un aprovechado-dijo Tristán con los hombros caídos.

-Ya lo escuchaste

Tea abrió la boca queriendo decir algo, sin embargo decidió no continuar con sus tonterías. En ese instante el sonido del cambio de una página les hizo recordar que no estaban solos.

-Bueno ya va acabar la hora del almuerzo, voy  a ir a comprar algo…ya regreso.

-Te acompaño Yugi

Él los vio alejarse hablando acerca del “rompecabezas del milenio” como Yugi lo llamaba, era muy extraño pero parecía hecha de oro. El rubio se preguntaba si era de verdad, tal vez podría venderlo por un buen precio en una casa empeño que había cerca de su departamento. Podría pagar todas las deudas de su viejo y ser libres. Nada más tenía que esperar que le prestara  el colgante un momento y podría agarrar un pieza, sería muy fácil…

Pero se había jurado a jamás volver ser a como antes.

 

-Güero estas ahí. Hola… necesito tu ayuda

Tristán hizo un gesto con la mano regresándolo a la realidad.

-¿Qué quieres?

-Ayúdame con la presentación

-¡Por no apoyarme ahora te la arreglas tu solo!

-Ya pues Joey, tu sabes ingles…no seas egoísta…

-Y que recibo yo a cambio

-Ta bien, te compro el próximo almuerzo

-¿El más caro?

-Si paso con puntaje perfecto.

-Hecho

Tristán lo llevo hacia su mesa al otro extremo de salón separándolo aún más de Kaiba.

 

Su plan de confrontar a Kaiba no pudo realizarse, tenía que pensar en otra ocasión donde pudieran estar solos. No importaba si tenía que esperar hasta la hora de salida, estaba muy seguro que no pararía hasta hacerle pagar por lo que hizo, su corazón empezó a latir con fuerza viendo de reojo a Kaiba que  lo ignoraba provocando más ira en el muchacho.

Hora tras hora Joey pensaba que decirle y hasta como prepararse si la disputa se tornaba física. Tenía muchas ideas que comenzaban con él golpeándolo en el rostro. También dándole una patada en estomago también seria satisfactorio .Otra cosa seria…

El timbre interrumpió sus pensamientos, el tiempo se había acabado era momento de actuar.

 

Espero que el aula estuviera vacía y como si la suerte estuviera de su lado Seto Kaiba fue el último en guardar sus pertenencias. Con el corazón latiéndole a mil por hora se apresuró a cerrar la puerta apoyándose en ella justo cuando Kaiba estaba parándose.

-Quítate de la puerta-no era enojo ni fastidio, solo una orden.

Él sonrió dándole un golpe a la puerta mientras Kaiba avanzaba.

-Kaiba, Kaiba ¿Cuánto tiempo sin verte? ¿Acaso te olvidaste de la promesa?

-No estoy de humor para estupideces, sal del camino

-Que gracioso eres Seto, eso también me lo dijiste esa vez  pero no te puedes olvidar de tu amigo Joey Wheeler.

- apártate de mi camino idiota, no te conozco así que no te atrevas a llamarme por mi primer nombre.-Seto estaba a un metro de distancia. Olvidando sus notables diferencias de tamaños  Joey se preparó para lo que vendría.

Miro fijamente a Kaiba, sus ojos azules no reflejaban ninguna emoción. Como si no tuviera un alma detrás de ellos.

-¡No te hagas el idiota! ¡Ya sabes lo que pasaría si te volvía a ver!

-Jamás me relacionaría con basura como tú

-¡Que dijiste malnacido!

Joey lo agarro fuertemente de la chaqueta mostrando los dientes como un animal preparado para el ataque.

-Atrévete imbécil

Un golpe en seco se escuchó por todo el aula, esos ojos azules mostraron sorpresa por un segundo, un hilo de sangre bajo de su nariz hasta resbalar por su mentón. Como respuesta golpeo a su atacante en la cara llegando a darle en la barbilla.

Joey utilizo su peso para tumbarlo al piso colocándose encima de él, dándole puñetazos en su rostro. Kaiba utilizo sus brazos para defenderse de los golpes y con un brazo agarro al otro logrando cambiar sus posiciones golpeándolo por cada lugar vulnerable que veía.

La pelea fue interrumpida cuando la puerta se abrió.

-¡Que creen que están haciendo! ¡Kaiba, Wheeler, deténganse en este instante!

Los muchachos fueron detenidos  interrumpiendo la venganza del rubio.

-¡Ambos a la dirección! ¡Ahora!

 Maldito sea el profesor que decidió meterse y maldito Seto Kaiba por aparecer en su vida cuando él mismo juro no volverlo a ver. El castigo que tendría no le importaba tampoco la paliza que su viejo le daría cuando las noticias le lleguen.

 

 

 

 Joey todavía sentía su cara latir de dolor incluso al ponerse una lata de cerveza helada en la mejilla. Resignado de aparecer en el trabajo con moretones vio el reloj encima de su refrigerador, ya eran las once así que su padre no aparecería hasta la mañana. Al menos no tendría que darle explicaciones a un borracho.

Decidió no mirarse en el espejo por hoy dirigiéndose hacia su cama prácticamente lanzándose sobre ella. Al cerrar los ojos no dejaba de pensar en esos ojos azules que no tenían vida en ellos. Si no estuviera molesto tal vez le preocuparía verlo en ese estado, el tipo  no estaba molesto cuando peleaban, todo lo hacía como si fuera estuviera en automático.

 

¿Qué le ha  hecho Gozaburo?

 

Pensando y recordando Joey  fue desvaneciéndose hacia sus sueños. Soñó con una persona que no podía reconocerle el rostro por la oscuridad de la habitación, su silueta se encontraba arrodillada a su lado mientras él estaba paralizado viendo el ventanal que daba directo con la luna llena.

-Mereces irte de esta manera, en completa soledad y dolor.

Su garganta no le permitía decir nada. Él desconocido dijo otras cosas sin embargo un dolor se propago por todo su cuerpo. Todo estaba volviéndose dolorosamente muy frio  respirando  rápidamente se percató  que estaba en un  charco de su propia sangre.

No quería morir

-Sigues con fuerzas después de todo

No quería morir

-Pero este es el final

Un objeto resplandeció por la luna llena, era cuchillo que descendió en el corazón de Joey repetidamente. Él rubio sentía el frio del objeto al entrar en su cuerpo. Unas lágrimas cayeron finalmente levantándolo de esa horrible pesadilla sin percatarse que era observado en su habitación.

Ya no estaba solo.

 

 

 

Notas finales:

DAN DAN DAN!!!

el dolor de cabeza al tener quevolver a leerlo


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