Capítulo 21.- Italia
Esa semana había pasado con pasmosa calma, el domingo entero, Shun, Seiya y Milo trabajaron el día completo en pulir su presentación, Seiya llamó a su profesor de inglés que ayudó también, y para la hora de la cena ya lo tuvieron todo, la video conferencia era el jueves pero querían tenerlo listo todo y con tiempo, para revisarlo entre la semana y asegurarse de tener éxito, estaban optimistas, hasta Ikky estaba nervioso esa semana, él sabía lo importante que era todo para Seiya y lo duro que habían trabajado en todo el proceso
Shun además de los nervios por su video llamada, si batalló con el hecho de si llamar a Hades o no, el sábado que se vieron en la granjita había sido genial, y ese día fue claro para él que por ese camino quería seguir, lo había hablado con su terapista que le había dicho que no se apresure, que se de tiempo y que no se lance al agua antes de hora, pero llegó el miércoles en la noche y no pudo más, llamó a Hades y su conversación le llegó al alma
Hades había estado solo en casa, y hablaron por más de una hora, principalmente su tema fue su proyecto y la video conferencia, el mayor le dio varios tips que debía tomar en cuenta a la hora de la verdad, le había dicho que la seguridad en sí mismo era básica, que el proyecto que tenían era viable y que el costo beneficio estaba más que justificado, le dijo que no se preocupe, que duerma bien esa noche, que respire profundo, la calma y la cabeza fría en esta situación era fundamental, que él tenía confianza en que iban a cerrar el negocio y que cuando lo hicieran, irían a festejar
Shun se sintió mejor al hablar con Hades porque el mayor no presionó el tema de ellos como pareja, le dio su apoyo cuando necesitó, le dijo que confiaba en él y que le cuente como le fue el día siguiente, Shun le prometió hacerlo y con una sonrisa en los labios fue a la cama ese día
El jueves llegó, no había plazo que no se cumpla y este se cumplió, Ikky estaba pasando revisión a sus pacientes de cirugía y miraba con insistencia su reloj, Seiya debía haber llamado ya, no podía creer que su video llamada se hubiera extendido más de tres horas, dioses… solo esperaba que todo hubiera salido bien y no llegar a casa para encontrar a Seiya y a Shun botados en la sala con una botella en mano, ese era el plan si no lograban cerrar el negocio
El médico salió al pasillo y se fue directo a la estación de enfermería, miró su reloj otra vez y suspiró, tomó sus cartillas y comenzó a escribir, una de las enfermeras le dio un té y le preguntó:
- ¿Por qué tan nervioso Ikky?
- Es que mi Seiya debía haberme llamado hace algún tiempo, mira… ya anocheció – el peliazul apreciaba mucho a Shaina, ella era la jefa de enfermeras de ese piso, a ella le agradaba mucho el joven doctor que estaba forjándose un nombre propio en ese hospital, esas eran palabras mayores, el ambiente competitivo en el que vivían era de miedo, pero bajo la tutela de Aioria, Ikky despuntaría entre los cirujanos, solo era cuestión de tiempo
- ¿Y por qué debía llamarte?, si se puede saber claro está – dijo la mujer y sonaba interesada
- Es que hoy presentaba una propuesta para un negocio, y me iba a avisar si lo cerró o no, era muy importante para él
- Si era tan importante, ¿por qué no lo llamas?
- Porque pueda que aún esté en esa reunión y no lo quiero interrumpir, esas reuniones son como las cirugías, no es prudente llamar – explicó Ikky con un suspiro
- ¿Mis reuniones son como tus cirugías?, ¿en serio? – Ikky se volteó y miró a Seiya que estaba de pie en medio del pasillo, la enfermera se estiró para mirar al novio de su doctor favorito de mejor manera, ella había escuchado mucho de Seiya, y se sorprendió gratamente al ver a un muchacho castaño muy atractivo que lucía un impecable traje que le quedaba muy bien, tenía un maletín en las manos y zapatos brillantes
- Cielos Seiya, me tienes aquí todo preocupado, ¿cómo te fue? – Ikky dejó todo lo que tenía en las manos en el counter, caminó hasta su novio y lo besó suavemente en los labios a manera de saludo
- Nos fue espectacular amor, cerramos el negocio!! – Seiya dijo todo emocionado alzando los brazos en señal de victoria, Ikky lo abrazó y dio vueltas con él en medio del pasillo, lo besó con emoción al depositarlo de vuelta en el suelo
- Yo sabía que lo lograrían
- Italia baby – dijo Seiya con una hermosa sonrisa en el rostro
- ¿Y Shun?, ¿no vino contigo? – Ikky acarició la mejilla de su castaño que meneó la cabeza y respondió:
- Dijo que tenía celebraciones varias por su cuenta, Milo se fue con Julián, así que vine a secuestrarte, ¿puedes salir?, ¿cuánto falta para tu turno acabe?
- Una media hora más o menos – dijo Ikky mirando su reloj
- Entonces acaba lo que tengas que hacer y nos vamos a cenar, ¿qué tal suena? – propuso Seiya todo emocionado, Ikky lo besó en los labios y le dijo:
- Trato hecho, te puedes quedar aquí con Shaina hasta yo dejar estas historias en los casilleros, me cambio y te vengo a buscar – Ikky lo tomó de la mano y lo llevó a la estación de enfermería donde una mujer muy hermosa de cabellos verdes le sonrió al saludarlo
- Así que eres el famoso Seiya, es un gusto conocerte
- Es un gusto también, espera… ¿soy famoso? – Seiya besó en la mejilla a la enfermera y preguntó todo extrañado
- Ohhh si, aquí el doctorcito no hace sino hablar de ti, es muy bueno al fin poner una cara al nombre
- Ikky habla mucho de ti, ya veo por qué dice que le recuerdas a Shun – respondió Seiya al fijarse en la bonita sonrisa de la mujer y su mirada cálida
- ¿Yo te recuerdo a tu hermano? – preguntó la mujer con una divertida sonrisa mirando como el peliazul recogía todas sus cosas
- Claro que si, eres la hermana que nos hace falta a Shun y a mi, ya regreso, cuida a mi Seiya y no le cuentes cosas que no deba saber – Ikky besó a Seiya en los labios y literalmente se fue corriendo por el pasillo, el castaño solo meneó la cabeza y le preguntó a la enfermera:
- ¿Qué se supone no debo saber?
- Siéntate, esto te va a gustar… - Seiya dejó su maletín en el piso y se puso a charlar alegremente con Shaina, Ikky dejó hecho un rayo las historias clínicas, fue a chequear a su último paciente, registró su salida y fue por su casillero, se cambió de ropa y a lo que regresó por Seiya lo encontró riendo muy divertido con Shaina, al verlo no pudo evitar sonreír, eran este tipo de cosas que le hacían pensar que Seiya era cálido como el sol
- ¿Listo? – preguntó el peliazul al llegar al counter
- Claro que si, en verdad ha sido un placer conocerte Shaina, espero verte en mi boda, no me puedes fallar – Seiya se despidió de la muchacha con un beso en la mejilla y ella asintió al decir:
- No me lo perdería por nada
- Aún no hemos hablado de nada de la boda Seiya – dijo Ikky pero lo dijo en muy buen plan, Shaina tenía que estar en su boda sí o sí
- Amor… cualquiera que te haya visto desnudo y no se haya acostado contigo, tiene el derecho y la obligación de ir a nuestra boda
- Shaina… - Ikky regresó a ver a su amiga que se encogió de hombros y simplemente sonrió
- No no no, no la regañes que esa historia estuvo buenísima, no me la habías contado, no se vale
- Créeme, mientras más personas la sepan a más tendré que matar, ahora si vamos por esa filosofía, Aioria tampoco puede faltar a la boda – Ikky había tomado la mano de su castaño y ambos caminaban lentamente por el pasillo del hospital
- ¿Él también te vio desnudo?
- Si… pero esa fue su culpa… en serio… - Ikky besó a Seiya en los labios y lo abrazó con un solo brazo para continuar caminando tranquilamente por el pasillo
Ikky y Seiya fueron a comer, luego fueron por su departamento nuevo, el castaño quería mostrarle a su novio los adelantos que habían hecho con su amigo contratista, Ikky estuvo muy contento con el trabajo que estaban haciendo, no necesariamente les estaba saliendo muy costosas las reparaciones pero el resultado iba a ser espectacular, todo estaría listo en aproximadamente en un mes
- Deberíamos mudarnos a fin de mes, con eso nos ahorramos el dinero del otro departamento – dijo Ikky ausentemente caminando por la vacía estancia
- Podría ser, pero necesito al menos dos semanas para que lleguen los muebles – respondió Seiya todo emocionado
- ¿Qué muebles?
- Los que compré la semana pasada
- ¿Compraste muebles?, ¿no te gustan los míos? – preguntó Ikky algo desconcertado
- Me encantan tus muebles, pero vamos a estrenar departamento entonces compré algunas cosas, no lo compré todo porque no me alcanzaron mis ahorros pero compré un juego de sala, uno de dormitorio y algunas cosas más, además tú compraste es departamento lo menos que puedo hacer yo es comprar los muebles, además en serio no hemos hablado de la boda – Seiya abrazó a Ikky y le dijo todo esto mirándolo a los ojos
- ¿Cómo te gustaría que fuera?, ¿quieres algo grande o algo modesto?
- Mmmmm… ni lo uno ni lo otro, me gustaría algo no muy grande y tampoco muy modesto, podemos pedirle la casa a mi abuelo y nos casamos frente al mar – Seiya sonrió al proponer esto, su abuelo vivía en Okinawa
- Eso suena genial pero yo no conozco a tu abuelo, ¿cómo le vamos a pedir la casa? – Ikky preguntó en tono fresco pero su preocupación era real
- Mi abuelo me ama, soy su nieto favorito, es más… soy su orgullo, claro que hay que tomar en cuenta que mi abuelo es la vergüenza de la familia pero… uno hace lo que puede, él tiene una casa muy bonita y grande en la playa, podemos hacer una ceremonia al aire libre y una especie de recepción en su casa, yo creo que cabemos cómodos unas 100 personas
- ¿Tan grande es la casa de tu abuelo? – eso Ikky no se lo esperó
- Si… él tenía una empresa naviera que vendió hace algunos años y se ha dedicado a viajar por el mundo, ha perdido mucho dinero en el proceso pero la casa no ha perdido, mi mamá se lo vive reprochando pero… si mi abuelo es feliz viajando y saltando por la vida, ¿por qué impedírselo?, a la final ha trabajado toda la vida, es justo que se divierta
- Ohhh ya veo por qué eres el nieto favorito – Ikky acarició la mejilla de Seiya al decir esto
- Lo que pasa es que, yo creo que uno tiene que hacer su propia vida, lograr sus propias cosas, me parece tonto de mi parte el sentarme a esperar que mi abuelo muera a ver que heredo, eso es lo que están haciendo Tenma y Alone, pero a mí no me parece, Seika piensa lo mismo que yo, el tío Aioria no le critica al abuelo, mi mamá ya se hizo al dolor además, nosotros hemos podido salir adelante sin ayuda de nadie, mi mamá nos ha dado todo entonces no tengo por qué esperar nada de nadie – Seiya dijo esto con mucha convicción, su madre era socia en una firma de abogados de Tokio, entonces pudo mantener bien a sus hijos luego de la inesperada muerte de su esposo, su hermana Seika trabajaba en un banco y estaba bastante bien ubicada, lo que dejaba a Seiya que estaba empezando en las empresas de Mitsumasa Kido, pero tampoco le estaba yendo mal, Tenma y Alone eran sus primos, ellos eran menores a Seiya y estaban aún en la universidad, pero el castaño no les auguraba mucho futuro porque eran un par de vagos que no se aplicaban a los estudios, su tío Aioros sufría horrores con ellos
- Eso es muy cierto, ok., nos podemos casar en la playa pero antes tienes que presentarme a tu abuelo, ¿será que lo vamos a visitar?
- Eso sería genial, luego que vuelva de Italia lo planificamos y nos vamos, de paso ya con él vemos cuándo va a estar en casa en el verano y fijamos fecha, ¿qué tal?
- Wow… ya va tomando forma todo, estoy tan feliz Seiya, tan feliz
- Y eso que no has visto la cama que elegí, te va a encantar, lo sé – Seiya tomó las manos de Ikky y juntos dieron vueltas en medio de la vacía estancia
- Yo creo que más me va a encantar todo lo que voy a hacerte en esa cama
- ¿Solo en la cama?
- Bueno… la bañera ya está instalada y lista, tenemos agua caliente, ¿estás de humor para un baño?
- Claro que si… - Seiya besó a Ikky con pasión en los labios y el camino al segundo piso fue marcado por la ropa que iba cayendo, esa noche fue muy especial ya que estrenaron su departamento nuevo y lo bautizaron como lo mandan todos los dioses…
Al día siguiente, Seiya estaba arrimado al mesón de la pequeña cafetería y mecía su café, tenía una sonrisa en el rostro que no se la iba a quitar nada ni nadie, la noche que había pasado con su futuro esposo fue una de las mejores de su vida entera, wow… futuro esposo, Seiya no podía esperar a presentárselo a su abuelo, y en esas ensoñaciones estaba cuando Milo entró a la cafetería
- Hey… una moneda por tus pensamientos – dijo el peliazul para llamar la atención del castaño que dio un respingo y sonrió al responder
- No no no, de eso no hay chance, son sumamente privados
- Ikky tiene suerte, tú también, yo también, todo está bien en la vida – Milo tomó la azucarera y endulzó su café
- Julián se portó a la altura me imagino – a Seiya le encantaba que su jefe hubiera encontrado el amor en su vida, le iba muy bien con Julián al parecer
- Ohhh si… y parece que no fuimos los únicos que se fueron de festejo, Shun ni siquiera ha llegado todavía – puntualizó Milo al mirar su reloj
- Si llegó a la casa, es más, él salió antes que yo hoy en la mañana, no sé por qué no está aquí, tal vez tuvo que hacer algo, me dijo que quería ir al banco para activar su tarjeta de crédito o algo así, pensé que si te lo dijo
- No… eso no me dijo, pero mira, ahí llega – Milo señaló la puerta de entrada de la oficina visible a través de los cristales, pero para sorpresa de ambos, Shun no venía solo, lo acompañaba la hermosa Saori Kido, así que Milo bebió su café tratando de no atorarse y fue a su encuentro, al llegar a su oficina le saludó todo atento y estrechó su mano al decir: - Que gusto que nos visite señorita
- Hola Milo, llámame Saori por favor, oh que bien, este es todo el equipo de negociación, ¿verdad?, me encontré con Shun en la puerta – respondió la muchacha tomando en cuenta a Seiya que llegó tras Milo
- Si, somos los tres del equipo, me imagino que su abuelo le contó las noticias – dijo Milo con orgullo y señaló su oficina para hablar con mayor comodidad, a la final estaban los 4 de pie en el pasillo
- No, es mejor que hablemos aquí, solo vine a informarles que ahora seremos cuatro en el equipo de negociación, los acompañaré a Italia a cerrar el negocio – dijo la muchacha toda emocionada, Milo se quedó mudo, no supo cómo reaccionar, fue Seiya el que prudentemente dijo:
- Que genial, será un gusto que vaya con nosotros
- Claro que si – acotó Milo reaccionando al fin, a la final ella era la nieta del dueño, ni modo que no la lleven, además ella no estaba pidiendo permiso o consultando, estaba informando la decisión tomada
- Perfecto, ¿hicieron ya la reservación del hotel y los pasajes de avión?
- Aún no hemos hecho nada – respondió Shun y su tono era algo… frío, nada usual en él
- Mejor aún, Milo por favor, dispón a tu secretaria que llame a la mía para que le de los datos, además necesito que me hagas llegar una copia del proyecto y de la presentación, necesito empaparme de todo si voy a ser parte del grupo, me avisan sobre los arreglos cuando lo tengan todo listo – Saori sonrió y sin más se dio la vuelta dejando a los tres hombres mirándose sin hablar, Milo les hizo una seña y los tres entraron a su oficina
Al entrar, Milo llamó a su secretaria y le dio la documentación que Saori había requerido, le dijo que le hiciera una copia y que la envíe a su oficina, luego se sentó en su sillón y los tres se quedaron un momento en silencio, fue Seiya el que aún algo incrédulo preguntó:
- ¿Puede hacer lo que hizo?, ¿anclarse a sí misma a nuestro viaje?
- Claro que puede, es la nieta del dueño, ok., en teoría salimos en un par de días así que tenemos que reorganizar nuestra presentación, en teoría… vamos solo a firmar el contrato, pero siempre pueden haber preguntas de último momento o exposiciones a otros accionistas o algo de eso – Milo estaba visiblemente contrariado
- Como pasó en Inglaterra, ahí nos tocó casi volverlo a exponer todo – dijo Shun seriamente preocupado, ellos no habían trabajado antes con Saori entonces no sabían qué tipo de ejecutiva era
- Por eso, debemos ver algo de lo que ella pueda hablar, para que sea feliz y Mitsumasa no nos bote a todos, ella debería empezar el diálogo hablando de nuestra empresa, de los objetivos generales, esas cosas, a la final lleva el apellido para ello – dijo Milo considerando un poco sus opciones
- Esa es una buena idea – contestó Shun, él no estaba molesto, más bien se le notaba preocupado
- Se los encargo chicos, tengo reunión con el área jurídica, esperemos que nuestra nueva integrante sepa hablar inglés – Milo se puso de pie y se acomodó la leva, los dos chicos asintieron y salieron de la oficina, Seiya algo estaba diciendo que Shun estaba ignorando, y lo ignoró tan olímpicamente que el castaño se paró delante de Shun y puso ambas manos en sus hombros para preguntar:
- ¿Qué rayos te pasa?
- Ohhh… no nada, tengo sueño nada más, no me hagas caso – Shun se recostó en su silla giratoria y se frotó la cara con las manos
- ¿No te fue bien en tus festejos?
- No me fui de festejo, me fui de terapia y estuvo bastante bien, es solo que… no… no me hagas caso…
- No puedo no hacerte caso, ¿qué te pasa?
- No me agrada que ella venga a nuestro viaje, es solo eso
- Bueno, bienvenido al club, solo ignórala, este viaje nos lo ganamos y lo vamos a disfrutar, si ella se une pues ya nada, no podemos hacer nada así que… no nos vamos a amargar por eso – dijo Seiya restándole importancia al asunto, Shun solo asintió pero no estaba convencido, a él no le agradaba la situación, aunque no necesariamente podía decirle a su amigo las razones
***
Ikky caminaba de la mano de Seiya que jalaba su maleta de mano, Shun iba a su lado y bebía un café, él también jalaba su maleta de mano, caminaban con cara de dormidos por el aeropuerto, su vuelo salía pronto así que sin perder tiempo chequearon su equipaje y se quedaron libres para despedirse de Ikky que los abrazó por turno, les deseó buen viaje y les dijo que les iba a llamar, su viaje estaba pactado para 5 días (sin contar las horas de vuelo), ellos llegarían a Milán el miércoles en la noche, su reunión era el jueves, y para el viernes los italianos les habían ofrecido un paseo por la ciudad y varias atracciones turísticas, el sábado tenían el día libre y el domingo regresaban a casa
Seiya besó una última vez a Ikky antes de pasar de salón, y al hacerlo suspiró, en verdad lo iba a extrañar, él había trabajado mucho para esto pero le hubiera gustado compartir la experiencia con su novio, lastimosamente Ikky no podía ir, que tenía un seminario al que no podía faltar le había dicho, bueno… otra vez será, eso hizo que el castaño suspirara otra vez
- Hey… ¿cómo entraste hasta acá? – fue Shun el que sonrió al ver a Julián que estaba con cara de dormido y bebía un té, Milo estaba botado en una de las bancas en la sala de espera de su vuelo
- Para que vean lo que hace el amor, mi vuelo sale más tarde pero vine para despedir a Milo y mírenlo, dormido el muy desgraciado, mal mal mal… - contestó Julián con una divertida sonrisa en el rostro, especialmente porque sin abrir los ojos Milo contestó:
- No me difames que no estoy dormido
- Ya ya ya, no eres una persona mañanera, eso es bueno saber – Julián caminó con los muchachos hasta su jefe que no se movió, él estaba cómodo acostado en su banca, así que ellos se sentaron en la banca del frente
- ¿Vienes a Italia con nosotros? – preguntó todo esperanzado Seiya, tener a Julián allá sería genial
- No, me voy a Alemania, tenemos que cerrar un negocio y como Hades no puede solo, pues ya va la caballería al rescate – Julián dijo esto muy muy serio, eso hizo que Shun y Seiya rieran, y en eso estaban cuando llegó Saori, ella caminaba con aire despreocupado pero sonrió ampliamente cuando vio a Julián con sus compañeros de viaje, se acercó directamente a él y lo besó en la mejilla a manera de saludo, Julián se puso de pie para saludarla apropiadamente, la muchacha toda contenta preguntó:
- ¿Vienes con nosotros a Italia Julián?
- No Saori, me voy a Alemania, Hades ya está allá y nosotros también vamos a cerrar un negocio, felicitaciones por tu equipo de negociación, trátalos muy bien porque tenemos toda la mala intención de robarlos, les iría muy bien en nuestro holding – bromeó Julián, Milo abrió los ojos y meneó la cabeza, luego los volvió a cerrar, Saori dijo:
- No te los puedes robar porque son los mimados de mi abuelo, y con justa razón, han hecho un trabajo excelente – la muchacha reparó en la presencia de los muchachos que ya la habían saludado pero ella había ignorado
- No te voy a decir cuál es mi mimado porque ya no tenemos tiempo, ya están llamando a abordaje de tu vuelo – Julián señaló la pantalla en la que efectivamente se había abierto ya el abordaje
- Bueno… es una pena que no podamos charlar más, siempre es un gusto verte, es una pena que Hades no haya viajado contigo, es un ingrato que no me ha devuelto mis llamadas, pero siempre puedes decirle que si quiere dar un salto por Milán en su vuelta a Japón, que me llame, ¿harás eso por mi Julián? – dijo Saori en tono meloso, Seiya miró a Shun que estaba estoico cual piedra, no quería mostrar ningún tipo de reacción
- Claro que si, pero no ofrezco nada, ya sabes como es mi hermano, si no estaba en su ruta, él no se desvía ni un ápice – dijo Julián queriendo morirse, él no sabía si Shun sabía o no de los intentos de Saori de convertirse en su cuñada
- Esa es una de las cosas que me fascinan de él, es tan serio y misterioso, bueno… salúdalo de mi parte, nosotros deberíamos irnos – dijo Saori y besó a Julián en la mejilla a manera de despedida, Seiya se acercó y estrechó la mano de Julián per luego lo abrazó ligeramente, Shun hizo lo propio pero el peliazul lo sujetó y le susurró:
- No le hagas caso, Hades no la soporta
- Lo sé, dile que pobre de él que vaya a Italia – susurró Shun de vuelta con una leve sonrisa
- Lo haré – contestó Julián tranquilizándose, esa niña tonta no le iba a arruinar el romance a su hermano, si tanto le había costado acercarse a Shun nuevamente
- Mas te vale que yo sea tu mimado – Milo se puso de pie pesadamente y meneó la cabeza, él odiaba viajar, Julián lo abrazó y lo besó suavemente en los labios
- Eres mi mimado, eres mi todo Milo, ten un buen viaje y llámame cuando llegues, te amo…
- Yo también te amo, pórtate bien en Alemania, quiero ver fotos tuyas tomando cerveza con tu hermano, con nadie más por favor – Milo buscó los labios de su novio otra vez y se unieron en un beso mucho más profundo, cuando el beso se rompió se miraron y sonrieron, Julián acarició la mejilla de Milo y susurró:
- No podría besar a nadie más, me tienes adicto a tu piel, lo sabes, ¿verdad?
- Pues más te vale, adiós – Milo palmoteó el trasero de Julián que sonrió ante la osadía de su novio y caminó hasta la entrada del túnel de abordaje, Saori lo había visto todo y no lo podía creer, tenía la mandíbula en el piso pero recobró la compostura cuando Milo pasó a su lado y le dijo: - Nos va a dejar el avión, vamos…
Shun y Seiya ya estaban acomodando sus maletas de mano cuando Milo pasó junto a ellos, él estaba dos filas de asientos más atrás y Saori estaba dos filas de asientos más adelante, ella pensó que los tres hombres se matarían por viajar con ella pero no… estaban todos regados por el avión, salvo Seiya y Shun que estaban sentados juntos
A lo que despegó el avión, Shun abrió su teléfono y sonrió, un mensaje le había llegado en el último minuto, lo leyó y no pudo evitar sonreír, era de Hades y decía:
“No te voy a desear suerte porque estás cosechando lo que sembraste, me alegro tanto por ti y por tu brillante futuro profesional, Mitsumasa es el que tiene suerte de tenerte, espero que disfrutes del viaje y cuando vuelvas podemos sacar nuestra situación del congelador, yo creo que es tiempo de que pongamos las cartas sobre la mesa y nos juguemos el todo por el todo, no lo vamos a saber si no lo intentamos, te dije alguna vez que yo no tenía confusiones en mi vida, yo sé que es lo que quiero y es contigo, entonces… si tienes la misma idea o el mismo sentimiento, propongo no darle más largas al asunto, nos debemos ir a acampar, quiero dormir contigo bajo las estrellas, quiero hacer muchas cosas contigo entonces pequeño, ve y conquista a todos esos italianos con tu profesionalismo y encanto, pero vuelve a mí que te estoy esperando. H.”
Seiya miró el mensaje y arqueó una ceja, todo intrigado le preguntó a su amigo:
- ¿Estamos en plan de salir con Hades de nuevo?
- Algo así – respondió Shun con un suspiro
- Yo pensaría que él está seguro de que si
- ¿Qué quieres que te diga?, es todo sexy, y me ama
- Eso es todo lo que se necesita amigo, me da gusto verte contento, esa cara de estúpido que traes es la que debo tener yo cuando hablo de Ikky, ¿verdad?
- Dioses… espero que si… - ambos amigos rieron con ganas pero se acomodaron de mejor manera en sus asientos, al parecer había turbulencia, lo que nadie pudo prever era la clase de turbulencia que se les avecinaba…