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Melodías a nuestro nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

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El comedor estaba en silencio, solo se percibía el choque de los cubiertos al coger alimento, de vez en cuando se alcanzaba a escuchar un ligero murmullo ininteligible del infante que tiraba con sus manitas de la sudadera que portaba en busca de que lo alimentara con la papilla que desde la mañana preparo antes incluso de que este despertara. 


El mayor en la casa solo observaba ocasionalmente las acciones del pelilargo sin decir ni una palabra o hacer un gesto, todavía no superaba el mal sabor de boca que la noticia le dejó, aún cuando ya hubiesen pasado 2 años y permitiera que Itachi se quedara, en otro tiempo lo habría echado a patadas de su casa y dejado a su suerte, pero no podía negar que el menor se había comportado bien con él y le ayudaba en todo sin chistar, incluso quedó sorprendido al ver la madurez con la que cuidaba a su hijo, se encontró un mejor empleo para poder pagar las consultas en el pediatra pues Hiro no mostraba señales de hablar o emitir algún sonido coherente, cosa que su médico dijo era poco común para ya tener 2 años y no hacer ningún esfuerzo por aprender algo básico. 


- Te ayudare en la siguiente consulta - mencionó conservando su semblante serio - 


Itachi le miró por unos segundos, como si creyera haber escuchado mal para luego volver la vista al pequeño que esperaba otra porción de la papilla 


- No es necesario - susurra con la vista pegada al menor - me ha ido bien - 


- Pues deberías optimizar eso en comprarle ropa nueva, esa que trae dejará de quedarle en unos meses más, no olvides que crecerá mes con mes - 


El pelilargo mira a detalle la vestimenta de su niño, tenía razón, en unos meses más esos pantalones y playera dejarían de quedarle y tendría que salir a comprar más ropa, si que ahora ganaba un poco más que en su anterior trabajo pero no lo suficiente para estar gastando cada mes en ropa, sumando que lo llevaba cada cierto tiempo con el pediatra y las consultas eran bastante caras. 


- Gracias - responde con cierta vergüenza - se lo pagaré cuanto antes - 


Madara arquea una ceja visiblemente disgustado 


- Yo no te he pedido nada - finaliza terminando el último trago de su café, levantándose para dejar los trastos sucios en el fregadero - cuando termines lava eso, hoy tengo que salir fuera de Konoha por asuntos de negocios, te dejaré las llaves de la casa y ya sabes que no quiero ningún tipo de reunión o fiesta, tampoco traigas a nadie que si me llego a enterar de esa no te salvas - advierte una vez que toma su saco y maleta previamente preparados la noche anterior - 


Asiente y despide al mayor, cerrando la puerta tras de sí, colocando el seguro. Suspira aliviado y vuelve con su pequeño que alzaba las manos para que lo sacara de la silla. 


- Ven Hiro, hay que bañarte - toma en brazos al menor y sube con él hasta el cuarto de baño - 


Abre el grifo de la llave y espera a que la tina se llene mientras sale del cuarto de baño en compañía de su niño para preparar la ropa que vestiría el día de hoy, decidiendose por unos pants azul marino y una playera blanca con el logotipo de algún superhéroe. 


La ducha pasa con tranquilidad, Hiro siempre cooperaba y no jugueteaba tanto con el agua como muchos niños, solo cuando le dejaba alguna figura de goma en la tina, pero la mayor parte del tiempo era un niño muy tranquilo aunque algo curioso como cualquier infante, en una ocasión llegó espantado hasta el cuarto cuando escuchó el grito lastimero del menor que se le había caído unos libros que dejó en el mueble. 


Terminada la tarea de bañarlo estaba en la labor de vestirlo hasta que el sonido de su móvil le interrumpen, apartándose unos minutos para responder


- Si diga - 


- Itachi el jefe quiere que vengas cuanto antes, hay venta nocturna y Danae no vino por lo que falta personal para atender las cajas - 


- ¿Qué? - hace una expresión preocupada - pero.. ahora estoy con mi hijo, no hay nadie con quien pueda dejarlo - 


Escucha un suspiro al otro lado de la línea


- Lo sé, Ita y creeme que me gustaría ayudarte pero yo no manejo nada de esto, son órdenes de Hiruzen - 


Vuelve la vista a Hiro que jugueteaba con sus zapatos 


- De acuerdo, estaré allá en treinta minutos - responde resignado - 


- En serio lo siento mucho, Itachi pero ya sabes como es él - casi podía notar como encogía los hombros al otro lado de la línea - 


- Lo sé, Ino, gracias - corta la llamada - 


Bufa molesto, guardando el móvil en una bolsa 


- Bueno Hiro, hoy acompañaras a papi al trabajo ¿sí? - acaricia las suaves mejillas del niño, regalándole una sonrisa amable - te comprare galletas en cuanto lleguemos - 


 


 


 


 


 


Tira con furia la revista al suelo, maldiciendo a los mil vientos a todos esos paparazzis que los siguieron, ahora todas las noticias estaban plagadas de su reciente salida con Usagi, ni siquiera captaron algún momento en el que los comprometa en nada pero el simple hecho de verlos compartir un mismo espacio en una sala de cine fue más que suficiente para que hicieran todo un articulo amarillista hablando de una relación interesada y que duraría muy poco por sus agendas ¿que diablos sabían todos esos de su vida? no tenían ni una jodida idea de que sucedía con Usagi y él. 


Temari observaba en silencio sin querer decir un claro "te lo dije" que solo pondría más alterado al pelinegro que estaba a nada de explotarle la vena del cuello, el rostro lo tenía rojo cual tomate y las manos fuertemente apretadas en puño, seguro picando con la necesidad de golpear algo y romperlo en pedazos. 


- ¿Que mierda saben esos imbéciles sobre mi? ¡Nada! - grita con furia, tomándose de la cabeza - 


- Ya sabes como son los medios, siempre les gusta exagerar las cosas - 


- ¿Pero cómo puede permitir la ley que me acosen de esa manera? no lo entiendo, ni siquiera puedo defenderme de ellos - 


- Cálmate, no eres al único al que le han sucedido esta clase de cosas, los paparazzis solo buscan comprometer a los artistas en algo que muy probablemente no es verdad - 


- Sí pero en estos momentos yo estoy en boca de todo, es totalmente jodido - se sienta con cansancio en el sofá, dejando caer la cabeza en el respaldo - 


- Es uno de los contras de la fama - se encoge de hombros la rubia - 


Shisui le mira fastidiado, cubriéndose el rostro con uno de los cojines decorativos


- Aunque no lo quieras así es como funciona esto, tú sabías lo que pasaría si continuabas creciendo en números ¿o me dirás que las fans de ahora no están más alocadas contigo? -


Este hace un gruñido irritado, claro que sabía de los problemas que le traería su popularidad pero no creyó que se sentiría tan expuesto cada día, su privacidad se había ido al carajo, ya no podía ir a ningún lado sin que los paparazzis se enteraran y fueran a acosarle o que alguna fan se acercará de forma sospechosa y lo espantara con sus gritos al pedirle un autógrafo. 


- Déjame en paz, Temari - 


- Solo trato de ayudarte - suspira - 


- Pues aunque no lo creas esto no me hace sentir mejor - 


La rubia revolotea los ojos, no era la primera ni la última vez que tenía que lidiar con el mal genio de Shisui, se conocían desde hace años y eran buenos amigos pero le irritaba cuando el menor se ponía en ese plan y comenzaba a tratarla como si solamente fuera su manager y no como una amiga que lo ha aconsejado desde siempre e incitado a hacer lo correcto. 


- Te recuerdo que mi hermanito también pasa lo mismo que tú, con la diferencia de que él parece disfrutar la vida y no quejarse de todo lo que tiene ahora - extiende la mano para arrebatarle la almohada de la cara al pelinegro - 


- Es diferente, Gaara no tiene un montón de imbéciles siguiéndolo todo el día - le mira desde su posición - además él tiene seguridad privada, ni relación con mi caso tiene eso - intenta volver a taparse con la almohada pero la rubia la quita de su alcance -


- Claro que lo tiene - frunce el entrecejo - todos los famosos pasan por esto, entiendo que tú ahora estás en los Top de todas las listas de popularidad pero hay muchos otros que también estuvieron ahí antes que tú y no los veo quejándose como tú lo haces - 


- ¿Como se supone que esto va a hacerme sentir mejor? - le mira indignado - 


Temari bufa cansina, era un caso perdido tratar de razonar con él estando en esa actitud. Shisui no era una mala persona pero cuando se ponía en esa posición fastidiaba a más de uno, Temari no era la excepción, lo trágico de esto es que al ser su manager tenía que aguantar escucharlo quejarse a toda hora, pero tampoco podía dejar a la deriva que hiciera lo que se le viniera a la mente, de ser así el pelinegro ya estaría entablando la lista de celebridades más odiadas, conocía su carácter perfectamente cuando se enojaba, no era prudente dejarlo guiarse como quisiera, afortunadamente su intervención todos estos años han servido para que Shisui llegue limpio a la cima, no porque sea de esas típicas celebridades engreídas y que hacen groserías a todo mundo, pero cuando los paparazzis llegaban a molestarlo demasiado es cuando perdía los estribos y se soltaba a maldecir internamente a cada uno de ellos. Temari por fortuna ya había lidiado antes con artistas de poca paciencia, su hermano Gaara era uno de ellos, cuando trabajaba con él tuvo muchos desplantes durante su entrenamiento artístico pero logró hacer de su hermano una de las celebridades más respetadas del medio, lo mismo planeaba hacer con Shisui. Pero en momentos como esos solo necesitaba un respiro para regresar a su labor de buen manager y controlar la furia de su estrella, sabe que de permitir que su coraje prevalezca su presentación de la semana entrante sería un caos. 


Toma su bolso y se lo cuelga, dando una rápida mirada al menor que seguía con el enojo implantado en cada facción de su rostro, incluso la vena del cuello no parecía ceder ni con las palabras de la rubia. 


- Avísame cuando dejes de jugarle al cretino y puedas hablar como una persona educada - 


- ¿A dónde vas? - levanta una ceja - 


- Iré de compras, necesito un vestido nuevo para los premios de la semana entrante, te sugiero que encuentres algo que ponerte - 


- ¿Y porque no puedo ir contigo ahora? - pregunta indignado, ella nunca lo hacía a un lado -


- No estás en condición de tratar con gente ahora - responde seria, dirigiéndose a la salida - Y deberías hablarle a Usagi, se quedo esperando tu llamada anoche, lo sé porque me marcó preocupada pensando que algo te había pasado - 


Shisui suelta una respiración pesada, casi con desesperación 


Si hubiese sido de él, no lo habrías olvidado pensó Temari


- ¡Espera! - le frena abrupto - ¡No he terminado de quejarme! - 


La rubia solo revolotea los ojos antes de cerrar fuertemente la puerta, dejando al menor completamente solo


Este chista enojado, levantándose para meterse al estudio, al menos trataría de componer algo para distraer su mente en algo productivo. 


 


 


 


 


Teclea rápidamente en la máquina tratando de atender lo más veloz que podía, pero el terrible internet y la lentitud del equipo le hacían el trabajo aún más difícil, volteaba de momentos hacía la kilométrica fila que le seguía esperando, algunos clientes con mala cara después de llevar treinta minutos en espera y no era para menos si su anciana clienta de hasta enfrente de último momento hizo que fuera hasta los almacenes a recoger un pedido en línea que tenía pendiente, sumando que iba a comprar varias prendas. 


- Pero no entiendo ¿porque no puede entregarme el último pedido? - pregunta por enésima vez- 


Estuvo tentado a revolotear los ojos pero eso le habría costado el empleo en ese momento, así que con toda la paciencia del mundo dio una larga respiración y su mejor sonrisa 


- Le repito que debe traer el ticket de compra con su número de pedido, es política de la empresa - responde amablemente - 


- A mi no me mencionaron nada de eso - frunce el entrecejo la mujer de edad avanzada - 


- Debieron hacerlo o en alguna parte del ticket viene esa información - 


- No me estas ayudando en nada - se acomoda los lentes - 


- Señora pero no puedo hacer nada más, eso puede checarlo en servicio al cliente si gusta - 


- Vaya empleados incompetentes tienen en este lugar - vocifera molesta, tomando sus bolsas de compra y retirándose - 


Itachi exhala profundamente, está era la parte difícil de su trabajo, lidiar con gente así. Voltea a la banca detrás del mostrador donde su pequeño Hiro comía alegremente las galletas que le compró. Hace una mueca entristecida, le hubiese encantado llevar a su niño al parque y a tomar un helado, pero todo se estropeo con aquella llamada. 


Era muy poco el tiempo que tenía para estar con él, la mayor parte del tiempo se encontraba estudiando o en el trabajo, sabía de antemano que por esa razón no hablaba, porque él no se tomaba el tiempo de practicar junto al menor, eso lo tenía muy triste porque ansiaba con todo su corazón que su pequeño Hiro dijera sus primeras palabras. 


Tarda alrededor de 4 horas en despachar a toda la clientela que se amontonó en su módulo, dejando soltar un sonido de victoria en cuanto la fila desapareció, recargando la cabeza unos segundos en el mostrador para descansar un poco, no le gustaba estar todo el tiempo pegado a un computador porque le venían ataques de migraña horribles. 


Luego de unos segundos recargado voltea para buscar en su bolso algunas pastillas para la migraña pero el corazón se le acelera al máximo y un sudor frío le recorre toda la columna vertebral cuando no ve aus pequeño Hiro sentado detrás. 


- Hiro - llama entre vestidores - Hiro - vuelve a llamar esta vez por algunos estantes de ropa - 


La respiración le empieza a fallar, su cuerpo comenzaba a temblar incontrolablemente mientras se pasea por todos los departamentos de ropa, llamando una y otra vez al menor pero ningún sonido llega a sus oídos. Una angustia comienza a crecerle en el pecho a la vez que las piernas se le ponen de gelatina


- Kim ¿has visto a mi hijo? - cuestiona a uno de sus compañeros - 


- No, Itachi lo siento - observa al pelilargo que ya tenía la preocupación implantada en el rostro - ¿Quieres que llame a seguridad? - 


- Si, por favor - responde rápido mientras continúa caminando por todos los sitios - 


Recorre de arriba a abajo los departamentos, entre vestidores, servicio de paqueteria, almacenes, sanitarios. Se muerde el labio inferior conteniendo el llanto, de nada le servía ponerse a llorar si no encontraba por ningún lado a su pequeño. 


- Hiro ¿te estas escondiendo, amor? - llama en voz alta sin importar la gente que pasaba y le miraba extrañados - el juego acabó ¿puedes salir? - 


La angustia crecía en cada paso, su mente comenzaba a maquilar cosas malas que pudieron ocurrirle a su hijo. Llevo una mano a su pecho mientras giraba para todos lados buscando alguna señal de Hiro. 


- Disculpe ¿ha visto a un niño de cabello negro, ojos rojos y trae puesta una playera de superhéroes? - detiene a unas personas que sólo niegan continuando con su camino- 


Así estuvo varios minutos preguntando a cada persona que pasaba por ahí, ninguno había visto al menor. Sin contenerlo más suelta una lágrima de miedo y preocupación mientras se echa a correr nuevamente al pasillo donde le dejó, esperanzado de que solo se hubiese alejado unos minutos y ya habría regresado a su módulo. 


Mira por todo el departamento pero no hay señal del niño, cubre su boca con la mano y ahoga un sollozo. Una mano toca su hombro suavemente. 


- Disculpe ¿puede ayudarme a.. - 


La mirada verde se funde con la oscura en un gesto de asombro, la fémina observa el rostro angustiado del contrario, se le veía muy mal 


- Itachi - llama en un susurro - ¿Pero que te sucede? - cuestiona con clara preocupación - 


El pelilargo tarda unos segundos en formular una respuesta entre el nudo en la garganta 


- Mi hijo - susurró apenas audible - no lo encuentro - 


Miles de preguntas pasan por la cabeza de la rubia pero se limita a rescatar lo verdaderamente importante en ese momento


- ¿Donde se quedó por última vez? - 


El menor señaló la banca detrás de su mostrador


- Tranquilo - acaricia su rostro retirando las lágrimas de las mejillas - te ayudaré a encontrarlo ¿está bien? - este asiente intentando calmarse un poco -  solo necesito que me digas que ropa traía y como es - 


- Trae una playera blanca con un superhéroe y unos pants azul marino, tiene el cabello negro y... - baja la mirada - ojos rojos - 


Temari abrió los ojos como plato, estuvo a nada de formar una perfecta "o" con su boca, pero se contuvo ante la situación, limitándose a asentir y salir disparada en busca del menor.


Caminaba rápidamente por cada pasillo sin dejar de pensar una y otra vez en la descripción dada por el pelilargo, eso obviamente la llevaba a formular más de una idea con respecto a ese niño, por más que quisiera concentrarse únicamente en la tarea de buscarlo y llevarlo con Itachi la pregunta estaba ahí y no se disipará hasta que no viera al infante. 


Pregunto algunas personas que iban paseando por ahí pero desafortunadamente ninguna había visto nada, estaba a nada de ir al departamento de seguridad y pedir las cámaras para poder rastrearlo pero justo en ese preciso momento ve a lo lejos en la fila de dulces a un pequeño de cabellos negros alborotados, portando una playera blanca con el logotipo de algún superhéroe y unos pants azules, pero lo que le robó el aliento fueron esos preciosos ojos carmesí que solo había visto en una persona. 


No quedaba duda.


 

Notas finales:

¡Hola! siento mucho actualizar hasta ahora, he estado algo corta de tiempo y sin imaginación para traerles algo decente, he visto todos sus hermosos comentarios y notado que mucha gente ha estado leyendo la primer temporada del fic, me alegro  de que les haya gustado y le den una oportunidad a la historia


Como siempre agradezco su opinión en cada capítulo y nos vemos en el siguiente capítulo <3 


PD: Estoy preparando un one shot shiita (si, otro xD) porque con uno nunca es suficiente


Besos


JoJo


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