Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

100. Gohn (03) por dayanstyle

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Habían pasado cuatro días desde el hambriento y caliente beso, y eso era todo lo que podía pensar Seongoon. Más de una vez había pensado en llamar a Gohn y pedirle al hombre más, pero dudó. Habían pasado una buena velada mientras cenaban. Seongoon había esperado que Gohn tratara de mostrarse llevándolo a algún restaurante de lujo. Gohn le había sorprendido llevando a Seongoon a un pequeño lugar donde se habían sentado fuera y comieron pollo y gofres. Había sido agradable, pero no había bajado la guardia en toda la noche.

-Estás pensando demasiado -Yong Xin dijo cuando entró en la cocina, yendo a la nevera y sacando una botella de refresco. -Podía oler tu cerebro pensando desde el pasillo.

-Gracioso -Seongoon dijo mientras le quitaba el refresco de la mano de Yong Xin y rompía la tapa para abrirla. -Pensé lo mismo. Haz el favor de abrir la ventana de tu dormitorio cuando fumes esa basura. La casa huele mal.

-Nah. -Yong Xin río entre dientes, agarrando otro refresco de la nevera antes de inclinarse sobre el mostrador. -La casa huele increíble. -Su sonrisa se desvaneció un poco, y Seongoon no le gustó la mirada avellana que Yong Xin utilizó para inmovilizarlo. -Está bien, lo pondré sobre mí.

 

-No sabes de lo que estás hablando. -Seongoon tomó un sorbo de su refresco y se quedó mirando el suelo como si fuera el linóleo más interesante que había visto nunca.

-Juega con Sang Do al estúpido, pero no conmigo.

-Todavía no sabes de lo que estás hablando. -La mirada de Seongoon se precipitó por la habitación.

-Dime por qué estás actuando de esa forma tan extraña con Gohn. -El hombre abrió los brazos y sonrió. -No estoy tratando de hacer nada. Sólo estoy tratando de entenderte, Goon. Tienes un chico caliente que te quiere, y ya está corriendo asustado. Ayúdame a resolver el rompecabezas.

-No hay nada que averiguar. -Seongoon no estaba seguro de por qué se sentía tan a la defensiva con Yong Xin. Habían sido amigos desde hace tres años. Su relación siempre había sido tolerante, sin embargo, sentía como si Yong Xin le estuviera analizando.

-¿Cuántas veces me has dicho de lo agobiante que era Sang Do cuando vivías con él? -Yong Xin preguntó. -Te conozco, Goon. Eres muy independiente, y estoy pensando que tienes miedo a que Gohn trate de ponerte una correa.

Seongoon no le gustaba lo intuitivo que era Yong Xin. -realmente necesitas dejar de fumar esa mierda. O se te va a fundir el poco cerebro que te queda.

Yong Xin río entre dientes, y no por primera vez, Seongoon apreciaba lo guapo que era el hombre. Los ojos color avellana, cabello rubio, labios bonitos, y un cuerpo oscilante. Pero Yong Xin nunca había mostrado ningún interés en Seongoon, y Seongoon había sido demasiado tímido para hacer cualquier movimiento hacia su amigo. Estaba contento ahora que no lo hiciera. ¿Cuán incómodo habría sido si los dos hubiera comenzado a perder el tiempo sólo para descubrir que Gohn era su compañero?

 

 

Además, jugar un poco con Yong Xin habría jodido su amistad, y a Seongoon le gustaba tener a Yong Xin como amigo. -Voy a tomar algo para comer. ¿Quieres venir?

Yong Xin sacudió la cabeza. -Tengo una reunión con algunos tipos para tomarnos unas bebidas y una partida de billar. ¿Quieres venir?

Cualquier cosa superaba el estar sentado alrededor de la casa mientras luchaba contra el impulso de llamar a Gohn para preguntarle. -No sé cómo jugar al billar.

-Ni yo, -Yong Xin admitió con una sonrisa. -Vamos a fingir juntos.

- ¿Vas a tirarme en la cama cuando este demasiado borracho para caminar?

La sonrisa de Yong Xin se amplió. -Amigo, nunca has tenido una borrachera en tu vida, ¿verdad?

Los shifter no podían emborracharse con alcohol hecho por el hombre. Eso no había dejado a Seongoon de intentarlo.

-Claro que lo estuve... una vez.

La admisión hizo reír a Yong Xin. -Te veré en el coche, peso ligero. -Yong Xin dejó su refresco en el mostrador y se dirigió fuera de la cocina.

 

Ellos terminaron en Tick Tock, un bar de barrio donde las bebidas eran baratas y los clientes eran una banda ruidosa, pero agradable. Seongoon había pasado por el lugar un montón de veces, pero nunca había entrado en el bar. Las puertas se abrieron a ambos lados, proporcionando una brisa acogedora mientras el sonido de las bolas de billar se oía dentro. La parte posterior del bar era una cubierta, donde las personas que fumaban podían disfrutar de sus bebidas mientras se relaja bajo el toldo cubierto que mantenía el sol brillante que caía sobre ellos.

-Lost and Alone -por From Ashes to New estaba sonando en la máquina de discos cuando entró. Yong Xin le dio un rápido abrazo a un hombre-a unos pocos hombres antes de pedir una bebida. Se volvió hacia Seongoon. - ¿Cuál es tu veneno, enclenque?

-Necesito ver alguna identificación -dijo el camarero. La mandíbula sombreada del chico y el pelo largo y oscuro que se extendía hasta los hombros tenían a Seongoon sonrojándose mientras sacaba la billetera y demostraba que tenía la edad suficiente para beber. El chico asintió antes de que Seongoon ordenara una Coca-Cola.

La frente del camarero se levantó.

 ¿En serio? -Yong Xin contempló a Seongoon como si acabara de pedir un vaso de leche y unas galletas.

  ¿Qué? -Seongoon no vio el problema en beber un refresco, mientras jugaban al billar.

 

Yong Xin río. -Añada un poco de Jack a eso, Scott. El camarero sonrió. -Enseguida.

-No puedo emborracharme con eso -susurró Seongoon a Yong Xin. -Mi metabolismo quema el alcohol con demasiada rapidez.

-No importa -Yong Xin susurró con una sonrisa. -No puedo tener a mi amigo viéndose como un gatito mientras estamos fuera.

-Yong Xin empezó a mecer la cabeza de arriba abajo a la música mientras sonaba la melodía de la barra, cantando la letra en perfecta armonía con la banda en la máquina de discos. El chico estaba en su propio pequeño mundo. Seongoon deseaba poder estar tan a gusto con eso.

Ellos habían pasado muy buenos momentos en los últimos años, pero los dos nunca habían ido juntos a un bar. Cuando sus bebidas fueron entregadas y Yong Xin pagó por ellos, se acercaron a las mesas de billar que estaban en la habitación contigua. Las grandes ventanas dejaban que el sol entrara, y la canción había cambiado mientras Yong Xin hablaba y reía con los hombres que rodeaban una de las mesas.

Seongoon se sentía fuera de lugar. Se puso de pie a un lado, manteniéndose en la pared de atrás mientras presionaba la espalda en ella.

-Oye, ven aquí -Yong Xin le llamó y luego presento a Seongoon a sus amigos. -Estos son Yi Bo  , Cam, y Rick.

 

Seongoon asintió y sonrió.

- ¿Juegas al billar? -Preguntó Yi Bo. El tipo tenía una sonrisa diabólica, y sus ojos verdes eran bonitos, su mirada recorrió a Seongoon. Seongoon podía oler que el hombre era un ser humano, pero vaya si no tenía un brillo en sus ojos de lobo.

-No, nunca -Seongoon admitió. ¿Cómo de difícil podría ser el juego? Usar un palo para golpear una bola. Sonaba lo suficientemente simple para él.

-Entonces ven aquí para que pueda azotar tu culo.

La forma en que Yi Bo dijo esas palabras hicieron creer a Seongoon que el hombre hablaba de otra cosa. Por otra parte, Seongoon podría estar pensando demasiado las cosas. Tenía una tendencia a hacerlo bastante, siempre preguntando cual era el motivo de la otra persona.

A medida que avanzó el partido y Seongoon se dio cuenta de que el billar no era tan fácil, empezó a relajarse y divertirse. Se río mucho los chistes de Yong Xin y la concordia fácil que los hombres tenían entre ellos. ¿Por qué no había hecho esto antes? Seongoon estaba teniendo una explosión.

Hasta que la mano de Yi Bo rozó la espalda de Seongoon. -Uno tiene que aflojar un poco -dijo el hombre, como si tocar a Seongoon no fuera gran cosa. Seongoon echó un vistazo a Yong Xin y este echó un vistazo entre Seongoon y Yi Bo.

Su amigo se paseó y agarró la bebida de Seongoon. -Te conseguiré otro.

 

Eso no era lo que quería Seongoon que Yong Xin hiciera. Él quería que su amigo le dijera a Yi Bo que retrocediera. Con la decisión de que estaba leyendo demasiado profundo con un simple toque, Seongoon le dejó ir.

Eso fue hasta que Yi Bo se inclinó sobre la espalda de Seongoon para –ayudar- a aprender a inclinarse en un ángulo. Seongoon se aclaró la garganta mientras se deslizaba por debajo de Yi Bo. Dio un paso atrás y asintió. -Creo que lo tengo.

Los otros hombres estaban hablando, ignorando cómo Yi Bo estaba presionando a Seongoon. Yi Bo se movió hasta que él estaba de pie justo al lado de Seongoon. -Tienes un aspecto blando, corazón. ¿Quieres dejar a estos payasos e ir a dar un paseo?

Seongoon se mordió el labio inferior y miró hacia la barra. No vio a Yong Xin en ninguna parte. Iba a matar al hombre por haberlo dejado en la estacada. -Uh, no. -Seongoon negó con la cabeza.

-Vine con Yong Xin.

Yi Bo sonrió. - ¿Están en una cita o algo así?

-No.

-Entonces, ¿cuál es el problema? -Yi Bo cogió el cinturón de los pantalones cortos de Seongoon y tiró de él cerca. -No seas tímido con esto. Es sólo un paseo.

Seongoon sintió el pánico comenzar a atraparlo. No quería ofender al amigo de Yong Xin, pero tampoco quería hacer nada con Yi Bo.

El hombre apretó los labios a la oreja de Seongoon. -Prometo ser muy bueno para ti, cariño.

 

Seongoon escupió segundos antes de ser alejado de Yi Bo. Él gritó y giró, y luego se congeló, su corazón golpeando tan duro detrás de las costillas que debería haberlas destrozado.

Gohn.

-¿Tienes algún problema? -Preguntó Yi Bo, sus ojos se estrecharon.

Gohn se vio a unos segundos de asesinar a Yi Bo. Sus ojos Azules se llenaron de ira, sus labios eran delgados, y sus puños se apretaron a sus costados. Lo que es peor, Nakta y Kidoh estaban de pie detrás de Gohn.

Seongoon quería meterse en un agujero.

-Mi problema es -Gohn dijo a través de una mandíbula apretada -que estás demasiado cerca de lo que es mío.

La mirada de Yi Bo dejo a Gohn para ver a Seongoon. - ¿Por qué no me dijiste que estabas pillado?

Cuando la mirada de Gohn se redujo a Seongoon, Seongoon quería salir de allí tan rápidamente que dio un paso atrás. Desafortunadamente Gohn le cerró el paso. Su compañero lo miró como esperando una respuesta. Fue entonces cuando Seongoon vió a Yong Xin por el rabillo del ojo. El ser humano se quedó mirando de manera asesina a Yi Bo, pero no había sido culpa de Yi Bo. Seongoon debería haberle dicho al hombre que no estaba disponible. En su lugar, se había congelado, y ahora las cosas estaban desordenadas.

-Fue un malentendido -farfulló Seongoon.

Yi Bo parecía francamente molesto que tiró el palo de billar sobre la mesa y se unió a sus amigos. Yong Xin salió por encima de los seres humanos mientras Gohn agarraba el brazo de Seongoon y lo sacaba a fuera.

-¿Evitas mis llamadas durante cuatro días y ahora te encuentro en un bar ligando con algún humano? -Gohn lo soltó y se paseó de un lado a otro. -¿Qué se supone que debo pensar, Seongoon?

Nada vino a la mente. Seongoon se quedó en blanco. No estaba seguro de qué decir a su compañero. Él ya había dicho a Gohn que había sido un malentendido. ¿Qué más quería el hombre? -Te dije que necesito tiempo.

Gohn se detuvo y se quedó mirando con incredulidad a Seongoon. -Por lo tanto, ¿significa que ligaras con otros hombres?

- ¡No! -Seongoon se pasó una mano por la cara. -Ya te dije que fue un malentendido

-Sí, te oí la primera vez, pero tampoco te oí decirle que no al chico cuando se ofreció a ser muy bueno para ti, cariño.

Oh mierda. ¿Gohn había oído eso? Seongoon no se había dado cuenta de que su compañero había estado allí mucho tiempo. -No me has dado la oportunidad de rechazarlo -argumentó Seongoon.

-Me apartaste antes de que pudiera hacerlo.

Las puntas de los caninos de Gohn se estaban mostrando. Cuando Seongoon desvió la mirada, se dio cuenta de que Kidoh estaba junto a la puerta de atrás, como para evitar que la gente que viniera al exterior e interrumpiera la diatriba de Gohn.

 

-No deberías haber llegado tan lejos -espetó Gohn. Sus ojos se estrecharon. - ¿O es que disfrutaste del flirteo?

Ya que era obvio que Seongoon no iba a ninguna parte, se dejó caer en un asiento en una de las mesas, cruzando los brazos sobre su pecho mientras le frunció el ceño al suelo.

- ¿Qué pasa? -Preguntó Gohn. - ¿Por qué me evitas como una especie de maldita enfermedad, Seongoon? ¿Piensas que no puedo ofrecerte lo que necesitas? ¿Es así?

La voz del hombre había bajado, suavizado, y la culpa corroía a Seongoon. Había mantenido a Gohn con el brazo extendido, porque le aterraba que el hombre fuera a quitarle su libertad, intentar cambiar su vida, y mantenerlo bajo vigilancia constante. -Soy un omega.

Gohn asintió. -Si lo sé.

Empujando a sus pies, Seongoon se acercó a la barandilla y se apoyó en ella, mirando a los bonitos ojos Azules de su compañero.

-¿Qué piensas cuando la palabra omega viene a la cabeza?

Gohn frunció el ceño, como si no acabara de entender a donde quería llegar Seongoon. -Dulce, pasivo y suave.

-Exactamente -Seongoon dijo acaloradamente.

- ¿Qué hay de malo en eso? -Preguntó Gohn. 

 

-¿Qué pasa si no soy todas esas cosas? ¿Y si soy terco, bocazas, e independiente?

-Definitivamente respondón. -Sonrió Gohn. -Pero he estado a tu alrededor lo suficiente para ver que eres todas esas cosas.

- ¿Qué cosas?

Gohn tiró a Seongoon en sus brazos y le dio un beso en la mejilla. -Dulce, pasivo, amable, terco, bocazas, e independiente. Me gusta el fuego en ti, así como la timidez. Eso me enciende.

Seongoon no confiaba en esa sonrisa fácil. ¿Qué pasa si Gohn estaba solo diciendo a Seongoon lo que quería oír?

-Habla conmigo, cariño. -Su compañero levantó la barbilla de Seongoon y se quedó mirando fijamente a sus ojos. -¿Qué estás pensando?

-Qué pienses que todas esas cualidades sean grandes para mí... ahora. Pero ¿qué pasara en el futuro? ¿Qué pasara si mi terquedad o la independencia no son tan grandes cualidades  después de que nos hemos apareado? Yo sé lo que piensan los machos dominantes, y vas a tratar de hacerme caer en lo que quieres.

Gohn parecía como si alguien acabara de pegarle en la mandíbula. Él negó lentamente con la cabeza, sus ojos ligeramente abiertos mientras se abría a Seongoon. - ¿Dónde diablos has sacado esa idea?

Seongoon enumeró todas las cosas que Sang Do había tratado de profundizar en él durante años. -Los Omegas deben ser dóciles y obedientes. Los Omegas deben tomar su lugar al lado de su pareja y hacer lo que se les dice. Deben ser dulces, amables, y nunca fuera de lugar. Deben actuar sin cerebro.

 Seongoon había añadido uno a su pesar.

Gohn se echó a reír, sólo para confundir a Seongoon. Dio un puñetazo en la barandilla mientras miraba a su compañero. -¿Te estás burlando de mí?

-No -La risa de Gohn se calmó, pero su sonrisa se mantuvo.

-Me pregunto dónde diablos has oído todo eso. No quiero un compañero sin sentido, obediente. Tu lugar es sin duda a mi lado, pero mi lugar está a tu lado también. Somos un equipo, Seongoon. Yo no quiero ponerte en una bonita jaula. Quiero que abras tus alas.

-La sonrisa se deslizó, sustituida por un ceño fruncido. -Pero no tan lejos que estás dejando que algún otro tipo ligue contigo.

Seongoon no estaba seguro de poder creer a Gohn. Sang Do había perforado estas normas en la cabeza con tanta frecuencia que se habían convertido en un mantra en su cabeza con el que Seongoon había luchado toda su vida. ¿Qué pasa si Gohn comenzaba con buenas intenciones y luego, lentamente, comenzaba a dominarle?

-Veo la duda en tus ojos -dijo Gohn. -Vamos a tomar las cosas con calma, como prometí, y veremos que te estoy diciendo la verdad.

-Cuando han estado diciéndote lo mismo durante toda tu vida, es difícil ignorarlo -dijo Seongoon. -Me han dicho cómo se supone que debo actuar, y como yo no actúo de esa manera, me siento como si fuera una especie de monstruo que no sabe dónde encaja.

 

Los ojos de Gohn se llenaron de ira. -No vuelvas a decir que eres un monstruo de nuevo. ¿Lo entiendes? Todos, en algún momento de su vida, se preguntan dónde encajan. No me importa la forma en que se supone que actúes. Todo lo que quiero es que seas tú mismo.

Seongoon contuvo el aliento y rezó como el demonio para que Gohn estuviera diciendo la verdad. Porque si el hombre no lo estaba, y su compañero se daba la vuelta y hacia lo contrario de lo que acababa de decir, Seongoon correría y nunca miraría hacia atrás.

 

continuara


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).