Los años fueron pasando:
El rey Milo era muy querido en Gemau, diferente a Saga.
La gente creía que estaba loco, hablaban mal del Rey en todos los rincones del Reino, ya que lo creían un demente, pocos querían al Rey y esos eran aquellos que trabajaban en el castillo y veían los desprecios del Rey cortesano al Doncel.
(...)
En el pueblo:
El joven Mystria quién contaba con 7 meses de gestación compraba telas junto a su hermano Degel, el muy triste Camus y su prometido un joven samurais Izo del ya destruido Reino de Capricornio.
Izo se había refugiado hacia dos años, con su padre Ionia y sus hermanos menores Cid y Shura. Éste no le importaba el pasado de Mystria, él lo amaba y lo defendería a cuesta de su propia vida, su padre Ionia, un hombre de muchos conocimientos, jamás se opuso por lo que la relación prosiguió sin problema alguno.
Mientras Mystria e Izo iban eligiendo las telas para el pequeño negocio que tenia la pareja, Camus debía oir como la gente susurraba cosas de su hermano.
-Viste quien está ahi. -decia una mujer a otra que se encontraba con un niño en brazos.
-Son unos descarados, solo ensucian un pueblo decente estos forasteros. Mirais que dos Donceles juntos es una vergüenza, el Rey no debería permitir semejante falta de respeto, deberían cerrarle las puertas a este tipo de gente.
La otra señora levanto el entrecejo
-Que se puede esperar, si ya el Príncipe Kanon había deshonrado el Reino y el Rey Abel no hizo nada, más bien se lo festejo.
-Ojala, el Rey Milo haga algo, pero con el esposo que tiene no creo que logreis mucho, que Dios nos bendiga y el Rey Saga fallezca asi el rey Milo podra encontrar alguien que si valga la pena y no un desquiciado poco delicado Doncel.
Camus le dolía oir esas cosas de su hermano y de su amado Saga.
(...)
Mientras en la habitaciones del castillo.
Saga se encontraba llorando: Estaba al punto de la locura.
Habían pasado años sin que Milo lo haya tocado. Él quería que Milo lo hiciera suyo, tener hijos de esté, pero no pasaba nada.
Poco a poco iba perdiendo la cordura, ya no sabia que hacer para que Milo lo amase como él lo amaba: ciegamente y sin límites.
Provocando que cada día su odio aumentaba hacia el tal Camus, al punto de desearle la muerte, no solo desearlo, sino de querer matarlo con sus propias manos.
-Lo odio, le daré la peor de las muerte a ese maldito -soriendo sádicamente -Con el muerto, Milo me verá y se dará cuenta de mí amor puro e incondicional -lo decía de una manera tan segura de si mismo -Lo buscaré, lo traeré al castillo y poco a poco lo iré envenenando. Así es, mi plan es perfecto, el tal Camus debe morir.
golpeando su mano contra aquel escritorio de madera.
Las cosas en el Reino no iban bien, pero Saga no sabia ya que eso eran cosas que se ocupaba Milo por eso le ha cedido su puesto como Rey.
-Si, Camus debe morir -riéndose de manera diabólica
(...)
~2 semana después ~
Mystria se encontraba acomodando cosas en su negocio mientras su prometido que regresaba de su otro trabajo cómo escudero traia un sobre sellado para Camus.
Izo se la entrego a Mystria para que esté se la entregara a Camus.
Mystria la abrio con nerviosismo a pesar de que la carta decia Camus el la abriría, Camus estaba a su cargo por lo que estaba en su derecho.
«Queridisimo joven Camus, la Corte Real de Gemau solicita su presencia; Él Rey Saga lo convoca para trabajar como asistente del mismo, lo espera la Corte Real»
La carta le ha parecido rarísima a Mystria, pero termino aceptando y llamando a Camus.
-Camus, hay una carta para ti.
Le entrego la carta, Camus se le aceleraba el corazón en cada oración que leía, sentía muchas emociones y sensaciones al mismo tiempo.
-Tranquilo Camus, no fuerzes a tu corazón a sufrir, sino quieres ir no vayas, no sufras por amor, pero si vas te apoyaré.
-Debo afrontarlo, o sino jamás lo superaré hermano.
-Sabes que siempre contarás conmigo.
(...)
~Mientras en el castillo~
Saga sonreia de lado mientras caminaba de un lado para otro.
Su plan, el cual habia maquinado por tan tiempo, empezaba a salir a la perfección.
-Asi que tú eres el plebeyo, llamado Camus.
Camus no sabia que hacer su corazón latía rápido. Mientras veí los muslos y todo el contorno del cuerpo de Saga: El rostro de este parecía un angel y un demonio a la vez, luz y sombra.
Por lo que solo agacho su cabeza para contestar
-Si señor, yo soy el subsodicho vine por su llamado, mí Rey.
Saga lo miraba con desprecio, por lo que trataba de ser directo y preciso.
-¡Yo no soy el Rey! Ese es mí esposo, tu deber será asistirme a mi en todo, tu único jefe soy yo y nadie más.
Te tendré vigilado maldito, dónde te descubra te mato.
-Si, su Majestad.
de repente Milo llegó y se quedó helado al ver a su Camus ahí con Saga por lo que su esposo marco su territorio.
-¡Amor llegaste!
besándolo a Milo provocando dolor a aquel joven.
-El joven será mí asistente, me asistirá en todo.
-¿Qué?
No podía creerlo Camus su Camus estaría con él, en el castillo.
-Mí nombre es Camus, Rey Milo, yo asistiré a su esposo.
Milo solo se acerco a hablarle de cerca
-Dime Milo, solo Milo.
provocando los celos del Doncel mayor, Saga estaba que hervía de la misma rabia iba mandar todo el plan a la basura quería desgreñar al pelirrojo.
-No puedo, yo le debo respeto Rey.
Saga le sujeto la mano al joven provocando el sonrojo del menor -Vamos Camus te enseñaré tu habitación
(...)
Mas tarde en aquel castillo-
Milo estaba recostado leyendo un libro en aquella cama grande del tipo matrimonial, aislado en sus pensamientos pensando en cómo acercarse a Camus, a su Camus.
Pero el ruido de la puerta lo distrajo al mirar alli, Saga entraba a la alcoba solo envuelto de un toallon, dispuesto a conseguir algo más que solo insultos, al llegar a su lado este le hablo.
-Hazme tuyo Milo.
No dudo, ni un segundo en empujarlo de aquella cama.
-Jamás, antes muerto que tocarte. Vete de aqui.
Pero Saga no estaba dispuesto a darse por vencido.
-Quiero un bebé, hazme tuyo.
decía el joven acercandose a besarlo a intentar acariciarlo, pero Milo no solo se nego, si no que lo sujeto del cabello y lo saco de su alcoba provocando lagrimas en el gemelo mientras lo insultaba.
-Yo antes muerto, que descendencia contigo.
Afuera un triste Camus oía todo lo sucedido de como su amado era rechazado.
Luego la puerta se abrió para dejar ver a Milo empujando a Saga, apenas cubierto e ir a otra habitación ha llorar.
Camus solo seco sus lágrimas y trato de acercarse a ver si su amado necesitaba algo, pero al oir que este lloraba, simplemente no pudo, por lo que se retiro hacia su habitación a llorar de dolor.
( ...)
~Mientras que Saga en su habitación ~
Una vez dentro de su habitación, de haber llorado por largo rato, Saga se ha decidido saco de debajo de la cama un enorme cuaderno donde solo había conjuros, hechizos, rituales. Para luego reírse de forma sádica
-Maldito Milo, te haré pagar por haberme hecho sufrir.
Justo a mi que soy el que rige la magias de todo tipo principalmente las oscuras. Tendré un bebe tuyo quieras o no.
Continúara...