- ¿Red Riot no era ese amigo tuyo de UA? – Camie estaba sentada en el sofá de Bakugo mientras este se concentrada en cocinar algo decente. – Aquí dice que tendrá su propia agencia... aunque no hay noticias de que lo haya anunciado.
- Fue filtrado – le anuncio el – Al parecer lo anunciaría a fin de año o por ahí
- ¿Aun son amigos?
- No, tenemos a alguien en común – La chica se levantó curiosa ante la respuesta del rubio. Camino con tranquilidad contoneando sus caderas con naturalidad. Aquella extraña conexión que tuvieron en el examen de licencia profesional maduro y ahora tenían algo que podía llamarse amistad. – Ven a la mesa, está listo
- Creí que tú y el eran los mejores amigos ¿Qué sucedió?
- Trabajo, no tenemos las mismas metas y ser compañeros no nos hace amigos.
- ¿Y qué hay de mí? – Aunque intento trabajar para el rubio cuando anuncio su propia agencia años antes, no resistió mucho ser su subordinada así que apenas paso el primer mes pidió su renuncia. - ¿Tampoco somos amigos?
- Lo somos, es diferente
- De verdad eres de pocas palabras – Bakugo se irrito levemente y suspiro mientras dejaba el plato de Camie frente a ella.
- Trabajamos juntos ya que mi agencia y la tuya son cercanas, eres agradable y poco irritante, al menos tu si entiendes lo que es un "no" y lo mejor de todo no das lastima
- ¿Red Riot te da lástima?
- No – No quería hablar de Kirishima, mucho menos con Camie – Pero ahora confió más en ti que en cualquier otro – Volvió a la cocina por un par de vasos y cerveza.
- Aw, el pequeño Katsuki confía en mi
- Solo cierra la boca y come – Con los años aprendió a calmar un poco su semblante, más que nada como ya lo había explicado: se sentía menos irritable al estar en confianza.
"Apenas si había pasado una semana desde que Kirishima había dado ese paso, aunque como lo esperaba todo se volvió incómodo. Bakugo nunca dio una respuesta ni hablo de ello, aunque al parecer ninguno de los se aventuraba a tener momentos a solas y si lo habían solo se quedaban en silencio evitando miradas. Nada de sonrojos y patear piedras casuales solo silencio e incomodidad mutua, el ambiente entre ambos realmente había cambiado. Aunque todo aquello no fue un problema. Solo que todo explotó cuando en un entrenamiento de resistencia algo salió mal y el trozo de concreto que Bakugo perforaba con su AP Shot comenzó a agrietarse. Algunos trozos de escombros terminaron cayendo sobre la zona que Kirishima y Uraraka usaban para practicar combate cuerpo a cuerpo. Todo fue tan rápido que la mayoría solo se percató del accidente para cuando el gran trozo cubría toda esa zona del gimnasio. Bakugo salto desde la zona de concreto en la que estaba y se impulsó con el Bakuha para caer cerca - ¡Kirishima! ¡Cara redonda! ¡Joder! – Estaba a punto de usar el mismo movimiento que los había llevado a eso cuando Aizawa grito para que no lo hiciera.
- Destruirás la estructura y aquello aplastara más contra el piso – Bakugo sintió que todo su interior también colapsaba, su particularidad no hacía más que romper y destruir, no podría ser un héroe de rescate, no podía, no podía.
- Cálmate Bakugo – Aizawa le sujeto del hombro con suavidad y luego dio órdenes de llamar a Recovery Girl y otros docentes. Dio palabras rápidas para calmar el tenso ambiente y rápidamente se acercaron para poder rescatarlos.
Kirishima vio los escombros caer y rápidamente se lanzó sobre Uraraka, endureció su cuerpo hasta el límite e hizo un refugio para ella bajo su cuerpo. Ambos fueron enterrados contra el piso en un instante, el cuerpo de Kirishima termino siendo tanto como escudo como roca para la chica. – Kir-shima – Sentía que perdía el aire. Kirishima quedó inconsciente por un momento aun endurecido, por lo cual su particularidad perdió dureza y Uraraka que aun podía moverse uso ese instante para tocar la roca y esta comenzó a flotar – Ah... - respiro entrecortado, de haber demorado un segundo más la misma roca hubiera destrozado la espalda de su compañero y luego a ella. Los jadeos de alivio de los demás integrantes de la 1A se escucharon y rápidamente se acercaron para mover los escombros rápido no sabían cuánto resistiría la particularidad de la chica.
Kirishima había quedado inconsciente sobre su compañera, tenía cortes en la espalda ya que su piel endurecida se había roto contra el golpe seco del duro escombro. Bakugo vio todo aquello estático, sus compañeros se acercaron a auxiliar y poco después se llevaban a ambos en camillas separadas.
- Respira Bakugo – soltó Aizawa ante el único que se había congelado, el rubio bajo la cabeza con impotencia y el maestro fue junto a sus alumnos – La clase termina por hoy, todos deben ir a sus residencias.
Kirishima solo necesitaría exámenes de su columna para comprobar que no habría algo roto y una vez Uraraka pudo respirar cómodamente comprobaron sus costillas. El único daño eran los cortes en la espalda del pelirrojo y los pocos rasguños que se llevaron.
- Somos héroes después de todo, no podemos morir – soltó el pelirrojo a la castaña cuando esta se emocionó una vez a solas en la enfermería. La escucho llorar unos minutos y el solo se contuvo con un nudo en la garganta. Aquello seria impactante hasta para un héroe profesional.
De vuelta a los cuartos Kirishima suspiro aliviado. Si hubiera tardado unos segundos y a Uraraka le hubiera pasado algo no se lo perdonaría. Sintió cierto amargor en su boca y miro sus manos vendadas, también sus brazos ya que aquellos cortes recorrían casi toda su parte trasera.
- Pelo de mierda – Bakugo había golpeado su puerta y al no escuchar respuesta solo entro.
- Bakugo - Kirishima se volteó luego de soltar un suspiro, solo basto conectar miradas para comprender al otro. Kirishima estaba dudando de sí mismo tanto como la impotencia creciente de Bakugo en ese momento – Amigo – El rubio se acercó a él y al sentirlo entre sus brazos se rompió, fue todo lo que basto para soltar un sollozo entrecortado – Lo siento Bro no es tan masculino de mi parte.
- Cierra la boca – gruño este contra su hombro mientras apretaba la camiseta del pelirrojo por la espalda – Cierra la boca Kirishima – este sonrió suavemente con los ojos cristalizados mientras trataba de bajar sus brazos y apretar al rubio como este le hacía, sus brazos ardían así que era algo robótico. No supo cuánto tiempo estuvieron así pero aunque Bakugo no dijo palabra alguna no dudaría de todo lo que pudo transmitir con aquel gesto.
Los días siguientes aquella extraña incomodidad se fue y ambos ya se sonreían mutuamente cuando cruzaban miradas. Después de aquella noche la pequeña conexión que habían creado durante esos años había evolucionado y era incluso notorio para cualquiera que solo los viera por primera vez. Hasta se podría decir que entre sus pequeños apodos había cierto tono de coquetería al hablarse que solo entre ellos entenderían."
- Bakugo – Camie había golpeado suavemente su costado para que le entregara los snacks, luego de la cena decidieron poner alguna película y sentarse en el sofá – Bakugo
- ¿Qué quieres? – Apenas si había despabilado con el segundo golpe.
- Te hablo y no reaccionas ¿Ya te estabas durmiendo?
- Hm – realmente no.
- Dame las papas – El rubio se inclinó hacia la mesa alcanzando el bol y luego se acomodó junto a Camie - Tu querías ver esta película, no te duermas a la mitad.
El rubio se había quedado pensando en aquel incidente. Si pasara en la actualidad el sabría qué hacer y cómo, se había perfeccionado en búsqueda y en rescate aunque siempre destacaba más por combate mano a mano. A decir verdad no recordaba si aquella noche había dormido en su cuarto o había vuelto al propio, trataba de recordar pero luego de aquel cálido abrazo todo se hacía confuso. Aunque buscando en sus memorias recordó que días después lo había besado en las duchas y cuando recordó como este acaricio su piel soltó un jadeo de sorpresa y se dobló sobre sí mismo mientras sostenía su vientre y su boca.
- ¡Joder Bakugo si vas a vomitar aléjate de mí! – La chica se alejó disgustada con sus papas, solo creyó que su malestar era por los descuartizamientos muy gráficos en la película en ese momento.
- Lo siento – Bakugo se levantó rápido y se encerró en el baño, la chica se desconcertó por la disculpa y le fue a golpear la puerta con suavidad - ¿Qué?
- ¿Estas bien?
- Si... - suspiro y bajo la tapa del inodoro para sentarse sobre ella y escondió su rostro entre sus manos – Dame un momento... - La chica se quedó preocupada pero luego la película capturo su atención y corrió a ella para no perdérsela.
Realmente Bakugo no tenía idea de cómo olvido aquello y que después de tanto tiempo le haya provocado un cosquilleo tan fuerte en el vientre, lo peor era que realmente no tenía idea de cómo lo olvido.
Joder, quizás tenía 17 años cuando aquello paso y era uno de los recuerdos más calientes que tenía, aunque eso no se significaba que fuera virgen.
Era guapo estaba consciente de ello, y si había tenido sus cortos periodos de compañeros sexuales en esos años pero ninguno de aquellos recuerdos lograba rivalizar con el que acababa de atacar su mente o al menos no le provocaban las mismas mariposas en el vientre.
¿Cómo mierda había olvidado de que estuvo así de cerca de él?
¡Quizás incluso pegado al cuerpo de Kirishima!
Sus orejas comenzaron a arder cuando sus memorias le recordaron que sus manos se sentían tan calientes cuando apretó sus glúteos – Oh joder – Luego de unos minutos reflexionando ya recordaba cómo era el cuerpo de Kirishima, abdomen marcado, muslos duros, pecho ancho, ligeramente más alto que el rubio, y esa sonrisa de tiburón que le coqueteaba descaradamente.
Mierda, realmente había perdido buen material para esos días que se sentía solo.
Bajo sus palmas hasta sus pantalones y cerró los ojos echándose hacia atrás sobre el inodoro, esperaba que Camie no estuviera afuera o se burlaría de el de por vida. Pero realmente eso recuerdos llegaron como un torbellino hasta su cabeza y su torpe vientre no hacía más que encogerse y lanzar pequeña corrientes eléctricas por sus piernas hasta la punta de los dedos y volver hacia arriba tal y como recordaba las manos del Kirishima de 17 años que le masturbo en las duchas. Dio suspiros suaves mientras se acariciaba sobre el pantalón y movía los labios susurrando maldiciones. Masajeo en círculos por un momento y dejo su imaginación volar lo que intensifico aquellas pequeñas corrientes que no hacían más que torturarlo. Todo acabo rápido, llevaba tiempo sin desahogarse y luego sintió como todo su cuerpo recibía un gran peso. Acaba de masturbarse con la imagen de su amigo de la UA, se sentía peor que un pervertido incluso como un criminal.
Luego de superar esa pequeña fase depresiva se dio una ducha fría y para cuando volvió vio a Camie inclinándose sobre el sofá para poner la siguiente película.
- Creí que estabas cansada – Soltó el rubio cuando volvía ahora con su pijama puesta.
- No sé realmente que hiciste en ese baño pero no entrare hasta olfatear el aroma a desinfectante – Bakugo sintió sus orejas enrojecer - además tenía que distraerme con algo y la película es realmente buena – Le dio al control y sonrió viendo los créditos de inicio.
Bakugo suspiro y rodeo el sofá parta sentarse a su lado a lo cual Camie aprovecho para acostarse en él y dejar sus pies sobre el regazo del rubio.
- Oye
- Me lo debes, estabas haciendo cochinadas y yo necesito un soporte – Bakugo le lanzo una mirada asesina y ella no lo tomo en cuenta – Eres muy ruidoso Bakugo Katsuki, tu baño no es a prueba de sonido.
El rubio solo atino a dejarla salirse con la suya y luego tomo el bol de las papas para comer lo que sobraba. Termino despejando su mente con la película que a decir verdad estaba buena, y aunque no había tomado atención a la primera parte ahora la secuela era más explícita y fácil de entender.