In Seong estaba más agradecido cuando ChaNi regresó. You Jin no había dejado la tienda. Él sólo se sentó allí mirando a In Seong. La mirada en su rostro no podía confundirse con otra cosa que pura lujuria.
Deslizando su mano sobre la parte posterior de su cuello, In Seong mordió su labio inferior y miró para ver que You Jin todavía estaba mirándolo. Cuando le guiñó un ojo, In Seong abrió la boca y se giró lejos.
— ¿Qué te tiene ruborizado tan mal? —ChaNi pregunto cundo él deslizó su chaqueta—. Su cara parece inflamarse en cualquier segundo.
— ¿Por qué te has ido tanto tiempo? —In Seong cambió rápidamente de tema—. Aquí me dejaste para tratar la fiebre.
ChaNi miró alrededor. —A mí me parece cómo que maneja la fiebre.
—Apenas —se quejó In Seong—. Se supone que ayudaría, pero desapareció.
¿Qué pasa con eso?
—No te preocupes —ChaNi le dio unas palmaditas a su hombro—.puedes quedarte con las propinas por manejar la fiebre.
El comentario hizo que In Seong mirara hacia la jarra de la punta. Estaba repleto de billetes y monedas. Él sonrió. —Está bien, estas perdonado.
Él estaba allí ayudando, después de todo. ChaNi no había dicho nada acerca de pagarle y In Seong no habría pedido. Su primo estaba ya haciendo un favor dejando a In Seong en su casa.
ChaNi tiró su delantal en la cabeza y ató las cuerdas detrás de él. — ¿Alguna cosa extraña cuando no estaba?
In Seong se obligó no ver a You Jin. Aun así, In Seong sintió los ojos de You Jin en él. La atención fue favorecedora y espeluznante. In Seong nunca había tenido a nadie con tal lujuria hacia él, y no estaba seguro que le gustara. —No, nada de nada.
In Seong miró a You Jin como si él mismo no pudiera ayudarse.
Como si él hubiera oído la conversación de In Seong, los ojos de You Jin se redujeron ligeramente. Miró entre In Seong y ChaNi. ¿Estaba You Jin intentando averiguar su relación? In Seong sonrió a sí mismo cuando él se movió más cerca de ChaNi, casi demasiado cerca para la comodidad. — ¿Cuáles son tus planes después del trabajo?
ChaNi lo miro con extrañeza. —Loco, retrocede.
Cuando In Seong miró a You Jin, él estaba en el asiento con las manos cerradas. You Jin lanzaba dagas a ChaNi. ¿Qué diablos? In Seong sabía que You Jin estaba caliente por él, pero You Jin parecía que quería asesinar a ChaNi.
In Seong tomó unos pasos hacia atrás. Dio a una mirada de acero a You Jin, retándolo a que venga más cerca. Se quedaron así por unos momentos, un enfrentamiento, mientras se miraron el uno al otro.
In Seong rompió primero. Él se rió y sacudió la cabeza mientras se daba la vuelta para atender al cliente en el mostrador. Con su dedo medio, froto su pelo.
Incluso en la charla y la música ligera, In Seong oyó un gruñido bajo. In Seong cortó su mirada hacia You Jin y lo vio acariciar su ingle antes de sentarse.
Rodando sus ojos, In Seong sonrió a la mujer delante de él. — ¿Puedo ayudarle, señora?
La mujer estudió el tablero del menú, indecisión en sus ojos marrones. Golpeo ligeramente un dedo contra su papada y sacudió la cabeza. — ¿Que viene en el pavo clásico?
—Pavo —dijo In Seong. Duh.
Pellizco sus rasgos. — ¿Qué otra cosa además de pavo?
—Pepinillos, mayonesa y lechuga —In Seong se volvió para mirar el menú sólo para asegurarse. Él sopló cuando vio los ingredientes debajo del sandwich anunciado. ¿Ella era ciega?
— ¿Qué viene en el atún?
Una línea se comenzó a formar. El hombre detrás de ella gruñó. —Vamos, señora. No tengo todo el día.
Agarrando su bolso-monedero a sus pechos, ella se volvió y espetó. —No me apresure.
—Señora, usted puede ponerse a un lado y ver el menú, voy a atenderla cuando se ha decidido por-
—Yo no pondré a un lado —ella bramo—. Soy un cliente, y no importa cuánto tiempo tome.
In Seong miró hacia ChaNi. Su primo caminó alrededor del mostrador y comenzó a tomar pedidos de otras personas mientras la mujer preguntó a In Seong cada maldito sándwich en el menú. Por el momento que ella decidió el clásico pavo, ChaNi ya había ayudado a todos detrás de ella.
—Es la Sra. Butcher —ChaNi le susurró después de que ella se alejó—. Ella hace eso cada vez que viene, y siempre pide el clásico pavo. Recuérdelo para la próxima vez.
In Seong asintió con la cabeza. Volvió hacia el mostrador para encontrar a You Jin allí de pie. Su pulso acelerado cuando él miró fijamente los magníficos ojos marrones de You Jin. — ¿Puedo ayudarle?
You Jin apoyó un brazo en el mostrador de postre. —Seguro que puedes, guapo.
—Con los pedidos —In Seong clarificado. Él no fue afectado por la voz profunda y ronca de You Jin. De hecho, su pene se convirtió semiduro sólo escuchando hablar a You Jin. Aun así, In Seong no había llegado a Desire para anotar. Él vino aquí para esconderse, y tener una cita era la última cosa en su mente.
Si You Jin estaba interesado en las citas, bien. Parecía como si la única cosa en su mente era el sexo. Miraba fijamente a In Seong con la pura intención sexual. La habitación se sentía como si él había conseguido diez grados más calientes.
In Seong intentó no a inclinarse e inhalar el aroma masculino de You Jin mientras el último corrió una mano sobre su mohicano plano, una sonrisa malvada apareció como si supiera cómo él afectaba a In Seong.
—Dame un Cupcake —You Jin se inclinó más, bajando su voz—. Me gusta lamer la crema antes de que lo devore.
In Seong gimió mientras traviesas imágenes rodaban su mente. — ¿Q-qué sabor?
La sala, claramente se calentó más porque In Seong comenzó a sudar. Su garganta estaba seca.
— ¿Por qué no escoges el sabor, Cupcake?
—No me llames así —In Seong quebró y luego miró alrededor, sus ojos ligeramente.
You Jin le dio una risa suave. El Bastardo pensó que era divertido. In Seong arrebató un cupcake de chocolate de la vitrina y lo dejó sobre el mostrador.
—Espero que usted consigua un dolor de muelas.
—Ahora eso no es agradable —dijo You Jin.
La mirada de In Seong estaba obsesionada con la boca de You Jin cuando recogió el convite y deslizó su lengua sobre el glaseado. El eje de In Seong pasó de medio- duro a completamente erecto. Sus dedos rizados en el mostrador mientras sus labios se separaron. El hombre debía matarlo. Los ojos de In Seong seguían la
Lengua de You Jin mientras se deslizaba sobre la cubierta otra vez. Los párpados de You Jin agitaron cuando él dio un gemido suave. ¡Señor, ten misericordia!
— ¿Has salido últimamente? —ChaNi pregunto. Él miró a You Jin—. Mi primo no está interesado.
¿Qué diablos?
You Jin se encogió de hombros, lanzó un cinco en el mostrador y llevó su cupcake de vuelta a su asiento.
—No tienes que ser tan grosero —In Seong dijo mientras cobraba el Cupcake y ponía el cambio en el frasco.
—Este pueblo está lleno de gays —murmuró ásperamente ChaNi—. ¿ sabes lo difícil que es encontrar a una chica decente por aquí? No necesito ninguno de los homosexuales alrededor tuyo. No te preocupes, cubriré tu espalda —ChaNi le dio unas palmaditas a su hombro—. Si cualquiera de ellos le molesta, solo me avisas.
‘¿Ellos?’
In Seong se forzó a no abrir la mandíbula. Él no había estado alrededor de ChaNi en un tiempo, pero él no tenía ninguna pista de que su primo se sentía de esa manera. In Seong era gay. ¿Qué haría ChaNi si él se enteraba?
Imágenes de ChaNi dándole patadas hacia fuera en el frío amargo vinieron a la mente. In Seong rápidamente dio vuelta lejos y murmuró un agradecimiento. Él no había sabido qué hacer. Necesitaba un techo sobre su cabeza, por lo que tendría que morderse la lengua.
Dios, era como vivir en casa de nuevo. El padre de In Seong era un homófobo. In Seong había tenido que vivir en el armario ya que había descubierto que estaba interesado en los hombres, no mujeres. Y ahora ChaNi le había empujado vuelta dentro de ella. Esto era irreal.
Sólo una vez In Seong le encantaría estar fuera y orgulloso. Pero no parece estar en las cartas para él. Le echó un vistazo a You Jin y se sintió aliviado cuando lo vio hablando con su amigo, no dando a In Seong cualquier atención.
La vida de In Seong no era nada si no es complicado.
In Seong salió una vez que la multitud había desaparecido de la tienda y rápidamente cerró la parte delantera de la chaqueta. Viniendo de otro estado mas caliente, no traía nada caliente para usar. No para el frío de Desire. Su mano tembló cuando trató de fumar su cigarrillo y se preguntaba si valía la pena fumar. La punta de su nariz y sus dedos estaban ya dando volviéndose rojos. Él no podía decir la diferencia entre su aliento caliente que soplaba y el humo del cigarrillo.
—Tienes un hábito desagradable.
In Seong giro cuando escuchó la voz de You Jin. Él miró detrás del hombre para asegurarse de que ChaNi no estaba en cualquier lugar a la vista. —No debería estar aquí.
— ¿Dónde debería estar? —You Jin había encorvado sus hombros cuando él tiró un par de guantes de cuero del bolsillo de su abrigo. El interior fue hecho de piel blanca, y se veían calientes como el infierno. In Seong se sorprendió cuando You Jin les tendió—. Volví a mi carro y los tome.
In Seong agarro los guantes, temblando mientras las fibras suaves cepillaban su piel. Las puntas de sus dedos pulsados mientras el calor volvieron a ellos. — Gracias.
—No creo que a tu primo le guste mucho —You Jin empujó sus manos en los bolsillos del jean, y In Seong se sentía mal por haberse llevado los guantes de You Jin. Se sentía mal, pero no lo suficientemente mal como para devolvérselo.
— ¿Qué te hace pensar eso? —a pesar de la advertencia homofóbica de ChaNi, su primo no era más que agradable con todos los que entraron en la cafetería. Eso fue lo que dio una sacudida eléctrica a In Seong. No sospechaba que su primo tenía tales pensamientos, y In Seong no creía que nadie sospechaba tampoco.
—Sensación del estómago —dijo You Jin—. Pero ahora que él no está alrededor, dime, In Seong.
— ¿Qué quiere que te diga? —In Seong golpeó su cigarrillo y tosió. El aire era demasiado frio y el humo daño sus pulmones. Él arrojó el cigarrillo a un lado antes de mirar a You Jin.
—Si realmente está contra la idea de que te persiga.
In Seong abrió su boca, pero él no podía mentirse. Él no estaba seguro de lo que le llevó a You Jin, pero él fue dibujado sin embargo. —Tal vez me interesa, pero no jodo con hombres que apenas conocí.
No era totalmente una mentira. In Seong sólo había tenido uno o dos – de una noche. Sin nombres, sin promesas tampoco. Sólo una picazón que necesita ser rasguñado.
—No tenemos que correr las cosas —You Jin toco con sus nudillos la mejilla fría de In Seong. El tacto hacía que el corazón de In Seong acelerara. Tenía que detenerse a sí mismo de inclinarse más—. Solo dime que eres de aquí y no de paso.
— In Seong mordió su labio. —Es complicado
— ¿Complicado? — You Jin le pregunto—. ¿Demasiado complicado para reunirse conmigo esta noche más tarde?
— ¿Estás intentando meterme en tu cama? —In Seong dio una risa nerviosa.
— ¿Y si yo fuera así?
—Le dije-
—Sólo una copa —dijo You Jin—. ¿Encuéntrame en Bad Habits alrededor de la nueve?
In Seong debe haber perdido su mente, porque asintió.
You Jin se inclinó y había rozado sus labios sobre la mejilla de In Seong. Su barba corta rayaba la piel fría de In Seong. —No me plantes, Cupcake.
—Deje de llamarme así —gruñó In Seong.
La diversión brillaba en los ojos de You Jin. —Aparece y lo pensaré.
In Seong lo miraba caminar por el callejón y luego desaparecer a la vuelta de la esquina.
Los líos en los que me meto.
Nichkhun y Taeyang trabajaban detrás de la barra, repartiendo las bebidas y Recogiendo el dinero. Era viernes por la noche y Bad Habits estaba lleno. Música country sonaba de la jukebox. Indistinto, las conversaciones llenaban el aire a la vez que algunos comerciales se veían en la televisión que estaba encima de la barra.
You Jin comprobó su reloj y vio que era diez minutos para las nueve. Se preguntó si su compañero vendría o si ChaNi habían detenido a In Seong. You Jin apretó los dientes cuando pensó en la conversación que había escuchado. ChaNi siempre fue agradable y servicial. Nunca habría sospechado que el tipo era un completo gilipollas. You Jin no había dicho nada a los miembros de su manada. El café era un lugar agradable para pasar el rato, y ser un imbécil no lo ayudaba al negocio.
Que ChaNi crea lo que quiera. Siempre y cuando no trate de difundir su odio, estaba bien con You Jin. Él había corrido a farsantes como ChaNi antes. Pretendían ser su amigo, pero secretamente detestaban el hecho de que eras gay.
You Jin sostenía su botella de cerveza, luego la puso sobre el mostrador. TaeYang la agarró y lo reemplazó con una fresca.
— ¿Él está aquí? —TaeYang tiró la botella vacía en la basura de debajo del mostrador.
—Caramba —You Jin dijo mientras agarraba un puñado de maní de la taza delante de él—. Actúas como si viniera a verte. ¿No tienes una vida propia?
TaeYang le dio una sonrisa de lado. —Estoy más interesado en la tuya en este momento, ya que no tengo un caliente pequeño humano que venga a verme.
You Jin señaló con la botella a su amigo. —Puedo conectarte con unos chicos de la ciudad.
Taeyang hizo una mueca. —Ya tuve a los guapos.
—Un acosador y un baboso —dijo una voz familiar detrás de él.
You Jin hizo una media sonrisa, se volvió para ver a In Seong parecía perdido mientras miraba alrededor del bar. You Jin le dio unas palmaditas el taburete vacío junto a él. Había hecho que nadie lo tomara en caso de que In Seong tuviera las agallas para mostrarse.
—No soy un acosador, pero si uno de mis amigos necesita ayuda para conectar, los respaldo —le dijo a In Seong.
In Seong se deslizó sobre el taburete y cruzó sus brazos sobre su pecho estrecho.
—Normalmente no cuelgo en los bares.
You Jin miró sobre la postura rígida de In Seong y la expresión "retroceda". — Nunca sería capaz de decirlo —escondió su sonrisa con un trago de su cerveza.
Estaba un poco sorprendido cuando In Seong agarró la botella de él y tomó un largo trago. —Toma mi resaca.
In Seong arrugó su nariz mientras puso la botella hacia abajo. —Eso fue asqueroso.
— ¿Lo probaste? —You Jin se inclinó y olio el perfume de In Seong. Dios, el hombre olía bien. Con la punta de su lengua, él lamió el lóbulo de la oreja de In Seong—. Debería probarte ahora.
Un rubor hermoso apareció sobre las mejillas de In Seong. — ¿Qué pasó con moverse lento?
You Jin tomó un trago de su cerveza y entregó la botella a su compañero. — Confía en mí, si me muevo más lento, estaría muerto. Debería haberte tenido bajo de mí por ahora.
— ¿Confiado?
Si el humano supiera. You Jin levanto su mano y pidió dos cervezas más, junto con dos shots de whisky—. Grandes esperanzas —dijo. Pasó a In Seong su cerveza y uno de los shots.
—Gracias —In Seong tragó el shot en una, luego lo siguió con su cerveza. You Jin se sonrió—. ¿No es ligero?
—Yo puedo sostenerme —dijo In Seong.
—Apuesto que puedes —You Jin guiñó un ojo en él, disfrutando el rubor profundo que surgió una vez más.
— ¿Siempre eres tan agresivo? —In Seong jugo con la punta de la botella nuevamente y bebió la mitad de la cerveza. Los ojos de You Jin ensancharon un poco.
— ¿Es así?
In Seong limpió la boca con el dorso de su mano. —No, es contigo. Eructo.
You Jin se rió entre dientes y le ordenó otra cerveza. —No podría ser capaz de mantenerme al día contigo, Cupcake.
In Seong lo miro. —De alguna manera lo dudo.
Cierto. Su compañero no sabía que You Jin no se emborrachaba con alcohol humano. Podía beber el bar y no tener el más leve zumbido. Su compañero, por otra parte, podría necesitar ser llevado a casa si él no se controlaba.
De la manera que In Seong sonreía, al shot ya estaba teniendo un efecto sobre él. You Jin le ordenó otro. Él no planeaba follar a un borracho, pero ordenándole otra cerveza puede ayudarle a entender mejor a In Seong. Los hombres borrachos solían tener los labios sueltos.
In Seong cogió el vaso y lo sostuvo en el aire. You Jin, hizo lo mismo con el suyo.
—Por el comienzo de una amistad —dijo In Seong.
—Por llegar a conocerte mejor —chocaron las copas y se tomaron sus bebidas.
Continuara...