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111. Jugando para Mantener (02) por dayanstyle

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—Creo. Agradezco. Graciiias. —In Seong apunto con su botella a You Jin—. Aunque quieres meter tu basura en mi maletero —él golpeó su rodilla mientras se reía.

—Y creo que es tiempo de cortarlo, Cupcake —You Jin llevó un vaso lleno y lo coloco en otro lado—. Y es tu última cerveza.

Fue bueno saber que In Seong era feliz algo borracho, y a pesar de lo que había hablado, el tipo realmente era un peso ligero. Dos shots y cuatro cervezas y el hombre era hoja al viento.

Y al parecer un poeta.

—Estoy listo —In Seong dejó su botella sobre el mostrador—. No hay diversión si no puedo beber.

You Jin se paró, y luego ayudó a In Seong a sus pies. Su compañero se mecía y luego choco contra el pecho de You Jin. Él se rió entre dientes mientras apretaba los pectorales de You Jin. —Tan duro.

You Jin estaba, pero él no estaba pensando en su pecho. Su dureza fue mucho más al sur. —Tienes suerte de que no folle a hombres borrachos.

In Seong saludó You Jin, casi le bofeteaba en la cara. —Y tienes suerte- —In Seong solo estaba parado allí mirando el pecho de You Jin—. He olvidado lo que iba a decir.

You Jin giro a In Seong, puso sus manos sobre las caderas del hombre más pequeño y lo dirigió hacia la puerta. Antes de que salieran, You Jin cerro la cremallera de In Seong. — ¿No tienes algo más cálido que usar?

Nnnnnope.

 

Tendría que ser remediado. No había manera en el infierno que la pareja de You Jin se congelaría a muerte porque le faltaba un abrigo de invierno. You Jin se sacó su abrigo y tiró de él sobre los hombros de su compañero. Era demasiado grande, pero tendría que funcionar. —Dame los guantes.

In Seong luchó con ellos, tratando de sacarlos de los bolsillos del abrigo. Cuando sólo consiguió mezclarlos, You Jin lo detuvo y tiró los guantes libres.

—Lo tengo —los colocó en las manos de In Seong y salieron. La frialdad le privó a You Jin de cualquier calor corporal que hubiera tenido. Se volvió para ayudar a In Seong a su camioneta y lo vio caminar en zigzag por la acera. In Seong tomó unos pasos a su derecha, y luego se tambaleó a su izquierda.

Rodando sus ojos, You Jin se apresuró y le dio vuelta. —El carro está por acá.

In Seong sostuvo su mano. —Tooooodo bien. Dame a un segundo. Sé dónde está eeeellll carro.

Sacudiendo la cabeza, You Jin cargo a In Seong y le echó encima de su hombro. — Va llegar más rápido si te llevo.

—Estoy caminando de cabeza. Estoy caminando de cabeza —In Seong cantó antes de que él abofeteó a You Jin en el culo y apretó una mejilla.

—Manos a ti mismo, Cupcake.

—Pero ¿por qué? —In Seong parecía herido—. Pensé que me querías.

—Sobrio —You Jin abrió la puerta del pasajero de su carro y In Seong se derramo dentro, luego doblo a su compañero. Después de cerrar la puerta, él saltó a su lado y arranco el camión—. Debe calentarse muy rápido.

You Jin lo esperaba porque su polla y bolas se arrastraron dentro de él.

In Seong gimió. —No creo que beber con el estómago vacío era una idea Super- duper.

 

—No es lo más brillantes —You Jin se retiró de la plaza de aparcamiento y se  dirigió por la calle. Pensó en dejar a In Seong en ChaNi, pero no quería que ChaNi lo vea. In Seong estaba demasiado borracho para manejar una discusión.

Y sería una riña ya que In Seong colgaba alrededor de un hombre gay. Además de estar ebrio. You Jin no tenía la paciencia para lidiar con ChaNi.

En cambio, manejo a su casa. Él se sentiría mejor sabiendo que In Seong estaba a salvo, durmiendo junto a él. Él se ocuparía de las consecuencias una vez In Seong estuviera sobrio.

—Has pasado la casa, You —In Seong dijo en una voz melodioso—. Fue por ahi. You Jin le miró y sonrió. — ¿Por qué simplemente no cierras los ojos?

In Seong se enrosco en el asiento, cerro sus ojos y segundos después, roncaba.

—  ¿Qué voy a hacer contigo? —You Jin manejo por Main Street, que se convirtió en camino a Fairlawn. Dos millas por la carretera, You Jin llego por el largo camino de entrada y estacionó frente a su casa.

Se las arregló para sacar a In Seong de su asiento y subir sin que su compañero se despertara. Después de dejar a In Seong, You Jin lo cubrió luego se desvistió antes de meterse en la cama. In Seong probablemente se asustaría una vez que estuviera sobrio y viera que You Jin lo había desnudado, y You Jin se había preguntado si debía hacerlo o no. Pero al final, había decidido que tomaría el calor, si llegara, para que In Seong se sintiera más cómodo mientras dormía.

You Jin bostezó y cayó casi al instante.

 

Young Jae estaba parado en la entrada a la sala de estar, una taza de café en

 La mano. — ¿You Jin hizo-?

—Sí —TaeYang dijo desde el sofá—. Sólo lleva a un humano borracho arriba.

—  ¿Sabes quién era el chico?

—Primo de ChaNi —TaeYang lamió su dedo y dio vuelta a la página de su revista.

—  ¿Primo de ChaNi? —Young Jae tomó un trago de su café—. ¿Tengo que estar preocupado?

—Depende —TaeYang dijo volteando otra página.

—  ¿De?

—Si You Jin está entre los hombres borrachos —dijo TaeYang—. Entonces otra vez, el individuo es su compañero, interferir no sería sabio.

Young Jae casi se atragantó con su sorbo—. ¿Su compañero? — ¿Cuándo diablos había sucedido eso, y por qué nadie le había dicho antes? Como alfa, Young Jae se mantuvo al corriente de lo que estaba pasando en su manada.

—Sí, su compañero —volteo otra página—. Y de la conversación que escuché, ChaNi no va a ser feliz sobre eso.

—  ¿Qué conversación y por qué?

—  ¿Vienes arriba? —Sandeul pregunto desde la parte superior de las escaleras—. ¿Y por qué acabo de ver You Jin con un humano borracho en su habitación? ¿Debo estar preocupado?

TaeYang echó a un lado su revista y miró a Young Jae. —De lo que escuche, ChaNi es un fanático contra los gays en el armario.

Se levantaron las cejas oscuras de Young Jae. — ¿Desde cuándo?

 

ChaNi siempre parecía un chico decente y salió de su camino para ayudar  a Young Jae y sus hombres. Se sorprendió de que ChaNi hubiera ocultado su odio tan bien, y Young Jae estaba enojado de que ChaNi era intolerante en primer lugar. Young Jae había construido Desire con la idea de que sean agradables y seguros en su ciudad.

—Desde que You Jin golpeó a su primo —dijo TaeYang—. ChaNi dejo claro que no lo iba a permitir.

—  ¿ChaNi? —Sandeul preguntaba mientras caminaba por las escaleras—. Pero él parecía tan agradable.

Young Jae no quería problemas en su ciudad, pero su manada siempre es primero. Si ChaNi demostraba ser un problema, Young Jae cortaría de raíz esa mierda.

Rápidamente.

 

 

In Seong agarro su cabeza mientras él gemía. El golpe fue mal. Él sabía beber mejor. ¿Qué había estado pensando? Su intestino giro y la bilis se levantó en la parte posterior de su garganta. Estaba deseando que al menos hubiera consumido agua entre bebidas.

Demasiado tarde para eso.

Con un gemido bajo, In Seong dio la vuelta. Él se acurruco contra el calor, alejarían los tambores de su cabeza.

¿Calor?

 

In Seong  lentamente abrió los ojos. La habitación era oscura, pero la luz de la  luna era suficiente para mostrarle que no estaba solo en la cama. Miraba fijamente una espalda fuerte, amplia y desnuda. Los ojos de In Seong ligeramente se ampliaron mientras él sentía su estómago y la ingle.

¡Oh infierno! Él estaba desnudo, también.

¿Qué había hecho? In Seong buscaba su memoria de la noche anterior, pero él no podía recordar ir a casa con nadie. Espera, él había estado emborrachándose con You Jin.

In Seong intentó elevar a sí mismo a los codos, pero su cabeza palpitante lo obligada a yacer hacia abajo. El más mínimo movimiento le hizo sentir como si estaría enfermo.

Cuando el hombre junto a él comenzó a girar, In Seong sostuvo su aliento. Lentamente revelando a su hombre misterioso.

Era You Jin.

—Oh Dios —In Seong susurro. ¿Qué hizo? In Seong mastico su labio mientras intentaba recordar algo de anoche, pero no pudo. Lo último que recordó fue reír y pasar un buen rato en la taberna.

Espera. Habían dejado el bar juntos. Él había andado el camino equivocado, y You Jin había sacudido a In Seong encima de su hombro y lo puso en el carro de You Jin. ¿Condujeron... a dónde condujeron? In Seong se había dormido en el camino.

Y entonces... Y entonces...

In Seong gimió. Y luego obviamente habían tenido sexo. Si él realmente había dormido con el hombre alto y guapo, recordarlo hubiera estado bien.

 

¡Oh Dios! In Seong se disparó en una posición sentada y casi vomita. La  habitación giro cuando un pensamiento terrible vino a la mente. ¿Él llevo a You Jin a casa? ¿Estaba ChaNi en la habitación de al lado?

Su primo lo echaría.

In Seong miró alrededor y se sintió aliviado cuando él no reconoció la habitación. Él no estaba seguro de donde estaba, pero al menos no era la habitación de ChaNi. Vio un reloj en la mesita de noche. Los números rojos que brillan intensamente vieron 5:16.

—Estoy sorprendido que estés despierto. Pensé que iba a dormir hasta al menos el mediodía.

In Seong dio vuelta su cabeza y miro la silueta de You Jin. Sus gruesas pestañas enmarcaban sus ojos preciosos. Su mohicano estaba despeinado y tenía una expresión soñolienta, sexy. In Seong bajó su mirada al pecho desnudo de You Jin.

—  ¿Tuvimos sexo?

You Jin presiono una mano en su pecho, justo sobre su corazón. —Me siento herido que no recuerde nada. Hablando de patear el ego de un hombre.

In Seong lamento que no recordaba bien. — ¿Fue bueno? You Jin se rodó a su espalda, riéndose.

¿Significa que fue malo? —¿Por qué se ríe? —In Seong quebró.

—Oh, Cupcake —You Jin giro a su lado y había acariciado el maxilar de In Seong. Su mano era cálida y algo se apretó en el pecho de In Seong—. No tuvimos sexo. Tengo más honor que tomar ventaja de ti.

—Entonces, ¿por qué estoy desnudo? —In Seong pregunto mientras cubría su ingle.

—Duermo desnudo —dijo You Jin. Pasó su mano de la mejilla de In Seong a su cuello, luego sobre su hombro. —Sólo quería que estés cómodo.

 

Su tacto estaba causando estragos en el cuerpo de In Seong. La oscuridad, la  forma íntima en que You Jin lo miraba, y esos besables labios desempeñaron un papel importante en hacer crecer el cuerpo de In Seong. In Seong se obligó a apartar la mirada. Aún sentía náuseas, y no estaba seguro de qué hacer con You Jin.

You Jin obviamente lo quería pero In Seong ya tenía bastante en su plato. Él no necesita enredarse con You Jin. Además, si cedía a sus deseos y ChaNi lo descubría, estaría sin hogar.

—Necesito llegar a casa —dijo—. Tengo que estar en el trabajo a las nueve.

—Te puedes duchar aquí —ofreció You Jin. Dios, su voz ahumada hizo a In Seong listo para lanzar la precaución al viento, y era peligroso. Con movimientos lentos, se acercaba al borde de la cama y sentado con las piernas colgando sobre el lado.

—Gracias, pero me tengo que ir —In Seong miró a su alrededor por su ropa, pero apenas podía ver en la oscuridad.

Una mano firme se deslizó sobre su espalda. In Seong se estremeció cuando su resolución vaciló. —Al menos descansa aquí por un rato más.

In Seong pasó una mano por el pecho y esperó a que las náuseas pasaran. Todavía se sentía borracho, pero tenía que salir de allí. Rezó para que regresara a casa sin vaciar el estómago por todo el lugar.

Cuando sintió la raspadura de la barba de You Jin en la espalda, In Seong saltó de la cama e inmediatamente lo lamentó tan rápido. La sala se sacudida hacia los lados. ¿O era él?

—Whoa —You Jin se levantó y estuvo al lado de In Seong en un latido del corazón—. Tranquilo ahora.

Aunque In Seong se balanceaba y le dolía la cabeza, You Jin olía tan bien, terroso, mientras sus manos iban a la cintura de In Seong, estabilizándolo. Se dio cuenta de que ambos estaban allí desnudos. In Seong se apartó del agarre de You Jin. —  ¿Dónde está mi ropa?

Con un suspiro, You Jin se movió a través de la habitación y recogió una pequeña pila. —Si insistes en irte, no te detendré.

In Seong tomó la ropa y se sentó en la silla enfrente de la cama. Se trasladó lentamente, con cuidado, tratando de no empujar el estómago. — ¿Pero me darás un viaje a casa?

—  ¿Estás seguro de que desea que ChaNi te vea conmigo?

La cabeza de In Seong se levantó, luego palpitaba dolorosamente. Se apoderó de su cabeza y gemía. — ¿Por qué importaría?

You Jin tenía un punto válido. Conseguir una vuelta a casa de él presentó un desafío. ¿Incluso ChaNi se daría cuenta de que dejó a In Seong fuera? ¿Quería arriesgarse?

—puedes dejarme algunas puertas lejos —In Seong no estaba avergonzado de ser visto con You Jin. Infierno, él quería gatear por el chico. Pero tenía que pensar en ChaNi y In Seong no quería más complicaciones en su vida de las que tenía.

—Como el infierno —la respuesta de You Jin fue a bala—. ¿Crees que voy a dejarte caminar en el frío, solo, a esta hora de la mañana? —él bufó—. Me tienes decidido.

In Seong había logrado subirse sólo su ropa interior. Estaba demasiado cansado y su cabeza dolía demasiado para tratar con el resto de su ropa. —Es sólo unas pocas casas hacia abajo.

—Vino a casa conmigo, y es mi responsabilidad entregarlo en su puerta. Yo soy no flexible en eso —You Jin volvió a la cama y se cubrió con las sabanas—. Trae tu culo aquí y duerma un poco más, o... bueno, no hay ninguna otra opción ahora mismo. Estoy cansado y tengo un largo día mañana. Voy a  hacer que llegue al trabajo a tiempo.

In Seong era hueso cansado y la idea de vestirse e ir a casa no era atractiva. Lo único que querían hacer era tumbarse hacia atrás y dormir. —Bueno, todavía tengo unas cuantas horas para ir al trabajo.

You Jin gruño. —Y estás perdiendo ese tiempo hablando.

Dejando sus pantalones caer de su mano, In Seong se levantó y fue hasta la cama, donde él se arrastró debajo de las cobijas. Él abrió la boca cuando You Jin lo jalo cerca, se encrespo alrededor de él.

—No soy una almohada.

—No, pero eres suave y caliente —You Jin bostezó—. Ahora a dormir.

La mano de You Jin estaba sobre el estómago de In Seong y sentía la erección de You Jin en la espalda, pero no hizo movimiento para seducir a In Seong. Estaba perfectamente acomodado, la barbilla descansando sobre el hombro de In Seong.

Con un bostezo profundo y un vientre agitado, In Seong cerró los ojos y cayó dormido de vuelta, visiones de pistolas y sangre persiguiéndolo.

 

Continuara....

 

 

 


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