---Instituto A.T.E.N.A.S (Hora de la salida)---
El día transcurrió igualmente con rumores, mal entendidos, cosa que los donceles ignoran cada que debían, solo que contestaron si ofendían a los dos amigos suyos.
Amista lo hace porque siente algo especial por el peli azul, pero… Shion solo porque no le gusta que sobajen a los demás…
Vamos a creerle por esta vez.
Y de igual forma, Dohko y Deuteros, seguían defendiendo a los donceles, callándoles las bocas a los idiotas que se atrevieran a decir una estupidez.,
Habían prometido no decir nada o hacer nada, pero… No se quedarían callados mientras los demás ofendan a sus donceles.
Sí que se toman enserio el hecho de amarlos y defender su honor.
Aunque Shion y Asmita podían sin duda solitos en ese ámbito.
En fin… Fuera de eso, y el recordatorio de los próximos exámenes, todo ha salido bastante bien en lo que cabe.
Dándoles igual las miradas al verlos salir y ser acompañados por los dos jóvenes de segundo año.
Al menos demostrando que sus palabras no afectaran y no se alejaran de sus amigos o personas especiales…
Veremos qué sucederá.
Después de todo, Dohko y Deuteros desean acompañar a los donceles a sus casas, al menos en alguna parte del camino, como sea y lo que sea… Solo quieren pasar más tiempo con ellos.
Se les nota en la cara de emoción, de que esto suceda, aunque anterior ha pasado, al acompañarlos de regreso a su casa después del cine.
-Ya están llegando los exámenes- Suspira el peliverde, mirando algo serio al frente.
-Es verdad, esta es la del segundo periodo, lo que significa que el tercero llegara muy pronto… Y luego, las vacaciones- La emoción del castaño se incrementa, haciendo que sus ojitos brillen, pues desea tanto ese descanso, y si para entonces, ha tenido un mayor avance con el de ojos rosas, sería lo mejor del mundo.
-¿Planean algo especial para las vacaciones de invierno?- Puede que sea muy pronto, cuando apenas el otoño ha comenzado, pero… El tiempo pasa volando y con la escuela, los tiempos libres son preciados.
-Lo más seguro es que pasemos mucho tiempo juntos ¿No?- El de cabellos verdes habla tranquilo, con una cierta sonrisa de resignación.
-Sí, mis padres deben hacer sus últimos viajes de negocios antes de que lleguen esas fechas- Sonríe animado, asintiendo que en efecto su tiempo será compartido con su mejor amigo de la infancia.
-Tu padres… ¿Salen mucho?- Una pequeña duda en Deuteros por la vida del rubio.
Asintiendo tranquilo, mirando al peli azul –Si, las familias de mis padres tenían por separados hoteles muy elegantes, eran como enemigos pero amistosos, y bueno… Al crecer… Mis padres se enamoraron y casaron, fusionando ambas empresas de hotelería, formando una cadena muy importante- Sonríe tímidamente, y con cierta preocupación, porque lo que sus compañeros tengan razón, aunque su corazón lo niega –Así que... Deben salir constantemente, para verificar que cada hotel este en forma y si se necesita alguna remodelación- Una risita tímida se deja ver –Por esa razón, me quedo mucho tiempo en casa de Shion-
El sonrojo sale sin previo aviso, el ver esa dulce sonrisa de su ángel, es suficiente para hacer que su corazón lata emocionado, y volar entre las nubes.
-Comprendo…- Lo mira atento, dejando escapar un suspiro –Imagino que cuando vuelven estas muy feliz-
-Claro que si- Camina al mismo ritmo que el peli azul, dirigiéndose hacia la salida –Es hermoso verlos de nuevo, aunque no negare que me da miedo cada que se deben ir… Los aviones son algo que me preocupa mucho…- Baja la mirada, respirando profundamente –No sabría qué hacer si mis padres... Ya no estuviera conmigo… Creo que es algo que me aterra mucho…-
-Tranquilo Asmita…- Sin pensarlo y atreviéndose a hacerlo, toca el hombro del rubio, para animarlo y darle confort –Nada malo pasara, sabes… No debes pensar cosas tristes o malas, porque se pueden hacer realidad, es mejor que pienses de forma positiva y solo tengas el deseo de verlos, eso sería mucho mejor- No sabía ni que estaba diciendo, los nervios lo invaden cada que esta con el dulce ángel de su vida.
-Es lo que hago, pero gracias… Tienes toda la razón- Más baja de nuevo la mirada algo preocupado –Sabes… No sé por qué te cuento esto, realmente no hablo de ello, pero… Es por que… No me gustaría mencionar este tema delante de Shion- Ha estado manteniendo la voz baja en todo momento por la misma razón.
-¿Pasa algo si le cuentas cómo te sientes?- Le parece raro, se nota que ambos se tienen mucha confianza, como mejores amigos no se ocultarían nada a su parecer.
Niega con la cabeza rápidamente, mirando la espalda del peliverde, dedicando una mirada triste, pero sonríe al verlo hablar tranquilo con el castaño, es una buena señal sin duda.
-No es algo que me corresponde contar de él, pero…- Se detiene a un lado del peli azul, para mirarlo un poco más atento y sonreírle con las mejillas sonrojado -¿Puedo hablar contigo de cualquier cosa que me preocupe?- Eso sonando más como una plegaria, a como una pregunta en sí.
Sus zafiros brillantes, deseando que la respuesta sea afirmativa, el corazón late por ser atrevido, las mejillas rozagantes.
Desde luego la reacción en el cuerpo del peli azul no se dejó de lado, el corazón desbocado, las mejillas rojizas, a como se pueda ver por su piel, los nervios invadiéndolo, pero intentando calmarse.
-Claro que si Asmita- Le responde sonriente.
No sabe ni cómo es posible tener esta cercanía de la nada con su hermoso ángel, pero no la va a desaprovechar… Deuteros ama a Asmita, aun sin haber sabido nada más que solo su apariencia, y aun sabiendo más de su familia, eso no le importa, le da igual cualquier cosa que represente algún bien monetario o inmueble.
Para Deuteros, si Asmita no tuviera nada, sería igual de hermoso, y su corazón solo latería por él, sin importa nada más.
Su amor es sincero y puro, nada que conlleve a un deseo más allá de solo ver feliz al rubio y que algún día le pueda corresponder.
-Gracias… A veces hay cosas que no podría contarle a… Shion- Claro que el tema nunca lo toca, reconoce que es algo muy difícil para el peliverde, por ende, siempre oculta ese único detalle que en ocasiones lo hace sentir triste, pero sin importar que sonríe.
Es sumamente valido tener temores en tu vida, tal vez los creas insignificantes y que otros la tengan peor, pero… No por ello son menores, para ti son cosas que te hacen sentir mal y se deben hablar con alguien de tu suma confianza.
No responde, solo verlo sonreír es suficiente.
-Y… Deuteros… ¿Qué harás en las vacaciones de invierno?- Su timidez de repente se presenta, bajando la mirada, sin dejar su sonrisa, pero su voz un poco más baja.
-Bueno… No se aun…- Su respuesta sincera, recordando que posiblemente, durante esas fechas, solo se dedique a ese trabajo que tiene los fines de semana e intentar estar lo menos posible en su casa.
Total… No es incluido como tal en las fiestas familiares.
-Es cierto… Aún es muy pronto… Pues…- Comprende por qué su corazón late de esa forma, pero es aun extraño aquello tan repentino, comenzando a sentir más nervios de lo normal al hablar con alguien, su corazón latiendo con mayor fuerza, no poder ver a esa persona a los ojos ahora…
Por esta ocasión agradeció tener sus lentes para que le ayuden a ocultar su evidencia.
-Asmita… Cada año, el instituto hace un festival para celebrar el inicio de las vacaciones invernales, y…- Rasca su cabeza, algo preocupado, ya que no sabe si sea correcto o no –Los del club de música, hacen una presentación… ¿Tu actuarás?- Preguntando algo obvio, si sabe que se encuentra en ese grupo, pero los nervios traicionan al pobre.
-Claro que sí, de hecho… Degel el presidente del club nos ha dado las instrucciones de que haremos, incluso las notas de la canción que tocaremos- Sonríe mostrando en efecto la hoja –Tengo que practicar desde ahora…- Entrecerrando sus ojos, para ver las notas, pues hoy es uno de esos días que su vista le está afectando más de lo normal –Tendré que aprenderme rápidamente el conjunto de notas- Cierra sus ojos, para quitarse los lentes y tallarse un poco los ojos, le comenzaron a molestar repentinamente.
-¡¡¡¿ESTAS BIEN?!!!- Alza la voz, es su relación del temor que le dio por pensar que algo malo le está pasando, era la primera vez que veía esto de su ángel.
Obviamente los dos de adelante se giran de inmediato, al notar ese tono de preocupación, más el peliverde reacciona de inmediato y fue a ver al rubio.
-¿Dónde pusiste tus gotas esta vez?- Sin más comienza buscar en la mochila de Asmita.
-En el mismo lugar de siempre…- No podría dejar de sentirse incomodó de sus ojos
-¿Qué pasa? ¿Está bien?- Dohko no entiende la situación del todo y ver al peli azul alarmado tampoco era buena señal, aunque el peliverde actúa bastante tranquilo.
Y encontrando la bendita medicina para ojos, que aliviaría la irritación del rubio.
-Asmita, ¿Puedes ponértela tú?- Teniéndola en la mano, mira serio su amigo.
-Sí, solo… Dame un minuto…- Sus ojos solo se podían mantener cerrados, a veces esto ocurría, le hacía sentir sus ojos con un gran ardor de repente y obvio las lágrimas salen sin aviso alguno.
Poco importa los demás alumnos, que miran esta escena, algo curiosos y a la vez maliciosos.
Shion, pensaba que sería mejor colocárselas él mismo, salvo que primero debe esperar que el rubio se controlé de su malestar, pero ese sufrimiento para el joven doncel sigue aumentando.
Deuteros observando esto, no puede quedarse sin hacer nada, sería imprudente de su parte hacer algo así, pero… No lo va a dejar solo, lo intentará ayudar con lo que puede.
Toma las gotas de la mano del peliverde, para acercarse al rubio.
-Asmita… Tranquilo, deja que yo te ayude…- Se acerca al rostro cubierto de lágrimas del otro, y desesperación.
-Si…- Solo responde esto, pues la comenzó sigue, irritándose cada vez más.
Con cuidado levanta el mentón del rubio, para echar su cabeza un poco para atrás, mirándolo más de cerca, sus pensamientos siguen en que es el ser más hermoso y divino del mundo, pero no era tiempo de pensar en ello.
-Mantente así por favor- No sabía ni cómo es que está actuando así, todo lo hace por mero instinto y deseo de cuidar a Asmita, su mente le da el conocimiento posible.
Asiente lo más que puede.
Sabe que debe mantener sus manos lejos, solo provocaría que no pudiera colocar las gotas bien, pero se aguanta demasiado sin tallarlos.
A sabiendas que no tienen las manos completamente limpias, pero no hay tiempo de hacer mucho, solo atina a abrir el ojo de su amado doncel con cuidado, evitando por completo un contacto muy cercano con el globo ocular.
-Tienen que ser tres gotas en cada uno- Las indicaciones que Shion se presentan, pues algunas veces también debió adminístraselas cuando la desesperación de Asmita aumenta tanto que no logra hacerlo por sí mismo.
-Bien…- Atendiendo lo que este le indica, deja caer tres gotas en el ojo izquierdo, para dejarlo descansar y de inmediato cerrándolo…
Un quejido leve se aprecia de Asmita.
Acto seguido Deuteros ayuda con el otro ojo, haciendo el mismo procedimiento.
El espectáculo se presenta, pero poco importa si alguien está en una agonía de molestia, es mejor atenderlo y no preocuparse del que dirán después
Además que no fuera algo del otro mundo.
El ardor poco a poco comienza a disminuir en los ojos del rubio, pero no puede abrir sus ojos ahora, ni dejar de tener la cabeza un poco echada para atrás.
-¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?- Solo desea saber que hizo bien y no lo lastimo más… Su rostro lo puede hacer demasiado evidente ante estas acciones.
-Si… Creo, aun pica, pero… Es menos…- La voz sale algo entrecortada y pausada, sí que ha sido uno de los peores momentos en que sus ojos lo fastidiaron.
-No te toques los ojos de nuevo Asmita, ahora vamos a que te sientes y la medicina surta efecto- Como indica el peliverde, que diviso una pequeña banca en la salida, que es para aquellos que esperan que lleguen por ellos.
-Si…- Esperaba ser guiado por su mejor amigo, pero no es así.
-Y te ayudo- Tomar el control de la situación es lo único que atina, para ayudarlo, no se puede quedar sin hacer nada, y ver a quién ama sufrir.
Guiándolo es como el peli azul reacciona, para que su ángel descanse y se calme un poco.
Aquella banca, no es muy grande, pero es suficiente para que dos personas estén sentadas, milagrosamente se encuentra vacía en este momento, obviamente porque muchos ya se fueron y los jóvenes que se quedan a las horas del club, aun siendo un buen numero, se van caminando.
Desde luego el peli azul, le quito la mochila a su ángel para que este cómodo, y así mantenerla en sus manos hasta que lo pudiera llevar a su casa, no lo dejaría cargar nada que le ocasioné un peso extra.
Su preocupación va a mucho sin duda, no deja de analizarlo y sobrellevarlo, la angustia en su rostro remarcada, pensando en que más poder hacer.
De igual forma el castaño se mantiene a su lado de su borreguito intentando ayudar en lo que pueda para con sus amigos, y de paso admirando la reacción del peli azul, sin duda uno hace lo que sea para mantener al doncel de su corazón a salvo.
Mientras tanto Shion, tecla algo en su teléfono, bastante serio.
-La última vez que esto ocurrió fue hace unas dos semanas, debes ir de nuevo a un chequeo…- Le sentencia algo serio, mas su preocupación se ve en sus ojos, al juntar un poco sus pequeñas tikas.
-Pero… La próxima cita es dentro de una semana…- Indica algo nervioso, porque el peli azul se entere, pero no hay de otra.
-Pues, se deberá adelantar por emergencia- Cruzado de brazos, mirando al rubio.
-No quiero alarmar a mis padres…- Apenado por ese hecho, no quería ser el motivo de angustia para los demás.
-Sabes que ellos me han pedido que si algo te pasa, con respecto…- Sabe que es un tema delicado, cada uno tiene lo suyo, y reconoce que de seguro estos dos no saben nada al respecto.
-Mis ojos… Puedes decirlo…- Sonríe, dejando escapar un suspiro triste.
-Asmita ¿Qué es lo que pasa?- Desando saber todo lo que rodea a su ángel, cualquier cosa que pueda hacer al respecto lo hará, con tal de que su ángel este a salvo, o saber que más hacer o cómo actuar.
-Deuteros… Mis ojos no funcionan muy bien, con el paso de los años, mi vista seguirá disminuyendo, hasta que un día ya no pueda ver nada.- Lo dice como si fuera cualquier cosa, tranquilo, pero su temor más grande es que… El peli azul al saber esto se aleje…
Nadie quisiera estar con una persona que en algún punto necesitara una ayuda de por vida… Solo siendo un estorbo como se ha llegado a sentir a veces, una carga, cuando nadie se lo ha dicho.
La noticia, sí que fue una horrible sorpresa para el peli azul, que se impresionó tanto, pero intenta recuperarse de inmediato, no va a poner una cara rara, no quiere hacer sentir mal al rubio, ese nunca será su cometido.
Sus manos atinan a tomar las de su ángel, para darle su apoyo incondicional.
-¿Existe alguna solución?- Pregunta por inercia, sin saber que si era correcto.
-No, no existe nada que se pueda hacer al respecto…- Sus manos siendo capturadas por las del joven moreno, lo hacen temblar un poco de emoción, pero… Se controla, no quiere perderlo como amigo, mucho menos como algo más.
El ambiente se volvió algo tenso, es obvio, se confesó algo bastante crítico, que posiblemente no esperando el todo, pero no existe nada que se pueda hacer ahora, más que ayudar al rubio a estar tranquilo.
-Bueno… Debemos esperar a que Asmita se sienta mejor ¿No?- Dohko sonríe levemente, para clamar el ambiente, intentándolo a como puede.
-Sí, pero… No es bueno para él que el sol le dé, puede ocasionar una reacción adversa con el medicamento- Suspira, poniendo su mano en la frente, mirando la hora y la posición del sol –Creo que en una hora y media podremos irnos, le avisare a Yuzuriha y Atla que llegaremos tarde- Debía tomarlo como cualquier cosa, sabe que el rubio no le gusta que hagan un gran alboroto sobre su condición, pero ya se hizo.
-Ustedes si tienen algo más que hacer, pueden irse…- Aun estando con sus ojos cerrados, intentando sentirse mejor de a poco, se preocupa por lo que el peli azul le pueda pasar por no llegar a su casa y hacer la tarea, solo piensa en lo mejor para Deuteros.
-No me iré… Me quedare contigo, por si necesitas algo- La reacción de inmediato es de permanecer a su lado, no importa el tiempo, el peli azul no dejará solo al rubio, jamás, aun sabiendo que Shion lo acompañara.
-Pero, se les hará tarde- El peliverde rápidamente intenta llevar la contraria, pues tampoco le parece una buena opción que esos dos se queden con ellos tanto tiempo.
Pensando en que por lo menos los padres de Dohko se preocuparían.
-No pasa nada- Sonríe el castaño tranquilo, posando su mano sobre el hombro del peliverde –Nos quedaremos con ustedes todo el tiempo que sea necesario- Se acerca un poco para invadir el espacio personal del doncel que es su amor, no con malas intenciones si no para que comprenda que estará a su lado, como si fuera una confesión y deseo del futuro.
Esto desde luego toma desprevenido al joven doncel, que nunca se esperó esto, sintiendo que su corazón late con fuerza, incapaz de verlo a las esmeraldas brillantes que posee, y sonrojándose sin aviso alguno.
Las preguntas de nuevo se remolinean en su mente, pero su corazón parece que lo tiene claro y eso asusta.
-Dohko… No tienes…- Reacciona que es algo que ambos chicos están involucrados –No tienen que….-
Pero en ese instante se hace presente un sonido de un motor deteniéndose de repente y como se abre una puerta de golpe.
-¡¡¡OYE ALÉJATE DE SHION AHORA MISMO!!!- Una voz bastante enérgica y enojada se hace presenté.
Provocando que los cuatro se giren hacia donde viene la voz, dos algo sacados de onda por la aparición de quien habla, más el castaño reconoce quien es, por una foto y su gesto se vuelve de molestia genuina.
¿Podría ser un rival para él?
Asmita reconoce la voz, pues ya la ha estado escuchando, negando con la cabeza, pues sabe a qué viene esto y hasta le da cierta gracia, solo deseaba abrir sus ojos para lograr ver el rostro de su mejor amigo.
Y bueno Shion, sus mejillas se vuelven más coloradas, invadiéndolo los nervioso y el coraje, pues que lo traten así es algo que le desagrada tanto.
-¡¡¡MANIGOLDO!!! ¡¡¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!!!- La presencia de este joven hombre le molesta en cierta forma.
-¡¡¡¿CÓMO QUE ESTOY HACIENDO AQUÍ?!!! ¡¡¡TE VENGO A BUSCAR!!!- Cruzado de brazos, mirando de mala forma a Dohko.
Y desde luego el castaño, también lo mira mal.
-¡¡¡¿Y QUIÉN TE LO PIDIÓ!!!- Ambos gritándose mutuamente, como si fuera algo de ellos dos.
Haciendo que le hierva la sangre al joven asiático, pues no le parece nada agradable que eso sucede, significa que se conocen y tiene algún tipo de relación.
-Ja, ja, ja, Shion ya se enojó porque Manigoldo venga por él…- Le da gracia lo que logra escuchar de su amigo.
-¿Lo conoces?- Deuteros pregunta con cierta duda, al ver como el castaño se encuentra.
-Sí, es el primero mayor de Shion- Responde con suavidad, asintiendo a la vez.
-Su primo…- Ahora entiende por qué la gracia que le da al rubio, incluso a él le comenzó a dar cierta risa el ambiente de celos que se presenta.
Cruzado de brazos, parándose de lado, mirando con cierto desdén al que le hace frente –Nadie debe pedirme que venga por ti, solo quise y, anda vamos… También el rubio viene con nosotros ¿Verdad?-
-Oye, no me puedes dar órdenes- Replica el peliverde, detesta que este lo trate como un niño.
-¿A como de que no?- Responde ahora con gracia, pues ya logro su cometido, hacer enojar de verdad al peliverde –Hazme caso esponjosito-
-Si Shion no quiere ir contigo, no lo puedes obligar- El ceño fruncido de Dohko en su rostro, parándose delante del doncel, retando de esta forma al otro.
-¿Y tú quién eres?- Ya también lo ha visto, en esa foto en las redes sociales de su primito y no le hacía nada de gracia.
-¡¡¡MANIGOLDO!!! ¡¡¡No estés haciendo enojar a tu primo, ni molestes a sus amigos!!!- De la puerta del copilotó se deja ver al bajar la ventana, a un joven hombre de cabellos celestes lacios, unos ojos de la misma tonalidad, pero mirada tranquila, haciendo uso de su poder sobre el peli azulado corto.
-Pero… Florecita, este se intenta pasar de listo con mi primo- Habla desde el fondo de su corazón, cuidando al peliverde.
-¡¡¡¿DE QUÉ DEMONIOS ESTAS HACIENDO?!!!- El rostro del de ojos rosas se vuelve rojizos, los nervios se presentan y el enojo igual.
-¿Primo?- Las esmeraldas se contraen, mirando a su borreguito, que esta tan lindo con ese semblante molesto, y sonrojado a mas no poder.
Puede que sienta un ligero alivio ahora, al conocer la verdadera relación de estos dos, pero… Lo más seguro es que sea pasajero.