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Mi Rayo De Luz por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Por favor lean, disfruten, comenten. 

Nos vemos luego. 

-¿Deuteros?- Pregunta con una sonrisa, logra identificar un poco el rostro del contrario, pero debe ir despacio aun con sus ojitos.

-Asmita… ¿Qué haces aquí tú solo?- La simple vista del rubio, provoca un aceleramiento en el corazón del peli azul, dedicándole una sonrisa, pero la angustia de verlo sin compañía -¿Cómo estas de tus ojos? ¿Ya fuiste al médico?- Esa es la preocupación que solo desea respuesta ahora mismo.

La risita se presenta en los delicados labios del rubio, sonrojándose por el simple hecho de preguntar su bienestar, para él ese peli azul se está volviendo bastante especial.

-No estoy solo, vine con Shion, solo que fue a comprar unas cosas antes, lo espero aquí… Ya que el oftalmólogo me dijo que evitara exponerme mucho al sol-

-Pero… ¿Estarás bien?- Su vista fija en el dulce ángel enfrenté, con las manos sosteniendo la libreta para anotar la orden, con el corazón estrujándose al ya saber la verdad.

-Sí, bueno… Lo mejor que se puede estar- Sonríe, no va a dejar que esa condición con la que nació lo deprima.

Ya antes lloro lo suficiente al saber la noticia, ahora… Debe ser fuerte.

La vida es maravillosa, para solo lamentarse lo malo que ocurre en ella.

Para el peli azul, ver esa gentiliza, la alegría en ese inocente corazón, que le se hace preguntar…

¿Cómo es que todo esto no le afecta en lo más mínimo?

¿Cómo se mantiene tan feliz?

Su dulce ángel es increíble…

Lo cual provoca que de sus labios deseen salir solo palabras dedicadas al rubio, que según las ideas del peli azul, merece tener la oportunidad de que nada malo le ocurra y ser muy feliz.

Si dependiera de Deuteros, sería capaz de cometer una locura con tal de ayudarlo, pero… Si por el momento apenas se está ayudando a sí mismo.

-Asmita, eres muy lindo… Tienes una sonrisa demasiado preciosa…- En ese instante que sus ojos parecen soñadores, un suspiro sale de sus labios, se sinceró sin darse cuenta.

Para que acto seguido, los nervios lo invadan sin tregua.

¿Qué acaba de hacer?

¿De decir?

Le hizo dos cumplidos al rubio, solo siendo amigos… En medio de una cafetería, siendo él el mesero, ni siquiera es una atmósfera romántica.

Siente que ha arruinado todo.

-Yo… Yo… As… Mita… Lo… No…- Ni poder hablar logra, es como si todo el progreso hecho hasta este punto se hubiera esfumado, por su atrevimiento.

Las mejillas rojas como la grana, el sudor que se deja notar en su frente, las extremidades temblando, sin poder ver a su ángel a la cara.

Se debe ver patético a su parecer.

-Gracias Deu- Esa sonrisa sincera, inocente y perfecta, los ojos cerrados, un ligero toque de carmín en las mejillas.

Con el adorno de un corazón latiendo fuertemente contra su pecho  y con un plus… Un diminutivo.

-¿Deu?- Pregunta sin pensarlo, con las mejillas sonrojadas, esperando la respuesta que cree posible.

-Si no te molesta…- Baja la mirada, aunque se le es un poco complicado verlo directamente y no solo por sus preciosos zafiros, si no la vergüenza -¿Po… Podría… Llamarte así?- Sonríe apenado, sujetando un mechón de su cabello en señal de nervios –Los amigos… Se dicen ese tipo de apodos ¿No?-

Dice amigos, por no decir otra cosa…

Se nota que están avanzando con pequeños pasos, jamás se deben apresurar las cosas.

Puede que esa palabra por ahora los identifique y reconozca como tal, pero… Se nota desde lejos que pronto eso ya no los definirá.

Deuteros, siente que su corazón saldrá de su pecho, que en ese mismo momento es afortunado.

Si, solo es un apodo dulce que la persona que amas, porque en efecto… Deuteros ama a Asmita con su corazón desde el minuto uno que vio esos zafiros, pero aun no es capaz de decirlo de frente.

-Claro que si- Asiente sin poder creer su fortuna, pensativo de inmediato, y mortificado, pues siente que debe darle un apodo o sobrenombre lindo a Asmita, pero no se le ocurre ninguno que no sea su ángel, y si se lo dice ahora… Posiblemente si la regaría por completo.

-Entonces… Deu… ¿Podrías aconsejarme que pedir?- Ladea su cabeza sonriente, las mejillas rojitas, pero haciendo su esfuerzo por no verse evidente –No alcanzo a ver todas las opciones, y bueno… Sé que Shion pedirá algo con frutos rojos, pero… ¿Qué me aconsejas a mí?-

¿Podría lucir más precioso?

Alrededor de Asmita parecen existir millones de flores adornándolo, con una hermosa luz, denotando que ese doncel debe ser un ser divino.

Por inercia abre la boca para solo decir lo siente.

-Un batido de nube de ángel- Es lo que se viene a su mente, aparte de si ser una opción, es como decir indirectamente que es Asmita para él.

-Entonces eso por favor, el batido de frutos rojos y… Los pastelillos que creas mejores- Parece darse cuenta de que esa última palabra es dedicada a él, pero… No dirá nada, es secreto de ambos por ahora.

Uno que se nota a distancia.

-Enseguida- Sonríe, al ver que hace feliz al rubio, para acto seguido como protocoló de la cafetería, retirar el menú, pero… Ni por fijarse ve que aún está en manos del rubio.

Reflejo o no, pero toma la mano del doncel.

Un momento que sintieron tan cálido ese tacto, diferente a los demás momentos que sus manos rozan o se tocan, es como si en ese instante se dieran cuenta de mucho más de lo que pudieran expresar aun con palabras.

Lamentablemente, ambos son extremadamente tímidos, no serían capaces de decir nada o conocerse en absoluto.

Sus mejillas sonrojadas los delata, los nervios hacen que desvíen la mirada, y que por reflejo ahora, el peli azul quita su mano, para de inmediato decir.

-En… Un… Mo… Mento… Estará...- No retiro el menú, prefiere huir, para no verse demasiado evidente.

Ya es muy tarde para eso, pero… Les queda demasiado por recorrer, cuando apenas uno está descubriendo sus sentimientos y otro desea exteriorizarlos.

-Gracias- Baja el menú con cuidado, para llevar ambas manos a su pecho y un suspiro escapa de los delicados labios de un tono rosado, feliz por sentir estos nuevos sentimientos más fuertes.

---Mientras tanto con Shion---

Pareciendo de verdad alguien que desea ocultar su presencia lo más que pueda.

Haciendo uso de la ropa que lleva el día de hoy.

El suéter de color negro con capucha lo hace notarse sospechoso, pero usualmente mucha gente ya empieza a vestir así, por el tiempo otoñal y el clima que ya está arreciando con el frio.

Seria desde claro una buena idea, pues va acorde y aunque se vea de dudosa procedencia, no es alguien que logre asustar a los vendedores, ya lo conocen pues es cliente frecuente, pero… Entienden que le da vergüenza ser visto en un lugar así.

Sin embargo, su cabello no coopera, en ocultar su apariencia, pues sale algunos mechones de la capucha, y sabemos que una cabellera verde, esponjosa y hermosa llama la atención de cualquiera.

Además si los ojos rosas no son suficientes para dejar ver que es alguien demasiado atractivo, que pocos podrían creer que tuviera gustos por ciertos temas.

Aunque en sí, no le importaría a nadie, solo a Shion es quien le da un grado de vergüenza, considerando que tiene aún gustos infantiles, pero… ¿Podían culparlo?

Sentía que debía mantener una apariencia más dura y seria, cosa que se va a la basura, al presentar la preciosa sonrisa que tiene solo por el objeto que tiene delante.

-Ah… Lo tienen…- Susurra, sonriente, cerrando sus ojos, festejando por dentro al ver ese libro mejor dicho manga que acaba de salir por la temporada otoñal de estrenos.

Necesita este y desde luego algunos más de otros títulos, había estado ahorrando su mesada, y hecho alguno favores a su hermana mayor, así que tiene el dinero suficiente para esto y aparte guardar para beber algún batido o comer algo con Asmita.

No podía esperar por tomarlos, comprarlos, salir de allí y llegar a casa.

Pero debe ser discreto en todo momento.

Sin más, alza su mano, para tomar el manga delante, pero cuando apenas lo iba a sujetar, una mano golpe con la suya de forma accidental, pues parece que van por el mismo objeto y ninguno se fijó.

Cosa extraña, si se supone están a escaso centímetros, pero… Shion se había quedado sin hacer movimiento por la emoción.

-Lo siento, puedes tomarlo- La voz masculina, sumamente gentil que le da ese permiso innecesario al peliverde, es realmente conocida.

Ahora si quería que la tierra se lo tragara, no podía ser que tuviera la peor suerte del mundo.

De todas las personas que pudiera encontrarse tenía que ser él, aunque obvio existían otras que de plano serian de la peor opción.

Quedando estático unos segundos, analizando si debía decir algo o solo tomar el manga, asentir de lado con la cabeza como agradecimiento.

Rápidamente con la mano más firme del mundo, sujeta el primer tomo del nuevo manga, para acto seguido agradecer con un sutil movimiento de cabeza.

Se fue por la segunda opción que tuvo.

Sin más se gira, para darle la espalda a quien parece compartir ese mismo gusto de lectura.

Desde luego le dio mayor vergüenza, no es secreto para ese joven que lo interrumpió, que a Shion le gusta el anime un poco, se lo dijo como algo de casualidad a la ida al cine y por su emoción se nota.

Pero una cosa es que lo encuentres entretenido como cualquier película, serie, caricatura, que encuentres una tarde de domingo en la televisión y otra es que sepa que es fan, al grado de comprar los mangas de temporada, tener descargados varios en su laptop y otros en el celular, además de figuras de colección.

Es sin duda gran fan, pero… De los que nadie deseen que se enteren, solo Asmita sabe su oscuro secreto y si, sus hermanos, pero si ellos dicen algo, él revela los suyos y no les conviene.

Sin embargo y para su suerte… Creyendo que ya había triunfado al alejarse de quién casi lo descubre, para ir por otros en una sección lejana, siente como una cálida mano, toma su hombro y para acto seguirlo helarle la sangre.

-¿Shion?- Pregunta con mayor emoción en su tono, presentando una sonrisa de alegría absoluta.

O sabía que decir, sentía que en su cabeza un cristal se rompe, para quedar en estado de shock un buen rato, si responde está acabado, si huye… Existirán sorpresas.

-¿Por qué usas una capucha?- La pregunta que más le suena prudente hacer –No hace tanto frio o… ¿Acaso te sientes mal?- Se va por el lado de preocuparse por el bienestar del peliverde, que en otra cosa.

Niega con la cabeza aun de espaldas, para en su mente creer que lo siguiente es lo mejor.

Fingiendo una voz un poco más grave y decir lo único que le sale de su cabeza –No soy Shion, si me disculpas, suelta mi hombro y déjame…- Solo él podía creer que algo así funcionaria.

No porque su tono de voz grave no sea efectiva, si no…

-Ja, ja, ja, ja, Shion… Sé que eres tú- Sin más contesta de forma alegre y con un tono suave en su hablar –No podría confundir tu hermoso cabello y tus lindas manos con nadie más- Tanto así ha sido el nivel de fijarse en cada uno de sus detalles en tan poco tiempo.

Para el peliverde que oculta su identidad, no sabe si esta rojo de emoción, nervios, enojo o por un sentimiento que desea alejar…

Lo descubrió por solo fijarse en sus manos.

¿Por tocarlas acaso?

Y si, si cabello se podía ver un poco por los costados de la capucha, en la abertura del rostro.

Pero una cosa si es segura, debe enfrentarse en este momento al castaño que lo ha descubierto.

Se gira con una mirada de pocos amigos, fijo en él, aunque sus mejillas lo hacen ver más adorable que amenazante.

-Bien, me descubriste…- Responde con un tono de molestia –Si te vas a burlar de mí, hazlo de una vez, pero recuerda que te golpeare si lo haces- Esa es su amenaza, con los brazos cruzados, sosteniendo aun el manga –Y si planeas decirle a alguien más…- Quería seguir con sus advertencias, más debía dejar hablar al otro.

-Espera…- Confundido, pues no entiende de donde viene este actuar tan repentino del peliverde -¿Por qué me burlaría de ti? Si yo igual estoy comprando un manga…- Ladea su cabeza sin comprender a que venía todo esto –Y si no quieres que le diga a nadie, jamás haría tal cosa… Aunque…- Se acerca para sonreírle al doncel y de paso descubrir la cabeza –No existe nada de qué avergonzarse, es algo divertido, no le haces daño a nadie y veo que te hace muy feliz-

Sus cuarzos se fijan en las esmeraldas preciosas que brillan con solo contemplarlo, el calor que sube por sus mejillas al sentir las manos de Dohko que sutilmente acariciaron su rostro al retirar la capucha.

Se siente vulnerable ser descubierto por un secreto que no debería darle pena, pero se da cuenta por este momento que este no se burlaría de él y ni debería, es cierto… También está comprando esos artículos, aunque solo ve uno, el tomo número uno del mismo que lleva él.

Antes Shion en ese momento, se da cuenta que en si ese castaño, no luce nada mal, le parece atractivo…

No sabe de dónde vienen esos pensamientos, incluso la sensación de sentirse aterrado por sus sentimientos se esfuman brevemente.

Con el corazón acelerado….

¿Cómo palabras tan comunes hacer que este doncel tan rudo, cambie a ser un poco más tímido y calmado?

-Gracias…- Es lo único que de sus duraznos labios salen, desvía la mirada, sacando su cabello de dentro del suéter, dejando su pose agresiva de brazos cruzados.

-Así luces como tú mismo- Sonriente, por ver la hermosura de Shion en un fin de semana, sí que Dohko ha corrido con suerte.

-He… Gracias… Bueno…- No sabe cómo huir de esa situación o de querer hacerlo ahora… Solo sostiene el manga con nervios.

-¿Te gusta mucho el género de mecha?- Pregunta como si no supiera la respuesta, por la portada del manga que ya desea leer.

-Si…- Sujeta con fuerza el producto contra su pecho, sin lograr verlo al rostro, un comportamiento atípico en el peliverde –Me gusta mucho…-

-Creo que es genial y como te gusta mucho la mecánica… Imagino que serás capaz de algún día construir algo así- Responde con la emoción a flor de piel, pues sabe en qué club está el peliverde –Seria asombros que lograras hacer una armadura tan gigante. Un robot mecánico de esa magnitud para ser piloteado- Habla de la ilusión y emoción de un joven, pero con el amor de alguien enamorado, alabando las habilidades del presente.

Alza su vista apenado, sus ojos se abren bien grande, la boca ligeramente igual, las mejillas tan rojas que sí, luce como un tomate, sorprendido por el cumplido y de paso… Sentirse como en las nubes por que este le diga algo que alguna vez pensó de niño.

-Gracias Dohko…- Es lo único que sus labios dejan salir, pues en su mente es un caos, pero debe recuperar la compostura de inmediato si no será evidente que algo le está ocurriendo en su corazón.

-Solo digo la verdad, estar en ese club es asombroso, es que tú eres tan maravilloso Shion- Para el castaño no existen problemas en dedicar cumplidos al contrario cada que puede.

Debía hacer algo para salir de esa atmosfera que lo intimida, pero no de golpe, porque de verdad… Le está agradando mucho.

-Oh… Dohko… A ti igual te gusta ¿Verdad?- Intenta mantener la vista fija en él, pero es imposible por la pena repentina, debía calmar su corazón lo antes posible.

-Sí, lo estaba viendo por internet que saldrá pronto y me llamo mucho la atención, un mundo futurista, atacado, población reducida en una isla, con el riesgo de ser extinguidos, es algo cliché, pero tiene buenos toques de ciencia ficción que me agrada- Responde calmado, sin dejar de ver esos cuarzos que lo hacen suspirar y sonreír.

-Sí que te informaste bien- Responde con una cálida sonrisa, una muy sincera y adecuada, demostrando que el ambiente se relaja.

-Siempre que se acercan las temporadas, investigo todos los que saldrán y el que más me guste, es el que compro, los demás los veo en la computadora- Responde sin más, como una conversación bastante casual –Veo que tu igual vienes por los nuevos-

-De hecho, voy a comprar algunos más… Ahí buenos títulos esta temporada…- Camina un poco, invitando de alguna forma al castaño a seguir la conversación -¿Qué te parece Kannagi?- Está haciendo un movimiento arriesgado pues es un género diferente al mecha.

-El concepto de la Diosa atrapada en un árbol y un amor de tiempo atrás- Suspira, sonriente fijando sus ojos en el peliverde –Es algo simplemente maravilloso, a mí me gustan varios géneros, el romance es entretenido, dulce y tierno- Es sincero, no se avergüenza por ese lado romántico que posee.

Conoce una faceta diferente de Dohko, una que le gusta mucho, haciendo que su corazón lata desbocado, incluso sonreír sin pensarlo.

No puede cambiar su actitud dura y reservada, pero… Al parecer este castaño se está abriendo paso de una forma jamás antes vista.

-Entonces… ¿Te gustaría leer Fafner conmigo?- Se sorprende por lo que ha dicho, salió sin previo aviso la pregunta.

¿Acaso su corazón le está jugando sucio?

Pues por conciencia, jamás haría esta propuesta.

Cubriendo de inmediato su boca, mientras deja el otro manga que menciono en su estante, los nervios lo hacen temblar de pánico.

Está siendo algo sincero en lo que desea y eso lo aterra.

Pero en cambio el joven de segundo año, esta que no cabe en su felicidad…

Acaba de ser invitado por el doncel que le gusta y ama, a leer un manga que a ambos les gusta.

-¡¡¡CLARO QUE SÍ!!!- Lo grita a los cuatro vientos, sin importar que los demás clientes y vendedores los miren algo curiosos.

Y acto seguido ríen, por como el castaño actúa.

Algo que va a avergonzar a Shion por un buen rato y no podrá volver a mostrar la cara por ahí, aunque valió la pena… Ante él, ver esa sonrisa y la alegría en el rostro del castaño.

Se asusta por este sentimiento, pero… Se siente algo feliz.

Aun así, sus decisiones no se verán tan afectadas.

Pasa el fin de semana.

Dando paso a las próximas semanas, en donde se prepara algo grande

---Instituto A.T.E.N.A.S.---

La jornada escolar ha concluido, en este momento están justamente en los clubes.

Organizando lo que se verá para el festival invernal, antes de que lleguen las vacaciones de estas festividades, deben hacer la costumbre del instituto.

Cada club está haciendo lo suyo.

En robótica, presentaran un avance tecnólogo que todos los miembros han contribuido, diseñando las partes, haciendo los planos, armando con cuidado.

Es una obra que se notará y no solo eso, si no, también las funciones darán mucho de qué hablar de forma positiva, aunque quedan detalles que terminar.

Los de artes marciales, demostración de sus aprendizajes, seleccionando alumnos de cada grado, para escenarios distintos, obvio deben entrenar mucho más, pero van por un excelente camino.

Los de música, su presentación a nivel orquesta que se esfuerzan por que todo empiece a salir bien, por si algún cambio se necesita, además de tener que llevar el compás de una armoniza voz como centro de atención y complemento.

Cada club está haciendo lo suyo, además, que se encuentran todos emocionados, es un evento de puertas abiertas, los padres estarán invitados y verán lo que sus hijos hacen.

Es una tradición que este instituto tiene, se respeta sin importar nada.

Después de la práctica del club de música.

Un joven de cabellos rubios, se encuentra esperando afuera del salón, pues había prometido verse con cierto peli azul allí.

Mueve sus pies algo nervioso, mientras sostiene su mochila con ambas manos apenado.

Siguen siendo amigos desde luego, y han compartido varias cosas en estos días.

Conversaciones divertidas, algunos concejos para la escuela, incluso unos planes para salir en grupo nuevamente.

Cosas de buenos amigos, aunque… Quien sabe que terminara siendo su relación.

No puede esperar por verlo… Sonreírle y que se acompañen a casa, aunque no van solos, pero es armonioso tener este ambiente entre los cuatro.

Solo está en su ilusión y además que su felicidad incrementa, pues sus ojos desde aquella vez no han fastidiado más, o por lo menos no irritándolo tanto.

Pero de repente una voz que desde luego sabe de quién se trata, pues…

-Asmita, ¿Esperas a Shion?- Pregunta pues sabe su amistad con él.

Niega con la cabeza, mirándolo aun con los lentes antepuestos –Aun está en el club de robótica, saldrá un poco más tarde, estoy esperando a un amigo…- Se sonroja al solo mencionar este hecho.

-¿Deuteros Gemmin?- Pegunta con un rostro serio, cruzado de brazos, parece que no le gusta este hecho.

-Así es Degel- Asiente sin mucho problema y sin fijarse en cómo está actuando el peliverde, con lentes.

-No creo que sea una muy buena compañía para ti- Su hablar demuestra que no está conforme con que un joven estudiante de primero se relacione con alguien como él.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien.

Aquí publicando el nuevo capitulo de este hermoso fic, la verdad, amo mucho esta pareja, una historia de los padres de Shaka y acompañados de los futuros padres de Mu, kiaaaaaaaa...

Esto logra ver un parte aguas para que el ShaMu pueda llegar aquí. 

Pero no diré mas... Espero que lo disfruten y no diré mas. 

Muchas gracias mis terrones de azúcar, de verdad me siento super feliz de haber concluido el fic de "Obedeceme" y que ahora hemos llegado a mover los fic semanales para hacer espacio a los nuevos.

Jajajjajaja así es la próxima semana, miércoles y jueves tendrán dos fic´s iniciados.

Pero no diré mas... Jajajjajaa

Espero que lo disfruten mucho, de verdad me siento feliz de haber concluido muchas cosas. 

Todo es por su apoyo e entusiasmo.

Los mega quiero a todos mis terrones de azúcar.

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan. 

Ammu se va. 


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