---Día del festival de invierno---
El día ha llegado, el momento del festival de invierno, donde aquella institución deja sus puertas abiertas.
Donde los alumnos demuestran lo que han estado haciendo en sus clubes, las familias van para poder ver los grandes avances que sus hijos tienen, en diferentes actividades.
Aunque son más por parte de los alumnos de los clubes, como es tradición.
Algo diferente al de primavera, pero ahora no es el caso.
Lleno de los colores representativos de cada grado escolar, como una combinación de los tres, demostrando que los clubes se hace mediante los jóvenes curiosos de primero con el verde, los de segundo con la experiencia y el azul y los de ultimo año su liderazgo con el color rojo.
Cada alumno porta su uniforme con orgullo, nerviosos de tener que presentar sus habilidades hacia sus padres y demás público.
Otros tranquilos, pues no se primera vez, pero todo es tan armonioso y tranquilo.
Aunque claro, no todo puede ser miel sobre hojuelas en un evento que a veces la suerte llegue a cambiar.
Y eso lo podemos ver en el siguiente club.
---Club de robótica---
-No puede ser- Una joven de cabellos rubios cortos, con unos lentes, busca desesperada por todos lados.
-¿Qué ocurre?- Nuestro querido peliverde se acerca a su compañera, pues la nota demasiado angustiada.
-¡¡¡SHION!!! ¡¡¡ALGUIEN SABOTEÓ MI PRESENTACIÓN!!!- Alza la vista, con lágrimas en sus ojos morados, intentando recuperar las piezas que ahí debajo de su mesa.
-¡¡¡¿QUÉ?!!!- El ceño fruncido del de ojos rosas, demostrando su molestia e indagación –Pero… No puede ser, el salón se mantuvo cerrado desde ayer-
Y claro que esto no pasa desapercibido por los demás alumnos que están en ese club, los cuales se acercan para saber cómo ayudar a su compañera, pero más a sentirse indignados de que algo así ocurra.
Pues se mantiene un ambiente de solidaridad entre todos, al menos es un lugar armonioso que no existen tantos conflictos, o los alumnos no llegarían a ese nivel de odio.
-No sé por qué me pasa esto… Solo quería…-
Claro que las injusticias hace que la víctima se sienta impotente y demasiado triste, se había esforzado como todos en su proyecto para este momento y presentarlo a los demás, hacer sentir orgullos a sus padres, y ahora no tenía nada que hacer.
-Tal vez podemos hacer algo- La propuesta del peliverde se deja evidente, aunque había una pequeña dificultad en esto.
-Shion, ya conoces las reglas… Por eso nos esforzamos mucho antes de este día, tenemos la regla de no hacer modificaciones durante el día del evento principal- Un alumno de tercer año le hace recordar la clausura que se ha mantenido desde sus inicios.
-Lo sé, pero… No es justo para ella- Señala a su compañera –Todos vimos que su proyecto estaba bien el día de ayer, pero… Si alguien vino después a destruirlo, daba saber que no se podría reparar antes de presentarlo- Serio exponiendo su punto de vista, confrontando al presidente de su club, pero es que se debía hacer algo, ante sus cuarzos esta es una completa injusticia –Tal vez, no participe por el premio, pero al menos que se le dé tiempo de repararlo, mínimo presentarlo-
La apariencia firme del peliverde, dando una buena idea, si bien cada club expone sus trabajos y proyectos de forma individual o en grupo, algunos que cuentan con mayor apoyo se le da un premio al que tuviera un proyecto bastante innovador.
Si bien la compañera de ellos no podrá participar para esto, al menos poder presentar su creación.
Es una buena opción, además que se supone que los del club de robótica cuentan con una mejor seguridad que otros, pero aquí se da cuenta que llego a fallar, de una forma inaceptable.
El presidente de cabellos cobrizos y ojos azul cobalto, lanza un suspiro, con los brazos cruzados, acomodándose la corbata, no puede negar que la idea del de primero es una buena y justa.
-¿Todos están de acuerdo?- Pregunta, pues el club se rige por una democracia plena.
Los demás miembros del club, se lo pensaron rápido, pero al final la mayoría dio su voto de afirmación a esta propuesta, lo cual significa…
-De acuerdo, tienes tiempo para reparar tu robot, lamentó decirte que no participará para el premio, pero al menos lo vas a presentar solo de exhibición- Sentencia el mayor del club, con severidad.
-Gracias- El alma se le regresa al cuerpo a la joven.
-Agradécelo a Shion- Responde con un tono grave, pero el ceño fruncido –Ahora, iré a verificar las cámaras de seguridad, porque esto no es algo que debería estar pasando en este club, y los demás miembros no abandonen la sala por ningún motivo, solo hasta el momento que les toque a nuestro club- Sin más el presidente se retira para comprobar, quien fue o quienes fueron los que intentaron sabotear a uno de los suyos.
-Espera… ¿Qué?- Apenas si tuvo tiempo de reaccionar, pero… El presidente se había ido.
Los cuarzos se abren de golpe, aprieta sus puños sin mucho existo a poder refutar la orden dada, se mantiene con lo establecido, pero esta es una medida que se toma, para que todos estén cuidando sus propias creaciones.
Pero no quita el hecho que Shion había pensado en ir a ver la exhibición de los del club de Boxeo o artes marciales mixtas, como promesa que le había dedicado a Dohko, pero ahora se encuentra atrapado sin mayor remedio.
Ya la posibilidad que vaya, es casi cero, si es que no quiere perder su oportunidad de exponer su proyecto, pero… La promesa que se hicieron la vez que comenzaron a leer el manga de Fafner, resuena en su cabeza, y los sonrojos vuelven a sus mejillas.
Un corazón que comienza a aceptar el amor, pero que la mente niega, podría ser bien que no vaya para no seguir con la ilusión, pero… No puede evitar sentir la necesidad de verlo, y… Cumplir lo que le dijo…
---Flash Back---
Habían decidido empezar a leer ese manga que les había gustado a ambos, siendo idea de Shion, y Dohko encantado de hacerlo.
Fue en los últimos días de los preparativos antes del festival de invierno y tenían un día de descanso, así que por esa tarde, después de la escuela y en un parque cercano a la ciudad donde antes de ir a la lectura, debieron pasar a comprar unos raspados coloridos, un gran delirioso para el peliverde y para el castaño, es un dulce frio muy rico, además que el plus de ver a quien le gusta con esa sonrisa es insuperable.
Mientras la lectura se presenta entre ambos, no se puede evitar los sonidos de asombros del de primero, al ir leyendo y entregándose a sus palabras e imágenes del manga.
Algo que Dohko no pasa desapercibido, haciendo que la lectura pasa a segundo lado, con tal de apreciar cada expresión dulce de su borreguito.
Haciendo suspirar cada vez más, como el joven enamorado que ya está por ese peliverde.
Pero debía actuar relajado para no incomodar al de ojos cual cuarzos rosas.
Lamentablemente el castaño es muy evidente y su compañero lo noto, haciendo sonrojar discretamente, aprovechado el libro para ocultar su rostro, aunque no niega que ver esas esmeraldas que lo aprecian de repente, le provoca un gran escalofrió en su corazón.
Le gusta, pero le aterra, es una combinación tan confusa de sentimientos, pero es tan lindo.
Esa es la palabra con la cual Shion en su mente se ha estado dirigiendo a Dohko.
“Lindo”
Eso es lo que le parece Dohko.
Pero apenas se habían terminado de leer las veinte primeras hojas cuando, Dohko tomo valor para hacer una pregunta que necesita saber la respuesta.
Nervioso, sin embargo una hermosa sonrisa se refleja, dejando de lado el raspado de limón que había comprado, y el manga en su regazo, para atraer la atención del peliverde.
-Shion…-
La cuestión es que el peliverde se ha adentrado mucho en la lectura, que fue un sobresaltó cuando ha sido llamado con suavidad.
El nombre del peliverde siempre saldrá con dulzura de los labios toscos del castaño.
-¿Si?- Sintiendo su corazón acelerado, por el susto más que por otra cosa, pero el ver tan cerca las esmeraldas que lo están dejando sin armamento para su acorazado corazón.
Sera directo de una vez, para que no haga sentir atosigado a su borreguito.
-¿Puedo ir a tu presentación de robótica?- Eso era lo que quería saber, si tendría el permiso de ser visto allí, y no incomodar.
-¿He?- Los cuarzos bien abiertos, algo confundido por la pregunta, si de eso no dependía del peliverde, si el castaño quería ir, está en su libertad de hacerlo.
Pero Dohko desea saber si será bienvenido, o sea… En otras palabras si a Shion le gustaría verlo a él, en ese día que se presentan proyectos y presentaciones fabulosas.
-Es que… Yo… Bueno Shion, me gustaría ver tu presentación, me interesa cuál es tu robot que hiciste, no has dicho nada, aunque te he esperado afuera de tu club, pero… Estoy emocionado por conocerlo, así que… Si no es mucha molestia ¿Yo… Puedo?- Los nervios atormentan al castaño hiperactivo, pero es que el amor tienden a hacer que tu personalidad se vuelva algo retraída, porque estas delante de una persona que deseas impresionar.
Las manos de Shion comenzaron a temblar levemente, poniéndose nervioso, incluso bajando la mirada, pero quería verse firme, como si esa propuesta no le diera ninguna preocupación.
No quiere verse evidente al sentirse atraído por Dohko…
De hecho jamás quisiera verse involucrado sentimentalmente con nadie, pero allí esta él, cayendo ante sus propias palabras, pero una cosa es salir con alguien en plan de amigos, y otra muy distinta es aceptar los sentimientos, incluso el peliverde sabe que moriría antes de confesarse.
Situaciones personales, que el mismo juro.
Pero, no niega que sería lindo ver a ese castaño hiperactivo en su presentación y que le dedica una sonrisa, será una forma de sentirse muy apoyado, sin contar que su padre y hermanos estarán presentes.
-Claro que puedes, no debes de pedirme permiso- Habla restándole importancia al asunto, mientras bebe lo último que el queda de su raspado de frutos rojos –Después de todo, habíamos planeado ir a todas las presentaciones, bueno... Asmita ira a la de Deuteros… Y los tres te acompañaremos a la tuya, revela sin mayor importancia lo acordado-
-¡¡¡¿DE VERDAD VAS A IR A MI PRESENTACIÓN DE ARTES MIXTAS?!!!- Se inclina para ver el hermoso rostro del peliverde más cerca, como deseaba tomar las pálidas manos que deben estar algo frías por el raspado, pero es inevitable tomar algo fresco aun cuando el frio ya comienza a inundar la ciudad.
-Si… Dohko, lo habíamos dicho… ¿Acaso se te olvido?- No puede ver las esmeraldas, si no perderá su voluntad de seguir negando ese sentimiento especial.
Pero es feliz desde su corazón, por la emoción que esa noticia provoca en Dohko, le alegra verlo feliz.
---Fin Flash Back---
Sin embargo y ahora… Parece que no podrá cumplir su promesa.
Siendo tan respetuoso de las reglas y viendo que ninguno de sus compañeros planean salir por el momento.
Si sale, y algo llega a pasar, por supuesto nadie se hará responsable del acto.
Se encuentra en una encrucijada, incluso si nada le pasara a su proyecto, podría ser que el presidente al regresar y ver que falto a la indicación, lo castigue con dejarlo fuera de la presentación que involucra el premio.
Está atrapado sin haberlo sabido, solo por intentar ayudar a su compañera.
La cual, si le agradeció mucho por su valentía y compañerismo, pero se encuentra trabajando a mil por hora.
-¿Qué voy hacer?- Se sienta delante de su proyecto, mirándolo atento, y lanzando un suspiro, desde su lugar puede ver por la ventana y notar que varios padres de familia están llegando.
Imaginando que su familia también debe estar por llegar…
Pero fue allí que una idea se le vino a la mente.
---Área verde delantero---
Se podía ver cómo tanto alumnos, como familias enteras se comienza hacer presentes alrededor, algunos lugares que se destinaron a vender comidas o bebidas, pero es algo que se hace de repente y solo si los alumnos desean participar, usualmente son aquellos que sus clubes no son tan apoyados o solo se encargan de cosas pequeñas.
Toda para la espera del inicio de las presentaciones de los clubes.
Los nervios, la ansiedad, emoción, incluso miedo y felicidad son lo que se puede apreciar en todo el ambiente, sin embargo existen sentimientos más involucrados y planes secretos para hacer sentirse a una persona especial.
Y este es el caso del por qué Asmita le pidió un enorme favor a Dohko a escondidas del peli azul, y con la ayuda del peliverde, el cual fue quien fungió como interlocutor para esa propuesta.
Además ya era el momento de que ese favor se cumpla, y debía entregarse en manos del rubio, por parte del castaño.
De hecho el rubio ya estaba esperando a su amigo, caminando por todos lados de izquierda a derecha, además que su presentación iría después de los de robótica, más sabía que la del de segundo año estaría a poco tiempo de llevarse a cabo.
Apenas con todo planeado, para lo que le entrega sea resguardada en un lugar que ya había pensado con anterioridad.
Sin más unos pasos apresurados llegan ante el rubio, dejando ver a un Dohko algo agitado, por correr todo el camino, con el uniforme de su club pero llevando en sus manos lo que se había pedido.
-Asmita… Perdón por hacerte… Esperar…- Habla entrecortado, pues el correr lo hizo casi en tiempo record, agradeciendo tener resistencia suficiente y además que debía volver.
-No pasa nada- Niega con al cabeza del de ojos azules, mirando al contrario –Lamento haberte pedido que me lo dieras hasta acá-
-Ja, ja, ja, ¿Bromeas?- Sonríe de lado, ya habiendo recuperado su aliento –Si te lo daba en el club, Deuteros se había dado cuenta y adiós a la sorpresa- Sin más lo entrega con sumo cuidado aquella carpeta que se supone debería tener varias hojas, pero solo hay una, y bien resguardada.
Los zafiros se iluminan, la sonrisa se presenta, pues al fin tiene lo que había estado buscando, uno de los hermosos dibujos de su peli azul, a las palabras de Dohko era el de los mejores que ha hecho, además que pidió opinión a sus padres, y todos concluyeron que ese era de los más preciosos.
Aunque fue difícil decidir, sin embargo ese se ganó la aprobación de los tres.
-Muchas gracias, de verdad te lo gradezco mucho Dohko- Toma con cuidado la carpeta, para estrecharla contra su pecho, y suspirar, de solo imaginar lo que su Deu ha hecho.
-No agradezcas, lo que sea por mi amigo- Para el castaño el hecho de que el rubio se esté tomando tantas molestias para hacer feliz al peli azul.
Lo hace ante los ojos del castaño y único amigo del peli azul, como alguien que sin duda es capaz de hacer lo que sea por Deuteros y eso vale mucho sin duda.
-Además, me gusta que tengamos que romper las reglas, para que tenga justicia- Pone sus manos en la caderas, enfatizando su enojo –Esos idiotas del club de dibujo o arte, o lo que sea… Siempre hacen menos a Deuteros por los estúpidos rumores, que no son verdaderos, lo molestan y siempre es ignorado- Esta enfurecido, pues no era la primera vez que lo hacen a un lado a su amigo –Pero al fin tendrán su merecido-
-No quiero que Deu se meta en problemas…- Suspira, sonriente, pero su ceño se frunce –Pero tampoco se saldrán con la suya de despreciar los hermosos trabajos de él- Asiente con fuerza y firmeza, ante este hecho.
Podía notar que el rubio está muy decidido, teniendo esa chispa de emoción grabada en su semblante, algo que conoce muy bien el castaño, pues lo ve a diario al verse en un espejo.
Además le da mucha gracia y felicidad, que los sentimientos de su amigo sean correspondidos.
No niega que posiblemente los que primero acepten sus sentimientos compartidos y formalicen una relación, serán Deuteros y Asmita, pues para el castaño y su amor por el peliverde, está aún lejos de hacerse realidad.
Pero podemos advertir que va por un excelente camino.
-Asmita… ¿A ti de verdad te gus…?- Esta por preguntar lo obvio, con una sonrisa pícara, sin embargo el teléfono del rubio comienza a sonar.
Llamando la atención de ambos, pero el dueño del móvil, obviamente siendo quien lo sujete para contestar.
Sin embargo antes de tocar la pantalla táctil, se sorprende al ver el nombre.
-¿Shion?- Confundido, pues usualmente le manda algún mensaje si necesitaba algo -¿Hola?-
Apenas si escucho la voz del rubio contestarle, no puede hablar muy alto, tampoco es como que quiere que todos en su club se entere de lo que está por hacer, solo por la vergüenza que le daría si le preguntan al respecto, pero necesita ayuda para su plan.
Aunque no es buena idea llamar, si puede mandar un mensaje, pero nuestro peliverde ya entro en pánico
-Asmita, te lo suplico, hazme un favor, es muy importante para mí- El tono algo preocupado se puede apreciar, aunque hable bajo.
-¿Qué ocurre? ¿Estás bien?- La preocupación en el rubio se hace presente, pues usualmente cuando su mejor amigo habla de esa manera, es por algo sumamente grave.
Lo cual alerto al castaño, que igual se queda esperando respuesta, con el corazón acelerado al saber que su borreguito pueda estar en algún problema.
Incluso dándole igual si perdiera la exhibición, lo principal para él, es su borreguito amado.