-¿Q… Que… Es esto?- Pregunta sorprendido y mirando uno de sus dibujos, que está enmarcado, como si estuviera dentro de aquella exposición.
-Deu, no nos pareció a ninguno de nosotros que tu compañeros se comportarán así de groseros y mal educados contigo, así que…- Sonríe girándose para con los espectadores, mostrando el dibujo tan hermoso que ha hecho el peli azul –Dohko, Shion y yo decidimos hacer esto-
-Amigo, tus dibujos son mil veces mejores, que los que presentaron tus compañeros y la verdad se merece toda la atención- Sin más se acerca al otro, para empujarlo junto al rubio, para acto seguido hacer lo siguiente –Damas, donceles y caballeros, les mostramos con mucho orgullo y emoción, uno de los muchos trabajos perfectos de nuestro querido amigo y claro, autor de la obra, Deuteros Gemmin- Lo muestra, extendiendo el brazo en la dirección de su mejor amigo, todo sonriente y feliz.
Con un aplauso de fondo, de parte del peliverde, que si bien ayudo, en apoyar y dar ideas, no es tan cercano al otro como el castaño y rubio, pero está con ellos en la locura.
Desde luego el peli azul, no sabe a dónde mirar o que hacer…
Pues es una dulce acción de sus amigos, y desde luego de su hermoso ángel, que es quien lleva entre sus manos el dibujo, como si fuera el cabestrillo donde apoyan las obras.
A sabiendas de la timidez que se apodera de su mejor amigo, Dohko debe hacer la presentación sin duda, pero intentara animar al otro a que diga algo, al menos al final.
-Cómo podemos ver, Deuteros se inspiró en uno de los caminos de nuestra hermosa ciudad, aquel donde una colina se hace presente, en los hermoso paisajes adornados con el dorado de los árboles, al momento en que el otoño se hace presente, e inspira a los enamorados a declararse y demostrarse sus sentimientos con…- Se gira disimuladamente, para con el rubio y el peli azul, como haciendo una referencia a algo que se supone no debería saber –Un tierno abrazo y demostración de protección-
Ahora sí, Deuteros y Amista se ponen rojos como la grana, pues es una clara mención a cuando, en aquella vez el rubio le dejo en claro al de piel morena, que estaría con él sin importar los rumores y chismes que lo rodean, ya que su cariño, va más allá de estupideces sin pruebas.
Quienes acompañan a este cuarteto de amigos, se quedan bastante impresionados por el talento que posee el peli azul, ya que es sumamente precioso.
Invita a ir a ese lugar, recorrerlo y estar con solo una persona.
Transmite la emoción que el artista tenia al momento de realizar la obra, igual que cada quien le da su propia interpretación.
Los adultos acompañados, sienten ese deseo de sujetar la mano de quienes son sus verdaderos amores, sonriendo, o dando alguna otra demostración de afecto.
Es impresionante lo que un dibujo, con apenas unos toques de color, sin perder el estilo minimalista puede proyectar y hacerte sentir.
De hecho, para eso es el arte, para acerté sentir algún tipo de emoción, si lo logra… Ha cumplido uno de sus objetivos.
Claro, no todos pueden sentir la mano de aquella persona que aman, ni darles un beso, o abrazarlo... Pues no se encuentra con ellos, sin embargo…
Hakurei puede que en sus memorias recuerde los instantes cuando su borreguito de lana blanca estaba con él, las alegrías que vivieron, los pesares, los instante cuando sus dos hijos mayores estaban con ellos, en estas épocas de frio, se ponían a ver alguna película, o contar historias…
Avenir, cargando a Shion, Yuzuriha sentada en medio de sus padres, envueltos en una cálida manta, mientras Hakurei abrazaba a los tres, podían descansar después de un largo día de trabajo.
Nada importa más que su familia…
Lamentablemente, este será otro invierno que no pasaría nada de ello, sin embargo… No estaría triste, ya que sus hijos crecen, fuertes y sanos, haciendo que su vida sea mejor porque ellos están con él.
-Es un bello dibujo- Menciona la rubia de coleta alta, con unas tikas de un color rojizo, mirando atenta al frente.
-No me parece la gran cosa- El pequeño niño de cabellos lilas como los de su padre, frunce el ceño, mirando para otro punto.
-Ay, ¿Por qué dices eso Atla?- La mayor de los hermanos, sonríe al verlo enojado, comprende el juego ahora –Si ese chico Deuteros es muy talentoso- Señala el dibujo con su mano extendida.
-Para mí no lo es- Un puchero se presenta en sus labios, y más al ver como Asmita, su amor platónico, se encuentra tan cerca del otro –Yo puedo dibujar mucho mejor que él-
Es la respuesta del niño, con un gran grado de celos, por este acercamiento entre quien quiere y el otro joven.
Cosa rara… Se podría pensar que el infante, celaría más a su hermano mayor, pero al parecer Dohko no es visto como una amenaza, al contrario… Ambos están de acuerdo si el peliverde encuentra el amor.
Algo que puede ser obvio para algunos e incierto para otros.
Sin embargo, no solo ellos admiran ese hermoso trabajo, sino que también otros alumnos, padres y demás, que estaban curioseando se acercan a ver la obra.
Sonrientes al ver aquello, vibrando sus corazones, hablando del trabajo del peli azul, aunque otros murmurando por lo bajo, que Deuteros se les haca familia por los rumores.
Bueno no todo puede ser alegre en esta vida, pero al menos servía, para que conocieran su talento y no lo volvieran a subestimar los de su club por que digan que no tiene ese gran don.
Su corazón late al ver la cantidad de personas que se acercan a admirar su obra de arte no será un gran numero como en otros clubes, pero… Es una masa de personas que solo miran lo que han hecho.
Esperando que sea eso, y no solo ver al hermoso doncel que sostiene la obra, pues el rubio siempre se ve tan lindo donde sea.
Es la idea que mantiene el peli azul siempre.
Sonríe, sonrojado y algo nervioso porque sus amigos le han preparado algo sumamente admirable, tal vez no sea la gran cosa para otros, pero para el moreno, es lo mejor del mundo.
Una muestra así de aprecio y cariño, jamás la había tenido antes, o bueno… No de personas externas a su mejor amigo…
Que su ángel le sonría, le dedique esa mirada azul como el más puro cielo, sus manos sean donde se sostenga el cuadro que conmemora a ese instante en donde sus corazones laten al mismo tiempo, el momento exacto que le dio un simple abrazo, lleno de todos sus sentimientos.
Por las palabras sinceras de permanecer juntos, de que nada importa, ni habladurías, o malos tratos, Asmita estará con él.
Actualmente solo como amigos, pero… Tal vez en algún futuro algo más.
-Deu, es realmente hermoso- El rubio lo mira atento, dedicándole estas palabras de felicidad –Eres muy talentoso-
-Asmita…- Sus palabras no pueden salir, siente que las miradas están sobre ello, los nervios aun lo traicionan y el miedo de decir o hacer algo tonto está presente.
-Sonríe por favor, debes estar orgulloso de lo que has hecho y…- El rubio sostendrá el dibujo tanto como sea necesario, solo ha girado su cabeza para ver al joven de su flanco derecho –Espero que no te molestará que hiciéramos algo así- Ruborizado tenuemente, demuestra sentirse algo conflictuado, pues cree que pudo ser demasiado, pero no se podía quedar la injusticia así como así.
-Claro que no- Niega rápidamente con la cabeza, preocupado de que su ángel se sienta mal –Es… Muy hermoso lo que han hecho por… Mi…- Se señala a sí mismo, sonriente, conteniendo las lágrimas.
Pues es lo que le provoca las muestras de cariño que sus amigos le dan, al hacer algo tan único y arriesgado.
Ya que las reglas podrían llevarlos a un castigo, aunque, se han preparado bien, precisamente el evento de puertas abiertas ha llegado a su fin, por lo cual hacer lo que sea después, ya no es fuera de las normas.
-Eres nuestro amigo, y no dejaríamos que fueran tan crueles y malos contigo, así que…- Sonriente el pequeño Asmita, con los ojos cerrados –Después de presentar tu hermoso dibujo, vamos a ayudarte a limpiar y…- Ladea su cabeza algo apenado –Al parecer mi papá y el de Dohko se llevan bien, así que… Ya fueron invitados a la cena el padre de Shion y los mío han preparado… Si no tienes nada que hacer… ¿Vienes con nosotros?-
Una invitación a cenar con su ángel y claro, los padres de este, con la familia de su mejor amigo y la de Shion, nunca se imaginaria que algo así ocurriría.
Ni en sus sueños más locos, pudieran pasar… Pero a veces las cosas solo suceden y queda dar nuestra mejor cara y afrontarlas, si bien tampoco es algo malo.
Mientras los dos más cercanos están dedicándose algunas sonrisas y miradas que sin duda se pueden interpretar de forma romántica y coqueteo inocente.
Y Shion con Dohko en el fondo, de una vez iniciando la limpieza, pues… De verdad ya deseaban estar pasando tiempo con sus familias, disfrutando un poco con sus amigos y entre ambos, pues mañana era la esperada noche buena y al día siguiente la navidad.
Pero mientras, entre el público, se puede ver como alguien toma algunas fotos de lo que está ocurriendo.
De distintos algunos que se hace demasiado evidente, sin embargo no es para menos si es su trabajo plasmar todas las novedades que ocurren en la escuela y más con este pequeño espectáculo al final de la jornada, no quedara desapercibido.
-Wow, sí que ellos hicieron algo bueno por el despreciado de la escuela- Enfoca la cámara que tiene en mano, ya que ha dicho que para sus noticias, las fotos desde un celular no son de lo mejor que desea utilizar.
-Regulus, ¿Por qué dices eso?- El joven hombre junto a él, le cuestiona esto, pues sí que escuchó cuando dijo la palabra de “Despreciado”.
Después de sacar unas cuantas fotos del dibujo tan hermoso y de paso de la dulce pareja que hacen ambos chicos juntos, se gira para el castaño que lleva una corbata roja, quien lo mira atento ante esto.
-Bueno tío, lo que pasa es que Deuteros Gemmin, es de una familia algo problemática, más bien su hermano se han encargad de crearle una fama y su personalidad a veces explosiva no ha ayudado mucho en deshacerla-
-¿Qué clase de fama?- Pregunta algo curios y preocupado, por saber si su sobrino está a salvo.
-Sé que algunas son falsas, como que es capaz de herir a cualquier con la mirada o que te puede destrozar, o es un buscapleitos- Niega con la cabeza, mirando las fotos que ha tomado –Ese chico es muy tranquilo para hacer ese tipo de cosas, al menos conmigo no se ha metido, ni con nadie, pero muchos hacen chismes, aunque…- Pensativo se queda callado un instante.
-¿Aunque?- Aun Sísifo se queda inquietó por estas palabras del niño.
-Dicen que por robar las respuestas del examen de ingreso, estuvo vetado un año, pero su familia movió influencias, para que lo aceptarán y no fuera la vergüenza de su apellido- Alza los hombros, para ver al castaño –De eso no sé si sea cierto, pero diré… Su hermano Aspros, es un tema aparte…-
Un suspiro sale de los labios del mayor, cerrando sus ojos intentando calmarse un poco –Por favor Regulus, mantente a salvo en todo caso, no quiero que te veas involucrado en nada que te perjudiqué…- La preocupación de su tío se puede denotar a kilómetros, pues es lo único que le queda de su familia, y protegerá a su sobrino a como dé lugar.
-Vamos tío, sabes perfectamente que me se cuidar, aunque sea dos años menor que los de mi grado, se defenderme- Sonríe animado, acercándose al hombre que va con ellos, que si bien no los deja solos, es de pocas palabras –Después de todo El Cid, me ha enseñado a defenderme muy bien-
-Aun así, debes escoger bien tus batallas- La mirada seria del de cabellos verde oscuro y cortos, el cual sostiene la mano del otro castaño –Recuerda que eres lo más importante y valioso para Sísifo-
-Sí, sí, sí, si- Mueve la mano derecha de arriba a bajo, para restarle importancia al asunto –Lo sé, muy bien pero… Ahora que estoy de vacaciones, sería mejor irnos de una vez, para preparar lo que haremos mañana-
-Regulus…- Al parecer el castaño, no le agrada tanto que su sobrino no le tome mucha importancia a las advertencias de los mayores.
Mas el niño tiene sus ases bajo la manga, para que no le discutan mucho.
Sin pensarlo más, se acomoda en medio de los dos hombres justo donde tiene las manos sujetas, para igualmente el más joven, tomarlos de los brazos.
-Vamos tío Sísifo y…- Sonríe burlesco -¿Cuándo podre llamarte oficialmente tío, El Cid?-
-Cuando Sísifo y yo nos casemos, podrás hacerlo- El otro de cabellos verdes oscuros, ropa algo formal para un evento escolar, con una mirada seria y rostro igual, le dedica estas palabras al menor, tan tranquilo, pero demostrando sus intenciones.
-El Cid…- Para el otro es algo que le causa bastante nervios y sonrojos, el que su actual novio le esté proponiendo de una vez matrimonio, si no tiene mucho de haber formalizado su relación.
Pero al haber sido amigos un largo tiempo, ya es como que solo les faltará decir que son novios de forma abierta.
-Vamos a casa- Menciona el niño –Hace algo de frio y quiero llegar a revelar estas fotos, para prepararme y mañana tomar nuevas- Su alegría es inmensa, después de todo, es feliz porque su tío este encontrando el amor, cuando se pasó gran parte de su juventud criándolo, y solo dedicándose a él.
Ahora es el turno del mayor darse un gusto de amor.
-Prepararé un platillo típico de mi país- Agrega la conversación el Español.
-Vaya, me parece bien, después de todo, la comida que hace usted es muy rica- Cundo le combiné le habla de forma formal, y en otras es más familiar.
-Entonces yo hare el postre- Es imposible seguir indagando cuando Regulus está en un plan de mejor imaginar la cena de mañana, y bueno si este año tendrá la compañía de su amado El Cid, ya de forma formal de noviazgo, es algo tan perfecto.
Aunque, poco antes de irse de aquel lugar donde el ultimo evento de la noche se llevó a cabo, el joven alumno prodigio, se gira una última vez, para ver a alguien.
-Es curioso… Como el padre de Shion, tiene un gran parecido con el director… Pero…- Sin pensarlo ha soltado a los dos adultos, para quedarse mirando atento –Nunca ha mencionado que tengan relación antes…-
-¡¡¡REGULUS!!!- El llamado de su tío, lo saca de sus pensamientos.
Haciéndolo que reaccione.
-¡¡¡YA VOY!!!- Sin más, vuelve a retomar su caminar, para irse con ambos jóvenes hombres a seguir arreglando el hogar para las fiestas navideñas.
Cosa que ya muchos están haciendo y otros están a casi nada de hacer.
Como habían prometido, los tres se han quedado para limpiar, junto al peli azul, aquellos cuadros que quedaron sin dueño ahora, pues todos los dejaron sin más.
Nadie tiene el amor por lo que ha hecho.
Los arreglos igual debían ser retirados, guardar los soportes de presentación y acomodarlos en el club, era el trabajo que Deuteros tiene, y casi lo iba hacer solo, pero quienes lo quieren no lo permitieran.
-De verdad no tienen que hacer esto- Menciona Deuteros llevando algunas cajas, hacia su club.
-Ja, ¿Crees que te dejaríamos hacer esto tú solo?- El castaño va tan alegre junto al peliverde, desde luego cargando algunas cajas y ofreciéndose a cargar lo que lleva su amado borreguito.
-No es para tanto, es solo una pequeña cortesía- Shion no dará mayor importancia al asunto, además que ya está muy avergonzado por la sonrisa incesante del otro.
-Lo hacemos con mucho gusto Deu, además, así terminaras mucho más rápido y podemos ir a cenar algo delicioso- Lo único que permitió el peli azul llevar al de ojos color de cielos, son algunos cuadros pequeños que quedaron, lo menos pesado para él.
Sonríe nuevamente, bajando la mirada, están los cuatro solos, los demás clubes ya han cerrados y alumnos se han ido a sus casa con sus familiares.
Pocos son las voces que están cerca, y pues debían darse prisa ellos para que sus familias que esperan afuera, no se desesperen.
Después de todo, es el último día de clases de este año, las vacaciones de invierno ya empezaron, o lo harán al momento que crucen la puerta principal.
Por lo cual, el peli azul, puede expresar su sentir con mayor confianza.
Aunque su sonrisa este en sus labios, unas lágrimas caen de sus ojos, sintiendo que no merece tener amigos así de buenos, y un ángel que lo esté iluminando tan de cerca.
Pero… Por una sola vez en su vida, siente que está en el lugar correcto que puede disfrutarlo, que tiene ese derecho al final…
Es algo de la confianza que ha estado ganando, desde que conoció a Dohko y a su ángel.
Podría al fin, pensar que la vida es buena con él, tal vez no ha sido justa, pero… Eso no importa ahora…
Siente una inmensa felicidad, amistades que lo apoyaron sin importar nada, para que algo que deseaba y decía que no era importante, se hiciera realidad.
Acercándose más al rubio, que en un rápido movimiento, le ha quitado una de las lágrimas que corren por esas mejillas morenas.
Sorprendiendo al peli azul de la dulzura de quien ama, viendo esa sonrisa tan pura y perfecta que desea proteger con toda su alma.
-Deu, no llores por favor- El pedido del rubio es con suavidad y cariño, para con el otro.
-Es… Que estoy muy feliz…- Podría en este momento tomar la mano del rubio, pero las cajas le estorban para hacerlo, al menos puede sonreírle con tanta emoción.
El corazón de ambos late a un solo ritmo que ninguno aun comprende, las mejillas ruborizadas, las sonrisas que se comparten por el momento tan mágico.
Aunque el frio está presente y sea el final de la época estudiantil por este año, no significa que no se pudieran ver.
Al llegar al club y dejar todo en orden, como se le había “Pedido” a Deu, sabían que era el momento de por fin salir de aquel lugar y dirigirse con sus familias a disfrutar un poco de la noche.
De una cena tan magnifica que sin duda lograría acercar a las familias sin saber que los cuatro jóvenes están cada vez más cercas de forma más romántica.
Pero aun es disfrazado por la amistad.
Dohko y Shion están en su mundo, de cosas del anime y mangas, planeando que en estas vacaciones podrían disfrutarlas con noches de maratones de desvelo, para aprovechar al máximo, obvio cada uno en sus casas, pero podrían conversar por mensaje si lo quieren.
Sin embrago… Alguien está por hacer una propuesta muy significativa.
-Deu, ¿Te gustaría en navidad salir conmigo un poco?- La carita del más hermoso ángel, se manifiesta con tranquilidad ha hecho una propuesta tan significativa y atrevida en cierta forma.
Una invitación para el peli azul, en donde sería la primera “Cita” que tendrían y bien podría ser de una índole romántica.
Claro que esto uso en asombró y torpeza al peli azul, que sin pensarlo, y por la sorpresa grata.
Se tropezó con una caja, cayendo hacia atrás sobre algunas hojas de papel que se encontraban en el suelo, amortiguando su golpe, pero… No salió ileso, con algunas cortadas de papel.
Sorprendido a los tres presentes, aunque Dohko se reía a lo bajo y el peliverde igual, salvo que el rubio de inmediato fue a ayudarlo y ver si está en buen estado.
-¿Estas bien?- Rápidamente se acerca, para ayudarlo.
-He… Si… Asmita… ¡¡¡SI QUIERO SALIR CONTIGO!!!- Para este punto, la pregunta de su bienestar quedo en segundo plano, pues en su mente solo está la propuesta de quien ama y claro que no iba a rechazar tal invitación.
Su rostro demuestra que está en el paraíso, sujetando la mano del rubio quien se la estiro para ayudarlo a levantarse, podría vivir toda la eternidad a lado de su amado.
El momento perfecto, en donde sus manos se unen y sus miradas se encuentran, entre la felicidad y la adversidad, al parecer su amor esta de a poco floreciendo.
Sin más y con esa cita, los cuatro salen del club de arte, Deuteros teniendo las llaves, para cerrar con cuidado, y ser dejada al salir con el guardia que se encargaría de poner aquellos objetos en donde corresponde, que es una zona ya prohibida para los alumnos.
Los cuatro felices, tranquilos y muy divertidos por haber cumplido sus pequeñas metas de este evento.
Dos con premios, uno con las alabanzas del público y otro… Igual con halagos, pero habiendo y descubierto que tiene grandes amigos, personas que lo aprecian y quieren por lo que es, sin importarles las idioteces de otros.
Le regalo ese dibujo a su dulce ángel, era lo menos que podía hacer.
Aun no se atrevería a tomar su mano tan abiertamente, pero al menos podría caminar junto a él, por los pasillos aun alumbrados del edificio de los clubes, y con los pocos alumnos que también ya se van con sus familias.
Todo es perfecto, es maravilloso, nada podría arruinarlo…
Bueno… Eso se creía…
-Deuteros- Una voz femenina se escucha, que al parecer no se nota del todo alegre, ni sincera, pero al parecer sabe fingir –Hijo, aquí estas… Te hemos estado esperado todo este tiempo- Su sonrisa no enmarca nada bueno.
Y menos al ver a un hombre con una cara de pocos amigos, mirando al de piel morena, y claro, que no podía faltar el hermano gemelo de Deuteros, Aspros parece estar sonriente y disfrutando de lo que sucederá a continuación.