En ese momento los cuatro jóvenes se quedan algo confundidos, bueno más bien…
Asmita mira a quien ha llamado al peli azul, algo confuso pues no conoce a los padres de su amigo, pero sí al ver al gemelo mayor del otro, esto no le da buena espina.
Igual Shion que solo dedica una mirada seria a la situación, entendiendo que esto deberá traer un gran conflicto, pero se mantiene con cierto margen.
Dohko por su parte, le hierve la sangre de escuchar a esa mujer, su tono de buena madre es solo una falsedad, pues conoce la vida de su mejor amigo y ella, jamás ha sido algo parecido con su buen amigo, al contrario.
Por último, Deuteros se queda mirando sin poder articular palabra alguna ante las miradas de aquellas personas, sobre todo ver ese rostro burlesco de Aspros solo significaría problemas para él.
Apenas si abre su boca para decir algo… Ni tiempo logro obtener.
-No te vimos en la demostración de deportes de tu hermano- La voz seria de ese hombre de cabellera oscura y ojos que solo presentaran una severidad ante el hijo que tiene enfrenté.
Los reclamos no se hacen esperar en ningún momento.
-Yo…- Claro que esta temeroso, tal vez no tanto por su persona, pero no quería que sus padres la tomaran en contra de sus amigos en este momento o que su temperamento le ganara.
-Sabes que la familia debe estar unida, nos hiciste falta allí- La vocecita que pareciera no romper ni un plato de parte del mayor se presenta, una burla para el pobre moreno.
-Deu, también tuvo una presentación del club de arte- El castaño habla como si nada, sonriente a manera de contraataque de esas personas, mirándolas con severidad, lo demuestran sus esmeraldas imponentes.
-Oh, tú de nuevo muchachito- La mujer con un desde evidente hace referencia al castaño, clara señal que no es de su absoluto agrado.
-Gusto en verla, señora- La sonrisa forzada, parado a lado de su amigo, pues no lo va a dejar solo, al contrario lo apoyaría en lo que sea, aun en contra de esa familia.
-Deuteros, vámonos- Demanda el hombre, que solo reta con esa mirada azulada, que heredo a sus hijos.
-Pero, tengo planes- Rápidamente habla con seriedad de lo que había pensado, que la noche seria maravillosa.
-¿Qué planes pueden ser más importantes, que tu propia familia?- Aspros sí que está gozando la des fortuna de su hermano.
-Pasar tiempo con mi amigos, desde luego- Responde sin siquiera pensarlo, sintiendo un gran enojo por hacerlo renunciar a lo que pensaba en estas fechas.
-Sabes que es una tradición, que toda la familia Gemmin pase las festividades junta con todos los miembros, y eso claro que te incluye- De nuevo la mujer de cabellos azulados mira al menor con un profundo coraje, pero sigue manteniendo la calma en ese pasillo.
-Basta de tonterías- Habla fuerte el padre de los gemelos –Vendrás con nosotros ahora mismo-
-¿Y si me niego?- Rápidamente planta clara al hombre que varias veces le ha dado bofetadas por su insolencia y posiblemente esa vez no será la excepción, aunque se calma por el público que podrían tener.
En un acto rápido de apoyar a su mejor amigo, el castaño sonríe con gusto –Deu, puede pasar con nosotros estas festividades, sería un gusto para mí y mis padres que estés acompañándonos-
Asmita se encuentra pensando en que poder decir, teme decir algo que pueda meter más en problemas al peli azul, pero su actuar de inmediato es tomar la mano del moreno para evitar que se vaya, dándole una señal de que estará con él sin importar nada.
Las caras de los progenitores de los gemelos se descomponen por la falta de respeto del Chino, no tanto por que sea un joven, sino porque la posición social de este es una muy por debajo de los estándares y de solo verlo le desagrada a ambos.
-Oh hermanito, ¿Enserio preferirías pasar las fiestas con ellos en vez de nosotros?- Se acerca peligrosamente al moreno, mirando de reojo al castaño y rubio junto al contrario y de paso la mirada furtiva de cuarzos rosas que se mantiene algo al margen pero igual le desagrada todo esto.
-Claro que si- Responde encarando a quién le ha hecho al vida más miserable, incluso por el odio que ha provocado en sus padres contra él.
-¡¡¡¿CÓMO TE ATREVES?!!!- La mujer sin pensarlo alza la voz, pues Deuteros se comporta de manera altanera según ella.
-¿Harás enojar a mamá y a papá?- Le pregunta de forma sínica, acercándose un tanto, suficiente para que pueda susurrar y ser escuchado –Sabes que sería una lástima que a alguno de tus…- Mira de reojo a los allí presentes a lado del moreno –Les pasara algo que pusiera en riesgo su reputación, como… Cierta cosa que ocurrió esta tarde en un club de maquinitas y eso…- Su sonrisa de burla, ese tono que sin duda provoca algo de odio.
No tardó mucho en captar el mensaje, sorprendiéndose un poco, pero no tanto se imaginaba que Aspros haría cualquier cosa para fastidiarlo, pero…
¿Por qué meterse con Shion?
Si de todos es con el que menos ha interferido, incluso Deuteros y el peliverde, no se pueden considerar como tal amigos, si no conocidos apenas, a lo que podría ver.
Aprieta su mandíbula, como sus puños, mirando con furia extrema a su gemelo, que le dedica la mejor expresión de burla.
Han ganado sin duda…Todo fue fríamente calculado por Aspros para dejarlo en desventaja ante esto.
-Está bien…- Refunfuña, sintiendo la sangre hervir.
-¿Deu?- Sorprendido el castaño le pregunta, con las esmeradas bien abiertas, sin dar crédito a lo que escucha.
-Perdónenme, no podría ir con ustedes esta noche- Baja la mirada, clara señal de que se ha dado por vencido, solo para que Aspros o incluso sus padres se metan con ellos.
De mala gana y deseando no tener que hacerlo, suelta la delicada mano que sujetaba la suya, para con paso lento y pesado, se aleja de sus amigos, para acercarse a esa maldita familia que le dio la vida, pero una de sufrimiento absoluto.
-¿Deu?- Igual reacciona el rubio, sin comprender como es posible que se aleje de esta forma ahora.
-Asmita, ¿Nos podemos ver después?- Pregunta con un gran dolor en su corazón, apretando sus puños… Por qué se debe alejar de esta perfecta cita.
-Vamos, Deuteros- El padre de este vuelve a habar de forma exigente en su tono, pero esta vez de forma mal educada se dispone a irse para ya retirarse.
-Sí, debemos verificar si la servidumbre ha hecho lo que les ordenamos- Suspira malhumorada, igual siguiendo a su esposo –Sería bueno despedir a unos cuantos, ya no son tan rápidos como antes, me desespera su torpeza-
-Lo que quieras hacer, por mi está bien- El sujeto de cabellos negros asiente, para complacer a esa mujer.
Y detrás de ellos Aspros con una sonrisa de haberle ganado a su hermanito, no daría un comentario más despectivo, debe mantener la farsa ante sus padres de ser el niño bien portado, pero como gozara al tener al moreno de nuevo en su casa para molestarle y joderle la existencia.
Ya ni tiempo tuvo e escuchar la respuesta, debía irse, alejarse de lo que su verdadera familia, de amigos que lo han apoyado a como pudieran, de personas que al menos no lo tratan mal, al contrario lo tratan bien, sin miedo o abusos, nada contra su persona.
-Deu… Yo…- El rubio claro que desea ir con el peli azul, que no se fuera así, si se nota de inmediato en su rostro que no quiere ir con ellos, pero es detenido rápidamente.
-No lo hagas- Shion lo toma del hombro.
-Pero, él no quiere ir… No debería…- Su rostro preocupado, todo paso rápidamente, como era posible de haber estado hace unos momentos hablando de una salida, a cenar algo por este festival y tener pensado algunas cosas más, pasaran a que Deuteros deba irse así como así.
-Maldita sea…- Dohko se encuentra furico también, no le agrada esto, y más porque sabe el sufrimiento que le espera a su buen amigo al estar con esa loca familia.
Ahora los tres debían volver con sus familias y dar la noticia que el peli azul no los podrá acompañar en esta noche, pues los padres de este han empezado a fastidiarlo de nueva cuenta.
---Mansión Gemmin---
Apenas entrar a ese lugar, se puede notar la frialdad de su ambiente, aunque este alumnado y bien decorado por las fechas, las cosas no son de color de rosa, al momento en que el hijo menor de esa familia entra.
Sabe que su infierno inicia.
Por esa razón, pasaba días fuera de esta casa, cosa que a sus padres nunca les importaba su paradero, pues era mejor solo ver a su primogénito y no al segundón que desgraciadamente tuvo que estar con ellos.
¿Por qué ahora quería que estuviera con ellos?
Si poco lo veían, y era mejor para Deuteros esto, ya que no debía soporta sus fruentes insultos de desprecio o golpes. En casa de Dohko es tan feliz, porque… Aunque no tengan la gran cantidad de dinero o prestigio, son una familia que se aman y respetan, incluso él se sentía como en su verdadero hogar allí.
Quería pasar el día siguiente y noche allí, donde tendría una calidez familiar que siempre se le ha negado, aunque sea un abrazo, una felicitación, una rica comida casera en compañía de personas amables… Que lo tratan como si fuera un segundo hijo para ellos, no siendo denigrado como lo es ahora.
Un fuerte choqué de una mano contra la piel de la cara, se puede escuchar en la sala principal de esa mansión.
Deuteros solo resiste el golpe en su mejilla derecho, su rostro por el impactó solo se mueve un poco de lado, no debe responder, debe quedarse así recibiendo el castigo y regaños que sus padres le dan.
-¡¡¡DEBES APRENDER CUÁL ES TU LUGAR!!!- De nuevo ese tono de odio que su propio padre le dedica.
-No puedo creer que aun te sigas juntando con ese buen para nada de Libriz- El tono chillón de la mujer, denigrando como siempre a quienes no están en su misma posición social –Creí que habías entendido que no quiero que sigas yendo a esa pocilga, por favor ¿Qué puede ver de bueno en ese lugar?-
-Una verdadera familia- Responde sin siquiera pensarlo, con la mejilla enrojecida, frunciendo el ceño pero firme en su palabra.
-¡¡¡¿QUÉ DIJISTE?!!!- La madre de Deuteros solo responde con profunda molestia -¡¡¡NOSOTROS SOMOS TU FAMILIA, MALDITO MALAGRADECIDO!!! ¡¡¡SIEMPRE DICIENDO ESTUPIDECES Y TONTERÍAS!!!-
-¡¡¡SI NO FUERA PORQUE TODOS PREGUNTARÍAN POR LA VERGÜENZA DE NUESTRA FAMILIA, NI SIQUIERA HUBIÉRAMOS QUERIDO QUE VINIERAS, EL LUGAR ES MEJOR SIN TU PRESENCIA!!!- El padre demuestra mejor las intenciones de su prole, pues el solo hecho de ver a Deuteros es el recordatorio de que tendrán una piedra en su zapato por siempre.
-Déjenme ir con ellos, incluso… ¡¡¡RENUNCIARÍA A ESTE APELLIDO, PARA NO TENER RELACIÓN ALGUNA CON USTEDES!!!- Ahora encara a los dos, no le importa que sean sus padres, pues nunca han demostrado ese amor en sí, solo le recuerdan que es lo peor que ha ocurrido en sus vidas.
Pero rápidamente otra bofetada es conectada en su otra mejilla, impidiéndole seguir, y provocando que un poco de sangre salga de la comisura de su boca.
-¡¡¡¿CÓMO PUEDES DECIR TAL COSA?!!!- Enfurecido su padre, con el ceño fruncido y el gran odio en sus ojos -¡¡¡SI TU LLEGARAS HACER ALGO ASÍ, CRÉEME QUE NO ME CONTENDRÉ PARA HACER QUE ESA GENTE LO PAGE!!!-
-¡¡¡NO TE ATREVAS A HACERLES NADA MALO!!!- Defiende a las únicas personas que lo han tratado con aprecio y cariño familia, no permitirá que algo malo les hagan sus padres.
-¡¡¡SI SIGUES EMPEÑADO A PASAR TIEMPO EN ESA CASUCHA Y CON ESE MUCHACHO BUENO PARA NADA, NO NOS DEJARAS DE OTRA QUE HACER TODO EN NUESTRAS MANOS PARA HACER QUE ELLOS SE ALEJEN DE TI!!!- La amenaza hecha, sin siquiera deberla y temerla quienes le han dado mucho más cariño y amor al hijo que siempre han rechazado por su sola apariencia y conflictos ganados por culpa de su gemelo.
-Aun eres menor de edad hermanito- Aspros sonríete, contempla la miseria del contrario –Pueden ser fácilmente acusados de secuestro de menores, ya que estas mucho tiempo en su casa, durmiendo sin el consentimiento de nuestros padres- Poniendo la idea en la mesa, que los otros dos la tomen depende de ellos.
-¡¡¡ESO ES UNA ESTUPIDEZ!!! ¡¡¡TENGO DIECISIETE AÑOS, LOS DIECIOCHOS LO CUMPLIRÉ PRONTO Y…!!!- Simplemente pensar que eso pasara le aterra, pero igual le enoja que intenten dañar a la familia de Dohko, pero lamentable es un plan maravilloso.
-Aun así, si vuelves a ir a casa de esas personas, no dudaremos ni un solo segundo en hacer que toda la ley les caiga- Sentencia la mujer de cabellos azules para advertir al menor.
-Pero… No, por favor…- Su ruego, una súplica dolorosa por el hecho de prohibirle ir a esa casa, al lugar donde nadie lo maltrata, le dice cosas horribles o hace daño, su mejor amigo allí se encuentra y no poder… Pide que eso no se lo arrebaten, apretando sus puños, pero sin soltar lagrima alguna aunque su corazón sienta la opresión del miedo.
-¡¡¡YA OÍSTE A TU MADRE!!!- Abel ha hablado, dedicándole una última mirada déspota a su hijo, con un profundo odio en este instante -¡¡¡LÁRGATE A TU HABITACIÓN, NO QUIERO QUE SALGAS DE ALLÍ HASTA MAÑANA EN LA NOCHE!!!- Le da la última orden a su hijo menor, al verlo tan derrotado y sin posibilidades de levantar su voz contra ellos.
Todos disfrutan ver al moreno en esa forma, que ya no puede defenderse, que le han derrotado, en donde su voz se apaga para solo aceptar las palabras que ellos le dicen y ordenan, insultos, culpas, todo lo negativo que es contra su persona es más que necesario según ellos, que lo entiendan este pobre joven.
Con la cabeza baja, asiente ante ellos… Ha perdido mucho más de lo que alguna vez deseo…
¿Cómo es posible que le arrebaten algo importante para él?
Si el amor que nunca ha recibido en su casa, lo ha sentido cuando ha ido a casa de Dohko, desde la primera vez que fue, sintió lo que una verdadera familia es, incluso lo hicieron sentirse parte de esta, cuando una vez… El castaño casi lo llevó arrastrándolo, pues deseaba acabar con su sufrimiento de alguna forma posible.
Esa vez, le tuvo que jurar al papá de su mejor amigo que jamás haría una tontería de esa índole, puede recordar ese rostro aterrado del pelirrojo que le dijo tantas cosas amables y lindas, que no logro evitar abrazarlo y llorar con él, todo ese dolor contenido por fin lo pudo liberar…
Y ahora… Le han advertido que si vuelve a ir a esa casa, que considera más su hogar que esta fría mansión, harían lo posible para dañarlos.
No lo permitirá, aunque deba ser arrancada de nuevo su única felicidad y esperanza de una familia amorosa.
Mientras el moreno sube esas escaleras, y los padres de los gemelos deciden a irse de lado contrario, Aspros se queda en la sala principal, sonriente, dándose cuenta que su plan para seguir arruinándole la vida a su hermano menor, ha dado hermosos triunfos, pero no acaba allí solamente ese tormento.
---Unas horas después---
El moreno se encuentra en su habitación, una donde el lujo sobresale, pero la oscuridad y el abandono igual.
Si bien, todo esto eran más que sobras de lo que sus padres le dan al mayor, pues a su parecer alguien que no es de provecho a la familia, no merece nada.
Aunque los aparatos tecnológicos y muebles no son de mala calidad, ni en tan mal estado se encuentran, pero… Así son las vidas de personas que tienen dinero a diestra y siniestra para cumplir deseos sin preocuparse de nada.
Pero con todo esto, nada sirve pues… Deuteros se siente solo, y es porque de hecho lo está.
Con su familia odiándolo, burlándose, amenazándolo, dañándolo de forma física y psicología, lo podía soportar él, pero… No debían meterse con sus amigos, con ellos no debía suceder eso…
Estando sobre esa cómoda cama, que sin importar lo suave que se sienta es más un martirio, el peli azul preferiría mil veces, seguir compartiendo la habitación con su mejor amigo, eran visitas que se prologaban por días y siempre se sentía bienvenido y claro que ayudaba a los quehaceres, allí aprendió mucho hacer por su cuenta también.
Los lujos no compran por completó la felicidad, si no tienes a alguien con quien disfrutarla o al menos hablar.
La espalda del peli azul recargada en la pared, abrazando sus propias piernas, ocultando su rostro en medio de las rodillas, mientras en su mano derecha sostiene su celular, como quería mandarles un mensaje a sus amigos, decirles que todo está bien y que no se preocupen por él, pero…
Temía, no quería causar problemas a su mejor amigo, a su ángel, a nadie… Esas amenazas, sabe que sus padres las cumplen sin importar que… No soportaría que quienes quiere sean dañados, si con su sufrimiento y soledad evita que algo así sea realidad, lo aguantara…
Sin embargo igualmente piensa en alguna solución, en donde pueda hacer un desafío más, sus padres no podrían controlar con quién se junte en la escuela… Aunque sabría que Aspros lo estaría espiando…
Pero podrían seguir siendo amigos, aunque no volviera a esa casa en donde las risas reinan, no significa que dejaría de ver a su ángel.
Su cabeza es un caos, después de tanto tiempo en sufrir las fatalidades, son lo primero que se le vienen a la mente, no las soluciones, sin embargo… Parece más calmado ante esto ahora.
-Hablare con Dohko, con mi ángel… Sé que deben estar preocupados y…- Suspira, las lágrimas secas han quedado en sus mejillas, solo es un leve dolor que soporta muy bien, ya lo ha vivido antes –Yo tengo el celular apagado… Lo conectare y podre hablar con ellos- No sonríe, pero su corazón esta calmado ahora.
Tal vez, si se pone en contacto con ellos y les explica lo sucedido, le den una mejor solución de todo, entenderían y podrían apoyarlo, además… Lamenta tanto el no poder haber ido esa noche con ellos, a esa cena en donde pudo haber pasado más tiempo con su ángel.
De solo imaginar lo que se perdería…
Incluso, ya estaba más que invitado, para pasar el día siguiente con los padres de Dohko y claro con su mejor amigo, prepararían una deliciosa cena, decorarían, reirán, hablarían, cosas bellas podría disfrutar.
Pero todo se arruino en solo un momento, no tendría esa oportunidad, sin embargo… Podría ver a su ángel, si se lo propone y logra hacer algo para que eso suceda, lo hará… Lo hará sin falta.
Su valor es retomado, con su alegría inicial, serio, pero con la mente puesta en que debe seguir adelante y hacer hasta lo imposible por ver a Asmita, eso le traería calma a su corazón atormentado.
Ahora más que nunca, es cuando su cuerpo se levanta de aquella posición, para abandonar la cama e ir directamente a conectar su celular al cargador.
No lo había hecho por que no sabría que decirles o hacer, estaba bastante confundido, agobiado, pero al fin tiene la mente en calma y clara.
Lamentablemente, apenas su celular es conectado a su cargador, para que la batería se restaure al máximo, la puerta de su habitación se abre, sin pedir permiso alguno, además, que su habitación no gozaba de un seguro para la misma, algo que en palabras de sus padres es algo que no se merece.
Lo cual la privacidad tampoco era posibilidad para él.
Sin embargo, poco le importa la intromisión, mas al ver a alguien como si de un reflejo sombrío de tratará, con la diferencia de la piel clara del invitado no deseado.
El cual, se coloca en el marco de la puerta, recargando la espalda, cruzado de brazos sobre su pecho, y sonriéndole de forma maliciosa.
-Hola, hermanito. ¿Te arruinamos una salida con tus idiotas amigos?- Las burlas siguen sin parar.
-Lárgate de mi habitación- Deuteros le habla entre dientes, pues la molestia de esa maldita presencia es demasiado para soportar, mirándolo con sus hermosos ojos azules que brillan por la gran ira contenida.
-Curioso, creí que ya no era tu habitación, pues te la pasas con ese enano- Sonríe, pues le encanta mofarse y hablar de forma despectiva del castaño.
-¿Y eso a ti que te importa?- Le cuestiona rápidamente, dejando su celular sobre la el escritorio, en donde algunos libros y una laptop descansan, para encararlo, pero tendría cuidado de no acercarse tanto sabiendo como el otro se las gasta.
Como desearía gritarle, pero modula su voz, siempre esta tan restringido en este maldito lugar que lo asfixia.
-La verdad, me gusta que no estés todo el tiempo aquí, estorbas mucho ¿Sabes?- Le sonríe de lado, clavándole la mirada de despreció que siempre le ha generado –Aunque, es triste no tener a nadie de quien burlarme, por eso haces falta-
-No soy tu juego, ni tu burla Aspros- Le contesta ya bastante irritado, frunciendo el ceño –Date cuenta que tú ya has ganado, nuestros padres te prefieren, yo no valgo nada para ellos, ¡¡¡¿QUÉ MÁS QUIERES DE MÍ?!!!- Es evidente que nadie puede soportar tantas burlas de una forma tan calmada, con tantos deseos de responder.
-¿Quieres que sienta lastima por ti?- Le habla con un tono suave y chillón, de evidente acción de mofarse.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡SOLO QUIERO QUE TODOS ME DEJEN EN PAZ!!!- Aprieta sus puños y dientes, conteniendo la gran ira en su ser, porque es evidente que no soportara más su coraje -¡¡¡YO NI SIQUIERA DESEO VOLVER AQUÍ, TENGO ALLÁ AFUERA A MI MEJOR AMIGO, SU FAMILIA ME ACEPTA!!!- Baja la mirada, pues esto es un hecho que le duele mucho más -Sé que no soy un miembro sanguíneo, pero… Me tratan muy bien, soy bienvenido…- Levanta la mirada con mayor decisión -¿Por qué no dejarme estar con ellos, así no tendrían que verme más?-
-Por qué no sería divertido- Contestación con un tono de triunfo –No dejare que seas feliz nunca, me hare cargo de que tu vida sea un infierno, mucho más de lo que ha sido hasta ahora- Sonríe, mostrando los dientes como un animal salvaje a punto de atacar con los brillantes ojos azules.
-¡¡¡¿POR QUÉ ME ODIAS TANTO?!!!- Se acerca esta vez, no podía creer el nivel de maldad en su hermano mayor contra su persona, levanta sus manos al nivel del pecho para señalarse a sí mismo –¡¡¡YO NO TE HE HECHO NADA, SOY UN PARÍAN EN ESTA FAMILIA, DÉJENME VIVIR LEJOS DE AQUÍ!!!-
-Si lo intentas, sabes que pasara- Recordara que sin importar que haga su gemelo menor, las cosas no saldrán como deseé, pues las amenazas de sus padres vuelven a retumbar en sus oídos.
-¿Por qué me hacen esto?- No llorara, se aguanta, pero el coraje es enorme en su ser, mordiéndose el labio inferior solo para evitar irse a los golpes contra ese idiota.
-Tal vez, alguien les hablo un poco mal de esos estúpidos Libriz- Se jatea de nueva cuenta, lanzando una sonora carcajada, evidenciando que claramente fue él.
Desde luego Deuteros conecta esto rápidamente con lo otro, para asentir, con la sangre hirviéndole como si se tratara de la misma lava –¡¡¡ERES UN MISERABLE, ASPROS… NO SABES CUÁNTO TE DESPRECIO…!!!- Su voz esta entrecortada por que desea ahora más que nunca golpearlo.
-Está bien- Asiente triunfante, como si lo que hiciera fuera la mejor gracia del mundo –Pero aun así no puedes hacer nada contra mí, en cambio yo puedo hacer mucho contra ti, aunque…- Se queda un momento pensativo, con esa sonrisa de lado nuevamente, mientras cierra sus ojos, confiado de su ventaja –Si sigues molestando e insistiendo en que todo te salga bien… Tal vez al próximo, algo malo le pase sea a ese idiota de Dohko, o a ese rubiecito…- Entiende que da en el clavo con Asmita.
Los ojos del moreno se abren de par en par, su boca igual, pero su ceño fruncido se presenta, sus puños le arden, pues desea golpear a ese imbécil, que posee su mismo rostro, pero mucho más malicioso.
-¡¡¡NO TE ATREVAS A MOLESTAR A ASMITA!!!- Le grita sin importarle nada, pero antes de siquiera seguir decir o hacer algo, es interrumpido.
-Sabes que no puedes detenerme por tu cuenta, pero…- Abre sus ojos, serio en su porte elegante, dándose cuenta que gana sin importar que –Si te quedas callado, te alejas de ellos y no haces nada más que sufrir- Muestra su alegría inmensa por este hecho –Los dejare en paz, ya que a la próxima vez.. Puede que alguien pierda su beca, o un accidente de escaleras contra alguien que no ve-
-¡¡¡MALDITO…!!!-
-¡¡¡DIME LO QUE QUIERAS, PERO, SI ME PONES UN DEDO ENCIMA, NADA LOS SALVARÁ, Y MIS PADRES TE CASTIGARAN!!!-
El moreno sabe que ha sido derrotado sin siquiera haber podido luchar, es imposible tener todo en la vida, se ha dado cuenta de esto nuevamente… No puede ser feliz por siempre, sin que su pasado lo vuelva a arrastrar al infierno mismo.
Sus puños esta tan apretados que sus uñas se han encajado a sus palmas, pero poco le importa sentir el cálido liquido rojo, que se escapa como gotas de lluvia manchando el piso.
-Sé que a ti no te importa nada de lo que te pase, pero… Si lo que les pase a esos imbéciles- Deja de estar recargado del marco de la puerta, para de esta manera irse de esa habitación que se encuentra a penumbras, pues la iluminación se ha extinguido –Obedece Deuteros, y nada les pasara, aléjate de ellos y sufre en silencio- Dando media vuelta, mira de reojo al contrario –Como siempre lo has hecho, es… Agradable verte así-
Con aquello dicho, el hermano mayor se aleja, soltando fuertes carcajadas de triunfo pues ha logrado dejar al moreno desarmado, con la gran impotencia que siente en su ser, todo por no saber que más hacer.
La mirada contraída, los puños apretados dejando escapar su propia sangre por el coraje extremo que siente, su respiración agotada, el corazón latiendo de la rabia de no ser capaz de defender a los que quiere, baja la mirada sin siquiera pensarlo, de sus orbes azules oscuras se escapan lágrimas de importancia, de ira contenida, de todo ese dolor que ha sufrido en silencio…
Y esta vez, esta de nueva cuenta solo en esa gran mansión, donde su infierno no acaba, solo inicia día con día.
---A la mañana siguiente---
Un celular suena y vibra de manera insistente, ni parece ser tomado por nada del mundo, pues ahora contiene dos llamadas perdidas, y el dueño ni siquiera se ha dado cuenta por estar aún dormido.
Es sumamente temprano, apenas el sol se asoma de entre el crepúsculo mañanero.
Pero al fin, la llamada es respondida, dejando escapar un bostezo de quien contesta, tallándose los ojos, tocando la pantalla táctil, no se ha fijado por nada del mundo del número o el nombre del contactó de quien llama.
-¿Bueno?- Contesta a manera de pregunta, pues no conoce a nadie que le hable tan temprano.
-¡¡¡TENEMOS QUE AYUDARLO!!! ¡¡¡NO PODEMOS DEJAR SOLO A DEU!!! ¡¡¡POR FAVOR, AYÚDAME… DOHKO!!!- Una preocupada voz es la que se presenta, por la angustia enorme de no saber nada de quien su corazón anhela.