La mala cara del peliverde doncel no se hace esperar, al contrario bufa tan fastidiado de estar atrapado en algo tan absurdo como lo es y será esta obra –Tsk, ¿Crees que realmente nos importa?- Gira sus cuarzos, para ignorar por completo a la joven.
-De hecho, creo que en verdad no nos interesa mucho que digamos- El joven rubio, habla suave, apoyando a su manera al amigo que ahora solo le dedica una mirada aburrida.
-¡¡¡SON UNOS DESCORTESES!!!-
¡¡¡REALMENTE GROSEROS!!! ¡¡¡¿QUE NO PUEDEN GUARDAR SILENCIO MIENTRAS NUESTRA GRAN LÍDER HABLA?!!!-
Los miembros del club desde luego van a defender a la joven de cabellos azul cielo, de la insolencia de los ajeno a este mundo.
-¡¡¡PUES EN PRIMER LUGAR, YO NO QUIERE ESTAR EN ESTA OBRA!!! ¡¡¡ESTOY SIENDO OBLIGADO POR ELLA!!!- Le da igual apuntarle con el dedo índice, ya fastidiado -¡¡¡NO TENEMOS TIEMPO PARA ESTAS BOBERÍAS!!! ¡¡¡SI VAS A DECIRNOS QUE ESTUPIDECES VAMOS HACER!!! ¡¡¡DILO DE UNA MALDITA VEZ!!!- Su furia sigue siendo bastante, realmente estar sobre un escenario no es algo de lo que le gustaría participar, pero las absurdas tradiciones de ese instituto son claras, y al menos que desee que todos sepan de su posibilidad para salirse con la suya, será mejor que se atenga a la realidad.
La mirada de descontento de los demás es muy evidente con la furia plasmada en ellos…
Sin embargo, la líder de aquel club no se lo toma a mal, al contrario, le parece interesante el desafío de este Doncel.
-Shion… Tranquilo… No debes actuar de esa manera. Cálmate por favor- Asmita quiere a su amigo actué con cautela. Reconoce que están siendo forzados a esta tontería, pero a diferencia del peliverde, puede soportar esto sin mucho problema, viéndole el lado positivo a las cosas.
-Apenas escuchar la voz del joven de lentes, el Doncel de mirada rosa, solo gira su cabeza, fastidiado, para ignorarlo por completo, demostrando que aún sigue reacio de entablar una conversación con él.
Lo cual nota el joven doncel, pero solo suspira, aun no es el momento a su ver, no en este instante, pero eso no quita que le duele ser tratado así, aunque se lo merezca, solo fue un error e ilusiones sin malas intenciones.
Un aplauso de parte de la joven de tercer año se hace presente, sonriente, disfrutando del pequeño espectáculo que ve –Oh, pero si ambos sin duda logran hacer un perfecto show de dos amigos enojados- Sin duda ella solo ve hasta donde lo desea, pero en un instante se pone una careta de seriedad, solo posando su mano delante de su rostro, para dejar de sonreír y mantener un semblante orgulloso –Bien, fuera de bromas, es hora de que sepan lo que cada quien hará-
Y como por si fuera todo preparado, las luces comienzan a titilar, para crear la atmosfera perfecta de incertidumbre y suspenso, y así, después iluminar solo el escenario donde se encuentra la joven que mira atenta a los dos donceles, mientras señala con un puntero laser un cartel pegado en la pared donde el telón ayuda a cubrir.
Los ajenos a este club se quedan algo incómodos y desconcertados por esta locura que de repente se presenta, sin entender, y ya pensado que todos los adeptos a este club deben estar realmente mal de la cabeza.
Mientras los miembros solo sonríen y están encantados para que la joven hable, guardando silencio…
Todo es una brillante actuación que asustaría a cualquiera.
-Entonces… La obra que pondremos en escena este año será…- Señala el título que había cubierto con su cuerpo, para crear mayor suspenso –¡¡¡“LA PRINCESA Y EL GUISANTE”!!!- Habla fuerte y claro, orgullosa, con los ojos cerrados, y mentón en alto, para que todos noten sus portes histriónicos.
-Oh, es una grandiosa idea-
-Bien pensado hermosa y perfecta gran líder-
-Sin duda será la más fabulosa de todas las obras que han puesto en esta escuela-
-¡¡¡SI!!! ¡¡¡DEBEMOS IR PREPARANDO TODO Y CONSEGUIR LOS VEINTE COLCHONES!!!-
-Gracias, gracias- Vanagloriándose, mientras abre sus ojos, para ver el desconcierto y cara de disgusto en los dos protagonistas que escogió –Ja, ja, ja, de seguro se deben preguntar- Alza los hombros despreocupada -¿Cómo es que dos vamos a protagonizar esta obra?- Su voz algo chillona y molesta se hace presenté –Si la obra no lo requiere de esa forma-
-Esa obra tiene de protagonistas a varias princesas, una princesa que naufrago, un príncipe, y la madre de este. Realmente, solo son dos los protagonistas- Asmita que ha leído varios cuentos de hadas de hace tiempo se queda muy confundido por cómo se llevara cabo esto sin siquiera que esto estén concordando con el original -¿Espera que Shion y yo hagamos esos papeles principales?- Alza una ceja, con un rostro de completa molestia, pues el contexto no es para nada agradable a su ver y menos si tiene que una atmosfera romántica.
Niega con la cabeza rápidamente la joven, mientras se sigue moviendo hacia su izquierdo del escenario, para que el cartel de detrás se pueda apreciar mejor –Oh, pero ustedes no serán pareja, les había dicho ¿No?- Despreocupada, mientras deja ver un organigrama del elenco, sin duda se la paso muy divertida para armar su fantasía –Asmita, tú serás la princesa que será el verdadero amor del príncipe, que será esta miembro del club- Deja ver el rostro de un alumno que por el momento no se ha visto en el lugar –Puede que no sea tan atractivo como tu novio, pero encaja perfectamente con el papel- Agrega esto a la conversación, mientras nota la reacción del rubio.
Lanza un suspiro, sabe que así sería la cosa, no le molesta, recuerda bien el cuento, no debería haber más que solo una “Hermosa” declaración de amor, aunque esta algo incómodo, se supone que ella estaba a favor de ellos como pareja.
¿Qué la hizo cambiar de opinión, para ya no…?
-Y bueno, tú Shion…- Mira al peliverde, el cual le dedica un rostro de fastidio.
-Sí, sí, sí, seré la madre del príncipe, me lo imaginaba- Solo eso contesto, ya más tranquilo, pues cree que eso es un mejor papel, que cualquier otra tontería.
-¿Qué?- Confusa la peli azul celeste, para luego sonreír –No, no, no, para nada pequeño tomatito verde- Un sobre nombre que se le ocurrió de la nada, y que no le caen en gracia al Doncel, ya que su rostro se descompone, mostrando los dientes por el enfado y sintiendo un poco de asco –Para ti pensé en un nuevo papel…- Vuelve a mostrar con el puntero el cartel, señalando la imagen de Shion –De hecho, nos vamos a basar en una versión de unos años más recientes, en donde otra pareja también es protagonista, con la diferencia que aquí, ellos van a apoyar al príncipe a que se case con la princesa o en este caso un princeso muy adorable y bonito- Ríe, señalando al Doncel de lentes y luego mirando triunfante a Shion pues no le salió lo que había pensado –Tu pareja será este chico de tercer que está a tu lado, y el de Asmita vendrá después, está entrenando con su equipo de futbol-
Sí que había preparado todo con suma cautela, no dejo suelto ningún clavo, se nota que es una experta en la dramaturgia, sobre todo para hacer que todos sus adeptos al club estén felices, aunque uno no está realmente muy cómodo con la situación…
Mientras los dos Donceles, simple y sencillamente, se han quedado estáticos, sin poder pronunciar palabra alguna, inclusive pareciera que sus rostros y cabellos hubieran pasado por un torbellino para dejarlos completamente desordenados por la situación tan bizarra en la que se encuentran.
Sin duda debes estar loco para ser parte de este club de raros.
---Pasillo De Los Salones De Primero---
-¡¡¡ESTO ES UNA LOCURA!!!- Sigue hablando, mientras saca sus palabras por el coraje que trae.
-Creo que… No será para nada divertido como creía- Lanza un suave suspiro el rubio.
-¡¡¡¿ENSERIO?!!! ¡¡¡¿CÓMO ES QUE NO SE PUEDE HACER NADA?!!!- Cruzado de brazos, mientras sus pasos se dirigen hacia su salón, pues ya es tarde para ir a clases, pero tienen el permiso por el club de teatro -¡¡¡¿QUIÉN QUERRÍA PARTICIPAR EN ALGO ASÍ?!!!- Se sonroja levemente por la cólera y de solo volver a pensar en lo que tendrá que hacer –Además, como ese tipo de cosas se pueden presentar en una obra escolar-
-No es tan malo, solo se hará mención de algo como eso, no creo que sea tan malo- Sonríe levemente, porque en efecto parece que le toco la peor parte al peliverde –Sabes, es bueno comentar algo como eso, y más a un ami…-
-Como sea, solo quiero que este infierno termine y ya olvidarme de esa tontería- Habla rápido, para interrumpir a propósito al otro y seguir su paso decidido hacia su desino, prefiriendo adelantarse al rubio.
Puede sentir como el peliverde aún sigue molesto, aunque pareciera que le esté hablando bien, solo se estaba quejando, reconoce que será difícil que algo así ocurra de la nada, no han podido hablar bien… Sin embargo, debe hacerlo no quiere seguir así con Shion.
Mientras el Doncel de lentes se queda quieto, lanzando un suspiro, mientras lleva sus cosas en la mochila, y ve como esa cabellera verde se aleja…
Tensa su mandíbula, lanza un suspiró, aprieta sus puños, sabe que debe hacerlo ahora o nunca.
-Shion, por favor… ¿Podemos hablar?- Habla con cautela, titubeando un poco, pero manteniéndose firme en lo que quiere comunicar.
El contrario claramente escucha su nombre, para detenerse, resoplando con fastidio, pero también queriendo demostrar que tiene algo de interés en escuchar al otro -¿Para qué?- Cortante y frio es como responde, sin mucho más sentimiento que el enojo en su voz.
Comprende ese tono, entiende que será muy complicado, pero lo intentara no se dará por vencido con su mejor amigo. Ya que prometieron serlo siempre.
Aquí es cuando demuestra que vale más, si la amistad… O idea absurda que no concuerda con la realidad de tu amigo.
-Es… Sobre lo de ayer… Yo…- Lanza un suspiró, cabizbajo, mientras sujeta su antebrazo izquierdo con la mano derecha, sintiendo la culpa en su corazón –Perdóname, no quise ofenderte o molestarte sobre lo de Dohko- Aparta sus brazos de su propio agarre, dando algunos pasos hacia adelante, para enfatizar con sus brazos estirados en dirección del peliverde –Solo creí que… bueno, necesitas ayuda, un empujón… Yo pienso que lo de la promesa no está bien pero… Sé que es tu decisión, y…- Su mirada de nuevo baja, queriendo que sus palabras sean escuchadas, preocupado, con el ceño fruncido.
Se gira de inmediato hacia el otro, no había querido escucharlo de frente, pero se ha cansado ya de esas conversaciones molestas, suficiente fue haber hablado ayer con su hermana mayor, solo quería olvidar lo que ocurrió –Mira, Asmita… Deja el tema en paz ¿Si?- Las curiosas cejas que tiene se juntan por la molestia que proyecta, mientras cruza sus brazos adelante de su pecho y mira fríamente al rubio –No quiero volver a escuchar sobre eso nunca más- Habla mientras aprieta sus dientes -Solo respeten mi decisión, todos lo deben hacer. Bien o mal… Es lo que quiero hacer- Por un instante, su rostro parecía dejar ver tristeza, pero no se permitiría dejarlo en claro, prefiriendo que todo sea como debía ser, a su conveniencia.
-Pero… Yo no quiero que estés molesto conmigo o con…- Alza su vista, tratando de hablar, poniendo su mano derecha en forma de pucho sobre su pecho –Dohko… O…- Sus palabras las había estado preparando, sin embargo… Es difícil cuando te das cuenta que parecen no funcionar del todo bien.
Lanza un suspiro, cansado de la situación, no se va a poner a llorar, simple y sencillamente quiere seguir adelante, ya no pensar en lo que ocurrió antes –Escucha, sí, estoy bastante molesto contigo, pero… Déjame un momento en paz, necesito estar a solas… Para pensar- Habla tranquilo, manteniendo la distancia con el rubio –No creo que dejemos de ser amigos por algo como esto, pero… No sé si por ahora pueda o quiera hablar mucho contigo- Su seriedad enmarca su molestia, aun así, deja un suspiro salir -Acepto tus disculpas, pero… No quiero pasar ahora mismo tiempo contigo, solo… Déjame tranquilo- Sus palabras las maneja con cuidado, tampoco es que no quiera seguir siendo amigo de Asmita, pero le habla sincero sobre el tema que la causa conflicto.
-Pero…- Quiere protestar, intentar evitar que eso suceda, sin embrago, se da cuenta que es lo único que lograra conseguir, conoce a Shion muy bien y el peliverde a él… Si ambos necesitan un momento a solas el otro se lo conceden, aun así eso no significa que su amistad se volverá frágil.
Decaído, asiente antes las palabras del otro, aunque su corazón le duele un poco por haber provocado esto, entiende que a veces los errores se deben pagar con silencio y distancia para calmar las aguas –Está bien…- En ese momento, cuando cree que debe decir más, siente que sus palabras ya no pueden salir más… Y que sus lágrimas quieren caer, porque entiende que es su culpa el enojo de su amigo, le hizo recordar cosas terribles, pero sobre todo porque…
Sabe muy bien que el sentimiento del amor reina en ese corazón que se desea mantener solitario…
Sin embargo… No es lo correcto… Pero ahora no puede hacer o decir nada, si quiere que todo vaya bien, debe darle su espacio, pero… No por mucho tiempo, igual… Intentará seguir estando a su lado, aunque sea en un breve silencio.
---Hora Del Receso---
Al darle un poco de espacio, aunque sea por el día de hoy… Asmita decidió almorzar solo, para no atormentar al peliverde…
Sin embargo… No está solo en esto…
Cuando decidió ir a comer sus alimentos en la cafetería o en alguna jardinera, se encontró con unos ojos azules oscuros que lo esperaban ver con una sonrisa en el rostro.
Y así, ambos se fueron a comer a un lugar tranquilo, para poder disfrutar de un momento de paz y una plática amena, que sin duda lleva miles de emociones ocultas.
-Y entonces… Shion me ha dicho que acepta mis disculpas… Pero, no quiere tenerme cerca y no puedo culparlo- Niega con la cabeza, mientras unas lágrimas caen de entre sus pestañas, quitándose sus lentes para limpiarse.
-Ya veo… Es algo complicado, pero… No es nada que no se pueda resolver- El moreno asiente con una pequeña sonrisa para animar a su ángel. Escucho con atención al rubio, a quien ha acompañado para hacerlo sentir mejor y demostrarle su apoyo -¿Te encuentras bien con eso?- Pregunta mirando hacia ese rostro cabizbajo, queriendo limpiar las marcas de humedad de ese hermoso rostro, pero se detiene porque este no es el momento para algo así.
Asiente –Si, es la decisión de Shion… No puedo hacer mucho- Alza sus hombros, mientras intenta sonreír levemente al peli azul –Yo me busque esto, por molestarlo, debí dejarlo tranquilo y esperar que todo tomara su rumbo adecuado…- Aprieta sus labios, mientras sus brazos los acomoda para abrazarse a sí mismo –Tal vez… Arruine las cosas para Dohko… Sé que él quiere a Shion, pero… ¿Aceptaría que no puedan estar juntos?- Mira al contrario con un rostro triste, esperando una respuesta que tal vez no sepa que decir.
-Oh… Bueno…- Se sorprende por la geniuda ternura que le da ese rostro preocupado, lindo y algo triste que sin duda le gustaría mimarlo para clamarlo.
El mismo peli azul había hablado con el Chino la tarde anterior, y demostrando que la terquedad es algo que puede unir a dos corazones, sabe que decisión ha tomado el castaño, no es algo que le guste, incluso Deuteros cree que es una locura, pero…
¿Qué puede decir?
Él también está dispuesto hacer locuras por el amor de Asmita.
Desvía su mirada brevemente, no porque no dese admirar los zafiros preciosos del rubio, solo que necesita encontrar las palabras adecuadas para continuar, sin embargo al solo volver a ver al hermoso Doncel que espera con curiosidad sus respuestas, dejando su mano izquierda sobre el banco, preocupado, necesita entender que será lo que llegara a suceder.
Un sonrojo se hace presente en sus pálidas mejillas, entre la felicidad de compartir un momento juntó al moreno, mientras conversaciones de diferentes temas se han dado, incluso hablaron sobre la obra la cual la dejaron de lado por esto, aunque se pudo notar la molestia en el rostro del contrario, pero lo dejo pasar al notar esa angustia en Asmita.
Entiende que las cosas se deben habladas, aunque no le corresponde a ninguno de ellos hacer algo al respecto de lo que sucederá después en la posible no relación de sus dos mejores amigos sino que sería mejor que se empezarán a concentrar en ellos mismos.
Por inercia, queriendo que sea pasado por un leve “Accidente”, en donde la mano tosca del moreno, captura la delicada que posa en la banca, solo tocándola con cuidado, para dedicarle una sonrisa, con las mejillas levemente rojizas, pero mostrándose clamado para hablar –Dohko, hará lo necesario para que Shion este cómodo con él- Le habla con un tono suave, esperando que todo también marche bien para el contrario, y que el rubio lo entienda.
-¿Lo necesario para que Shion este cómodo con él?- Confundido, habiendo sentido el tacto del de segundo año, que lo sobresaltó y provoco que su corazón lata desesperado, con un rubor intenso, pero curioso ante esas palabras -¿Qué cosa seria eso?- Entrecierra sus ojos, queriendo más respuestas.
No es que sea un secreto entre el castaño y el moreno esa conversación, pero igual se siente algo incómodo por estar hablando de esos temas ajenos con su ángel, pero sabe que él igual se mantendrá en silencio –Solo hablara con él, para que estén bien-
Es lo único que le dice, antes de que el timbre suene, dejando el corazón y mente del rubio aún más confundido, pero con una calma relativa que el dio el peli azul al momento de charlar.
Puede que esté preocupado por el peliverde, pero… No se olvida que también debe darse oportunidad de estar cómodo con el peli azul, ya que… Parte de su felicidad está al lado de Deuteros, y aunque su amistad siga creciendo, su amor lo hace igual.
---Hora De La Salida Del Instituto---
Shion no espero de nuevo a Asmita, prefiera seguir andando solo de nuevo cuenta, eso le está ayudando.
Estar en su club, le trae el silencio necesario, hundido en sus pensamientos, le hace analizar mejor la cosas, y a la vez… Darse cuenta que está cometiendo un error que claramente sabe que no es lo mejor, pero le es difícil entenderlo.
Solo quería seguir entendiendo su corazón, desea darse cuenta hasta donde puede mantenerse firme ante su decisión, sin… Caer en decepción y agonía como lo hizo ayer.
También comprende que no puede estar enojado con Asmita para siempre, simplemente no podría…
Tal vez, al día siguiente volverían a pasar tiempo juntos, hablar como normalmente lo hacen… Ya se le había pasado un poco su molestia… Aun la mantiene levemente, pero…
¿Acaso vale la pena que su enojo y angustia le gane en su presenté?
Intenta pensar en las palabras de su hermana, y en la felicidad que sentía al estar con su papá… imaginando que le diría. De seguro se pensaría mejor esa promesa…
No está diciendo que tiene deseos de quebrantarla, pero… Sí que se lo está pensando mejor, aunque aún no cree que sean esos sentimientos lo suficientemente fuertes como para lograrlo.
No aun…
Sin embargo su deseo de quietud, silencio y calma se vio interrumpida, cuando…
Alguien lo esperaba en la salida del instituto, y que al verlo le dedicó una sonrisa, junto a un alegre saludo.
Que solo provocó que su corazón latiera desesperado, porque una parte de él este feliz de ver justamente a ese chico.
Aunque la dirección de cada uno, pueda quedar algo distante, no le importaría al castaño desviarse un poco, con tal de tener una solo oportunidad de hablar con el Doncel de ojos cual cuarzos.
Claramente no tocaría el tema a como Asmita lo dijo, sería bastante contraproducente para su amistad…
El silencio se mantiene cada que Dohko deja de hablar un poco para intentar dar pie a que Shion diga algo, pero solo son contestaciones y repuesta simples.
-Y… ¿Cómo será la obra escolar?- Lo único que cree prudente preguntar.
Como si hubiera oprimido un interrumpir para el enojo, el Doncel peliverde solo frunce el ceño, presionando sus puños –¡¡¡UN COMPLETO CAOS!!! ¡¡¡UNA TONTERÍA!!! ¡¡¡Y UNA BOBERÍA EN LA QUE DESEARÍA NO PARTICIPAR!!!- Contesta hablando entre dientes, sintiendo como la sangre le hierve.
Darse cuenta de cómo logro cambiar el estado de ánimo del contrario, se sorprende, pero aprovechará esto, quiere saber más, y poder así preparar el camino -¿Tan mala será?- Sonríe un poco nervioso.
-Sera el cuento clásico de la “Princesa y el guisante”- Formula comillas áreas con sus dedos ante el título, mientras mira al castaño con el ceño fruncido –Con cambios muy estúpidos, en el sentido de que existirán más personajes que no agregan nada a la historia- Alza su brazos enfurecido, mirando hacia el cielo –Aparte de que el papel que me toco será…- Se pone rojo de la furia y vergüenza, mientras se queda por completo callado, para girase hacia el frente y quedarse estático -¡¡¡NO!!! ¡¡¡NADA!!!- Habla alto y fuerte, mientras le da la espalda al otro.
Esto le causa cierta intriga al castaño, quisiera preguntar, está en su naturaleza la curiosidad, pero… No es lo más conveniente hacerlo ahora mismo…
-Bueno, creo que… Sea cual sea el papel que te toque hacer… Y…- Sonríe forzado, mientras su andar y manos se tensa como su ceño que quiere mostrar enfado –Con quién tengas que actuar… Sé que lo harás bien…- De solo imaginar que alguien sea la pareja de su borreguito, le hace rabiar… Sin embargo comprende que las cosas así serán, ya que él no está en la obra.
Darse cuenta de estas palabras con buenas intenciones que pueden llevar algo oculto, el peliverde se gira levemente para ver al contrario, que se acerca a su par, dedicándole una sonrisa, aunque se nota incómodo con esto.
-No sabes lo que dices- Solo contesta serio, mientras desvía su mirada hacia el flanco derecho, cruzado de brazos se encuentra, por el enojo y la sensación de frio que se presenta por la época del año, aun con el sol poniéndose, para iniciar el atardecer.
Seguir con ese tema sería bueno, podrían sacar mejores temas de conversación, pero… Dohko no está allí para eso, sino para poder decirle algo al Doncel que ama…
Esta allí para cuidar de que el peliverde no se vaya solo, aunque lo debe hacer en silencio, y con una careta de amigos, pues es… Lo único a lo que puede aspirar a ser…
No es que quiera aceptar este hecho, ni mucho menos esa posibilidad, pero…
¿Qué le pesa más?
¿El poder estar al lado de Shion como amigos?
O
¿Insistirle hasta para ser algo más, y perderlo en el proceso?
Dohko no se puede permitir eso… Ni aunque su corazón se destroce a diario, sonriera para ver al Doncel a su lado.
-Shion…- Lo llama con cuidado, su tono ronco se proyecta, al igual que una sonrisa fingida igual -¿Sabes que puedes contar conmigo? Siempre… ¿Cierto?-
-¿Eh?- Estas palabra confunden al de primero, que no atiende para nada a que viene eso.
Pero no logra seguir hablando, cuando…
-Bueno… Siempre como amigos… Seguiremos así… Sé que… Es algo que nos conviene mejor… Y… No voy a insistir en nada… Digo…- Lanza un suspiro, no sabe cómo hablar ante lo que ha decidido aún a su pesar, pues su corazón se va desquebrajando con cada palabra que dedica, que si bien no es una mentira, la verdadera razón de este acercamiento es algo que lo quiere derrumbar, pero… Ya había llorado lo suficiente la noche anterior por saber que eso es lo que su amado prefiere, y hasta que sea otra la decisión, la cumplirá –Somos amigos, ¿No?-
¿Por qué una palabra tan simple, le puede hacer sentir dolor a alguien, cuando es lo que son y desea que se mantenga así?
Simplemente, el peliverde se queda impresionado por esto que ha dicho el castaño, con la boca ligeramente abierta, los ojos puestos en el contrario, con el corazón sintiendo una opresión, que no debería…
-Si… Es cierto…- Su seriedad oculta lo que en ese momento siente, y aunque sea su deseo, no le impide que duela un poco -Lo somos…-
---En El Instituto de A.T.E.N.A.S.---
-¿Así que tu obra va a tener a esos dos de protagonistas?-
-Claro que si-
-Espero que no hagas una tontería para hacer felices a esos imbéciles-
-¿Tontería? ¿A qué te refieres, Aspros?-
-Mantente con los elegidos para esa bobería, y no te entrometas en lo que te conviene-
-¿Acaso es una amenaza?-
-No te metas en asuntos que no son tuyos Aurora, o ¿Caso te gustaría que tu obra fuera saboteada?-
-Ja, ja, ja, ja, puede que tengas el control de mentes más inútiles, y logres hacer maldades contra tu hermano, que a mi realmente no me importa, pero…- Cambia su legre sonrisa por una mueca de enojo con las venas de la frente saltándosele –¡¡¡CON MI OBRA NO PERMITIRÉ QUE TE METAS!!!-
-Ha, ha, ha- Le divierte provocar a los demás –Entonces, sigue a como ahora, mantente en tu lugar y no te metas en los de otros- Le apunto con el dedo índice, sin ninguna educación al encontrarla sola.
Las miradas de ambos, los ojos azules profundos como la noche contra los dorados que se dedican furia y gozo.
---Al Día Siguiente En El Instituto De A.T.E.N.A.S. (Por Los Pasillo De Segundo Año)---
-¿Cómo te fue con Shion?-
-Bien, creo… Hice lo que debía…- Sonríe desganado -Creo…- Su mirada se entristece de inmediato y baja su cabeza -No sé…- Debatido, pues siente que acaba de sellar su propio destino con el Doncel de sus sueños.
-Debiste pensarlo mejor… Tal vez… Solo seguir como siempre… Y esperar a que… Todo se diera solo…- Unas pequeñas palabras para animar al contrario.
¿Cuándo los papeles se invirtieron?
-Deuteros…- Llama al otro con una débil voz y sonrisa, caminando tan decepcionado de la vida, deseando que al menos sirva esta decisión para que Shion ya no se sienta incómodo con su presencia –Hare lo que sea necesario para que mi borreguito este feliz… Y tranquilo… Aunque… Yo deba callar este amor…- Duda en siquiera continuar, pero lo hace cerrando sus ojos por un segundo –Por siempre…- Deja ver su esmeraldas, suspirando de nuevo y susurrando -No pienso perderlo...-
-¿Pero si te darás por vencido?- Le dice esto, mientras abre la puerta el salón, dedicándole una mirada seria al castaño.
En cuanto eso sucedió, la mirada verde del castaño se queda impactada por lo que ahí enfrente de ambos, lo cual llama la atención del moreno que se gira para ver hacia delante y toparse con una mano que les apunta directamente a ambos.
-¡¡¡QUÉ BUENO!!!- Una voz algo estridente y melosa para la mañana, se hace presente –¡¡¡HAN LLEGADO EL PRÍNCIPE Y EL CABALLERO, INDICADOS PARA LA OBRA!!!- Sonriente, señalándolos con la mano extendida, justamente estando al frente del salón, portando su uniforme rojo, y ahora llevando un tono de cabello rosa, muy diferente a los que antes dejaba ver.
Simplemente los ojos de confusión de Deuteros y Dohko, se quedan pasmados al frente sin entender que está pasando en su propio salón.