Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Rayo De Luz por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Feliz navidad a todos mis hermosos terrones de azucar. 

---Días pasaron---

Y los de segundo año, bueno…

El peli azul seguía con sus nervios y perdida de autocontrol al pensar en el rubio que robo sus sueños.

Y ahora el asiático castaño, también se encontraba en las mismas, salvo que la forma de actuar de este chico, se puso más en una forma de acosador.

La única persona que podía darle información, Regulus el mismo que trajo todo lo que conocían del rubio.

Tenía su ventaja de ser tan social, conocía a varias personas que le ayudaran.

Suspiro, con una boba sonrisa en sus labios, aquellos ojos azules, miraban hacia el pizarrón, pero no prestaba atención alguna.

Solo pensaba, en como estaría Asmita.

Imaginar sus largos cabellos dorados, sus ojos azul cielo, su hermosa figura y esa sonrisa que le doy, aquella pequeña despedida, fue suficiente para estar contento por unos días.

Pero sus miedos y nervios, no lo dejaban volver a acercarse, ahora con una razón pues en su atormentada mente, creía que ese peliverde que los interrumpió, podría ser alguien importante en la vida de su Ángel, si ese fuera el caso, estaría derrotado sin haber luchado antes.

Aunque se preguntaba algo, Dohko estaba en las mismas que él.

Se pasó los últimos días, suspirando, escribiendo algunas palabras en aquella libreta que cuidaba con mucho cuidado, y quito los pétalo de varias flores del jardín, que incluso el peli azul también hizo lo mismo.

Pareciendo un par de niños, preocupados por ser queridos, por quienes se habían enamorados, actitudes bastante infantiles.

No se atrevían a volver a verlos, solo tratar de hacer algo, los ponía nerviosos.

Mas el castaño debía saber algo primero y sabía a quién preguntar.

---Receso---

-¡¡¡YA DÉJAME EN PAZ DOHKO!!!- Un chico de cabellos castaños claro, ojos azules, y una estatura algo baja, demostrando su corta edad.

-No hasta que me digas qué relación tienen Shion y Asmita- Había seguido al primero por toda la escuela, para fastidiarlo, hasta que hablara.

-Ya te dije, por décima tercera vez, que ellos dos son amigos cercanos, muy cercanos desde la infancia, so es todo lo que se- Realmente estaba harto de escuchar el parloteo del castaño, que sin duda soñaría con su voz fastidiosa esa noche.

-Pero, ¿Estás seguro? Se ven que con cercanos… Pero…- Dudaba, su ceño fruncido, el miedo de que ya tuviera pareja, debía agotar las posibilidades –Y si ellos… Vamos confírmame o niégame si son pareja… Por favor-

Suspiro, notaba en la mirada de su amigo algo de preocupación, rasco su cabeza, aun caminando, pues si bien es alguien bastante popular por ser un prodigio académicamente hablando, también es quien logra integrarse a todo tipo de grupos sociales en cuestión de minutos, conociendo detalles de todo el mundo un poco.

Se paró delante de un salón, el cual la puerta estaba cerrada –Escucha, solo sé que ambos son donceles por lo tanto que tengan una relación es casi imposible- Rasco su cabeza, recargándose en la pared –Shion actúa más como una madre con Asmita que un novio, no creo que debes preocuparte…- Miro hacia el techo con los brazos cruzados.

-¿Estás seguro?- Su sonrisa volvió, aun haciendo un puchero de leve angustia.

-Sí, lo estoy Dohko Libriz…- Sonrió bastante molesto, incluso se podría notar una vena saltada en su frente -¿Ya me dejas tranquilo?-

-Sí, ahora si- Le doy un abrazo, pues al conocerse de hace un tiempo y el otro tener trece años, lo considero un hermano menor –Gracias-

-¡¡¡DEJA DE ABRAZARME!!!- Trataba de zafarse de aquel agarre.

Estando haciendo un leve escándalo, los demás alumnos que se encontraban fuera, solo rieron algo divertidos, es normal ver a compañeros molestarse de esa forma, adema que conocían a ambos la mayoría.

Pero en eso la puerta de aquel salón se abre de golpe, dejando ver una figura alta, de piel blanca y cabellos largos, verdes y esponjosos.

Su ceño fruncido es una gran característica de ese joven, pero se intensificó al ver al castaño, mas solo lo ignoro y dirigió la mirada directamente al otro.

-Regulus, tu tío vino a dejarte esto- Le extendió la bolsa de papel, sin mucha emoción.

En esta venia el nombre del chico con una hermosa caligrafía y un corazón. Sin duda el tío cariñoso que es y que lo criaba desde una temprana edad.

Desvió la mirada, le avergonzaba esas formas de ser de Sísifo, tomo la bolsa –Gracias… Shion-

Sin más, estaba por regresar al salón, pero fue llamado por aquel chico de segundo que no le agrada.

-Shion… Hola- Le sonrió, ya sin abrazar al otro, si no parado delante de él, sus mejillas estaban rojizas, con el corazón latiendo.

¿Quién diría que podrían ser casi de la misma altura, aun con la diferencia de un año?

Lo miro de arriba abajo, sin duda no le agradaba por cómo se encontraron en las escaleras aquella vez.

-Hola- Y con esto cerró la puerta.

Para el castaño, que le devolviera el saludo, es la experiencia más encantadora, pero como hubiera querido hablarle más.

Ya se parecía al peli azul en su forma de cortejo, pero al menos era más capaz de entablar una conversación sin tener que sr arriado.

Regulus, observó cada detalle de como Dohko se comportó, pensó por un instante, que estaba molestándolo para ayudar al amigo que menciono la primera vez, pero ahora se terminó de dar cuenta.

Que su amigo está interesado en el más enojón y correcto del salón, sonrió triunfante, ahora tenía una corma de molestarlo.

-¿Así que te gusta el borrego esponjoso?- Le sonríe burlonamente, dedicándole una mirada algo picara.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Lo volteo a ver, preocupado por ser descubierto por el otro, pero se enfureció por el apodo que este le llamo.

Según él, apenas de conocerlo unos días, y solo haber intercambiado un Hola, ya se creía con derecho ser el único en llamarlo borreguito.

Se adjudica derechos que aún no tiene.

-¡¡¡¿POR QUÉ LO LLAMAS ASÍ?!!!- Ahora lo tomo del cuello de la camisa -¡¡¡RESPÉTALO!!!-

-¡¡¡OYE!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!!- Parecía una pelea de niñitos, solo se molestaban entre si -¡¡¡Estas muy idiota por enamorarte de él!!!-

-¿Por qué dices eso?- Frunció el ceño, clavando sus ojos verdes, directamente en los contrarios.

-¡¡¡YA BASTA USTEDES DOS!!!- La voz de uno de los profesores, llamo su atención –Ambos sepárense- Aun mostrándose bastante amenazador, alto, tosco, con su cabello suelto lacio, les dedico una sonrisa, pero solo con la mirada les decía que se calmaran.

Espero que algún de los dos hablara, pero noto que fue solo un malentendido entre dos amigos, no es de los maestros que lleva por cualquier cosa a los alumnos a un castigo, pero tampoco de estar atosigándolos.

-Bien, si ambos están tranquilos, les recomiendo ir a sus salones, que las clases están por empezar- Con su voz autoritaria, se alejó, para ir a su labor académica.

Ambos al unisonó contestaron –Si, profesor Rasgado-

Así duraron unos segundos, con la cabeza algo baja, pensando en que harían o que se dirían.

-Yo me voy- Dohko hablo tan cortante que asustada a cualquiera.

El menor dudo en contestarle, sabía que cuando alguien se enamora puede decir y actuar de manera estúpida, la prueba clara es su tío, que está bastante loco por un viejo amigo.

Negó con la cabeza, dejando escapara un suspiro.

-Mañana tu amigo y tú, vengan a al primer receso, les recomiendo que los inviten a almorzar- Cruzo sus brazos, mirando para otro lado, haciendo un leve puchero –Shion no aceptara, pero me imagino que Asmita si, y no le quedara de otra que ir con él-

Le daba una gran herramienta para poder acercarse a su lindo peliverde y de paso ayudar a su mejor amigo, que sin su ayuda sería un desastre.

-¡¡¡AAAAH!!!- Se voltio, listo para darle un fuerte abrazo al menor -¡¡¡GRACIAS REGULUS!!!-

-¡¡¡QUE DEJES DE ABRAZARME!!!- Odiaba las demostraciones públicas de afecto, o por lo menos las que le daban a ese adolescente en su peor época.

---Esa misma tarde, en casa de Dohko---

-Entonces, ese es el plan ¿Te quedo claro?- Señalo una pizarra, en donde un mapa cuestionablemente dibujado de la cafetería, y unos puntos con colores similares a los cuatro implicados.

Sentado en una silla, sonrojado por el pan de su mejor amigo, bastante avergonzado.

-¿Estás seguro que es una buena idea?-

-¡¡¡CLARO QUE SÍ!!!- Lo señalo con una regla, la cual utilizaba de puntero -¡¡¡YA ES TIEMPO DE QUE DES EL SIGUIENTE PASO, NO PUEDES SEGUIR ACOBARDÁNDOTE!!!-

-Pero…- Desvió su mirada, pensando en que no fuera la mejor idea, si su amado ángel ya tenía una pareja –Ese chico Shion… Esta siempre cerca y ¿Si se lo vuelve a llevar lejos?- Suspira derrotado –Creo que deben ser pareja…- Sus ojos azules parecían que llevaban la peor tristeza de todos, un poco a de dolor en su vida.

Le arrojo un libro a su amigo, para hacerlo reaccionar.

-¡¡¡OYE!!!- De vez en cuando ser así de imprudente, puede servir para ayudar a reaccionar a los amigos. (No lo intenten en casa, tampoco en la escuela).

Estando ya enojado, porque a él también le dolía que Deuteros digiera que sus intereses amorosos, estuvieran enamorados entre ellos, además conocía la verdad, o bueno la que Regulus le pudo dar.

-¡¡¡TE ASEGURO QUE ELLOS NO SON PAREJA!!!- Cruzado de brazos, bastante irritado –Ambos son donceles, así que es casi imposible-

-¿Cómo sabes eso?- Lo miro de manera inquisidora.

-Tengo mis métodos-

-Volviste a andar de chismosos con Regulus ¿No?- Bastante serio lo miro, conocía como es el castaño a veces.

Desvió su mirada, avergonzado por ser descubierto -¿Quieres que te ayude no?, así ambos ganamos-

-Te gusto mucho Shion en todo caso- Hablo tranquilo, hasta sonrió, porque ya no estaba en ese estado de loco enamorado solo.

-Si- No lo negó, de que servía –Me gusto en cuanto lo vi, me alegra ayudarte en conquistar el corazón de Asmita, así yo tratare de enamorar a mi lindo borreguito- Sonrió ilusionado por algún día tener entre sus brazos a aquel joven de cejas extrañas.

Algo preocupado, nervioso, más feliz por la situación -¿Así me veo cuando pienso y hablo de Asmita?-

Dejando de lado su ensoñamiento –Entonces… ¿Nos ayudamos mutuamente?- Le dedico una sonrisa, sentándose en una silla giratoria que tenía delante de su escritorio.

-Claro… Pero- Sonrojado -¿Por qué tengo que ser yo el que valla a pedir que almuercen con nosotros?- No le gustaba ser el que tuviera que actuar primero.

-Porque tú te enamoraste primero, y ya entablaste una “Conversación” con tu rubio antes- Le explicaba el racionamiento –Sera más fácil, además se te nota que te gusta-

Se sorprendió, apenado -¡¡¡¿SOY TAN OBVIO?!!!-

-Sí, bueno- paso su mano detrás del cuello –Pero no creo que Asmita se diera cuenta- Le trataba de animar.

Aunque sabemos que Dohko, no es quien para juzgar, aún no ha hecho el completó ridículo delante del peliverde.

-¡¡¡DEJEN DE GRITAR Y BAJEN A CENAR!!!- Una voz masculina, los llamo a ambos desde la planta baja.

Llamando la atención de ambos.

Avergonzado –Creo que molestábamos a tu papá-

Asintió nervioso –Si- Pero demostró una sonrisa animada, parándose de inmediato –Aunque la cena ya está lista y sabes que cocina deliciosos, bajemos-

El peli azul solo asintió, e imito al castaño.

Es una costumbre desde que se conocieron que el peli azul, comiera y cenara en casa de Dohko, usualmente prefería estar con él todo el tiempo que pudiera, en vez de estar en su hogar, si se le pudiera llamar así, escuchar a sus padres menospreciarlo, y a su hermano jactarse de como es el mejor y Deuteros es solo la vergüenza de la familia.

En cambio, encontró en su primero verdadero amigo que tuvo en su vida, bastante cariño, incluso los padres de este, aunque se miraran como personas muy serias y cortantes, solo eran apariencias, porque son tan amables, desde el primer momento le dieron una cálida bienvenida, y ya parecía un integrante más de la familia.

Además que, prefería mil veces la comida casera del papá de Dohko que esa refinada y extraña que su familia acostumbraba.

Siempre la sentía tan fría y sin sabor.

Aunque esa noche, ninguno de los dos se salvaron por cuestionamientos de un pelirrojo, que se burlaba de su hijo y el amigo de este, por los gritos y su plan de enamorados.

Pasaron una cena bochornosa y el padre de Dohko siguió a su esposo en ese plan.

---Día siguiente (Hora del primer receso)---

-Hoy tu papé te preparo el almuerzo, así que termínatelo todo- Shion le sentencio, mientras comía sus alimentos, tan serio y calmado como su costumbre.

-Si- Sonrió, dedicándole una hermosa sonrisa matutina –Me alegra que volvieran de sus negocios- Miro la comida.

Sus padres tendían a salir fuera del país, bastantes veces al año, así que esas ocasiones se quedaba en la casa de los Ariesh, y no es por juzgar mal esa hospitalidad, pero no podía negar que extrañaba a sus padres siempre.

Cuando volvían, sentía tanta tranquilidad de que regresarán a salvo, y lo colmaban de toda la atención que no le pudieron dedicar por el trabajo.

-¿Cómo están? ¿Lograron firmar el contrato que me dijiste?-

-Están muy bien, les mandan muchos saludos a tu padre y mucha gratitud por dejarme quedarme con ustedes este último mes- Comía emocionado, su rostro esta tan iluminado.

-Sabes que eres bienvenido con nosotros siempre- Se giró a ver por la ventana algo pensativo –Ustedes también hicieron mucho por nosotros hace tiempo-

-Iremos en la tarde a tu casa, mis padres quieren darles algunos presentes que trajeron de su viaje- No dejaba esa mueca de felicidad ni un solo instante.

Suspiro, negando con la cabeza –Sabes que no es necesario, nosotros estamos más que felices de recibirte-

-Ja, ja, ja Shion, hablas demasiado propio, eres aún muy joven para ser así- Le divertía como el peliverde, quería actuar como un adulto, olvidando la etapa en que se encuentra.

-Es mejor empezar de una vez- Dio un bocado de su comida, desviando su mirada algo avergonzado.

Se notaba la felicidad de ambos, una amistad de hace años, casi de toda la vida, pero solo que se conocieron a la corta edad de tres años, siete conociéndose, y su amistad parece que perduraría enteramente.

Solo es eso, pero a veces los malos ojos podrían esparcir chismes, pero les daba igual sabían que su interés no es de esa forma.

Mas alguien interrumpió esa armonía, justamente una voz un poco grave, que se podría decir sonaba nervioso, aunque quería dar la alusión de estar confiado.

-H… Hola… Amista…- Estando bastante nervioso, sin usar el saco de la escuela, luciendo algo casual y parecía que su cabello había sido arreglado, lucia bien.

El rubio, levanto su mirada, le dio una sonrisa bastante hermosa y un sonrojo se proyectó en sus mejillas –Buenos días Deuteros-

Con esa acción tan dulce, el corazón del peli azul se derritió por completó, pero no podía dejar escapar esta oportunidad tenían un buen plan, así que debía hacer lo suyo.

-¿Co… Como es…Tas?- Tartamudeaba, algo que solo le pasaba cuando se ponía bastante nervioso.

-Muy bien y ¿Tu?- Ladeo un poco su cabeza, cada gesto que hacia parecía que flores salían de s alrededor y una atmosfera con un tono rosado que deslumbraba.

-¿Yo?- Se señaló a sí mismo, sin poder creer que le preguntará.

A que estos nervios.

Asmita le dedicó una leve risita –Ja, ja, ja… Eres gracioso-

Insertemos unos gritos de emoción internos para Deuteros, que lograra hacerlo reír, le devolvía la vida entera a su cuerpo.

Así pasaron uno segundos más, hasta que logro recordar a que venía.

Tenía suerte que el peliverde, estuviera tomando las cosas con calma.

Solo era por el hecho de que ese joven también hizo su investigación y trataba de darle el beneficio de la duda, mas no se lo dejaría fácil con su amigo y que lo lastimará no era ninguna opción.

-Asmita… ¿Te gustaría… Ir… A… A… La cafetería a almorzar conmigo?- Su rostro, aunque su piel morena le sentaba de maravilla, aun así no ocultaba el sonrojó, por estar preguntando algo así tan repentinamente.

Ese rubio se sorprendió bastante, nadie nunca lo había invitado a la cafetería y menos un chico que a su parecer es bastante lindo, aunque le gustaría conocerlo más.

-Si… Me gustaría- Bajo su mirada, no podía verlo a la cara, por cómo se sintió de repente, mas miro al peliverde delante, que incluso estaba sorprendido por la invitación que le acaban de hacer a su mejor amigo –Pero… No me gustaría dejar solo a Shion, así que…-

-Oh, no te preocupes, él también puede venir con nosotros- Hablo rápido, porque ahora que tenía una afirmación de su Ángel, debía intentar que el peliverde fuera con ellos.

-¿Enserio?- Si ilusión creció y se giró al otro -¿Qué dices Shion? ¿Vamos?- Le dedico una sonrisa.

Miro al rubio y al de segundo año, pensando en que podría hacer mal tercio y sería incorrecto, pero tampoco es que el otro le inspirara confianza aun.

-Está bien- Conteste tan serio y automático, que las emociones se le han ido.

Con todo listo y viendo que el plan de Dohko funcionó.

Tuvieron que deshacer su mesa improvisada y tomar sus almuerzos para ir directo a aquel lugar atestaste de gente.

Que no molestaba tanto a Asmita, pero a Shion si y mucho.

Al llegar, todo estaba lleno de personas cada mesa, el peliverde pensaba que Deuteros es un idiota pro que obviamente no tendrían donde sentarse.

Ya se miraba regresando con poco tiempo a volver a comer.

-Ahí está- Los condujo por la cafetería abriendo paso, por su apariencia que no le gustaba que lo vieran así, pero servía de algo.

Los otros dos lo siguieron.

-Hola- Levanto su mano tan animado el castaño, ya con una mesa apartada, esperándolos.

-¿Hola?- Amista sonrió, saludando tan causal.

-Él es mi mejor amigo, su nombre es Dohko Libriz- Lo presentó, aun no dejaba que su rostro se calmara, el sonrojo de tener a su Ángel tan cerca, es demasiado para su corazón que latía como loco.

-Mucho gusto soy Amista Virgem- Se presentó a sí mismo y luego señalando con la mano al peliverde –Él es Shion Ariesh-

Notando que el otro, solo que quedo estático, minado al castaño con algo de incomodidad, recordó cómo se expresó de él cuando se vieron en las escaleras.

-Saluda Shion- Le susurro, para que reaccionara.

Suspiro fastidiado –Un gusto conocerte- Su seria y amarga voz se dejó escuchar.

Para el castaño, es lo más maravilloso que alguna vez pudiera escuchar.

Rápido el peli azul, jalo una silla, para darle el asiento al rubio.

Una cortesía de caballerosidad, que Asmita lo tomo bien y decidió aceptar el lugar.

No sabía expresar que fuera ese sentimiento cálido en su corazón, pero no negaría que este latió un poco más rápido por la presencia del joven.

El asiático hizo lo mismo con el peliverde, pero este solo lo ignoro y tomo el asiento que antes el castaño poesía.

Un actitud algo grosera, pero de los dos, la forma en que lo mira no le gusta.

Suspiro resignado sería difícil de que lo aceptará, aunque fuera primero como un amigo, pero haría lo que fuera.

Se sentó y se acercó más al de cabellos verdes.

Así esos cuatros comenzaron a almorzar, el peli azul tratando de sacar una conversación divertida para el rubio, y este aun con las dificultades para hablar de Deuteros por los nervios, le agradaba y le parecía tan adorable cómo se comporta.

Las cosas estando fluyendo un poco bien, para los dos principales, al final ese dulce rubio tienen a ser sociable cuando gusta, y algo le decía que ese chico con unos ligeros colmillos es alguien bueno, que su corazón es grande, pero que no le dan la oportunidad de demostrar quién es.

Siendo como un sexto o séptimo sentido que tuviera más desarrollado.

Animándose a entablar una conversación, con el peliverde, el cual terminaba su almuerzo en silencio y tranquilidad.

-¿En qué club estas?- Fue a pregunta que pudo formular.

Este levanto su mirada, esos ojos rosas profundos cautivaba a cualquiera que los contemplará.

Pensó un instante en responderle, pero si quiere lograr tener un porte educado, debe seguir siéndolo aun con quien no le agrade –Entre al de robótica- Tan serio.

-Wow ¿Enserio?- Le sorprendió, pues para entrar allí, debe tener un nivel alto de ingeniería mecánica –Yo estoy en el de box y practico artes marciales- Dijo esto orgullos, confiado.

-Que interesante- Sonó sarcástico, pero de hecho le llamo algo la atención -¿Cuál es la Kata de tu mejor elección?-

Le sorprendió que supiera sobre artes marciales, lo veía tan hermoso y frágil, que creía que no supiera pelear, un instinto primitivo de proteger a quien amas, algo equivocado aquí.

-La de Judo… Me gusta…- Ahora si no dejaba de estar sorprendido y más prendado de ese peliverde, con un rostro hermoso y ojos de gemas preciosas.

-Es una que tiene muchas variantes, ¿Cuántas conoces?- Le pregunto de manera inquisidora, sus ojos afilados, como si estuviera en un interrogatorio.

-Pues… Uno de mis padres, entreno en su juventud y aparte de mis clases, yo…- Se sentía nervioso por esos ojos rosas fijos en él –Creo que todas… Je, je, je, je…-

-Entiendo… Yo practiqué Karate- Guardaba su bento tan tranquilo, de una forma elegante.

-Tienes herencia asiática como yo- Le declaro, con una leve sonrisa.

-Si, por parte de mi padre-

Sonrió encantando por la escena, es de las pocas veces que su mejor amigo tiene una conversación tranquila, sin enojarse –Deuteros, gracias por invitarnos…-

-De nada…- Pensó un movimiento que tenía planeado desde ayer –Asmita, ¿Te gustaría salir conmigo?- Tomo todo el valor que tenía en su ser, para hacerle aquella pregunta, y no tartamudeo, pues los nervios están, pero… Se está alejando, porque se dio cuenta que el peliverde no es una amenaza romántica.

Llevo sus manos hacia su regazo, no creía que alguien algún día lo invitará, o de esa forma, se sintió abstente cohibido ahora, hasta podría decirse nervioso, sin creer que ese joven tan atractivo, le propusiera salir.

-Yo…- Se sonrojó, su piel blanca lo delataban, lucia como una obra de arte delicada y sonora como una dulce nota.

-Asmita, no puede salir solo, al menos de que yo valla con él- Allí estaba la idea equivocada que significa cuidar a alguien por encargo y deber, pero es la forma en que Shion lo protege.

Una cosa es almorzar y otra salir a cualquier lugar fuera de la escuela.

-Bueno… Entonces… ¿Podemos salir los cuatro?- Sonrió dando esa mejor opción, cosa que le ayudaría a Dohko sin duda.

-Me parece una muy buena idea ¿Qué dices Shion?- Ahora las mariposas, aves y todo revoloteaba y sonaba tan preciosos.

El peliverde, suspiro derrotado, no quería que su amigo saliera con ese sujeto, al menos que lo aprobara y ahora por hablar se encontraba atrapado en una especie de cita doble.

-Entonces si- Cerró sus ojos, que se encontraban detrás de los lentes que no se los quitaba, pues su vista no es de gran ayuda.

-¿Cunado… Quieres salir?- Él había puesto, pero el otro debía disponer de la hora.

Pensó un instante, ay que le daban la oportunidad de decidir y sabiendo que sus padres están con él y los desea disfrutar.

-¿Qué tal el fin de semana?- Propuso entonces.

Para el peliverde, no existía problema alguno.

Sin embargo Dohko y Deuteros se miraron mutuamente, existía un problema.

-Perdón… Pero… El fin de semana ano puedo- El peliverde, bajo su vista, debió ser él que decidiera el día, pero no recordaba en lo que se mantenía ocupado esos días.

-¿Por qué no?- Tan aspara su forma de hablar.

-Deuteros trabaja todos los fines de semana, casi todo el día, así que no puede- El castaño contestó a su borreguito aun no oficial.

Este solo asintió serio.

No sabía cómo tomaría esto el rubio, pero al verlo este solo le dedico una sonrisa iluminada por las mismas estrellas.

-Entonces… ¿Qué tal la próxima semana?- El rubio proponer la nueva cita.

-¡¡¡¿ENSERIO?!!!- No se creía que tuviera surte, de que no se ofendiera por negar la primera opción, tenía una leve idea equivocada de como reaccionaria.

-Si-

-Los jueves tienen esa promoción de esos raspados coloridos que le gusten a Asmita- Volteo la cabeza a otro lado, mientras terminaba su jugo de durazno, algo molesto.

-Entonces está decidido, vamos el jueves- Aquel chico de cabellos cortos, agrego tan animado, y más porque su amado borreguito está aceptando ir -¿Qué es lo que te gusta?-

-Nada- De nuevo serio, se levantó del asiento –Tenemos que irnos, pronto sonara la campana y estamos algo lejos de nuestra área-

Cerro sus ojos, levantándose con cuidado –Esta bien- Le dedica una última sonrisa al peli azul –Nos vemos entonces el jueves Deuteros, adiós Dohko- Al despedirse ambos jóvenes de primero se pudieron en caminó a su salón.

-¡¡¡LO LOGRAMOS!!!- Dohko no sabía de su felicidad, dejando caer todo su peso en el respaldo del asiento.

-Su sonrisa es preciosa… Tan solo que me vea de esa forma… Me llena de alegría- Suspiro y dedicaba ciertas palabras a lo bajo.

-Shion, come tan lindo- Ahora el otro decía palabras de enamorado.

Asintió –Se nota que Shion no es muy amigable- Rio nervioso –Tenias razón, no son para nada una pareja, aunque… Creo que lo cuida mucho-

-Sera difícil de conquistar su corazón, pero daré mi mayor esfuerzo, en verdad… Siento algo hermoso por él, no quiero darme nunca pro vencido- Sus ojos denotaban determinaron sus esmeraldas brillaban por el amor de aquellos ojos rosas.

-Lo mismo siento por Asmita, quiero… Está a su lado y conocerlo aún más, permitir que pueda tomar su mano, abrazarlo y decirle lo que siento…- Suspiro, su corazón latía tan bruscamente que podría faltarle el aire.

Esos dos se quedaron allí pensando en los dueños de sus corazones.

Sin embargo reaccionaron de inmediato, al darse cuenta de algo que había dicho el peliverde y no tomaron en cuenta.

Se miraron mutuamente y dijeron al unísono.

-¿Dónde tienen raspados coloridos en promoción los Jueves?-

---Por los pasillos---

-Gracias por aceptar- Asmita trataba de seguir el paso del mayor por meses.

-Sabes que te prometí que estaré contigo siempre y te cuidare, así que no agradezcas-

-Eres el mejor amigo que cualquier pudiera tener-

-¿Te gusta Deuteros?- Le pregunto, deteniendo su paso y girándose hacia él.

Notas finales:

Buenos dias, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? 

¡¡¡Feliz navidad a todos mis hermosos terrones de azúcar!!!

Kiaaaaa, ¿Como la pasaron en noche buena? ¿Que les trajo santa? ¿Tienen a sus dorados favoritos o bronces debajo del árbol? Jajajajajajajaja se vale soñar jajajajajaja

Yo cene mucho, jzjajajajajajajaa muchos tamales y pierna ahumada, y no se cuanto mas cene... Jajajajajajajaja

En fin, quiero saber como celebraron a su forma de cada quien, ¿Como la pasaron? Espero que bien. 

Y como lo prometido es deuda, aquí vamos a empezar con los regalos de navidad.

Pensaba hacerlo en la madrugada, pero... Nombre tenia mucho frió, no quería descobijarme y mejor no... Jajajajajaa ahora si lo hago, haajajajajajaja acabo de almorzar recalentado y tenemos para dos días sin duda, jajajajaa

Mas de rato haré mas preguntas, así que prepárense y tendrán mas regalos. 

Los mega quiero, enserio espero que esta noche buena que paso y la hermosa navidad que ha llegado, los colme de dicha y felicidad, se que ha sido un año... bastante complicado, pero, no por eso el animo se debe decaer, debemos seguir por los que se han ido, pero también por los que aun siguen. 

En fin, se que vamos por los regalos, y es que si continuo hasta me darán ganas de llorar, por lo contenta que estoy, pero recuerden habrá mas regalos todos estos seis días, así que esperenlos con emoción. 

Las preguntas ya las hice mas arriba, y bueno yo recibí ropa, zapatos, pero aun me falta abrir algunos mas, pero debo esperar, jajajajajja

Entonces voy a responder los hermosos reviews que mis terrones me han dejado. 

Los mega quiero mucho mis terrones de azúcar, por favor sigan cuidándose y pórtense bien, quiero que sigamos siendo tan unidos como lo hemos estado desde que nos conocimos hace ya algunos meses. 

Bueno mis terrones de azúcar, feliz navidad, sigan pasándola super lindo, disfruten estos días en su familia y por favor cuídense mucho, si truenan cohetes, que sea lejos de casas ajenas y de animalitos, por que recuerden no todos disfrutan de la pirotecnia,  deben respetar a los demás, así que mucho cuidado. 

Nos vemos en unas cuentas horas mas adelante, por que sin duda tendrán varios regalos en este día. 

Los quiero mucho mis terrones, cuídense, coman y abran regalos y pásenlo con su familia en casa. 

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).