El peli azul de cabellos más largos, se sorprende por el enojo que está presentando el castaño repentinamente, pues de los dos, Dohko siempre es mas de sonreír y tomar todo a chiste, al menos que se trate de Aspros.
-Dohko… Puede ser solo un amigo… De la infancia- Intentando convencerlo de que no esté pensando en otras cosas que tal vez no sean cierto.
-¡¡¡MALDITA SEA!!!- Sin quitarle los ojos a la pantalla del celular, con el ceño fruncido y una venita palpitante en la frente.
-¿Qué te pasa?- Confundido el de piel morena, pero atento a cualquier cosa que el castaño haga y tomar la precaución de quitarle el celular por si las dudas.
-Ese tal Manigoldo... Tiene su cuenta en privado, no puedo ver sus fotos, amigos, o cualquier otra cosa, solo su nombre- Apretando sus puños, gracias a los cielos que su mejor amigo tomo su celular antes de tener una pérdida material significativa.
-Ya no te pongas así…- Intentando ayudarlo de cualquier forma, pero reconoce que no tendrá oportunidad de hacerlo reaccionar cuando está en ese modo.
-Debo saber si… Ese sujeto es… Importante para mi borreguito- Frunciendo el ceño, pero sus ojos verdes se denotan tristes por creer que alguien ya ocupa el corazón de ese peliverde malhumorado que lo ha cautivado.
-¿No crees que si él tuviera a alguien más, habría aceptado salir contigo?- Le hizo aquella pregunta, determinando que es ilógico que llegara a jugar con los sentimientos de dos personas, cuando Dohko es demasiado obvio.
-Dijo que solo iría por Asmita…- Susurro por lo bajo, ahora pasando del enojo a decaer… Suspirando algo melancólico –Soy un tonto… ¿Cómo pude pensar que alguien como Shion se fijaría en… Mi?-
-No te digas eso- Le dedica una sonrisa sincera, despeinándolo como el joven delante de él lo hace cuando esta triste.
Una sonrisa débil se dibuja en su rostro, pensando en que pudiera tener razón su mejor amigo, pero eso no quita la duda que tiene en mente.
-Tienes razón… Sé que soy alguien genial, pero… Shion es simplemente perfecto- Suspira –Tu debes entenderme… Te sientes igual con Asmita o ¿No?-
Y como un balde de agua fría, cayendo sobre su cabeza, el peli azul parecía sentirse ahora deprimido, pues… También puede existir la posibilidad de que ese hermoso joven de cabellos dorados, este con cientos de admiradores o… Por lo que conoce de las familias con dinero, en un posible matrimonio arreglado en un futuro.
Podría ser que asmita solo salga para probar un poco de la libertad, que pronto se le pudiera negar.
Sentándose a un lado de Dohko, suspirando, y mirando al suelo.
Ambos compartiendo el sentimiento de que no son dignos de esos donceles de apariencia tan hermosa y encantadora, aunque uno tenga su genio.
-Perdón…- Lamentándose por arruinarle la felicidad a su amigo.
-Soy un tonto…- Hablando por lo bajo –Tal vez solo le di lastima… Ja- Sonriendo de una manera tan esquiva, como si ese dolor guardado se refleja de pronto –No creo merecer ni estar cerca de ese hermoso ángel… Jamás me pertenecerá-
-Amigo…- Llamándolo algo triste –Asmita ha disidido hablar contigo, aceptó tu invitación para salir, incluso ahora sabemos dónde venden esos raspados de colores… Creo que de los dos… Tú tienes más oportunidades de tener el corazón de tu ángel- Un suspiro cansado, cruzado de brazos y estirando sus piernas –Pero aun así, no pienso en darme por vencido con Shion-
-Dohko… A veces creo… Que todas esas palabras que… Ellos me dicen, son verdad…- Con los ojos bajos y su rostro inexpresivo –Jamás lograre nada en la vida, solo... Soy un estorbo para todos… Incluso para ti Dohko… Y mi ángel… Él… Merece a alguien mucho mejor que yo…-
De buenas a primeras un golpe conecto en las costillas del peli azul, no tanto para herirlo, pero si para sacarlo de ese estado.
-¡¡¡AUCH!!!- Ese sonido gutural de dolor inmediatamente invadió el lugar -¿Por qué me has golpeado?-
-Para sacarte esos tontos pensamientos de la cabeza- De nuevo la ira vuelve al rostro del castaño –Tu familia se equivoca, tu eres un buen estudiante, un genial amigo, mis padres te aprecian mucho, y debes esforzarte para tener el corazón de tu ángel- Levantándose con una pose, aprovechando la orilla de la jardinera donde estaba sentado hace segundos, para apoyar su pierna y la otra estirada en el suelo -¡¡¡ASÍ QUE NO VAMOS A DESISTIR EN CONQUISTAR SUS CORAZONES!!! ¡¡¡PASE LO QUE PASE, INTENTAREMOS GANARNOS SU AMOR DE TODAS LAS FORMAS POSIBLES!!!-
-Pero…- Aun dudoso en que decir o hacer.
-Tenemos una cita con ellos muy pronto, por lo tanto… Debemos prepararnos- Suspira, algo rojo por los nervios de recordar que en días saldrá con su borreguito –Ponernos nuestras mejores ropas, llevarlos por los raspados coloridos y como es en el cine… Tal vez… ¿Ver una película?- Alzando los brazos algo nervioso, pues el lugar a donde desean invitarlos es una escenario algo romántico de por sí.
Las palabras de Dohko, ese entusiasmo que solo su mejor amigo logra proyectar e inyectarla en los demás, le da algo de confianza, recordando que no estará solo, sino que ambos estarán apoyándose por si las cosas se ponen incomodas, los chistes son buenos para romper la tensión.
-Entonces…- Asiente aun no convencido del todo, las palabras que personas malintencionadas le han hecho creer, lo hacen inseguro de tantas cosas.
Pero… De algo está seguro, no duda de ese amor a primera vista que tiene por Asmita y siente que nunca nadie lograra ocupar ese lugar, que creyó jamás sería capaz de su corazón sentir.
Sacando su celular, y de paso devolviendo el de su amigo –En ese caso, debemos averiguar que películas ahí en función-
-Debemos escoger una muy buena- Pensativo, pero de repente sus mejillas se vuelven rojizas y le comienzan a sudarlas las manos por los nervios –Pero… ¿Una de terror o romántica?-
-¿Existe alguna diferencia?- Confundido, pues es nuevo en este territorio aunque Dohko es igual de primerizo, pero sabe algunas cosas por películas, series y animes que ha visto, además los concejos que sus padres le han dado desde que lo han visto distraído.
-Si…- Avergonzado por esos pensamientos intrusos –Una de miedo, puede lograr que se asusten y tomen nuestras manos… Se oculten en nuestro pecho… Y… Eso lleve a poder… Besarlos…- Tomando su rostro con la mano, pues siente que el calor lo ha invadido de solo pensar que el peliverde acepte un beso de él.
El peli azul de igual forma denota sonrojado del rostro, igualmente imaginando a ese dulce ángel como lo llama para sus adentros, tan cerca en un cine… Lugar a oscuras, con un ambiente de terror, abrazándolo y que haga ese movimiento…
-¿Q… Que… Pasa… Ría… Con una… Ro… Romántica?- Ya tartamudeando por lo que su mente produce en fantasías inocentes.
-Creo que… Allí nosotros… Podríamos rodear sus hombros, si ellos no se quitan o alejan nuestra mano… Podrían recargarse y eso sería que están interesados, si nos dejan solo abrazarlos de lado, aceptan que están cómodos- Pensativo muy serio, aunque sus mejillas siguen coloradas –Pero eso no sería suficiente para intentar besarlos… Por qué… Podrían sentirse forzados y eso no está bien-
-Y… ¿Si escogemos una infantil?- Sonríe ya nervioso por las posibilidades que ha dado el castaño a tantas cosas que sucedan.
Cruzado de brazos, suspirando –Podría ser… Pero… ¿Nos verían como unos inmaduros?-
-Bueno… Nos gustan algo, al final de cuentas vemos esas caricaturas en tu computadora de vez en cuando- Sonríe algo más confiado, pero el sonrojo se va desvaneciendo de a poco.
-Eso es anime- Haciendo un puchero –No son caricaturas…-
-Creo que lo mejor será, que ellos escojan que quieren ver ¿Qué te parece?-
-Tienes razón- Asiente confiando –Al fin de cuentas si Shion acepta mi amor… Que él decida todo lo que desea, yo haré lo que me pida- Suspira tan enamorado que los corazones parecen flotar a su alrededor.
Asintiendo de igual forma más ilusionado –Igual si mi dulce ángel quiere algo, yo haré todo lo posible para cumplir sus deseos- Suspira, con esos ojos azules brillantes –Sus deseos serán mis órdenes-
Ya así ambos amigos se quedan en ese patio de la escuela, solo pensando en cómo serían sus vidas si sus donceles los aceptan, darles ese amor que solo les pertenece a ellos, serían tan felices si eso llegara a pasar.
Por lo tanto van hacer su mejor esfuerzo por complacerlos en esta primera cita, que esperemos sea la primera de muchas que puedan venir.
---Día de la cita---
Apenas suena la campana, Deuteros y Dohko fueron a cambiarse a los baños de la escuela, para verse un poco más arreglados pues, habían decidido ir después de la escuela.
Por lo tanto prepararon su cambio de ropa, nada elegante, pero tampoco muy normal.
Algo más casual pero de buen ver.
Además que debieron hacerlo rápido para dirigirse a la salida, y esperarlos como si estuvieran muy tranquilos, cuando no pueden negar los nervios invadiéndolos y las mariposas en su estómago.
Deuteros con una camisa color negra, un pantalón de mezclilla y unos zapatos oscuros, su cabello es muy difícil de arreglar pero lo intentó sin muchos logros.
Dohko por su parte, una playera de un tono verde, igual mezclilla abajo y unos tenis claros.
A como ello se sientan a gusto también, pero impresionar a sus hermosos donceles.
---Con los donceles---
-¿Por qué debo vestirme diferente?- Algo molestó el peliverde.
-¿No sería bonito vernos bien para salir?- Sonriente, con las mejillas sonrojadas, apretando su mochila contra su pecho.
-Yo quería usar mi uniforme- Se quita el saco, para dejar ver que se ve bien.
-Vamos Shion… Por favor…- Le suplica algo apenado, pues no solo quiere él verse el único preparado para la cita.
Cruzado de brazos sobre su pecho, mirando con esos ojos rosas al rubio, intentando sostenerle la mirada, pero al final…
-Aaaargggghhh… Está bien…- Toma la bolsa que el rubio le ha preparado.
Es una ventaja que por los viajes de sus padres tan repentinos, Asmita se quede en casa de Shion y le haga vestirse bonito para una cita.
Y rápidamente se cambió, dejando ver su estilo casual, que usualmente lleva al salir.
-Te ves muy bonito- La sonrisa del rubio se puede detonar, acomodándose sus lentes.
-Gracias… Pero no te hagas la idea equivocada, no voy buscando una cita o novio con ese tal Dohko- Pasa de largo al otro, para dirigirse a los casilleros.
-¿Apoco no sería lindo?- Reanudando el andar para quedar cerca del peliverde y también llevar sus materiales escolares al casillero y encontrarse con los otros jóvenes afuera.
---En la entrada---
-Están tardando un poco ¿No?- Deuteros algo nervioso
Revisa su celular algo intranquilo –Solo han pasado diez minutos desde que los de primero salieron… No… Te apures…- Diciendo esto, mientras mueve su pie de arriba abajo algo impaciente.
-Tal vez… Se arrepintió mi ángel y decidió no venir…- Suspira pareciendo que una nueve oscura se instala sobre su cabeza, denotando una tristeza y decepción total.
-No… Eso no puede pasar… Vas a ver que…- Intenta creerse también esto, pues de verdad pensar que su borreguito decidiera dejarlo plantado le destroza el alma.
Pero solo pasaron unos segundos, cuando un par de donceles aparecieron delante de ellos, a una distancia considerable.
Verlos tan lindos, con ropa casual.
Asmita una camiseta estampada con algunas flores, y un pantalón de vestir de un tono beige, y zapatos cómodos de una tonalidad del mismo color que la prenda de abajo.
En cambio Shion, una playera de una tonalidad lila, mezclilla y tenis, es su forma de vestir usual, nada llamativo, de hecho bastante discreto, aunque su cabellera verde no pasa desapercibida.
Mientras el rubio con una sonrisa, entusiasmado por esa salida, aunque sea de amigos, sus mejillas tan rosas.
El peliverde, serio, con los brazos cruzados, caminando de forma pesada, desviando la mirada como si no quisiera toparse con esos ojos verdes que lo logran poner incomodo aun.
-Perdón por la demora- La sonrisa gentil del rubio, acomodando sus lentes, pues su caminar algo apresurado los logra mover de repente.
-Está bien…- El peli azul se sonroja automáticamente, por tan solo ver lo hermoso que se ve su ángel con esas prendas, pero lo que mejor adorna a ese doncel es esa sonrisa y esos ojos azules como el cielo.
-Hola, Shion… Te ves muy lindo…- Dohko no va a guardarse lo que piensa, y su borreguito luce tan hermoso a su parecer.
-Sí, sí, si… Gracias- Pasa de largo del castaño, como si no lo hubiera visto -¿Nos vamos?-
No puede soportar las miradas extrañadas de los demás alumnos por verlo usar ropa casual.
Siempre ha odiado ser el centro de atención y pues a su parecer no luce para nada acorde a las reglas establecidas.
-Claro…- Ignorando por completo la falta de amabilidad del peliverde, pero se lo perdona por completó.
Sonriente, comienza el caminar para emparejarse con el doncel de ojos rosas.
-¿Cómo te fue en las clases?- De inmediato interrogándolo, para saber todo lo que pueda, debe mostrar interés en todo momento, y es sumamente sincero, aunque los nervios le hacen estragos, intenta verse confiado.
Suspira mirando al frente –Bien… La clase de historia fue algo intensa, pero… Las fechas no son fáciles de relacionar-
-Tengo un buen truco para aprenderme cada acontecimiento y las fechas necesarias en poco tiempo- Demostrando sus dotes intelectuales y de hecho las necesita, pues… Existe una razón por la que está en esa prestigiosa escuela.
-¿Qué truco?- Interesado, pues, puede memorizar y comprender cada hecho histórico, pero las fechas tienden a ser algo difíciles de recordar.
-Solo intenta hacerte una imagen mental de lo ocurrido en ese acontecimiento, mientras tarareas la fecha en voz alta, así relacionaras la imagen con la canción y será fácil- Guiña un ojo, confiado en sus métodos.
Pero en cambio para Shion eso le parece la idea más tonta del mundo, mas había prometido al rubio ser muy amable con el castaño este día.
-Gracias… La intentare más tarde- Apenas si lo miro, para dirigir su vista al frente.
Mientras tanto, detrás Deuteros y Asmita caminan, en un silencio no incomodo, si no, de vergüenza… Ya que ambos están felices de verse, pero su timidez los limita algo.
Pensando en algún buen tema, pero todo lo ensañado antes se fue a la basura, ya que nada se le ocurre en este momento y se siente tan tonto por eso.
-Así que…- Con esa voz tímida y suave, que es música para los oídos del peli azul -¿Lograron averiguar que son los raspados de colores?- Una pequeña sonrisa traviesa de adjunto en su rostro.
-¿Eh?- Apenas si reaccionando pues se queda sin habla por la bella cara de su ángel, más al escuchar la pregunta, parece salir del trance –Si… Ja, ja, ja, no sabía que vendían algo así en el cine-
-Ja, ja, ja- Cubriendo su boca con el antebrazo, por la débil risita –Bueno… Nos gustan mucho los raspados del cine, son muy ricos, y les ponen suficiente jarabe y frutas del sabor que desees- Sus ojos aunque ocultos detrás de unos lentes, brillan con tal alegra.
-Wow… Entonces… Deben saber realmente bien- Los nervios por ver a Asmita dedicarle sonrisas y sus palabras, solo influyen las mejillas rojas a todo lo que da –Y… ¿Qué película te gustaría ver?- De inmediato hizo el movimientos, aunque algo apresurado, ya que habían acordado esperar hasta el cine.
El rubio bajando la mirada, con una débil sonrisa, sin saber que decir.
Pero parece ser que alguien más ha escuchado esas palabras y rápidamente se detuvo para confrontar al peli azul.
-Podemos ver la película animada que ha salido- Su mirada seria ante Deuteros, pero compasiva por la forma de actuar del rubio.
-¡¡¡¿TE GUSTAN LAS PELÍCULAS ANIMADAS?!!!- Dohko parecía tener algo en común con el peliverde y eso lo hace muy feliz.
Se gira para continuar caminando, ya que la ciudad está cerca y el cine de igual forma y se puede llegar caminando un poco.
-Son más fáciles de ver para Asmita, por los colores brillantes- Siendo lo único que dirá para no incomodar a su mejor amigo.
Esto provoca reaccionar al peli azul de inmediato, tal vez la ida al cine no sea buena idea, debió penar en esa posibilidad, pero… No logra ver ningún defecto en su ángel.
-As… Asmita… Perdón… Si te hice sentir incomodo o algo… Podemos solo beber los raspados y…- Nervioso por haber cometido un error imperdonable.
-No te preocupes- Le sonríe de nueva cuenta aquel doncel que parecía venir del mismo cielo –Quero ver todo lo que pueda…- Bajando algo la mirada y apenas susurrando –Antes de que ya no lo… Haga…-