No lo podía creer… había sido rechazado rotundamente por aquel chico tan salvaje.
Por el simple hecho de querer darle un beso de despedida, el chico lo golpeó hasta cansarse y lo dejó tirado junto a las pesas… y más encima al intentar pararse se sostuvo de una de ellas, que por cierto no estaba asegurada, y le dio en plena cabeza… por suerte la tenía bien dura.
Avanzar por los pasillos de su querido colegio nuevamente era agradable, hasta que se dio cuenta de que por donde pasara era el centro de las conversaciones furtivas.
Desafortunadamente su ánimo se vio muy afectado en cuanto notó aquel inofensivo papel afirmado en el mural principal, que rezaba las actividades que abrían dentro de poco. Casi siempre ganaban las obras de teatro, y si ellos ganaban entonces aquella persona estaría lejos de él por mucho tiempo, disfrutando con otros que deseaban tanto como él, ponerle las manos encima.
Treize Kuzrenada no podía quedarse de brazos cruzados mientras otro(s) intentaba(n) hacer lo que a él tanto le costaba… tener a WuFei Chang.
Mientras tanto, al finalizar las clases, se reunieron los grupos de escenario y obra, respectivamente y continuaron con sus actividades.
Winner lucía algo decaído y eso preocupó un poco a WuFei.
Al finalizar el ensayo de aquel día, Winner se puso frente todo el grupo e hizo su anuncio.
-Mañana comenzaremos con las siguientes cuatro escenas… Yuy, Chang y yo practicaremos la tres y cuatro y el resto ensayará la cinco y seis sin nosotros… supongo que estaremos listos en unos dos días más para ensayar las dos últimas…
Un chico de cabello negro sobresalió de los demás y alzó un guion.
-¡¡¿La tercera escena es la del primer beso?!! ¡¿Van a practicar aquí?!
Todos quedaron mirando a Winner y a Chang a la vez, quién se mostraba algo molesto por el asunto.
-Lo haremos en otro salón…
-¡¡Ah…!! ¡¡No es justo!!
Muchos comenzaron a reclamar, pero Winner no parecía molesto. Sonreía.
Al salir del salón, Kuzrenada aguardaba en el pasillo. Quedó justo frente a Winner.
Ninguno le dio mayor importancia al otro y Winner siguió su camino, mientras los demás se preguntaban que rayos hacia Kuzrenada en ese lugar.
La pregunta fue rápidamente respondida, en el momento en que Chang salió del salón y Kuzrenada se le acercó rápidamente.
-Buenas tardes WuFei…
-No te he dado la suficiente confianza para que me hables por mi nombre, Kuzrenada…
-Es que no lo puedo evitar… después de lo que hicimos en el gimnasio…
WuFei puso cara de espanto cuando Kuzrenada dijo eso en voz tan alta, ya que todos giraron sus cabezas para verlos, sin disimulación alguna, incluso Winner.
-¡¿De que estas hablando?!... ¡¿Cómo te atreves a decir algo así?!
-No tienes de que avergonzarte… lo que sientes por mí es…
-¡Cállate!
Chang golpeó a Kuzrenada, dejándolo en el suelo, y para sorpresa de todos, por primera vez, fue llevado a la dirección por uno de los profesores que presenció el acto.
Winner se sonrió al ver aquel acto de furia, de parte de un chico tan calculador como Chang, y además pensó en que por lo menos Kuzrenada, no era absolutamente nada para él. Un punto a su favor.
Eran cerca de las tres de la mañana y el chico trenzado no lograba dormir. Se levantó de su cama y salió al pasillo. A esa hora sabía que lo encontraría en la cocina.
Mientras caminaba descalzo y cubierto por una manta, pensaba en la obra. Había quedado en el grupo de escenografía y pensó que era lo mejor, ya que la actuación no se le daba muy bien, pero fue un error… no podía estar tanto tiempo separado de él… aunque no lo tratara muy bien.
Duo Maxwell entró a hurtadillas en la cocina y sorprendió a un chico un poco más alto que él, de cabello castaño oscuro y alborotado, hurgando en el refrigerador.
Heero Yuy tenía la costumbre de “recuperar sobras” todas las noches, ya que tenía un estómago envidiable. Comía sin parar y no engordaba ni un solo gramo.
Y sin hacer ejercicios.
-Sabía que estabas aquí…
Heero se sorprendió al verse descubierto por aquel chico trenzado que cada vez que lo veía le sonreía con un rostro lleno de ternura.
Eso le molestaba un poco ya que le costaba mostrar sus sentimientos… pero cuando estaban solos, todo era más fácil, con gestos en lugar de palabras.
Antes de entrar al internado, lo único que conocía era el supuesto amor de sus padres, demostrado de forma material, como juguetes y esas cosas, pero jamás un abrazo porque sí, o un golpe como llamado de atención… sufría de la indiferencia de sus padres, y se acostumbró a no llamar la atención, porque sabía que no obtendría respuestas.
Sin embrago, alguien lo alababa por lo que hacía, ya que era un buen estudiante, y ser felicitado por alguien le pareció algo extraño, pero muy agradable.
Duo Maxwell, le enseñó a demostrar su afecto con gestos, más allá de las palabras… pero a veces, los gestos no son suficientes, y la vergüenza supera a la verdad. Le costaba mucho ser cariñoso con él en presencia de otros, ya que había visto como otros eran blancos de burlas sin sentido debido a su forma de ser, y decidió que eso no era para Duo, por lo que, en público, tendría que ser así… algo indiferente.
-Duo… ¿Qué haces aquí?...
-Quería verte… no podía dormir…
Yuy se acercó a Maxwell, y lo alcanzó con uno de sus brazos, para acercarlo a él, pero en ese instante, alguien se acercaba por uno de los pasillos.
-Alguien viene… Me voy… mañana tengo mucho que practicar…
Heero se marchó cargando 5 sándwiches y algunas frutas, dejando a Duo parado en medio de la cocina.
Al regresar a su habitación, se encontró con que su compañero de habitación lo esperaba despierto.
-Barton… ¿por qué estas despierto?
-Saliste muy callado… creí que estabas enfermo…
-Estoy bien…
La oscuridad no les permitía verse mutuamente; pero no fue necesario ya que Barton sabía que Duo estaba algo molesto. Seguramente Yuy lo dejó en medio de algo, ya que lo dejaba tirado en cuanto escuchaba a otras personas acercarse.
Tal vez pronto tendría su oportunidad.
-¿Seguro?... Yuy no te dejó tirado ¿o sí?
-… Buenas noches…
WuFei no podía dormir. Recordaba lo bien que se sintió golpear a Kuzrenada, y esa sonrisa que se dibujó en los labios de Winner al verlo, cuanto el profesor se lo llevó a la dirección.
De momento, lo peor había pasado, ya que no se vio comprometida la obra, pero para la próxima…
Y la verdad era que no quería decepcionar a Winner…
El próximo ensayo sería el último de la semana, ya que era viernes, y muchos regresaban a sus casas o salían con sus familias a algún lugar.
Un chico que había quedado como coordinador, se hizo cargo de lo que quedaba de la obra, mientras que Winner guio a Yuy y Chang a otro salón.
-Bien… aquí podremos trabajar tranquilos… en tres días haremos un ensayo general y entonces practicaremos con los escenarios. Estaremos listos para el día de la obra.
-Entonces comencemos…
Primero tenían que actuar Heero junto a Quatre.