Luffy jugaba con su bebida, evitando la mirada de ambos chicos, de vez en cuando miraba de reojo a Law, apartando la mirada. Kid miraba con una sonrisa a aquel chico.
-Luffy, ¿no?
-Si...
-¿Y de dónde conoces al amargado?
-Fue un paciente-comento el médico sacando su celular, comenzando a revisar sus redes sociales.
-Pues no pareciera que solo fuera un paciente-de nuevo recibió una mirada de molestia por parte del mayor, haciendo reír al pelirrojo-Oh, vamos solo es una broma. Amargado.
-¿Y tus amigos?
-Deben estar persiguiendo al ladrón.
-¿Y crees que logren atraparlo?-miro confundido al menor, quien soltó una sonrisa asintiendo.
-Sanji y Zoro son buenos en eso.
-Espero que no sean como tu, siempre causando problemas y terminando con heridas.
-Law, no seas así con el pobre.
-Solo digo lo que veo.
-Perdona a mi amigo el amargado. ¿Seguro que tus amigos están bien?
-Si, esta bien. Torao tiene razón.
-¿Torao?
-El niño no sabe pronunciar Trafalgar y por extraño que sueñe, Trafalgar termino convirtiéndolo en Torao.
-No soy un niño. Tengo 19 años.
-Y yo 26, para mi eres un niño-le miro burlón, causando que Luffy lo miraba con molestia.
Kid miraba aquello en silencio, cuando sonrío.
-Law, porque no acompañas a Luffy a buscar a sus amigos.
-¿Eh? ¿Y por qué?
-Me mentiste sobre tener una operación, Sachi me dijo que tenías el día libre por hoy. Además es lo mínimo que puedes hacer por haber chocado con él.
-Él fue el que choco conmigo.
-Y detuviste que siguiera a sus amigos, así que hazte responsable.
-¿Qué hay de ti?
-Yo tengo cosas pendientes, quede con Bonney en algo. Además...-soltó una risa- Cora-san le encantara saber que tipo de yerno tiene.
-Ya te lo dije, ese niño y yo no somos nada.
-Si como digas, si no haces lo que te digo publicare el vídeo.
-Kid eres un idiota.
-También te amo, Law.
Se despidió lanzando le besos al médico, quien suspiro furioso.
-Me las va a pagar, un día de estos va a amanecer muerto y no seré yo, él que lo haga-tomo sus cosas viendo a Luffy, quien continuaba distraído-¿Qué esperas? Vamos.
-¿En verdad me ayudaras?...
-¿Tienes otra idea? Cuando Kid me amenaza lo hace en serio, así que vamos.
’
Law caminaba delante de Luffy, él cual comenzaba a incomodarse por el silencio que comenzaba a surgir. El chico siempre se caracterizo por hablar de cualquier cosa, pero ahora mismo nada se le ocurría, temía abrir su boca y que de ella saliera una estupidez. Estas cerca del médico provocaba que el menor se sintiera completamente estúpido. Nunca había conocido a alguien que le hiciera sentir de dicha manera, incluso con su padre jamás sintió aquel sentimiento de confusión y miedo de quedar mal ante ese hombre. Además de que siempre que se encontraban era en las peores maneras posibles.
-¿Seguro que no eres una especie de maleante?
-¿Eh?-salio de sus pensamientos, viendo a aquel hombre, quien suspiro.
-Te pregunto, porque se nota que sabes pelear.
-Mi papá me obligo a aprender...
-¿Qué clase de padre hace eso?
-Bueno...-recordó a Dragón, como sus entrenamientos con arma y pelea cuerpo a cuerpo.
Pero no era algo que podría decir así de sencillo, algo como "Es lo más normal, siendo el hijo de uno de los mafiosos más importantes del país".
-Yo quiero disculparme... Por todo lo que paso hace unos días y el volver a chocar contigo de esa manera. En verdad lo siento tanto... si pudiera...
Law cubrió la boca del chico son su mano suspirando.
-Por eso odio a los niños, hablas demasiado. Te escuche desde la primera, acepto tus disculpas si dejas de disculparte por cada cosa. Me recuerdas a Bepo...
Luffy lo miro aun teniendo la mano de Law callándolo, asintió repetidas veces viéndole con emoción, el mayor lo soltó suspirando.
-Me gustan tus tatuajes-soltó de la nada, el chico llamando la atención del mayor- Ah... quiero decir... tus manos...
-Normalmente asustan a las personas-continuo su camino siendo seguido por Luffy, quien se emociono por la respuesta de este, no era agresiva como las demás.
-Yo creo que son geniales. Aunque... ¿por qué tienes Death? Salvas personas. ¿No crees que eso es extraño?
-Motivos personales.
-Oh... ¿Y son los únicos que tienes Torao?
-Trafalgar-corrigió, volviendo a suspirar- Pero aunque te lo lleve diciendo miles de veces siempre me dirás Torao, ¿no?
El chico le dedico una amplia sonrisa en señal que estaba en lo correcto.
-Admite que es original, nadie más te podría decir Torao. Solo yo.
-O es demasiado tonto...
-No nos presentamos como es debido-se planto frente a este dedicándole otra sonrisa-Mi nombre es Monkey D. Luffy. Es un placer Torao.
Law miro a aquel chico de pies a cabezas analizándolo, se notaba que no era una mala persona, tal vez un poco molesto y ruidoso. Pero no percibía maldad en aquel niño.
-Ese día en el hospital-comento llamando la atención del menor- Me preguntaste si podíamos ser amigos, teniendo miles de preguntas que pudiste haberme hecho. Pensaste esa era la más importante, ¿por qué?
Luffy se quedo callado pensando en sus posibles respuestas, mientras sentía la mirada fría y gris asea del mayor.
-No lo sé...-susurro confundido- No puedo entender el porque Torao causa que quiera estar contigo. Es algo que ni yo entiendo bien, quisiera poder descubrir que eso, solo se que quiero conocerte más Torao.
-¿Conocerme más?
-Si, quiero que seamos amigos. Así tal vez pueda ver que tipo de sonrisa tiene Torao.
Río mostrando aquella hermosa sonrisa que solo el chico poseía, ante esto sorprendió un poco a Law. Había conocido a todo tipo de personas antes de encontrar a Corazón y a Doflamingo, la mayoría de ellas eran malas y después de haberse convertido en médico termino por conocer que tipo de personas existían cuando se trataban de intereses. Pero nunca antes alguien había deseado verle sonreír, no si no era Corazón. Por extraño que sonara aquel extraño chico le hacía recordar a su descuidado papá, con esa sonrisa contagiosa.
Law sabía que Luffy era peligroso, no por que luciera o pareciera con dobles intenciones, si no por la única razón de que hacia todo por impulso, sin pensar en que estaba bien o mal, para él lo primero era escuchar a su corazón. Escuchar su tonto e inocente deseo fue lo que hizo que Law comprendiera que tipo de chico era aquel, era sin lugar a duda uno de los más peligrosos que existía. Ya que sabía que si terminaba encariñándose con él sería su perdición.