La fiesta había salido un éxito, Luffy se había divertido. Además de conocer a Chopper, Robin, Franky y Brook. Había pasado alrededor de un mes y medio desde su intento de secuestro, en la universidad todo iba bien, ya todos conocía a Luffy por su actitud un tanto infantil, pero alegre de ser.
Aquel día iba saliendo de una de las típicas fiestas que tenía con su grupo de amigos.
-Oye Luffy, ¿no quieres que te demos un aventó?-pregunto Franky.
-No gracias, mi casa no esta muy lejos de aquí.
Se despidió de sus otros amigos, cuando noto la presencia de dos personas, se detuvo suspirando cansado.
-Ya les dije que estoy bien.
De la nada salieron Sanji y Zoro, quienes estaban con los otros chicos solo hace unos minutos.
-Eso también iba para ustedes dos.
Ambos se miraron entre si riendo.
-No puedes evitarlo-comento Sanji dándole una calada a su cigarro- Le prometimos al señor Dragón que te cuidaríamos.
-Nuestro deber como tus mejores amigos y guarda espaldas es...
-Pero no estamos en ese mundo... Puedo cuidarme solo, además...-paso entre ambos empujándolos con fastidio- Soy solo un chico normal de universidad, solo Luffy.
Se detuvo viendo con emoción el cielo nocturno en aquella ciudad. Ambos chicos miraban aquella mirada de emoción del menor.
-Bueno, solo Luffy-comento Zoro- A pesar de que eres tan poco conocido físicamente por nuestros enemigos, aún así debemos cuidar de tus espaldas.
-Uno nunca sabe lo que se podría encontrar-concluyo el rubio.
Luffy suspiro, no podía contra esos dos.
-Por favor chicos, nos conocemos de hace tiempo. Sanji mejor cuida de Zoro, antes de que se pierde. Nos vemos mañana. Y nada de seguirme o lo sabre, no por nada soy el mejor de los tres-sonrío con arrogancia, para girarse y salir de ahí.
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Law iba caminando por aquellas oscuras calles rumbo a su apartamento, estaba cansado de todo el ajetreo, debía intentar descansar solo unos minutos ya que en unas horas tendría que volver a aquella vida. La comida con Corazón se acercaba y debía dejar todo listo para tener ese día disponible, no quisiera que nadie le interrumpiera. Por lo que después de comprar algo en las tiendas locales, caminaba tranquilamente intercambio mensajes con Kid, quien continuaba mostrando le fotos de amigas.
Tan solo suspiro con pesadez, era obvio que ambos no rendirían tan fácil. Él ya se había rendido hace tiempo con el tema del romance, termino por concluir que no era para él. Toda persona que se le acercaba o era por su apariencia, o otros pocos al saber que era un médico bien posicionado. Peor sería si se enteraban de que familia provenida, la familia Donquixote. Una de las familias reconocidas a nivel nacional, era dueña de varias empresas, donde Doffy, era dueño de todas y el líder de la familia principal.
A pesar de parecer que había sido criado en cuna de oro, estaba en todo un error, eso empezó cuando Corazón decidió adoptarlo con ayuda de Doffy. Por el bien de Law terminaron acordando en no alterar ninguno de sus apellidos, como eliminar la relación que tenía con los Donquixotes. Se sabía a secreto de voces que Doffy ya había elegido un heredero, pero ni él mismo Law sabía bien quien era ciencia cierta, pensó que tal seria Buffalo, Bellamy o incluso Baby 5. No se le ocurría alguien más que Doffy pudiera considerar. Le tenía sin cuidado, a quien elegiría Doffy. Era claro que debería ser Corazón, pero era demasiado torpe como para manejar los negocios.
Un nuevo mensaje apareció en sus notificaciones, era de Baby 5, quien le preguntaba si asistiría a la reunión familia que se haría. Una vez al año toda la familia Donquixote, con algunos colegas cercanos se reunían. Doffy lo llamaba la reunión familiar, pero claramente ninguno tenía una relación sanguínea. Tan solo los hermanos Donquixote la tenía, debido a su pasado y el crecimiento de las empresas, es que Doffy y Rosinante terminaron por ayudar a todo aquel que lo necesitara volviéndolo parte de su familia. Así es como Law termino bajo el cuidado directo de ambos hermanos.
Fue sacado de sus pensamientos al cruzar aquel callejón para llegar a casa, cuando noto como un grupo de pandilleros se interponían en su paso. Guardo su celular, suspirando con pesadez.
-¿Se les ofrece algo?
-Si, verás queremos que nos presentes un poco de dinero amigo. Verás mis amigos y yo se nos a antojado unos buenos tragos. Luces de buen nivel económico. algo como darnos un poco de dinero, no te matara.
Mantenía aquella mirada con el hombre, quien sonreía. Pero al ver la mirada fría del médico se borro su sonrisa.
-¿Qué? ¿Qué con esa mirada?-comenzó a molestarse -¿Cuál es tu problema?
-Si quieren dinero, porque no mejor trabajan como las personas normales.
-¿Qué con esa actitud? Maldito-lo tomo de su chaqueta-Nos todo el dinero que tengas, si no quieres terminar muerto-saco una navaja entre su bolsillo, la cuál Law la miro volviendo su vista en aquel hombre soltando una risa.
-Que patéticos... Amenazar a alguien desarmado, solo por un poco de dinero.
-Maldito-grito el hombre dispuesto a lastimar a Law, quien esperaba el primer movimiento, cuando alguien tomo el brazo de aquel hombre empujándolo lejos del más alto.
El médico se sorprendió viendo de quien se trataba, notando a aquel mocoso que le había fastidiado esa noche en plena guardia.
-¡¿Y tu quien eres?!
Luffy mantenía su cabeza baja ocultando su vista con aquel sombrero de paja que le acompañaba siempre, al alzarla miro a los hombres con una mirada desafiante, una mirada que te hacia helar la sangre y te producía miedo. Esto hizo retroceder a los hombres.
-Solo eres un mocoso-grito el líder de todos ellos, intentando atacar a Luffy, quien lo esquivo con rapidez, golpeando lejos a aquel pandillero.
Law miraba como aquel hombre continuamente intentaba lastimar a aquel mocoso, como varios de los hombres intentaron ir tras él. La pelea comenzó, Law como Luffy golpeaban uno que otro golpe haciendo caer a aquel grupito. Cuando todos se encontraban de en el suelo, vieron a ambos, saliendo de ahí corriendo.
-Estos tipos están locos.
Con pesadez, miro a aquel chico, quien acomodaba su sombrero de paja en su cabeza.
-Dios que susto-comento el menor colocando sus manos en sus caderas y ver al médico con una sonrisa amable-¿Te encuentras bien? ¿No saliste herido?
-Eso debería preguntártelo a ti-se acerco hasta el chico tomándolo de su rostro y ver como había salido un poco golpeado, para soltarlo y continuar caminando.
-Torao...
-Sígueme, al menos déjame agradecerte. Aunque aclaro que no pedí tu ayuda, yo podría haberme encargado de ellos.
-Pero eres un médico...
-¿Y?
-Un médico jamás lastimaría a la gente, su labor es ayudarla.
Esto saco de sobremanera a Law, quien no podía entender al mocos delante suyo.