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Calurosa Navidad por Rael Amicsis

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Notas del fanfic:

«Oneshot que participa en la quinceava convocatoria de “Gundam Wing Yaoi en Español” (página de facebook)». 

https://www.facebook.com/Gundam.Wing.Yaoi.Hispano 

Este regalo es para Pervertida Yaoista, intenté estar dento del tema, pero creo que mefui a otro lado y bueh... creo que logré un buen resultado xD 

Espero que te guste

Feliz Navidad :D!!

-AAAAAAAGH!!!! Pero que es estoooo!!!! - gritaba Duo mientras se sacudía la camisa blanca que llevaba puesta. Podía sentir que algo le caminaba y se la terminó abriendo de un tirón dejando expuesta su blanca piel. 

-Polillas... - confirmó Heero dejando los bolsos en el suelo al entrar a la habitación - creo que esto no fue buen idea... lo de tu camisa, me refiero - apuntó mientras se abanicaba con un folleto 

Habían llegado en medio de la noche, y tan sólo encender la luz de la habitación vieron cientos de pequeñas sombras moverse por su alrededor, y vieron aquellas sombras ser atraídas por tal vestimenta, tan brillante, de Duo, y es que la luz reflejada en su camisa blanca, no ayudaba en mucho, pero Heero estaba muy complacido. 

Después del largo viaje, por fin habían llegado... hasta ese entonces no habían viajado al hemisferio sur, donde el frio que anunciaba la navidad no se sentía en lo absoluto. En cambio, había un clima del infierno, casi 40 grados sin nubes, pero en un resort con piscinas privadas era algo que quería vivir, y lo único que les recordaba que estaba en época de Navidad, era el gigantesco árbol decorado que había en medio de la recepción del resort. 

Quatre se los había mencionado en una ocasión, pensaba que la nieve era bonita y todo eso, pero tan acostumbrado al calor como estaba, se había escapado un par de navidades a lugares así, calurosos. 

-Ese Quatre lo voy a matar, no quiero estas cosas en medio de mi ropa ¡ascoooo! 

-Creo que WuFei vino una vez... Fue demasiado heroico con estos insectos... - Heero aguantaba la risa de lo que había quedado impreso en su mente según la narración de Quatre: WuFei con cuchilla en mano, cortando polillas por la mitad, como si no existieran otros métodos... o como si temiera por su vida 

-¡¡Aaaagh!! ¡¡¡¡Tengo en mi cabelloooo!!!! 

Heero intentó acercarse, pero Duo en su afán de quitarse las polillas del cabello, tropezó con su propio bolso y cayó sobre la cama con Heero sobre él. 

Se quedaron mirando por unos instantes, y entonces Heero se incorporó apagó la luz de la habitación a la vez que cerraba la puerta con segur y volvió a donde estaba, sobre él. 

-¿Dónde estábamos? 

-Las odio tanto... entiendo tanto a WuFei... -reclamaba Duo con las manos hurgando su trenza 

-La ventana está abierta. Se irán a donde haya luz, así que tendremos que mantenerla apagada hasta que se vayan... - explicó Heero en susurros sobre sus labios. 

-Heero... Hace demasiado calor... 

-Iremos a la piscina... después. 

Heero comenzó a quitar la ropa de ambos con destreza y no es que fuera mucha, pero estaba impaciente después de tan largo viaje. Llegar a Chile había sido todo un reto, con todas sus fronteras naturales, sin puerto espacial ni las naves podían llegar bien a aquel lugar a menos que entraran al área de los antiguos aeropuertos, y eran sólo unos cuantos en comparación a otros lugares de la tierra. Para llegar a donde estaban, prefirieron llegar a la isla aeropuerto que conectaba con las otras islas de aquel país y tomar el barco que zarpaba cada tanto para llegar al continente, donde tuvieron que tomar un autobús y un taxi para llegar al resort en medio de lo que parecía un pequeño campo de golf en medio de una pequeña selva.  

Era verano en aquel lugar, y nunca se le había ocurrido celebrar Navidad en traje de baño, en lugar de ponche de huevo y chimeneas. 

Aunque pensaba que lo de las polillas era exagerado. 

Con Duo bajo él, lo demás no importaba. Comenzó a pasar su lengua por el pecho desnudo de joven trenzado, y podía saborear su sudor por tanto calor que hacía. Podía escuchar a Duo quejarse, que no lo hiciera, pero no le tomó importancia... todo en él era perfecto. Mordisqueaba y succionaba por donde recorría, hasta llegar a su miembro que ya estaba palpitando y goteando un poco. 

-Alguien tiene prisa... 

-Fue un viaje la...r...go...  

Heero le cortó el hilo del reclamo al tomarlo con su boca, deleitándose en toda su extensión y su ancho, saboreando cada centímetro de él. Se tomó el tiempo necesario hasta cuando sintió las manos urgentes de Duo tratando de separarlo de él. 

-Heeeeroooo... 

-Deja que... 

-Nooo... - la voz de Duo ya estaba quebrada por la lujuria - estoy listo... sólo hazlo... 

Heero no quería lastimar a  Duo por muy necesitado que estuviera, así que se estiró para tomar el tubo de lubricante que había tirado sobre la cama en medio de la oscuridad, se puso una buena cantidad en su propio miembro y se empaló de una sola vez, lo más adentro que pudo hasta la base, sintiendo que tocaba cada rincón del trenzado bajo él, quien dejó escapar un profundo gemido mientras de aferraba con fuerza a la manta de la cama. Había alcanzado una almohada que puso sobre su rostro a fin de ahogar un grito y mientras Heero esperaba a que Duo se acostumbrara, este se quitó la almohada, con las mejillas rojas, por el calor o la lujuria y esperó que aquellos ojos azules tan profundos terminaran de leer su rostro para saber cuándo comenzar a moverse.  

Duo sintió cada centímetro de Heero, lo sintió recorrer sus paredes internas, en toda su extensión mientras hacía chocar sus caderas con sus nalgas. Intentó afirmarse de sus muslos mientras alzaba sus piernas sobre sus hombros, pero con el calor de sus cuerpos y del propio lugar, comenzaron a sudar más aún, y sus manos resbalaban haciendo que la resistencia que le ofrecía a Heero desapareciera y se empalara más adentro por momentos, tocando donde nunca había tocado antes y en una de esas embestidas accidentales, sus manos resbalaron por completo, haciendo que Heero llegara tan profundo que le hizo acabar de golpe, eyaculando sobre su estómago que ya estaba mojado con el exceso de sudor de ambos. 

-Heeeeeroooo... es... espera... 

Heero continuó moviéndose suavemente, mientras se deleitaba en los gemidos de su compañero, a quién aun sentía contraerse a su alrededor 

-Esperé muchas horas... demasiadas horas... y este calor es horrible...ni en la jungla sufrí tanto – con su mano derecha afirmó suavemente la pierna que tenía sobre su hombro y con su lengua recorrió saboreo la piel que tenía a su alcance, mientras deslizaba la mano hacia abajo, tomando el miembro de Duo que poco a poco volvía la vida – esto es culpa tuya... este es tu castigo... 

-Espera... ¿qué haces? 

Heero se inclinó hacia adelante, afirmando las piernas de Duo dejándolo super expuesto, mientras comenzaba a moverse contra él, deslizándose con facilidad, pero manteniendo la posición con dificultad debido a que el sudor le hacía resbalar las manos y su cuerpo por completo. 

-Mierda... -Lo agarró con fuerza, y lo volteó, dejando boca abajo, y se volvió a meter en él sin aviso, colocando todo su peso sobre Duo. Heero se presionó más contra él, aprovechando la poca fricción que tenía gracias al sudor de sus cuerpos, y se afirmó con fuerza de los hombros de Duo, quien parecía sentirlo aún más que en un principio, lo podía sentir apretarse con fuerza a su alrededor, pulsando su interior, mientras un fuerte gemido moría en su garganta. Su cuerpo tembló de pies a cabeza y comenzó a respirar agitadamente. Había acabado sobre el cobertor. 

-Heerooo... no puedo... 

-Hace demasiado calor... ven. 

Heero ayudo a Duo a ponerse de pie. Se veía algo mareado y avergonzado. Tenía sus mejillas sonrojadas y rastros de él por todo su vientre bajo 

-Pero tú... 

-No hemos terminado... - Lo guio al baño, donde se metieron a la gran ducha, con una gran regadera desde el centro y paneles transparentes. Heero abrió ambas llaves, ajustando el agua a casi fría, y metió a Duo con él, dejándolo contra la pared – mucho mejor... 

Y mientras le sonreía lo besó apasionadamente, recorriendo el interior de su boca con su lengua, mientras con su derecha acariciaba ambos miembros aun erectos, sintiendo cómo un escalofrío parecía recorrer el cuerpo de Duo.  

Una pequeña sombra lo distrajo de su tarea, y se dieron cuenta de que una polilla los había seguido al baño en cuanto había encendido la luz. 

-Malditas polillas... 

-Olvídala... un problema a la vez... calor, solucionado – gimió Duo mientras recuperaba la boca de Heero - ¿castigo terminado? 

-Yo aún no termino... - respondió Heero con una sonrisa torcida mientras lo giraba y lo afirmaba con fuerza por la cadera y se metió de vuelta en él haciendo que soltara un grito de sorpresa – me siento renovado... 

--- 

Al día siguiente ambos estaban en flotadores, en una de las piscinas más cercanas a su habitación. Estaban solos. La piscina era profunda por lo que los demás residentes, casi todas familias con niños pequeños disfrutaban en otra de las piscinas, más grande, pero menos profunda con juegos de agua incluidos. 

-No está tan mal... - decía Heero mientras disfrutaba de un jugo con hielo que le habían llevado en una bandeja flotante. 

-Te odio... no dormí nada, me siento como una barbie que le sacaron las piernas y se las volvieron a poner... creo que aún no siento mi trasero... 

-Oh... yo lo sentí muy bien... incluso cuando acabaste por quinta vez, después de la ducha.  

-Se mueve... - Duo y Heero observaron con detenimiento que el agua de la piscina se movía como si alguien se hubiese lanzado, pero las pocas personas que estaban a su alrededor parecían no inmutarse. 

-¡Es un temblor! - Duo se agitó un tanto en su flotador y Heero se puso más alerta, pero un integrante del personal se les acercó al ver que parecían preocupados por el movimiento. 

-Mantengan la calma, sólo es un temblor, va a pasar pronto. 

-¡Está temblando, hay que refugiarnos! 

-No pasa nada, es solo grado 7, ya va a terminar. 

Ambos podían ver que a su alrededor nadie se movía de donde estaba. Poco a poco el agua comenzó a detener su movimiento, y quién los atendía les sonrió con calma. 

-Esto es una locura - decía Duo recostándose en el flotador, dejando salir un suspiro que no sabía que tenía contenido 

-Aquí siempre tiembla, ya estamos acostumbrados, así que esto es nada. Las instalaciones son seguras, por favor disfruten de su estadía. 

Luego de estar un par de horas más en la piscina almorzaron y regresaron a su habitación para intentar dormir, pero cual fue la sorpresa de Duo al verse en el espejo de la entrada de la habitación, estaba seguro de que su vista se estaba adecuando a la penumbra, ya que habían dejado las cortinas cerradas, pero al verse bien, pudo ver que su piel estaba roja. Literalmente roja.  

-¿Qué rayos? 

-Debiste usar el bloqueador 

-¡Lo hice! Tal vez fue muy poco... comienza a doler... tengo sueño, y calor... 

-Qué tal si tomamos una ducha y- 

-No... claro que no, me arde todo... me ducharé sólo, gracias... me encantaría estar en el espacio, por lo menos podría dormir flotando... 

-Vamos, Duo, no es tan terrible... 

Después de una larga ducha, Duo tomó su larga trenza, la enrolló en lo alto para evitar que le rozara la espalda y regreso junto a la cama he intentó acostarse, pero la piel le ardía horriblemente. 

-Deja que te ayude. 

Heero se acercó a él con una botella de crema emulsionada, que al parecer salió a conseguir mientras Duo se duchaba, y puso una gran cantidad en sus manos, para luego pasarlas suavemente por el frente del su torso, quien dejó escapar un silbido al sentir las manos de Heero más frías de lo normal. 

-¡Está fría! 

-No lo está...tu piel está caliente. Me dijeron que esta crema serviría para que por lo menos puedas ponerte algo de ropa. 

Y entonces Duo recordó que estaba sólo en toalla, y hasta el roce de ella en las piernas, le molestaba. Lo único que se había salvado era debajo de la cadera y sobre los muslos... si estaba tan rojo como pensaba, no quería imaginar lo ridículo que habría de verse en ese momento con los shorts de baño marcados tan notoriamente... 

Su vergüenza salió volando al sentir que la toalla había caído a sus pies y Heero intentaba no reírse en su cara. 

-¡No te rías, sé que me veo ridículo! 

-De hecho, me parece lindo... como un gran letrero que dice “siga aquí"…  

-Pero no me quemé... ¡Ngh! 

-Hay que hidratar toda la piel - susurró Heero en su oído mientras pasaba sus manos suavemente por su entrepierna, deslizándose por la ingle hasta llegar a la parte interna del muslo – creo que falta más crema. 

Heero alcanzó la botella y vació una gran cantidad por los hombros de Duo, haciendo que escurriera por su espalda y su pecho. Luego dejó la botella a un lado y tomando un poco de la crema, la esparció suavemente hacia arriba, por el cuello, las orejas y sus mejillas, para luego volver a bajar por los brazos hasta las manos 

-Me haces cosquillas... 

-Levanta los brazos – la voz de Heero sonaba algo maliciosa, haciendo que le recorriera un escalofrío por la espalda, pero hizo lo que le pidió y entrelazando sus dedos mantuvo las manos sobre la cabeza. 

Heero volvió a pasar sus manos por los hombros para bajar por su pecho, y seguir esparciendo la crema por las costillas, bajando hacia la cadera y la ingle, donde Heero podía ver perfectamente el efecto que estaba teniendo en Duo, y aprovechó que su miembro comenzaba a erectarse para pasar sus manos resbalosas por él, haciendo que Duo gimiera suavemente mientras intentaba no bajar las manos, y dejaba que Heero siguiera haciendo. Luego lo sintió seguir bajando y colocando crema en sus piernas hacia abajo y luego volvía a subir deslizando suavemente los dedos por debajo de sus testículos y luego volviendo a subir hacia la punta de su miembro que ya comenzaba a gotear. 

-Heerooo... me torturas.... 

-Sólo trato de ayudarte – le susurró al oído mientras le vaciaba lo que quedaba de emulsionado sobre la espalda, haciendo que duo diera un respingo por la sensación de frio - aún falta tu espalda... 

Continuó deslizando sus manos sobre la emulsión esparciéndola por toda su espalda, sin permitir que bajara los brazos, recorriendo su espalda suavemente pasando por las costillas, y siguiendo hacia sus nalgas donde amasó con fuerza sabiendo que la piel resbalaba de sus manos. Podía ver a Duo conteniendo sus gemidos, parecía expectante de que más podría ocurrir. Siguió hacia abajo por las piernas y luego volvió a subir por la parte interna de los muslos presionando con fuerza con ambos pulgares mientras seguía subiendo hacia las nalgas separándolas para acariciarlas con fuerza, mientras Duo respiraba con dificultad. Heero se le acercó todo lo que pudo y continuó masajeando sus nalgas esparciendo la emulsión entre ellas. 

-Heero... no me quemé ahí... 

-Oh, no importa... me dijeron que era para todo el cuerpo... - comenzó a acariciar la pequeña entrada de Duo, que parecía aún estar suave después de la noche anterior - aquí también podría servir... 

Duo dejó escapar un sonoro gemido mientras intentaba mantener el equilibrio y no bajar los brazos. Podía sentir los dedos de Heero deslizarse con mucha facilidad dentro de él 

-Heero... quiero acabar... - suplicó Duo tratando de moverse contra los dedos de Heero 

-Estas lleno de crema... creo que tendrás que quedarte de pie. 

Duo dejó salir un sonido de frustración mientras Heero seguía acariciando su interior con sus dedos, animándolo a no bajar los brazos ni dejarse caer. Cuando Heero sintió que ya no podía más lo guio hacia la cama y lo empujó dejándolo apoyado en manos y rodillas y se introdujo en el lentamente, haciendo que el trenzado acabara en cuanto lo sintió hasta la base, pero Heero no se detuvo y aún en medio de los espasmos y contracciones de  Duo, siguió embistiéndolo con firmeza afirmándolo con fuerza de las caderas, para que no resbalara por el efecto de la crema. Duo comenzaba a sentir el ardor en su espalda además de la fricción con el miembro de Heero, pero a pesar de ello su deseo no decayó y apoyó con fuerza sus manos creando la resistencia necesaria para poder empalarse más en él, quien entendiendo sus intenciones lo penetró con más fuerza golpeando en el punto preciso en su interior haciendo que acabara una vez más, y sólo le bastó un par de embistes más para acabar dentro de él y llenarlo mientras sentía sus fuertes contracciones. 

Duo temblaba de pies a cabeza mientras Heero salía de él. No sabía si recostarse por que la piel le comenzaba a quemar, pero sus brazos cedieron y terminó recostado sobre la cama haciendo pequeños reclamos debido al dolor en su piel y en su trasero. 

-Heero... te odio... 

-No reclamabas hace un momento... ni antes, ni anoche – se burló Heero sabiendo que el otro no hablaba en serio, sentándose sobre la cama a su lado. Se había bronceado un poco, y podía sentir la mirada de Duo en él - por cierto, feliz navidad. 

Le puso sobre la cama a la altura de los ojos una pequeña cajita de terciopelo azul, que Duo quedó mirando mientras sentía que los ojos se le llenaban de lágrimas que amenazaban con salir.  

-¿Qué...? - se aguantó el ardor que sentía en todo su cuerpo y tomó la cajita, para abrirla y encontrar en su interior un brillante anillo de oro blanco con diminutas piedras negras por el medio haciendo que se viera como si fueran tres en uno.  

Heero tomó el anillo de la cajita, tomó la mano izquierda de Duo y preguntó sin apartar la mirada. 

-No sé cuánto tiempo podremos permanecer juntos... pero ese tiempo, sin importar cuanto sea, deseo pasarlo contigo... en los bueno momentos, y en medio de las misiones... quiero armar mi legado junto a ti... ¿Te casarías conmigo? 

Duo asintió extendiendo su mano, sonriendo mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas. 

Aquel anillo se veía reamente hermoso en su dedo anular. 

De regreso a casa Duo le conto a WuFei por qué haba regresado tan moreno, y le pidió que le enseñara a matar polillas, ya que después de la experiencia de sentirlas en su ropa y su cabello, deseaba estar preparado para la siguiente ocasión... su luna de miel. 


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