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[Fukase x Oliver]
—¿Qué comes? —preguntó Oliver al verle meterse algo en la boca mientras comenzaban a caminar. La nieve adornaba las calles, por lo que ambos se encontraban abrigados.
—Chocolate con licor, ¿quieres? —El rubio hizo una mueca.
—No me gustan esos chocolates —El contrario rio algo ruidoso, como siempre.
—¡Eso es porque no has probado los de mi madre! —exclamó sacando uno de la bolsa de papel que estaba en su mano para ofrecérselo—. Prueba.
Oliver no estaba muy convencido, pero aún así abrió la boca para comerse el chocolate que había puesto el pelirrojo frente a sus labios.
El sabor del chocolate fue lo primero que notó su paladar, más cuando lo mordió el licor comenzó a extenderse en su boca.
Sin embargo, este era algo distinto a lo que solía ser los chocolates con licor, se sentía algo dulce, con un ligero sabor a cereza.
—¿Y bien? —preguntó Fukase mientras le veía masticar un poco.
—Esta... rico —admitió, cosa que hizo ensanchar la sonrisa del otro—. Sabe cómo a cereza.
—Mi madre suele hacer licor de cereza para esto chocolates —dijo retomando la caminata, siendo seguido por el otro—. Es una receta que mi abuela ha perfeccionado para que calce perfecto para este chocolate.
—Sabe muy bien, ¿me das otro?
—Claro belleza, solo no te empaches que además sigue siendo alcohol —dijo ofreciendo la bolsa, Oliver se quedo un guante para agarrar—. Aunque admito que me sería divertido verte borrachito.
—Dudo que puedas verme así alguna vez. —Iba a comer el chocolate que había tomado, pero estornudó.
—Oh, Santo Cielo, agarra esto —pidió y Oliver tomó la bolsa con su mano libre. Fukase se quitó su bufanda roja y la puso alrededor del contrario, le removió la capucha para quitarse su gorro y ponérsela al otro, regresando su capucha a su lugar.
—Eres un exagerado, solo fue un estornudo. —comentó Oliver, aunque sentía sus mejillas arder ante la preocupación que le demostraba el más alto.
—Igual, más vale prevenir —contestó el pelirrojo mientras se ponía la capucha de su propio abrigo—. Así que sin reclamos —dijo antes de darle un beso en la frente a su pareja.
Ambos se quedaron mirándose frente con frente, sintieron sus narices frías, pero sus corazones un un sentir cálido.
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