Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hyoga De Cisne por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar.

Kiaaaaa, este capitulo debió salir ayer, pues justamente el patito cumplió años el día veintitrés de Enero y bueno...

Este es un pequeño detalle para Hyoga, así que... Espero que todos disfruten el capitulo.

Ya por ahora no hago eso de hacer referencia en el capitulo de su cumpleaños, si no meto otras ideas...

Jajajajaja espero que lo disfruten y felicitaran al patito, digo al cisne.

No importa si el frio ha caído a la gran ciudad.

Todos siguen sus vidas, estudios, trabajos, deportes, pasatiempos, diversiones…

Sigue igual, nada se detiene aunque estén en temperaturas rozando los 0°C y claro los que siguen después para calcular que tan frio sea el ambiente…

Pero es así la vida, te enseña a seguir aunque estés congelándote.

El clima frio no es para todos eso es una completa verdad.

Para algunos es más difícil continuar, pero no les queda de otra… Ya no son niños que se pueden quedar encerrados en casa, durmiendo todo el día en cama, bebiendo chocolate caliente o degustando una rica sopa, galletas recién echas…

No, ahora les toca a cada quien ser maduro y cumplir con sus responsabilidades.

Si bien, eso es cierto… Existen Aquellos que sin importar como sean las temperaturas casi congelantes, pareciera que están en su habitad natural.

Sonrientes ante el clima, disfrutando del ambiente tan poco soportable para algunos.

Sus responsabilidades las cumplen al pie de la letra, pero lo que más disfrutan… Sobre todo uno en particular es…

Sin importar el frio que esté haciendo afuera, no se logra comparar con la necesidad innata que tiene por patinar sobre hielo.

Es su deporte favorito, es algo de lo que se ha sentido orgulloso desde que era un niño.

Pues posee gracia, elegancia, dignidad, perfección y dedicación.

Que no dudo ni una sola vez en dedicar su vida entera a ese hermoso arte como él siempre lo ha considerado.

No tuvo muchas dificultades para que su madre lo inscribiera en clases de esa disciplina.

La joven mujer rubia, al ver a su pequeño tan feliz y queriendo aprender, le dio las oportunidades que no muchos lograban poseer.

Así que el ahora joven, supo aprovechar perfectamente lo que tenía delante.

Desde la primea clase quedo maravillado con todo lo que le enseñaban, y aunque claro que cuesta, como cualquier nuevo deporte, lo lograba en un tiempo más corto que la mayoría de su grupo.

Poco a poco en aquella época, varios compañeros se fueron saliendo, cuando se les pasaba la emoción o encontraban otra cosa que hacer.

Sin embargo Hyoga no lo dejo, al contrario esperaba siempre que llegara la hora de ir a la pista de patinaje, estar delante de su maestro Crystal, junto a uno de sus mejores amigos y compañero de deporte Isaac, para seguir en lo que tanto amaban.

Claramente el maestro noto el potencial de ambos jóvenes, y al tener relación con varias competencias que podían ayudar a los niños a sobre exigirse más, explotando todo su potencial.

No dudaba en animarlos a entrar, claro que él los entrenaría en todo lo que pudiera.

Tanto Hyoga como Isaac, siempre felices de que tuvieran esta oportunidad, pidiendo y rogando a sus familias que los dejaran ir.

Y claramente fue afirmativo siempre el permiso para que participarán y pudieran así triunfar en todo.

Ambo se dedicaron de lleno en todo esto.

Y su maestro no los abandono en ese entonces.

Lograron en su primera competencia quedar en segundo y tercer lugar, era obvio que alguien con mayor experiencia los superara.

Sin embargo sería cuestión de tiempo para que ellos fueran los mejores a vencer muy pronto.

Claro que existía rivalidad entre los dos, pero ninguno envidiaba al otro, pues cada uno tenía sus puntos fuertes en su disciplina.

Lo que a uno le falta en velocidad, lo compensaba en gracia, lo que a otro en elegancia lo debía trabajar en precisión.

Siendo cosas que irían perfeccionando conforme la edad.

El tiempo claramente paso, ambos crecieron y se convirtieron en favoritos para representar a su nación en las olimpiadas.

Se ganaron el derecho de ir, bajo el cuidado de su maestro desde luego.

Y fue en uno de esos eventos, pues lograron posicionarse dos veces en esos puestos…

Conocieron a un amigo muy cercano de su profesor Crystal…

Un antiguo campeón olímpico, de cabellera aguamarina, ojos violetas, una apariencia fría, pero con una sonrisa bastante encantadora, modales impecables y sobre todo una mirada tan cautivadora, que logró conquistar uno de esos corazones.

Al ver a ambos jóvenes, se dio cuenta de sus grandes habilidades.

Admirándolos y recordándoles a él mismo a esa edad. No es que fuera un hombre demasiado maduro.

Pues no tenía mucho tiempo desde que tuvo que dejar de practicar, por una vieja lesión y además que la edad para participar al llegar a los veinticinco años era reducida a casi cero, y con ello ya era el tiempo de ser mejor un entrenador y preparar a una siguiente generación.

-Son muy habilidosos-

-Lo sé, los he conocido desde que eran unos niños-

-Les enseñaste todas tus técnicas e incluso las han perfeccionados-

-No es para tanto-

-Claro que si, después de todo… Tú también fuiste un competidor de este calibre-

-Ja, ja, ja, puede ser… Pero, creo que ya no puedo enseñarles más-

-¿Estas bromeando?-

-No, no lo estoy haciendo-

Una mirada a esa pista de patinaje, donde todos los jóvenes se presentan con rutinas simples, pero que de a poco se van intensificando cuando el evento principal inicié.

-¿Cuándo les dirás?

-Después de que termine todo esto, les diré que ya no podré seguir entrenándolos-

-Estarán decepcionados, eso debes tenerlo en cuenta-

-Estarán bien, Hyoga e Isaac, estarán conformes con su nuevo maestro-

-¿Nuevo maestro?-

-Sí, quiero que tú los siguas guiando-

Justo en ese momento las luces se apagan, para dar paso a la presentación del joven rubio, de ojos azules como el cielo, figura delicada pero fuerte, mirada desafiante, con un atuendo pegado al cuerpo de un tono platinado, demasiado hermoso para ser posible en un humano.

Puede que no solo ese joven rubio en ese instante quedara fascinado en ese primer encuentro.

Pues la mirada violeta se quedó prendada de él, analizando cada uno de sus movimientos, cada salto, aterrizaje, pirueta, tiempo era perfecto… Ni siquiera una caída podía importunarlo.

-Camus, ¿Aceptarías entrenarlos en mi lugar?-

La pregunta estando puesta sobre la mesa, le ofrecía su viejo amigo, entrenar a dos jóvenes excepcionales, que le enseño tan bien las bases, que habían superado a su actual maestro y desde luego necesitaban un mayor desafío, alguien que tuviera nuevas técnicas y las estrategias más nuevas fueran pasadas a ellos.

Sin contar que era de igual forma una excusa perfecta para seguir viendo a ese rubio que sin quererlo, ni advertirlo le robo el corazón a un hombre que ya sobrepasaba los veintiséis.

Claramente esto no lo noto Crystal, de haberlo hecho jamás hubiera dejado a uno de sus pupilos en manos de alguien que pudiera corromperlos.

No hace falta saber la respuesta…

Pues en el momento que todo terminó y se dieron las medallas, ambos obtuvieron de oro, ganando dos para su país… Sin duda el equipo que los dos hacían es perfecta.

Pues por separado logran maravillas, pero juntos la perfección.

Y así, ambos recibieron la noticia que serían entrenados por ese hombre de nombre Camus.

Al principio ambos se sorprendieron, Isaac no estaba del todo de acuerdo, pero acepto la decisión de su antiguó maestro, en cambio… Hyoga se quedó tan pasmado de esta situación que no dijo nada a favor o en contra.

Y bueno… Así inicio un entrenamiento más duro y exhaustivo que ninguno esperaba… Habían comprendido tantas técnicas, pero les faltaba más.

Camus no era un maestro fácil de complacer, ni de impresionar y se los recordaba cada que hacían algo mal, pero… Cuando lograban hacer la perfección absoluta, no dudaba en felicitarlos.

Buenos reforzamientos positivos, alabarlos un poco.

Si bien… Nunca hizo una diferencia activa entre los dos por esos sentimientos que tenía por el rubio… Eso no le impedía que a veces… Logrará que Hyoga se quedara un poco más de tiempo con una plática común, sobre sus avances y demás.

Nadie sospechaba nada raro, ni siquiera el mismo Isaac, pues a veces también el peliaguamarino lo retenía un poco solo para hablar…

Lo que nadie sabía, ni se sospechaba, es que… En uno de esos momentos el que aprovechó no fue Camus, sino el rubio para declarar su amor a su maestro…

Lo hizo aun siendo un joven adolecente de dieciséis años, que ya había participado en competencias olímpicas desde que tenía la edad mínima para ello…

Sus mejillas sonrojadas, su cuerpo fuerte, pero delicado, con esa cintura estrecha, las caderas que son un poco pronunciadas, sus labios siendo instintivamente mordidos por él mismo para calmar sus nervios.

Siendo una tentadora invitación hacia el hombre que es más de diez años mayor… Para besar…

No pidió permiso, no le dijo que estaba mal, simple y sencillamente se dejo guiar por sus instintos de tomar esa boca con la suya.

Estrechar ese cuerpo tembloroso contar él suyo para besarlo… Acariciarlo con cuidado del rostro, atraerlo tanto que sus cuerpos se pegaban mucho, y no dejaba que ninguna reacción del contrario se dejara a la imaginación.

Cuando se rompió ese beso profano por la edad, ambos jadearon, dejando ver sus alientos en medio de ambos, el menor no podía imaginar que de verdad sus sentimientos son correspondidos, y el mayor simplemente creía que tenía tanta suerte… Que el joven del cual se había enamorado de una forma casi obsesiva, le digiera que lo ama.

Simplemente todo se volvió perfectamente conveniente.

-Ma… Estro… Camus… Entre cortado dice como siempre lo llama, sus ojos cristalizados por las lágrimas de felicidad que se escapan de sus orbes azules.

-Shh- El peliaguamarino le pide silencio, pues… Donde estaban si bien es una zona segura, a que… Estaban guardando lo que utilizaron de práctica en la bodega de la pista de patinaje, había más personas alrededor.

-Lo amo…- Susurra esto, aun mirándolo a los ojo, perdido por la sensación de haber besado a quien más anhelaba.

Una sonrisa pícara se dibuja en esos labios del de orbes violetas, para abrazarlo con un poco de fuerza y besar la cabeza rubia.

-Yo también, te amo… Pero, esto no puede ser…- Es coherente en esta parte, si alguien se enterara sería una dificultad muy grande.

Lo principal, el hecho de que este sea una maestro besándose con su alumno que de por si es menor de edad, mínimo pisaría la cárcel.

-¿Por qué no?- Preocupado pregunta, aunque conoce la respuesta.

-Tú eres un niño, yo soy un adulto…- Le contesta rápidamente, pero no desaprovecha el hecho de que sus cuerpos estén tan juntos, que puede sentir como ese cuerpo desprende una calidez a la que desea volverse adicto y hundirse en sensaciones tan caóticas –Debemos seguir siendo maestro-alumno.

Hyoga no aceptaría esto, no dejaría que las cosas pasarán así, cuando ve que pueden ser mucho más que eso.

-No, no tenemos que ocultarlo por mucho- Contesta, aferrándose al cuello del peliaguamarino, para con decisión verlo a los ojos –Solo espéreme a cuando sea mayor de edad y podremos estar juntos- Una mirada de decisión pura se nota en aquel niño.

No va a negar que la situación es tan tentadora, pero sabe que es una locura mantener esto en secreto…

Pues en algún punto lo desearía más que nada en este mundo.

Sabe que no podría aguantar cuando lo tenga lejos.

Los celos que tendrá cuando sepa que saldrá con sus amigos.

Miedo a perderlo de cualquier forma…

Incluso le daba ya igual que en algún punto esto le ocasionara problemas.

Simplemente está viendo una tentadora oportunidad, y no la quiere desaprovechar.

Tantos pro y tantos contras, que no sabría que analizar con antelación pero…

¿Sería necesario?

Hyoga le ofrece solo esperar dos años y entonces, podrían hacer lo que deseen.

Esto traería tantos problemas… Comprometería demasiado al joven que ahora tiene entre sus brazos del cual aspira ese aroma tan fresco y delicioso que desearía devorarlo ahora mismo.

Posee pensamientos demasiado sucios también, pero es normal, es un adulto que ya tiene experiencia.

Que creyó que jamás se volvería a enamorar, después de una terrible decepción amorosa que vivió

Y una simple mirada inocente lo hizo de nuevo creer en el amor, solo que… ¿Debió ser justamente de un joven que al final le estará robando su inocencia?

Pues lo terminaría poseyendo a un grado que no lo dejaría ir por nada del mundo.

Es algo que tiene decidido a hacer, hacerlo suyo, por todas las normas posibles hasta el momento en que puedan permanecer eternamente juntos.

-Está bien- Acepta aquel trato, le parece bien… Pero no durara mucho tiempo si necesita besos y caricias de esos labios tan suaves y tibios, de esas manos tan hermosas que bien podrían hacer maravillas en cada parte de su cuerpo.

Solo se necesita un beso, uno iniciado ahora por el rubio, para cerrar el pacto.

Mientras algunos patinadores, niños, adultos, otros profesores de un nivel amateur están terminando sus prácticas, iniciándolas o simplemente preparando todo…

Dos están demostrándose un amor bastante cuestionable, incluso hasta provocador… En donde el mayor no pide permiso para ir entrometiéndose en la ropa del rubio… Que consta de prendas abrigadoras, pues el frio afuera de la pista es mucho… Con las calientes manos del peliaguamarino lo terminara derritiendo.

Solo no debía cruzar la línea para alcanzar el placer carnal, no hasta que este joven, cumpliera la mayoría de edad estipulada en su país…

Solo en ese instante, podrían gritarle a todo el mundo, que son pareja, y que terminarían en una cama, aferrándose uno al cuerpo de otro, en donde dejaría ir todo en él, para reclamarlo como suyo.

Sin duda, algo que ninguno espero antes de conocerse, pero ahora…

Es necesario mínimo tocarse por encima de la ropa, con besos tan apasionados que sus lenguas invaden la boca contraria… Y sus manos no piden permiso para tocar cada centímetro de piel que pueda.

Un amor tan poco ortodoxo… Pecaminoso, pero al fin de cuentas es un amor que puede prospera si se tiene conciencia de la edad.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro bien, aquí publicando este pequeño detalle para Hyoga de Cisne, que ayer estuvo de cumpleaños.

La verdad tengo una pequeña chance de una hora para hacer algo antes de ir al trabajo.

Jajjajajaja entro mas tarde, voy a aprovechar para publicar algo.

Por cierto...

¿Como están?

¿Me han extrañado?

Voy a estar actualizando los semanales hasta marzo, ya que en Febrero habrá un especial para ShaMu... Por las votaciones que hubo...

Espero se constante, como sea ese sera terminado.

Ahora si, vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar, para el pequeño Cisne.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Hyoga tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Hyoga tu cumpleaños si que si. 

Les quiero agradecer con todo mi corazón el hecho de que estén aquí leyéndome, votando, comentando y siguiéndome, la verdad se los agradezco y se os agradeceré por siempre.

pues me hacen mega feliz con esto, la verdad jamas creí que llegaríamos tan lejos...

Cumpliré ya dos años de estar en este hermosos fandom activa como creadora de fanfic's jajajaja y algunos fanarts, jajajaja

En fin, en fin...

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, ni se expongan de mas y manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).